tag:blogger.com,1999:blog-2024978103857210192024-03-05T11:25:55.498-08:00EL PELÍFOMANOBlog sobre las buenas películas que hemos visto y que recomendamos verHenry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.comBlogger351125tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-55512721264568031152012-04-14T12:16:00.009-07:002012-04-14T12:37:28.341-07:00Shine a Light<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Martin Scorsese<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>2008 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Documental/Musical <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 7.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Reparto:</span> Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood, Charlie Watts, Christina Aguilera, Jack White, Buddy Guy y Martin Scorsese<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTaYFMeYPANkr9WcVfK00b6u2KgvIGZ_gew8zBMN_sYZfELOcLWkehpwOBiJoJXMDdBRKGlbZlsyibOMQDR8Gf78TEMzqeabsWhVJW5ZOYpEkV1eIuOBDe87PMs1m1RVm5eokcwQD9Kgd6/s1600/Shine_a_Light-285176966-large.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 218px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTaYFMeYPANkr9WcVfK00b6u2KgvIGZ_gew8zBMN_sYZfELOcLWkehpwOBiJoJXMDdBRKGlbZlsyibOMQDR8Gf78TEMzqeabsWhVJW5ZOYpEkV1eIuOBDe87PMs1m1RVm5eokcwQD9Kgd6/s320/Shine_a_Light-285176966-large.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5731342342027148706" border="0" /></a><br /></div><br />Documental de Martin Scorsese sobre los míticos <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/The_Rolling_Stones">Rolling Stones</a>. Que además es un acercamiento riguroso, deslumbrante, divertido y profundamente humano al pasado y al presente de los cuatro miembros de la banda. Respaldado por un excelente equipo técnico en el que destacan los directores de fotografía Robert Richarson (<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/el-aviador.html">El Aviador</a>), Mitch Amundsen (Misión Imposible 3), Andrew Lesnie (El Señor de los Anillos), Emmanuel Lubezki (Sleepy Hollow), John Toll (Corazón Valiente) y Albert Mayles, director de “Gimme Shelter”, documental sobre los trágicos eventos ocurridos en San Francisco en 1969 durante el concierto más multitudinario de los Rolling Stones. Para comenzar, no es un documental en el sentido tradicional, es más bien una “película de concierto” mucho más cercano a la maravillosa “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/09/el-ultimo-vals.html">El Último Vals</a>” (1978) que a “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/12/no-direction-home-bob-dylan.html">No Direction Home: Bob Dylan</a>” (2005). Es otro de los tantos registros de conciertos que han hecho los Stones, pero esta vez a cargo de un director de peso que además ama el rock and roll y admira a esta banda en particular. Pero no nos engañemos, "Shine a Light" es un espectáculo de los Rolling Stones para el que Scorsese simplemente hace un esmerado trabajo de cámaras. Otra razón para sorprenderse de su visita es que se trata de una película para fans, cualquiera sea su edad, pero con el amor suficiente por la música de los Stones como para que el placer de oírlos bien valga una entrada. Scorsese no pierde mucho tiempo en introducciones. El hecho es un concierto de la bandaocurrido en el 2006 con un set list distinto para fines de este documental. El rápido marco narrativo nos muestra a un Scorsese estresado porque la banda, a pocos días del evento, aún no le dice que canciones tocarán, por lo que no puede planificar la filmación. Telefonazos apurados entre Scorsese, con su peculiar voz, y un Jagger que sale con sorpresa que le dará dicha información una hora antes del concierto. El día señalado se aparece Bill Clinton y sus allegados para saludar y tomarse fotos con las celebridades y después alguien anuncia “por última vez en el Beacon Theatre, los Rolling Stones”. Scorsese tiene ya la lista que quería y pone en marcha sus cámaras tras la primera canción.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEFqKrOamwaYQXX6ePywQSUsmiW0QWg4c8Lx0cv40yT8Scr0yabBkBab9yuG1Q1B4lNI-Cabrb7w286A8lFX2aH1BQ8CDBr7WSC62gazNGmJOd9sxLlLArIJzotiMB42NcXSfqD5cyV3Xv/s1600/protectedimage.php.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 176px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEFqKrOamwaYQXX6ePywQSUsmiW0QWg4c8Lx0cv40yT8Scr0yabBkBab9yuG1Q1B4lNI-Cabrb7w286A8lFX2aH1BQ8CDBr7WSC62gazNGmJOd9sxLlLArIJzotiMB42NcXSfqD5cyV3Xv/s320/protectedimage.php.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5731341065123207890" border="0" /></a></div><br />Martin Scorsese estuvo filmando a los Rolling Stones a lo largo de dos días en el Beacon Theater de Nueva York, en otoño de 2006, durante su gira "A Bigger Bang". Estas dos actuaciones, salpicadas con brevísimas entrevistas tomadas durante los inicios del grupo británico, constituyen “Shine a Light”. La mano de Scorsese se ve sobre todo en el principio y, a partir de ahí, nos quedamos con el disfrute de la música. Para mí es suficiente. Será sólo Rock and Roll, pero a mí me gusta. Sin embargo, quienes no sean muy aficionados a las canciones de sus Satánicas Majestades, quizá no encuentren ningún aliciente en este filme. El cine y Scorsese están presentes en “Shine a Light”: en la realización maravillosa de un inmenso espectáculo en el que se conjuga un gran número de músicos e intérpretes. La cámara nos ofrece enormes planos muy bien repartidos y montados, que nos permiten ver la actuación como si tuviésemos una butaca preferente. El sonido está impresionantemente reproducido e incluso parece que estuviese mezclado de forma que se escuchase más al músico que está en imagen en cada momento. porque es imposible no dejarse llevar por el auténtico aluvión de energía y vitalidad que desprende cada uno de los fotogramas de este musical. Incluso, uno llega a olvidar las pequeñas pinceladas del comienzo, apenas unas menciones a las obvias dificultades que supone levantar un proyecto de estas características, o a esos momentos tan surrealistas que supone la conjunción de intereses ajenos a la música, con los cuatro roqueros esperando, bien disciplinados, a que la madre de Hillary Clinton suba al escenario para saludarles. No, aquí se trata de una pura y simple actuación, tanto es así que comentar esta película entraría más en el campo de la música que en lo estrictamente cinematográfico.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB4iLgrI2uWLvaQrdnqYrxkKytbkGX0KUZLKVALUeXlw38FrI-htGiGxNFl-adNvCJqiXXGxvtyvy1QbCwrwyjd2TBnwScnD-boXHNsJJDPymRfN3iy60NaHQ3vGb6SoTW34P0-PFvf5KC/s1600/shine-a-light.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 176px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB4iLgrI2uWLvaQrdnqYrxkKytbkGX0KUZLKVALUeXlw38FrI-htGiGxNFl-adNvCJqiXXGxvtyvy1QbCwrwyjd2TBnwScnD-boXHNsJJDPymRfN3iy60NaHQ3vGb6SoTW34P0-PFvf5KC/s320/shine-a-light.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5731341252330753874" border="0" /></a></div><br />Martin Scorsese es un director que, lejos de creerse una estrella, tiene bien claro cual es su profesión: saber narrar. Como gran narrador que es, busca la mejor manera de contar la historia de acuerdo al material que tiene enfrente sin imponerse él como personalidad. Ya en el comienzo vemos a un Scorsese (lo vemos literalmente en pantalla) un tanto nervioso al tratar de ordenar a la ingobernable banda inglesa para su película. En esta suerte de prólogo lo que queda bien claro es que Scorsese opta por poner sus cámaras y seguirles el ritmo a los Rolling Stones. Es un tópico acuñado señalar la energía que desprenden grupos de sesentones, pero es inevitable repetirlo, ya que sorprende sobremanera. Resulta increíble observar cómo Mick Jagger puede moverse sobre las tablas y cómo puede sonar tan bien una banda que lleva desde los años sesenta subiéndose a los escenarios. Que han sido y siguen siendo uno de los grupos más grandes que han existido sobre la faz de la Tierra me parece indiscutible, pues incluso quienes no disfruten de su música o quienes les hayan tomado antipatía por sus últimos percances (como el anular conciertos y giras), no pueden negar la influencia y repercusión que han tenido. La estructura del filme es tan similar a la de un concierto, que parece que estás allí. Tal es la sensación de “meterse” dentro, que dan ganas de cantar las canciones, de aplaudir o de pedir bises. A lo largo de la cinta hacen repaso de sus canciones más conocidas, algunas con versiones que las transforman casi del todo, como “Tumbling Dice”, y también tocan temas nuevos o ajenos. Pero se guardan la artillería pesada para el final, igual que en los conciertos lo más solicitado se deja para la parte de bises. Esto llega tras un pequeño descanso para Mick Jagger en el que canta Keith Richards, que parece que aún no se hubiese quitado el disfraz de “Piratas del Caribe III”. “Start Me Up”, canción con la que habría que comenzar y así han hecho durante una larga temporada; “Brown Sugar”, “(I Can’t Get No) Satisfaction” y mi preferida: “Paint It Black”, son interpretadas, entre muchas otras.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggzV2UJszV4Ou47WtseTQe7KgJzrWJlzZZOcI7CuXpYlZIHD-fqFJ_I-wXYSqd3SeoaY9iivvkuDu31DeLQJFnHckObbOxfBCl1vmOUjsq2q4YpFbUh78W0tlkulg_efoQ_iB7lOYwRID2/s1600/shine-a-light-2008-01.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 176px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggzV2UJszV4Ou47WtseTQe7KgJzrWJlzZZOcI7CuXpYlZIHD-fqFJ_I-wXYSqd3SeoaY9iivvkuDu31DeLQJFnHckObbOxfBCl1vmOUjsq2q4YpFbUh78W0tlkulg_efoQ_iB7lOYwRID2/s320/shine-a-light-2008-01.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5731341546856172306" border="0" /></a><br /></div><br />“Shine a Light” está repleto de espontáneos estelares. Tocan junto con Jack White (del grupo “The White Stripes”) la canción “Loving Cup”. Christina Aguilera canta junto a Jagger una versión irreconocible de “In between the sheets”. Pero la intervención más interesante es la de Buddy Guy, que se marca un duelo de solos contra Keith Richards en la canción “Champagne and Reefer”. Otra razón para decir que la película es sólo para fans de los Rolling es que los títulos de las canciones no aparecen escritos, quizá porque Scorsese tenía la intención de distanciarse de otros conciertos grabados. Creo que sería mejor que lo hubiesen indicado y también considero que la totalidad del filme se debería haber subtitulado, pues hay varias ocasiones en las que el significado de la letra hace referencia a lo que ocurre en ese momento y es necesario entenderlo. Por ejemplo, en el caso de “Champagne and Reefer” en la que el duelo también es dialéctico a través de lo que se cantan unos a otros, o de “Faraway Eyes”, un tema country en el que Ron Wood toca una guitarra de pedales de acero. No sólo perdemos los contenidos de las canciones: hay incluso cosas que Mick Jagger dice entre tema y tema o letras improvisadas, que no forman parte de los versos habituales, que no están traducidas. Sin embargo, sería injusto no decir que todas las decisiones tomadas para la grabación del concierto se revelan como extremadamente acertadas: desde la elección del escenario (en lugar del mastodóntico show de Río de Janeiro, al parecer la primera idea que se barajó), la disposición de las cámaras, la iluminación, la fotografía, o un montaje pendiente en todo momento de destacar la intensa comunicación entre los músicos (especialmente Mick Jagger) y el público, la película va deslizándose con la misma agilidad que caracteriza los conciertos de la banda de la lengua, siguiendo canción tras canción y preparando un climax final que funciona con la eficacia dramática de un argumento que estuviera previamente trazado.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaGk0YxBt9L-kviksDGoc7fNIqFv1AcEsMQHBEbc5dng3rqF7rA6q_mujRZWQjoRs-h2rcV5UOuAKXymHSa6Fhped_Xlcxh7s6NKXhP2irpbOFeRYQWhV-MgyJ1PwZLdhGT5T2pUHg6Mrv/s1600/2hg7e3b.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 176px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaGk0YxBt9L-kviksDGoc7fNIqFv1AcEsMQHBEbc5dng3rqF7rA6q_mujRZWQjoRs-h2rcV5UOuAKXymHSa6Fhped_Xlcxh7s6NKXhP2irpbOFeRYQWhV-MgyJ1PwZLdhGT5T2pUHg6Mrv/s320/2hg7e3b.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5731341753412042226" border="0" /></a><br /></div><br />Lo que "Shine a Light" nos ofrece, básicamente, es el un registro videográfico (hecho, eso sí, con un mimo absolutamente exquisito) de una actuación relativamente reciente de este legendario conjunto músico-vocal (que dirían en mi pueblo), todo un ejemplo de supervivencia más allá de mitos, leyendas, caídas y recaídas, totalmente incombustibles (diríase que no hay castigo del que, más allá de las evidentes secuelas en unos físicos muy machacados, no hayan sido capaces de salir) e inasequibles a ese desaliento que parece haber invadido la industria de la música popular del siglo XXI. Al fin y al cabo, esa especie de pre-making off con que se abre el filme, a modo de introducción técnico-explicatoria de lo que veremos después y las imágenes de archivo (que parecen articular una especie de irónico y un tanto portentoso alegato justificatorio de tan increíble longevidad) que van trufando la actuación, a modos de interludios de "descanso", no dejan de ser aditamentos sin excesivo peso en el resultado y configuración finales del producto. Si son seguidores del pop y el rock, en general, creo que disfrutarán con una película como ésta: cuenta con un buen puñado de temas que, además de excelentes, forman parte ya, por derecho propio, de la leyenda del género. Si, además, son seguidores de los Stones, están tardando en salir en tropel camino del cine más cercano donde se esté proyectando: el nivel de disfrute puede llegar a cotas muy altas. Y, por lo demás, yo no apostaría nada a que éste sea el último: quién sabe si algún jovenzuelo de diecisiete o dieciocho años que aún no hizo sus primeros pinitos con una cámara de cine, está llamado a ser quien dirija la nueva entrega de estos dinosaurios que, parece ser, tiempo ha que hicieron un pacto con esa majestad a la que, alguien dice, rinden culto.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq2oi_oSXutV7z3v9GNybC4WLzchxniaYl1KSHlvnUJNbVzfDABSjLcerY4no7O5W8W-_W3D4haepGLHbOSBhYjjh2OlJyuYvUFmey1j8uynw06PVpaPxPDFFxa-OFvh095_g_J0SKDknF/s1600/4.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 176px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq2oi_oSXutV7z3v9GNybC4WLzchxniaYl1KSHlvnUJNbVzfDABSjLcerY4no7O5W8W-_W3D4haepGLHbOSBhYjjh2OlJyuYvUFmey1j8uynw06PVpaPxPDFFxa-OFvh095_g_J0SKDknF/s320/4.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5731342009741789090" border="0" /></a><br /></div><br />Para una época donde la mayoría de bandas no alcanza o no merece la suficiente atención como para que el público quiera verlos cuando estén viejos y feos, “Shine a Light” es una rareza que malévolamente podría ser rebajada a verse como la exhibición de cuatro ancianos rockeros luchando contra el tiempo, de una banda que fue famosa pero no tanto como “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/The_Beatles">The Beatles</a>”. Los que busquen “corroborar” y “sentir” que la muerte merodea también a los dioses del rock se llevarán una gran decepción. En este documental tenemos una fina selección de material de archivo con entrevistas que muchos hubieran deseado en mayores dosis. La pregunta que parece intentar responder Scorsese con estas secuencias son: ¿Con qué descaro los Stones, siendo unos ancianos, se suben a un escenario y siguen haciendo los mejores conciertos de rock de los que se tiene noticia? ¿Hasta cuándo? Las preguntas no son nada nuevas. Primero vemos a Jagger adolescente, en principios de los 60, respondiendo que bien podrían seguir un año más. Después, recién comenzados los 80 quizá, Jagger aparece afirmando que fácilmente se imagina moviendo el trasero a los 60 años. Más fragmentos de diversas épocas donde los Stones afrontan una prensa ignorante y sensacionalista, cuyo interés en ellos se centra en el próximo escándalo que iniciarán. Da la sensación de que Scorsese prefiere dejar que sea el grupo con sus actuaciones quien diga lo que tiene que decir, que se muestre a través de su música y no a través de interrogantes vacíos o que cuestionan su estilo de vida. Precisamente a la pregunta: ¿Te ves haciendo lo mismo a los 60 años?”, es el propio filme quien da respuesta. “Shine a Light” es una película muy bien realizada y de enorme espectacularidad, pero que no creo que se pueda disfrutar si no se tiene afición por los Rolling Stones, incluso aunque te arrastre la admiración hacia Martin Scorsese. La respuesta salta a la vista, los Stones son animales del rock and roll, no pueden hacer otra cosa que tocar y no tienen que pedir permiso para seguir haciéndolo. Vencieron a todos, incluso a ellos mismos.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/sVthchFAaVs" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Scorsese rueda nuevamente la banda sonora de nuestras vidas"<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-72277009390785929102012-03-13T13:48:00.006-07:002012-03-13T14:17:00.203-07:00Bananas<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Woody Allen<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>1971 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Comedia <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 08/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Woody Allen, Louise Lasser, Carlos Montalbán, Natividad Abascal, Miguel Ángel Suárez, Jacobo Morales, David Ortiz, Danny DeVito y Sylvester Stallone<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQoMplI5_WGhFms4wlL6Yq1N0pAEWBHonm24fzPDnfy7D3DS9m363LM0HTkUfdpTBnua4F3phxIe-8pIziDQ66LHFOK2lMwQiSo58qvSbUgL_B8qsiIeNXD4FOapQ0mxu6op4tshFto5o/s1600/supercine-anarquia.blogspot.com.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 215px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQoMplI5_WGhFms4wlL6Yq1N0pAEWBHonm24fzPDnfy7D3DS9m363LM0HTkUfdpTBnua4F3phxIe-8pIziDQ66LHFOK2lMwQiSo58qvSbUgL_B8qsiIeNXD4FOapQ0mxu6op4tshFto5o/s320/supercine-anarquia.blogspot.com.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719492511334799602" border="0" /></a><br /></div><br />Fielding Mellish (Woody Allen) es un torpe y tímido vendedor de productos, que abandonado por su novia, la sensual y atractiva Nancy (Louise Lasser), decide irse de vacaciones en la pequeña República de San Marcos, pero lo único que consigue es verse envuelto en un sinfín de líos burocráticos en un país dominado por la guerrilla. Todo se complica aún más cuando, después de la conquista del poder por los guerrilleros, su líder se vuelve completamente loco. Tienen, pues, que tomar una decisión drástica: sustituir a su líder por Mellish con la esperanza de que él salve al país. Pero Mellish es secuestrado por el FBI y es juzgado y acusado de subversión; Cuando empezó en el cine, Allen no era más que un cómico que trasladaba una sucesión de “gags” y secuencias humorísticas a la pantalla chica. De este modo, mientras Coppola reinaba con la saga de los Corleone, Scorsese ya había dirigido “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/04/calles-peligrosas.html">Calles Peligrosas</a>” (1973) y “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/05/alicia-ya-no-vive-aqui.html">Alicia Ya No Vive Aquí</a>” (1975), en Europa, Truffaut continuaba incansable del mismo modo que Fellini o Kurosawa, quienes nos dejaban puntualmente asombrados con sus películas, el que luego sería uno de los más grandes cineastas, se limitaba a hacer el payaso sin más intención que hacer reír. Años más tarde, con la llegada de “Dos Extraños Amantes” (1977) vendría esa explosión de talento en la que dejó de lado la comedia más burda para intentar crear un estilo propio de comedia sofisticada melodramática unida a sus particulares demonios neuróticos que se han convertido en su inconfundible sello particular. Su cinta “Bananas” yuxtapone un conjunto de viñetas de tono alocado y delirante. La textura dramática es endeble, pero el ritmo y la gracia de las situaciones es notable, la puesta en escena está poco elaborada, pero refleja ideas interesantes y un nivel esperanzador de intuición, además rinde homenaje a grandes de la comedia como: Chaplin, Keaton, los Hermanos Marx, Bob Hope y Peter Sellers.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl7Wz80E2oHLfVlu2ufOiW3JJ721mziLJg9hMKuNIq0fbPUvNyXOSl52ZByv6r0qHibL5uW6KWDKi-b-czOTWROfpLPIAn9kl-ZhCVod__f0xXpJz-kcBNdgK-evApPgFnycN2I8Tqol4/s1600/bananas-1971-04-g.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 170px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl7Wz80E2oHLfVlu2ufOiW3JJ721mziLJg9hMKuNIq0fbPUvNyXOSl52ZByv6r0qHibL5uW6KWDKi-b-czOTWROfpLPIAn9kl-ZhCVod__f0xXpJz-kcBNdgK-evApPgFnycN2I8Tqol4/s320/bananas-1971-04-g.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719491394630301618" border="0" /></a><br /></div><br />“Bananas” fue su segunda película tras las cámaras tras “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/12/robo-huyo-y-lo-pescaron.html">Robó, Huyó y lo Pescaron</a>” (1969) si no contamos su episodio japonés doblado. La película fluye en el mismo canal que su película anterior, se trata de una comedia loca donde Allen intenta conseguir un estilo lo más parecido a las “<a href="http://rivendel.wordpress.com/2006/12/11/la-screwball-comedysignificado-y-caracteristicas/">screwballs comedies</a>” con un argumento imposible y unos diálogos que son los que hacen avanzar la acción, rápidos, directos y cuanto más punzantes mejor. En esta ocasión, Allen lleva un poco más allá su particular visión de las relaciones humanas y éstas en el fondo se asemejan en mayor o menor medida a una dictadura. Esta sátira política le sirve a Allen para dar rienda suelta a la comedia loca donde el ritmo parece ser lo más importante y que predomina por encima de todo. Con un humor mucho más cercano al de los Hermanos Marx de “Sopa de Ganso” (1936) donde Allen se esfuerza mediante el poder de la palabra en descargar toda su ironía y sorna en la figura de la dictadura militar y en el dictador, en este caso basado sin ningún tapujo en la figura del líder cubano Fidel Castro. El filme desarrolla una comedia de humor repleta de chistes y ocurrencias hilarantes que se basa en la recreación de la gestualidad del cine mudo, la exageración, la desmesura, el absurdo, la excentricidad, la locura, la sorpresa y la sátira. Con ironía y mordacidad denuncia la burocracia, el despotismo, los manejos de la policía, la religión, los servicios secretos norteamericanos, etc. Su ironía toca muchos temas y no deja títere con cabeza, denuncia a los arribistas, los progresistas, los revolucionarios, los golpistas, los medios de comunicación, el sistema judicial americano, la violencia, la hipocresía y muchas cosas más. Dedica unos momentos de subida causticidad al FBI y de manera muy especial, a su primer director, J. Edgar Hoover. El resultado es una obra hecha para entretener y distraer, con unos pasajes mejores que otros.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_ucXEWJeL1KxwXgRpB3KSG5tinMkSUy7weK61uZJ5ZBp9dZI6DnB8uNYMeIecGO1CQVc3ebM7NGzdrPAh06_BynVnxl2IfIX2-Kuwj34QSDqXFjoW9r7cGKQKaVRD_zEtrHPR1oA_KYo/s1600/Bananas+%25281971%2529.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 170px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_ucXEWJeL1KxwXgRpB3KSG5tinMkSUy7weK61uZJ5ZBp9dZI6DnB8uNYMeIecGO1CQVc3ebM7NGzdrPAh06_BynVnxl2IfIX2-Kuwj34QSDqXFjoW9r7cGKQKaVRD_zEtrHPR1oA_KYo/s320/Bananas+%25281971%2529.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719491536184870770" border="0" /></a><br /></div><br />Como dije anteriormente la cinta ridiculiza fundamentalmente a la dictadura y todo lo que eso conlleva unido a la gente que vive de ella extrapolándola a un fenómeno mediático como el magnífico inicio donde el presidente de San Marcos es asesinado delante de toda la multitud que lo espera y los periodistas se acercan a entrevistarlo en el suelo malherido ante la aclamación popular. Allen da la vuelta a la tortilla y cínicamente hace que el público se lo pase bien y se ría con una dictadura, ridiculizándola hasta el paroxismo. En ese sentido sus intenciones se cumplen, aunque por otra parte hay que reconocer que en esos momentos, su creador no es más que un cómico que empieza en esto del cine con lo que su guión del mismo modo que en su ópera prima, es más una sucesión de situaciones cómicas a veces demasiado separadas que no alcanzan un buen clímax dramático debido a que tampoco le importa demasiado ya que se preocupa más en mantener un ritmo como he señalado anteriormente, que se acerque a las “screwballs comedies” y que sin embargo no alcanza. Algunos dicen que efectivamente Allen caricaturizaba su propia persona, creando uno de los monstruos fílmicos más interesantes del séptimo arte, en “Bananas” nos encontramos ya con el monstruo creador e inconteniblemente genio prolífico que se convertiría Allen. Los diálogos creados por el mismo son cortantes, secos, definitivamente sardónicos, mordaces e incisivamente irónicos, además esta cinta rompió esquemas en su tiempo, donde la estética era otra, la de policías corruptos, atracos, mafias y violencia claroscura y gradualmente acercándose al posterior ritmo narrativo del videoclip. Como será habitual en los trabajos posteriores, demuestra su cinefilia mediante referencias dedicadas a grandes películas como “El Acorazado Potemkin” (1925), “Tiempos Modernos” (1936) o “Fresas Salvajes” (1957).<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7ya0kloxnNxMAJgPEJzwik_6DHDLGbEqlTSpTccRk7yAaAUXSADvNYVUKL32eB9kNf65GtW9WqyiwhD0fIcjWx0oOVbYGw7yzHWBXZOEYckUxPDUdlYqQ-7TCCjYaD26yXKRZUAveomk/s1600/bananas2.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 170px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7ya0kloxnNxMAJgPEJzwik_6DHDLGbEqlTSpTccRk7yAaAUXSADvNYVUKL32eB9kNf65GtW9WqyiwhD0fIcjWx0oOVbYGw7yzHWBXZOEYckUxPDUdlYqQ-7TCCjYaD26yXKRZUAveomk/s320/bananas2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719491767018295282" border="0" /></a></div><br />Esta delirante comedia de Woody Allen sirve como punto de partida a toda una larga carrera de guiones cómicos y llenos de ironía contra la sociedad. Aquí, Allen sirve como primer plato la retransmisión en directo del asesinato del presidente de un Estado centroamericano llamado San Marcos y la instauración de una dictadura militar así como un posterior golpe rebelde que tampoco acabará con objetivos claros. Frases como "el tradicional asalto a la embajada de Estados Unidos, un acontecimiento casi tan antiguo como la ciudad misma" sirven para dar comienzo a esta sátira paramilitar en la que podremos observar las más absurdas y surrealistas situaciones de la filmografía del director del que nos ocupamos en este ciclo. Es igual de cierto que la dirección se muestra muy plana y vacía, casi televisiva sin ningún elemento destacable a este nivel que la ensalce entre las demás películas realizadas en esta primera época de Allen. En este sentido, se cubre utilizando los típicos recursos de la época como los enormes zooms y teleobjetivos donde los elementos cinematográficos están supeditados a otras causas no encontrando ningún símbolo del que luego dirigiera piezas realmente claves dentro de la cinematografía actual. Aunque aquí si vuelve a sacar su carácter de casanova a flote pero, como dice acertadísimamente en su crítica el gran John Cassavetes, el Allen de sus inicios es un Allen diferente, distinto, un Allen que busca el experimento y manipula formas narrativas dispares así como intenta abordar temas de lo más variopintos y jugar con todas las facetas que sea posible de su cinta. Así lo demostraba ya en “Robó, Huyó y lo Pescaron”, donde la narración se veía sujeta a ese curioso experimento de jugar con el falso documental y la ficción, y así lo volvía a demostrar aquí, donde sujeto a una narración con saltos y más bien poco lineal, nos cuenta la historia de Fielding Mellish, un tipo que dará mil y una vueltas debido a su despreocupada personalidad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg30gUHZA95h0nHvFmsSVmxhbAmyvpr3IgFIHZjun7u6IgetRcHfourb_m0Gf6qEFuzfGYy8JCTpXfC4t4v51uQBQmK6o6p3LX4vS819CqBU-K6A6k1AlyBGE-GO0omI5gQURa85I-vgb8/s1600/bananas1.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 170px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg30gUHZA95h0nHvFmsSVmxhbAmyvpr3IgFIHZjun7u6IgetRcHfourb_m0Gf6qEFuzfGYy8JCTpXfC4t4v51uQBQmK6o6p3LX4vS819CqBU-K6A6k1AlyBGE-GO0omI5gQURa85I-vgb8/s320/bananas1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719491979236318226" border="0" /></a><br /></div><br />Además “Bananas” se puede interpretar como una crítica a los regímenes dictatoriales, a su forma de vida y a su manera de imponer al pueblo cosas realmente inservibles. De paso, aprovecha para dar su visión personal sobre esos pseudo-héroes formados en milicias y guerrillas paramilitares que se encargan de derrocar gobiernos para imponerse ellos en el poder y dejar el país en una situación indefinida. Sorprendentemente, el parecido entre el dictador de San Marcos con los generales Videla o Batista es evidente. Además, el guerrillero recuerda a dos protagonistas de la historia paramilitar: Ernesto Guevara y Fidel Castro. Sin duda, “Bananas” esconde mucha crítica política detrás de toda la sucesión de momentos absurdos e irracionales que copan los 80 minutos del metraje. La retina del espectador se queda con momentos como la adquisición por parte de nuestro protagonista de diversas revistas, entre ellas alguna porno, en una de las escenas más divertidas de la película. Momentos geniales que nos avisan en esta, su tercera película, de lo que va a suceder en las siguientes comedias de Allen. El espectador irá a ver cintas con guiones magistrales con grandes dosis de crítica social, acidez y sarcasmo. Algunos críticos lamentan el cambio de registro producido por su director con el paso de los años, y si bien es cierto que sus mejores comedias datan de los primeros años, yo particularmente me quedo con todas y cada una de sus etapas: con esas primeras en las que de una forma desternillante satirizaba todo lo que le venía en gana, con las posteriores en las que no alejándose de un ligero toque de comedia indagaba sobre la complejidad de las relaciones humanas, hasta una tercera, en la que ya sin disimulo ni subterfugios mostraba las aristas más oscuras de la sórdida naturaleza del alma humana. Ojo a la cinta porque también fue el debut oficial en el cine de Sylvester Stallone como el desalmado del metro (en realidad Stallone ya había debutado el año anterior en una película para adultos).<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrkz4e22yS8zkrdl56J5oqxBN0ryExzJD2elkLNZm2csnnpqhA9HD-Kh5cohOgKhlRoxPyfB5istBVlQ40L66ZSEujESyFxZ2H4d3BV5rZP0CPiqPhnYYr5eJDtYrwa6RZ06t5P-Xfoxg/s1600/6a00e5523026f5883401157035adf6970b-800wi.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 170px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrkz4e22yS8zkrdl56J5oqxBN0ryExzJD2elkLNZm2csnnpqhA9HD-Kh5cohOgKhlRoxPyfB5istBVlQ40L66ZSEujESyFxZ2H4d3BV5rZP0CPiqPhnYYr5eJDtYrwa6RZ06t5P-Xfoxg/s320/6a00e5523026f5883401157035adf6970b-800wi.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719492267175018290" border="0" /></a><br /></div><br />Como ya viene siendo habitual en los filmes de Woody Allen, aunque aquí en menor grado, su humor se reduce a una comicidad muy peculiar y a unos diálogos que, si bien aquí aun no habían alcanzado todo su auge creativo, servían muy bien al realizador para ir desgranando la historia de "Bananas" que, además de trasladarnos a la vida de Mellish, satirizó sobre las "Repúblicas bananeras", añadiendo elementos paródicos en muchos puntos del filme y dejándose llevar en todo momento por su imaginación, desembocando así en un final de lo más sorpresivo e hilarante, que haría de este filme de Allen, una auténtica delicia para todos aquellos fans del director y, en especial, para esos curiosos que se acerquen a la filmografía de uno de esos grandes cineastas que se han ido formando año tras año. A pesar de ello y sabiendo que clase de película es y la seriedad que engloba dentro de su cinematografía, siendo su tercera película, ya empezamos a observar apuntes que luego despuntarán y se convertirán en las marcas de la casa del cineasta de Brooklyn como por ejemplo en la caracterización de personajes, Mellish es un neurótico fracasado con las mujeres, y Nancy es una mujer hecha y derecha, intelectual, luchadora, estimulante y mentalmente superior al hombre con lo que ya empiezan a surgir los conflictos típicos de anulación y comunicación-anticomunicación entre parejas que explotará en su vertiente más seria, pero que en este caso es un puro trasunto cómico. Además de verla como una comedia sin pretensiones conociendo la posterior obra de Woody Allen, el visionado de “Bananas” es muy curioso y recomendable hoy en día en estos tiempos que corren ya que no deja de ser paradójico que una comedia de hace casi treinta años sea tan actual y su mensaje siga tan vigente como entonces, incluso hoy un poco más.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/Xyqm-wWnX0A" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Ochenta minutos de locura”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-16903508510998851662012-03-06T14:48:00.006-08:002012-03-06T15:02:24.198-08:00Frankenweenie<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Tim Burton<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1984 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama/Cortometraje <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 8.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Barret Oliver, Shelley Duvall, Daniel Stern, Joseph Maher, Roz Braverman, Paul Bartel, Sofia Coppola y Jason Hervey<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis5cWs4ToBvv5p7rs7bo_sij33DwewcKfn7dpK3ZkzmY3OR-tnGf_e1190UvSMpYqlg3kbiWki64CyW165lEOZkn9HDMnu9_bu5aCzvdflyFNLUOw9CExdPPweNYcyalaPo-yQ7tfDh7E/s1600/Frankenweenie1984.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 221px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis5cWs4ToBvv5p7rs7bo_sij33DwewcKfn7dpK3ZkzmY3OR-tnGf_e1190UvSMpYqlg3kbiWki64CyW165lEOZkn9HDMnu9_bu5aCzvdflyFNLUOw9CExdPPweNYcyalaPo-yQ7tfDh7E/s320/Frankenweenie1984.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5716922716175394322" border="0" /></a><br /></div><br />Víctor Frankenstein (Barret Oliver) es un niño que realiza cortos donde su amado perro Sparky es el protagonista, hasta que este es arrollado por un camión. Víctor aprende en la escuela sobre el impulso eléctrico de los músculos y se le ocurre usar esa técnica para revivir a su mascota. Por ello, crea un complejo artefacto cuya culminación es una gran explosión de luz que devuelve a la vida a Sparky. Si bien Víctor y su familia aceptan al revivido animal, sus vecinos están aterrados; “Frankenweenie” es una recreación en clave paródica de “<a href="http://www.filmaffinity.com/es/film443503.html">El Doctor Frankenstein</a>”, rodado en 1931 por James Whale, la obra de Burton esta protagonizada por un niño imaginativo, que representa la infancia, uno de los temas clave de Burton, rodado en blanco y negro, el director utiliza los elementos más inesperados y extravagantes para crear atmósferas, pasando de la ironía a la belleza trágica, de esta manera hace un recorrido por un divertido cementerio de animales que nos lleva a un dramático plano en contrapicado en el que vemos reflejado un entierro en una colina, plano que recuerda poderosamente al utilizado por Whale en la memorable escena inicial en el cementerio de su “Frankenstein”. Dejando aparte el metraje de las películas, podemos decir que estamos ante una de las obras maestras de Burton, y tanto “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/12/vincent.html">Vincent</a>” (su anterior cortometraje) como “Frankenweenie” se muestran como un cálido homenaje, no exento de sana ironía, a los arquetipos fílmicos que han calado en la memoria de generaciones de espectadores, a través de unas imágenes en las cuales queda patente el talante visual que ha otorgado a Burton un puesto de honor entre los nuevos creadores de fantasías cinematográficas, con un estilo marcado por un goticismo clásico unido a una envidiable imaginería macabra y un sentido del ritmo vertiginoso, en una conjunción de inolvidable capacidad evocadora.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyM7dPkBUTSlL61om2Wr9vE55FKO7f9iSMGgDFFiCc_z5AmKE84ci8zb5Bs4BTdEYhYiWUNQLUHPf7zTUlwaYRy8OxIOfSN8cOeoP-K6lPO33J9KchVpuUtVh0cC3_28_ZWxoMdGqk7c/s1600/Frankenweenie-859941206-large.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 171px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyM7dPkBUTSlL61om2Wr9vE55FKO7f9iSMGgDFFiCc_z5AmKE84ci8zb5Bs4BTdEYhYiWUNQLUHPf7zTUlwaYRy8OxIOfSN8cOeoP-K6lPO33J9KchVpuUtVh0cC3_28_ZWxoMdGqk7c/s320/Frankenweenie-859941206-large.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5716922150254614626" border="0" /></a><br /></div><br />“Frankenweenie” quizá sea una de las obras de Tim Burton que mejor compriman todas las obsesiones del realizador, un mediometraje de 25 minutos de duración estrenado un año antes que su terrible primer largometraje, de la que hablaremos más adelante, "La Gran Aventura de Pee-Wee" (1985), pero que a pesar de todo Burton se mostraba tremendamente sólido ya desde su primer fotograma, esta obra de Burton es excepcionalmente curiosa, por la mezcla de puros destellos del cine mágico de su director con los elementos más típicos de una comedia “Disney”, no faltan los jardines pulcros, ni los padres ideales, ni los vecinos impertinentes, quizá suene raro decirlo, pero con una puesta en escena impecable, Burton consigue que el aspecto visual de la obra supere a la de la obra original de Whale al menos en lo referente a la reanimación del monstruo, usando una técnica exacta pero sustituyendo los elementos por algo que podría estar al alcance de un niño de poco más de diez años, acertadamente interpretado por el novel Barret Oliver. Del mismo modo, el juego de luces y sombras que el blanco y negro permite está maravillosamente aprovechado, destacando en este aspecto la espléndida escena del incendio del molino, los actores realizan un trabajo espléndido, en especial Shelley Duvall, luciendo aquí un look muy distinto a los que nos tiene acostumbrados en los filmes de Robert Altman, el cuál es más extravagante, y el desarrollo dramático no presenta el menor altibajo, elementos todos ellos que hacen de este más bien mediometraje una pequeña delicia, una joya llena de momentos antológicos, como la aparición de la novia de Frankenstein en adecuada versión canina, una verdadera maravilla.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7VPMp6wrGJIZ_3HW7EgAcYqdoDYCBB0lu0PSO3AZbUsDc33QBB4VMc89GPKz9F0k2Rae_Mvw9LkOjGDlW8P_s-ZKF_zAzFoAIx3mJGPx17POh2DtPe1WHim_3kIh1hCrtIUNOsvlyG0c/s1600/tumblr_lyujym8a0Q1qfa5zko1_500.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 171px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7VPMp6wrGJIZ_3HW7EgAcYqdoDYCBB0lu0PSO3AZbUsDc33QBB4VMc89GPKz9F0k2Rae_Mvw9LkOjGDlW8P_s-ZKF_zAzFoAIx3mJGPx17POh2DtPe1WHim_3kIh1hCrtIUNOsvlyG0c/s320/tumblr_lyujym8a0Q1qfa5zko1_500.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5716922292991664770" border="0" /></a><br /></div><br />Junto con” Vincent”, este corto aparece en el DVD de “El Extraño Mundo de Jack” (1993). Esta deliciosa versión de Frankenstein, visto desde la perspectiva de un niño, con un encanto y dulce sentido del humor, sería muy difícil encontrar hoy en día, si bien la trama es un poco oscura, se las arregla para atraer al niño que todos llevamos dentro. La mayoría de personas, grandes o chicos puede disfrutar de ella. Además esta rodada con una técnica bastante depurada, que Burton no recuperaría hasta “El Joven Manos de Tijera” (1990) o algún segmento aislado de “Beetlejuice” (1988), Burton nos lleva de un lado a otro, presentándolos unos personajes fantásticos que con apenas unas palabras quedan definidos, vecinos llevados a un extremo paródico pero al mismo tiempo reflejados con un inquietante realismo. No faltan detalles visuales como el cuadro de la casa del joven, el propio diseño del animal, la "conversión" de la historia original a un entorno juvenil sin abandonar ningún aspecto de la cinta de Whale (no falta ni un castillo, ni un laboratorio, ni un molino), introduciéndose además los valores familiares para formar un global sólido y completo, tan bien diseñado como narrado, a pesar de que se nota que en algún momento el tiempo se le echa encima a Burton y decide recortar alguna que otra escena. El hecho de que Burton fue despedido de Disney por realizar este tipo de trabajos es bastante triste. Esto muestra más allá de cualquier duda que Burton podía haber manejado las películas de este grande estudio de un a manera grandiosa e imaginativa. El guión está bien escrito y se mueve a lo largo del metraje de una manera brillante. La escena de la muerte de Sparky es dolorosa de ver, pero además es muy fácil ver a dónde va, cómo va a terminar. Sin embargo, Burton siempre nos mantiene atrapado en su mundo, ósea su estilo visual.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwIb8GDwtCv5Ikyx9evB1rLTG3XYCxS9YwSVAfnClbZpEwPauoQIW0EYo0PxsveafPrms44e9IammSE5okDxNQhFPw5ZT-eQ06RaTMRKyfxHJw8fISaw3hi07gMNBrVD-p7mtGYtxswmw/s1600/frankenweenie_1635671i.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 171px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwIb8GDwtCv5Ikyx9evB1rLTG3XYCxS9YwSVAfnClbZpEwPauoQIW0EYo0PxsveafPrms44e9IammSE5okDxNQhFPw5ZT-eQ06RaTMRKyfxHJw8fISaw3hi07gMNBrVD-p7mtGYtxswmw/s320/frankenweenie_1635671i.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5716922495422699810" border="0" /></a><br /></div><br />Como dije anteriormente la actuación del plantel de actores es sólida, los personajes son creíbles, aunque un poco grotescos (un rasgo que Burton lleva a la mayoría de sus proyectos, ya sea que el tema se acerque a la vida o a la muerte). El humor es proporcionalmente cruel, pero casi todo el mundo puede reírse de él. Me ha encantado lo simple que es la historia, pero manejada magistralmente, una señal de las grandes cosas que le iba a venir para Tim Burton. Yo recomendaría a fans de él y de cualquiera que quiera ver la, que primero lean la gran novela, para que así puedan ver la hazaña que hizo este cineasta. También debo felicitar Burton para la elección de hacer esta película en blanco y negro. Durante los primeros minutos, no estaba segura si iba a funcionar, pero después de la mayor parte de la película, me di cuenta que era perfecto. Esta cinta va a caer bien a todos, independientemente de lo que piensa Disney (supongo que porque tenían miedo que los niños comience a cavar las tumbas de sus mascotas muertas). Pero lo más meritorio de “Frankenweenie” es cómo es capaz de mezclar una estética oscura, deudora del expresionismo alemán, generando un fantástico juego de luces y sombras, con una trama bastante macabra en el fondo pero no tanto en la forma, que funciona a modo de crítica (como lo hace la historia original de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Mary_Shelley">Mary Shelley</a>) y además resulta creíble como muestra la travesura infantil sin ningún tipo de mala intención. No sé cómo será el largometraje de animación que se estrenara en algunos meses (francamente, como mucho necesitaría diez minutos más para perfilar algún detalle), pero desde luego este trabajo primerizo de Burton ya condensa lo mejor del realizador. Una obra superior a otras mucho más prestigiosas como "Marcianos al Ataque" (1996) o “El Jinete sin Cabeza" (1999), bueno les dejo con el cortometraje completo, disfrútenlo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/rq2AsWuNF0w" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Acertada y original versión”<br /><br /></div>Mabel Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/07887798769274515934noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-19952771164473122872012-03-01T14:55:00.009-08:002012-03-01T15:17:51.097-08:00Tucker, Un Hombre y Su Sueño<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Francis Ford Coppola<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>1988 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Biopic/Drama <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 7.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Jeff Bridges, Joan Allen, Christian Slater, Martin Landau, Frederic Forrest y Lloyd Bridges<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilqiewyD6jqKVeV4GvNFZCvuw405PFAFVum59i6PJsnb3ba77cBC60xWGpmPlwILtr6hOc_zR2JOWliUV2YRbDN9L7HJ3r3X67cI-J_BRiI_QvTt_ROsegADmoZhJsxaQySMicY7Tz5CF4/s1600/Tucker.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 214px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilqiewyD6jqKVeV4GvNFZCvuw405PFAFVum59i6PJsnb3ba77cBC60xWGpmPlwILtr6hOc_zR2JOWliUV2YRbDN9L7HJ3r3X67cI-J_BRiI_QvTt_ROsegADmoZhJsxaQySMicY7Tz5CF4/s320/Tucker.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5715070755787115762" border="0" /></a><br /></div><br />En 1948, un joven ingeniero estadounidense, Preston Tucker (Jeff Bridges) concibe un automóvil de tecnología revolucionaria y bajo costo, al que bautiza con su apellido. Las tres grandes empresas fabricantes de automóviles General Motors, Chrysler y Ford se unen para oponerse legalmente al proyecto de Tucker, pero él está decidido a no dejarse atropellar por ellas y lucha por construir cincuenta ejemplares de su modelo, para poder presentarlos ante el tribunal; ¿Cuál es el sueño del hombre? ¿Acaso conseguir un puesto importante, dominar el mundo, tener una familia, alcanzar la paz desde una posición de justicia? Cada ser humano tendrá su sueño particular. Su andadura por el mundo se adecuará a unas determinadas ansias, aunque, en muchos casos, el despertar sea duro. Muy pocas cosas de las pretendidas se habrán obtenido. Al menos, eso sí, quedará la ilusión, el ansia de llegar a un determinado puerto. Se ha caminado en busca de una meta. Se obtendrá lo propuesto o no, pero al menos se habrá intentado. Si es así, a menos algo se habrá hecho. El cine de Coppola explicita un deambular tan errático como desilusionado. Su obra es un reflejo del hombre insatisfecho, de un injusto sino crudamente trazado. ¿Se es libre para moverse o se está encadenado por unos condicionantes? En cada una de las películas que ha realizado se encuentran retazos vivos, muchos hechos jirones, de sus ansias, de sus triunfos y de sus fracasos. En “Tucker, Un Hombre y Su Sueño” el director recrea su vida propia: el ser que llegó al cine (a ser director) de rebote, que quizás hubiera sido (mejor) un inventor o un técnico, pero que marcado por el destino devino en alguien encadenado al arte de las imágenes.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1WOwrcIa808xsS-vClw8jumDkMXQ2TM10P57385MqV6n-5NAUttc4LcvVsOic8EIbgF6DoKeOsTRmacqvLkEZALUtNJ0T4lR2tKUqGL89fQJSgbUEEV5c6wlGBX8wbARKfrVna4RzetMd/s1600/tucker_the_man_and_his_dream_images.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 154px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1WOwrcIa808xsS-vClw8jumDkMXQ2TM10P57385MqV6n-5NAUttc4LcvVsOic8EIbgF6DoKeOsTRmacqvLkEZALUtNJ0T4lR2tKUqGL89fQJSgbUEEV5c6wlGBX8wbARKfrVna4RzetMd/s320/tucker_the_man_and_his_dream_images.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5715069600489276418" border="0" /></a><br /></div><br />Ni en sueños podía Francis Ford Coppola imaginar, cuando en 1972 sacó su talonario para asegurar la difícil distribución de una película por la que nadie daba un duro y que sería un bombazo pocas semanas después, hablamos de esa obra inmortal llamada “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/el-padrino.html">El Padrino</a>”, aquel gesto le valdría la oportunidad de hacer una película que, en parte, iba a contar su propia vida, “Tucker, Un Hombre y Su Sueño” también habla de sí mismo más que muchas otras de las suyas. Ahora bien, tampoco fue esa gran película que algunos exégetas de la obra coppoliana aclaman, ni mucho menos. Y es que no estaba Coppola para grandes delirios de autor, era una época dura para él, George Lucas le devolvió el favor de “American Graffiti” (1973), tres lustros más tarde, cuando Coppola no tenía el menor poder a la hora de elegir proyectos, y le puso en bandeja el guión de “Tucker, Un Hombre y Su Sueño”, ejerciendo las funciones además de productor ejecutivo, y asegurándole, a pesar de los graves descalabros económicos de los años anteriores, una cierta libertad en el montaje final. ¿Aprovechó Coppola la oportunidad?...la repuesta es sí, Coppola hizo suya la historia, además fue la primera película del director de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/06/apocalipsis-ahora.html">Apocalipsis Ahora</a>” (1979) después de la trágica y traumática muerte de su hijo primogénito, es sin duda una de las cintas más melancólicas de toda su carrera, y sorprende esto, ya que su tono, por contra, es bastante festivo, la historia que cuenta, esta plagado de luchas a menudo infructuosas, de sueños a menudo frustrados por la implacable maquinaria industrial del mundo moderno, Coppola en esta pequeña cinta nos regala una historia de esperanza y de fe.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOSNfU7Si3_fWserlClkwvlFRxRaMU2IvMogPodX-ZhINWRtbAh-C5mwQke3OAkTgUZVoOJBgj0Fd7tpxvNVWRj3PUOYZv5p-hZMobkfvol5rlofcDBltucxUz1GaGrtEbzq-Fhi1lKd4B/s1600/76579002jw5.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 154px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOSNfU7Si3_fWserlClkwvlFRxRaMU2IvMogPodX-ZhINWRtbAh-C5mwQke3OAkTgUZVoOJBgj0Fd7tpxvNVWRj3PUOYZv5p-hZMobkfvol5rlofcDBltucxUz1GaGrtEbzq-Fhi1lKd4B/s320/76579002jw5.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5715069735037169746" border="0" /></a></div><br />Cuando hablamos de grandísimos cineastas como Coppola, lo más importante, la razón de ser de una película y lo que conforma su acabado final, es el director, su visión y su estado anímico, y todo lo demás fluctúa dependiendo de eso. Por ello es la razón que “Tucker, Un Hombre y Su Sueño”, al menos para quien firma estas líneas, no podría formar parte del selecto grupo de sus obras maestras como la trilogía de “El Padrino”, “Apocalipsis Ahora”, “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/04/la-conversacion.html">La Conversación</a>” (1974) o “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/09/la-ley-de-la-calle.html">La Ley de la Calle</a>” (1983), sino pertenecería al grupo de de sus películas soberbiamente ejecutadas pero que nada aportan a su leyenda, hay tenemos ejemplos como “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/07/golpe-al-corazon.html">Golpe al Corazón</a>” (1982), “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/12/jardines-de-piedra.html">Jardines de Piedra</a>” (1987), “Jack” (1996) o “El Poder de la Justicia” (1997), es decir, hacen compañía con un gran desastre financiero pero son solventados con todo su poderío visual y narrativo, por ello esta cinta es menor, si tenemos en cuenta que está hecha por quien está hecha, aunque si la hubiera dirigido otro probablemente saludaríamos a ese nuevo gran director. Y la razón de que esta cinta sea tan menor es que es un juguete en manos de un director que esta pensando ser incapaz de hacernos sentir empatía por su cinta, pero sin darse cuenta Coppola se identifica con el personaje principal, esto hace que el filme de ponga atrayente y llena de fuerza y personalidad, pero hablemos antes de la razón primera de hacer esta película. Esta interesante historia real que es “Tucker, Un hombre y Su Sueño”, nos cuenta los azares, desventuras y anhelos de un hombre que debía ser una fuerza de la naturaleza comparable al propio Coppola. Preston Tucker es una leyenda dentro de la larga y tumultuosa historia de las compañías automovilísticas estadounidenses. ¿Por qué Coppola se dispone a dirigir esta película? Es bien fácil adivinar la respuesta, verdad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwY7Wos9LtkDUl4Cf1Mgs0b4qJ5V2ds3VhWsrjlmcueM8MmrP728Ghb3LtsxrbwARbtD5zkJHoMUS-z0ELglgTIgaja_zQd-bhRjYiQjMeTjjMjx-LcvPKeJO5S3f-N-8ocsgA4TWxSKY3/s1600/moviespeechtucker.JPG"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 154px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwY7Wos9LtkDUl4Cf1Mgs0b4qJ5V2ds3VhWsrjlmcueM8MmrP728Ghb3LtsxrbwARbtD5zkJHoMUS-z0ELglgTIgaja_zQd-bhRjYiQjMeTjjMjx-LcvPKeJO5S3f-N-8ocsgA4TWxSKY3/s320/moviespeechtucker.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5715069900535048690" border="0" /></a></div><br />Pues Tucker fue un visionario que se enfrentó a las grandes compañías dispuesto a innovar en cuanto a diseños de coches se refiere, no sólo interior, también exteriormente. Sus sorprendentes ideas fueron un fracaso, sobre todo la más importante, el “Tucker Torpedo”, pero con él se adelantó a su tiempo y ayudó en el desarrollo de los automóviles actuales. Los paralelismos con el propio Coppola son evidentes, más aún si tenemos en cuenta que los coches de Tucker eran, además de transformadores del concepto de su tiempo, muy bellos para la época, por mucho que no tuvieran éxito de ventas. Coppola parecía así asumir su posición como artista: la de un creador apasionado, capaz de configurar muchas de las características del cine futuro, y de dar vida a películas muy bellas, pero que quizá se arruinaría en el camino. Ignoraba quizá que sus dos próximas películas (sobre todo la segunda) conocerían un éxito de público que durante tanto tiempo se le había resistido y que por fin recobraría la tranquilidad económica. No hay la más mínima emoción, ni capacidad de sugestión, en un aparato narrativo tan alambicado y preciosista como carente de la más mínima capacidad para conmover. El juego visual de las llamadas telefónicas y la superposición de varios ambientes lumínicos en un mismo plano, para dar la falsa impresión de que la pantalla está dividida, se agota a la tercera vez que hace uso de él. Y aunque la dirección de fotografía de Vittorio Storaro y el diseño de Dean Tavoularis son magníficos, acaban ahogando a los personajes, ofreciendo más densidad que ellos. Con esta cinta estamos entre medio de la frialdad de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/cotton-club.html">Cotton Club</a>” (1984) y la valentía de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/11/peggy-sue-su-pasado-la-espera.html">Peggy Sue, Su Pasado la Espera</a>” (1986).<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzkJR_UThwykxBHv_QWejHjEogcGFwoY_wqzBAi21PE-P7T0PVe_YzkoxF-_35QDA8LJsVlmr6j27qNcXHGavTjxPsWzoPjSNXDbwT-Vj7Z3YJnCBRroshP-l5qvNtGjDEy5hcnnOXu45L/s1600/tucker-the-man-and-his-dream-jeff-bridges-car-blueprints-on-chalkboard.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 165px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzkJR_UThwykxBHv_QWejHjEogcGFwoY_wqzBAi21PE-P7T0PVe_YzkoxF-_35QDA8LJsVlmr6j27qNcXHGavTjxPsWzoPjSNXDbwT-Vj7Z3YJnCBRroshP-l5qvNtGjDEy5hcnnOXu45L/s320/tucker-the-man-and-his-dream-jeff-bridges-car-blueprints-on-chalkboard.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5715070169480199122" border="0" /></a><br /></div><br />Con la historia de Preston Tucker, que Coppola llevó (real pero mitificada) a la pantalla grande, realizó el spot publicitario más largo de la historia del cine. En el que reflejó su propia vida. Cuando realizó el filme Coppola poseía un coche Tucker (heredado quizás de su familia, ya que su padre había sido uno de los que habían invertido en aquella familiar e innovadora cadena de producción). El filme es un canto al individuo, a la creación personal, a la maestría. Pero el sueño de Tucker se termina cuando sus competidores decidan que ya está bien, que el “juego”, su “juego”, ha ido demasiado lejos. Como la industria de coches, la carrera de Coppola en el cine se viene abajo. Ha nacido de la nada y por tanto debe volver a la nada, cruel despertar, el espejo le devuelve su verdadero rostro: el de un Coronel Kurtz enloquecido reflejando el asombro del capitán Willard. El del Doctor Jeckyll volviendo a ser Mr. Hyde. Su gran renombre se ha venido abajo, y en el aire queda una pregunta sobre lo que realmente ha creado: ¿se ha tratado de un imperio novedoso o de una fábrica de monstruos?...cualquiera que sea la respuesta, Coppola hizo de esta cinta un autoretrato bellamente plasmado…Jeff Bridges está bien como Preston Tucker, ofrece uno de sus habituales registros que hacen de la sencillez una virtud, es un trabajo como mucha profundidad, como muchas aristas que resaltar, es un héroe trágico que se sale con la suya a pesar del éxito, que continúa adelante y al que nos sentimos especialmente unidos, y del que nos importa si triunfa o no, quizá como al propio Coppola, que da la sensación de filmar con su habitual brillantez, pero si en “Cotton Club” o “Jardines de Piedra” lo hacía con el corazón, aquí está con el alma presente, como el gran cineasta que es.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWQ-8MV9gXfDqOsydl5sLXIy4Yjez0BIF2GQfq4-mZtcZK9EgYrR0ipjyypQRNHgyIhyphenhyphenTH-0HO9XNV3zUJeQWRtjCMDnyJiBWKQx2NxakzPhFzVYfHxu-BMXzptuUMEqsKGXgtfA1rSY5F/s1600/CNBC_business_movie_monologues_Tucker.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 163px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWQ-8MV9gXfDqOsydl5sLXIy4Yjez0BIF2GQfq4-mZtcZK9EgYrR0ipjyypQRNHgyIhyphenhyphenTH-0HO9XNV3zUJeQWRtjCMDnyJiBWKQx2NxakzPhFzVYfHxu-BMXzptuUMEqsKGXgtfA1rSY5F/s320/CNBC_business_movie_monologues_Tucker.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5715070429308817330" border="0" /></a><br /></div><br />La película pasó sin pena ni gloria por la taquilla de todo el mundo. A Coppola ya le daba igual. Había probado que podía seguir adelante aún con fracasos, trabajando como un mercenario más. Los ochenta habían terminado y sus cuentas seguían en números rojos. En pleno “impasse” creativo le llegó la oferta de un mediometraje en compañía de dos amigos (Woody Allen y Martin Scorsese), que se acabó titulando “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/02/historias-de-nueva-york.html">Historias de Nueva York</a>” (1989), y del que su “Vida sin Zoe” es claramente el más inferior, el menos interesante (el que más, sin duda, el impetuoso “Lecciones de Vida”, una pequeña obra maestra de Scorsese). Nadie mejor que el gran Francis Ford Coppola, para retratar aquellos bucólicos y a la vez pendencieros años; genial recreación histórica (como siempre), gran diseño y dirección de personajes; en una historia un tanto peligrosa como producto cinematográfico, que quizá en manos más inexpertas o pedantes pudo haber sido un desastre, Coppola lo logra y nos entrega una película entrañable, certera y tierna; recomendable para aquellos soñadores ( que nunca faltan), para aquellos románticos modernos (he conocido unos cuantos y para mí resultó bastante nostálgica), recomendada para quien sea, aunque no sepa mucho de autos, por lo menos aquí conocerá algo más que una historia de inventores, eso sí, si es un fanático de las ruedas esta cinta es imperdible. Terminado ese proyecto insustancial, Coppola accedió a culminar la historia de los Corleone con una tercera y definitiva entrega. Si contando su propia lucha contra los estudios no había podido redimirse como artista, intentaría regresar a sus orígenes (creativa y familiarmente hablando) y quizá librarse de sus fantasmas con una catarsis definitiva.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/0Y_Bqn-6uko" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Bello e infravalorado autoretrato”<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-72276724479519908062012-02-25T10:37:00.008-08:002012-02-25T10:58:25.486-08:00Dogville<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Lars Von Trier<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 2003 <span style="font-weight: bold;">País:</span> Dinamarca <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama/Thriller <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 9.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Nicole Kidman, Paul Bettany, Lauren Bacall, Stellan Skarsgård, James Caan, Ben Gazzara, Harriet Anderson, Jean-Marc Barr, Patricia Clarkson, Jeremy Davies, Philip Baker Hall, Udo Kier y Chloë Sevigny<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVcWnZBEA0ksdN7pflmP_0OEXanobN9Uzxs_0uuUrZUCT48auIeqItgVwL534UnE4WnFS2nXJDmsnCHeizYJtZNqNSOJ7FlXTs54IfQwZuv9R4vMr-nixDgrH6n3SnOVrexG_eJTi_204/s1600/dogville.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 216px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVcWnZBEA0ksdN7pflmP_0OEXanobN9Uzxs_0uuUrZUCT48auIeqItgVwL534UnE4WnFS2nXJDmsnCHeizYJtZNqNSOJ7FlXTs54IfQwZuv9R4vMr-nixDgrH6n3SnOVrexG_eJTi_204/s320/dogville.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5713147578553215986" border="0" /></a><br /></div><br />Grace (Nicole Kidman) llega al remoto pueblo de Dogville huyendo de una banda de gangsters, allí conocerá a Tom (Paul Bettany), quien anima a los vecinos a ocultarla. Grace agradecida empieza a trabajar para ellos. Sin embargo, cuando la comunidad sea sometida a una intensa vigilancia policial para dar con la fugitiva, sus habitantes exigirán a Grace otros servicios que les compensen del peligro que corren al darle cobijo. Grace aprenderá, de un modo brutal, que en ese pueblo la bondad es algo muy relativo pero ella guarda un secreto que no quiere desvelar; “Dogville” es una película compleja, dura, intensa, exagerada y brillante. De toda la filmografía de Lars Von Trier esta es una de mis favoritas, pero la pregunta realmente importante es ¿por qué a pesar de haber muchas cosas que me han parecido un poco fuera de lugar, desmesuradas e incluso gratuitas, sigue habiendo una esencia que me hace difícil el renegar de este largometraje? Creo sin lugar a dudas que la respuesta viene dada por la valentía de hacer un proyecto de este calibre... Ya hemos tenido varias oportunidades de comprobar el afán abarcador, ambicioso, desmesurado de Von Trier, en esta cinta ensaya la conjunción de teatro y cine, a través de una puesta en escena muy impactante: como Dios, el espectador tiene en la primera toma una mirada cenital del set, un gran espacio negro, un enorme escenario en cuyo piso se hallan pintados los croquis de las casas de Dogville, cuyos habitantes viven a lo largo de una breve calle. En la planta de cada casa está pintado también el nombre de su dueño, y la ausencia de paredes y la consiguiente visibilidad permanente expresa la exposición de todo lo que allí sucede, sin fronteras entre lo privado y lo público. Un fondo negro o blanco indica si la escena es nocturna o diurna, y a la vez limita el alcance de la mirada al pueblo mismo. Los habitantes son testigos de todo lo que ocurre en su pueblo pero no ven más allá del camino que llega a Dogville.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHJgcZcw7w7mA1S5TBZObCxHcfZytFNi03q0CAQH9WE6m8gd1sJA7dktlogo5NSBD7HssFr2i1l6U5zeiKzyaYXIhpS5dJzanaCKdxVfnJX57kWjXtG-jF6kZWxfDDNMdK2X9VUJ9xyl8/s1600/dogvillegrace.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 161px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHJgcZcw7w7mA1S5TBZObCxHcfZytFNi03q0CAQH9WE6m8gd1sJA7dktlogo5NSBD7HssFr2i1l6U5zeiKzyaYXIhpS5dJzanaCKdxVfnJX57kWjXtG-jF6kZWxfDDNMdK2X9VUJ9xyl8/s320/dogvillegrace.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5713145840747255250" border="0" /></a><br /></div><br />Todo funciona en la película de manera exacta. La narrativa y el hecho de que el decorado no sea más que una gran nave con las diferentes estancias dibujadas en el suelo, ayudan a conformar ese espíritu de gran fábula sobre el comportamiento humano. Todos los personajes son en su parte más íntima, arquetipos fácilmente reconocibles por cualquier persona del Planeta Tierra. Sus desarrollos psicológicos están perfectamente medidos y justificados, sin perder por ello su tono de cuento, ayudado sin lugar a dudas por la voz en off de John Hurt. La manera en cómo los humanos pueden llegar a ser infernalmente crueles sin dejar de convencerse a sí mismos de su gran corazón, es retratado de manera irónica y cruel. Sólo se pueden tener buenas palabras cuando se reflexiona sobre aquello de fábula moral universal que tiene "Dogville", haciendo la única excepción de la secuencia protagonizada por James Caan, donde el guión puede tornarse un poco didáctico, esto hace que pierda un poco de fuerza y consistencia, pero lo que realmente Von Trier busca es una hazaña, para ello retrata de una manera sin igual sus percepciones individuales y por tanto subjetivas de un pueblo de EE.UU. Me considero especialmente fanático del cine, del estilo de Nietzsche tal vez para quién la representación coincidía con un sincero malestar, malestar que se manifestaba acudiendo a lo que socialmente se consideraría deprimente, enfermo. ¿Quién sino el o yo, se reiría a carcajadas de la escena ultra impactante en la que se dispara a quemarropa a un infante enfrente de los ojos de su madre? No es secreto quizá, que a pesar de que un esfuerzo inicial pretende encerrar únicamente inclinaciones de una comunidad especifica, encierra la generalidad de la especie humana, sus debilidades, pasiones, el famoso arte del engaño y la manipulación. Las aberraciones a las que llega una comunidad en pro de una moralidad menos infestada. Esta película forma parte de una trilogía contra el sistema y la sociedad americana. Como lo oyen. Es de psicopático la obsesión de este autor con un país que ni siquiera conoce. Porque nunca ha estado allí y no parece que tenga mucha intención de posar en ultramar su lindo pie. Cosa que tampoco se le puede reprochar, pues está muy en sintonía con los conocimientos generales de los europeos sobre el misterioso y siempre desasosegante país transoceánico. Lo que hubiera sido una obra de arte en relación al "espíritu humano".<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_fNlGyTQD0LkDhy8Kk4UYVO870TtF12EI7NBdfV3J1VMbpQ4r5tlw6u8OasYv0z2KzjI2zJ4dn5UXUowK1ieSIKlYpHh-f7tq6rLxni2fYyVbysZo1_o3MCevnO39pCt2gyIvfegaWqg/s1600/5443634351_39d16ba4d0_z.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 161px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_fNlGyTQD0LkDhy8Kk4UYVO870TtF12EI7NBdfV3J1VMbpQ4r5tlw6u8OasYv0z2KzjI2zJ4dn5UXUowK1ieSIKlYpHh-f7tq6rLxni2fYyVbysZo1_o3MCevnO39pCt2gyIvfegaWqg/s320/5443634351_39d16ba4d0_z.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5713146024929964194" border="0" /></a></div><br />Además “Dogville” es una historia desgarradora donde se representa magistralmente la esencia de la condición humana en cada uno de sus intérpretes. Desde el humilde granjero, el médico hipocondríaco, la erudita profesora o el ciego automarginado, gente bondadosa y “temerosa de Dios”, todos comparten esa tendencia, parte intrínseca de la historia y del ser humano, de utilizar vilmente su poder sobre los demás. No se trata de una maldad irreal, morbosa o caprichosa, sólo hay que pensar en los innumerables actos de violencia física, moral o sexual que sea practicado y sea práctica a lo largo de la historia de la humanidad contra cualquier persona que se haya considerado esclavo o inferior: ya sea negro, judío, indio, cristiano, musulmán, presos políticos o no políticos, etc. La protagonista se encuentra en una posición semejante, los habitantes del pueblo son sus dueños, si ella no los satisface, ellos pueden echarla del pueblo y dejarla en manos de sus perseguidores, a lo largo de un prólogo y nueve capítulos, en un escenario que recuerda a las representaciones teatrales de Bertold Bretch, Lars Von Trier vuelve a reinventar el cine con la creación de un escenario irreal, pero que nos ayuda a apreciar más la crudeza de la humanidad, además con la elaboración de los arquetípicos para sus personajes trata de que el espectador capte las determinadas inclinaciones morales de cada uno en una búsqueda de necesaria complicidad. Poco a poco, nos adentramos en este cuento moral y alegórico en el que la línea que separa el bien del mal es tan frágil, que nos balanceamos del sacrificio a la inocencia preguntándonos si realmente el alma humana es capaz de regenerarse tras explotar y degradar a otra, trazar así de bien la maldad del ser humano tiene mucho mérito. Ese lado oscuro y terrible que bien podría presentarse bajo la certeza de que el hombre es un lobo para el mismo hombre es sólo una parte, también creo en la bondad, el altruismo y las buenas intenciones. Pero en “Dogville” sólo encontramos lo peor de lo peor, todo es tan terrible que me ha hecho daño y eso es muy meritoso creo yo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnikcBu1kEhTvbg5ZqbKTlzTDFynR9pUt93TicdMJqrYPgBt3JxN4irOHwFi2vwyG7hiKAv0UpGWxhGHO1ZmC-a55SGoy20k3XWhYr9e9VUbQ9v3hpikuqMhnWWHT9C_tB5PT3XRm-SQo/s1600/dogville-7.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 161px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnikcBu1kEhTvbg5ZqbKTlzTDFynR9pUt93TicdMJqrYPgBt3JxN4irOHwFi2vwyG7hiKAv0UpGWxhGHO1ZmC-a55SGoy20k3XWhYr9e9VUbQ9v3hpikuqMhnWWHT9C_tB5PT3XRm-SQo/s320/dogville-7.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5713146319791279634" border="0" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /><div style="text-align: left;">Como dije anteriormente todo lo visto me recuerda a ese cuento del lobo que se disfrazaba con una piel de cordero para engañar a sus víctimas. O quizás sea mucho más complejo que eso. Me recuerda a un relato que escuché en otra película en el que un violador pedía perdón a su víctima mientras cometía su atroz acto. El ser humano es la única criatura del mundo que se destruye a sí misma a conciencia. Von Trier propina un golpe brutal a los cimientos de la sociedad. Muy lejos de ofrecer algún atisbo de esperanza o de posibilidad de redención, nos muestra los infectos suburbios interiores de la estructura social, en los que los peores impulsos de la condición humana se hallan acechantes, aguardando tras un hipócrita barniz de aparente cordialidad y bondad el momento de abalanzarse sobre la presa ideal. La mayoría de las comunidades humanas no pueden soportar que alguien les haga mirarse a su propio espejo y contemplar la degradación de sus propias almas. Ése es el peor pecado que puede cometer alguien: ser íntegro y que los demás en comparación se sientan ignominiosos. En alguna parte leí que la sociedad puede perdonar todo, menos que le muestren la verdad que no quiere ver. En la comunidad analizada por Von Trier, al principio se quiere dar la imagen de ecuanimidad y generosidad. Pero como todas las comunidades, desconfían de los recién llegados y les piden a cambio de su hospitalidad ciertas retribuciones, con lo cual la idea de que ofrecen su "generosidad" espontáneamente y desinteresadamente se pulveriza. En este mundo cruel nada se da gratis, nada se da a cambio de nada. Y mientras la presa elegida y acogida se ofrece mansamente y devotamente a sus anfitriones, con la falsa ilusión de haber encontrado un hogar, éstos demostrarán con creces que si hay algo que la sociedad no aguanta es que le restrieguen su ficticia fachada, su falta de humildad y su afán por destruir todo lo que encierra principios, belleza y honestidad. Una de las peores cosas que le puede suceder a una comunidad es que le originen necesidades que antes no tenía. Cosas que antes nunca se había planteado, se convierten de repente en un imperativo, en una exigencia, y todo simplemente porque alguien que tiene un corazón grande ha ofrecido su mano y lo que han hecho es cogerle todo el brazo hasta el hombro.<br /></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBqHXQdfiAuHX5GbiTHfjJvWF5Id6_H7QKNKqVQSseFziVXp6OQ-kwjc80klk3QGfO24wr7WZBAH7xnEuIyQX9Zavy9TqDBTcSFOvdNL_VlbEnAoiOMiS4liGjiGnf-yZ1rhdORUULi84/s1600/4jt1li.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 161px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBqHXQdfiAuHX5GbiTHfjJvWF5Id6_H7QKNKqVQSseFziVXp6OQ-kwjc80klk3QGfO24wr7WZBAH7xnEuIyQX9Zavy9TqDBTcSFOvdNL_VlbEnAoiOMiS4liGjiGnf-yZ1rhdORUULi84/s320/4jt1li.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5713146537583136210" border="0" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /><div style="text-align: left;">Si al principio de la película la mirada de Von Trier desciende de las alturas de su decorado reducido a mínimos, lo hace como concreción visual de la mirada de Grace, personaje que encarna a la gracia salvadora en el particular evangelio imaginado por Von Trier. Grace emprenderá una silenciosa transformación de ese microcosmos anquilosado, enfermo crónico de ceguera espiritual; los habitantes del pueblo se benefician de sus bondades, adquieren voz y vida a la manera del teclado que antes había permanecido mudo, como si Grace les fuera dando el tono en voz baja. Sin embargo, se resisten, en el fondo de su corazón, a corresponder a ellas. No se me quita de la cabeza la imagen de un ser que te dice lo mucho que te ama y que te aprecia, mientras sostiene sobre tu cuello un cuchillo con el que empieza a rajarte suavemente la piel. Te dice palabras hermosas al oído, con tanta dulzura que pese a todo confías en esa persona, aceptas todo lo que hace porque crees en lo que dice. Y mientras te va degollando lentamente, con exquisita delicadeza, tú piensas que lo que hace está bien hecho, porque esa persona es más sabia que tú, tiene la solución para todo. Y esa persona se convence a sí misma de que eliminarte es lo mejor que puede hacer, porque tú eres una criatura demasiado bella y enigmática para que se pueda soportar tu dolorosa presencia. Eso es lo que hace la sociedad. Como aquellos dioses de la antigüedad que castigaban a las personas de las que se sentían celosos porque éstas poseían cualidades que envidiaban, la sociedad acaba por engullir todo aquello que brilla con su propia luz. Sobre Lars sólo puedo decir que me gusta su cine y me gusta esta peli. Mucho. Pero la ausencia de artificio me parece artificiosa en sí misma. De hecho, llamar artificio a unas localizaciones y a unos decorados bien perfilados me parece una pose más que una actitud. Lars imita estéticamente a <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Theodor_Dreyer">Dreyer</a> en lo trivial, en un supuesto despojo. Pero Von Trier trata ese despojo con el cuidado del que encuentra en ello algo más que un recurso para la narración y para el mensaje. Von Trier condensa el artificio, lo camufla y empequeñece. Pero no lo elimina, le da, simplemente, otra configuración. Pero lo hace desde las intenciones de cineastas como <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Haneke">Haneke</a>.<br /></div><br /></div><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTaolqW8Rc-q-vweCrpLyTpt5zwGsJX056hUnnlMo4AJTCnIWBKw9e5tP7-6qP875P0CXtpfR4RzMtdRslC6rOTLFy_S7MBlQJCVC3XA6axxSCYQlfpEh-ormYAGxuGNx2ZwAEBAe3yZk/s1600/dogville02.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 161px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTaolqW8Rc-q-vweCrpLyTpt5zwGsJX056hUnnlMo4AJTCnIWBKw9e5tP7-6qP875P0CXtpfR4RzMtdRslC6rOTLFy_S7MBlQJCVC3XA6axxSCYQlfpEh-ormYAGxuGNx2ZwAEBAe3yZk/s320/dogville02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5713147198660651874" border="0" /></a><br /></div><br />La tarea salvadora de Grace es muy influyente en las vidas de los pobladores de Dogville, trata de rescatarles de sus errores; Grace no posee nada, salvo esas siete figuritas que va adquiriendo en la tienda del pueblo, y que simbolizan los pecados capitales, de los que va librando a los habitantes del pueblo. Pero los hombres no quieren ser librados de sus vilezas, y eso les lleva a esclavizar a la fuente que les proporciona tantos beneficios; tan sólo aprovechan su posición de poder y simplemente se los exigen, no hacen sino reclamarlos con creciente egoísmo, que es el otro nombre de la maldad. Con todo, aquí lleva a cabo un interesantísimo a la par que novedoso experimento que es el mostrar en todo momento al reparto al completo de la película. Salvo en los primeros planos, siempre vemos a todo el pueblo ya sea caminando o a través de sus casas. Un desafío excesivamente difícil para la dirección de actores que en todo momento debe ser calculado para que la cámara no les registre desprevenidos en cualquier momento en una actitud demasiado real. En ello ayuda sobremanera las impresionantes interpretaciones de todo el reparto. Desde una magnífica y bellísima Nicole Kidman que borda una interpretación realmente admirable, mezclando esa fragilidad y valentía junto con el derrumbe y aceptación de su condición de forma estoica, secundada por una recuperada Lauren Bacall, un portentoso Stellan Skarsgärd que dota a Chuck de una fuerza y primitivismo feroz, pasando por los habitantes del pueblo, Phillip Baker Hall, Chloë Sevigny, Paul Bettany hasta llegar a un enorme Ben Gazzara deslumbrante en su composición de viejo pervertido ciego e incluso la agradecida presencia de James Caan como el padre de Grace. Un reparto en estado de gracia, coronado y adornado por la presencia de la voz de John Hurt que es quien nos narra la historia. A modo de moraleja o epígrafe de un cuento, el visionado de “Dogville” resulta una experiencia distinta a todo lo visto anteriormente que encantará o será repudiada, del mismo modo que he intentado separar mi animadversión hacia la figura de su director de la sensación que me produjo ver su última película reconociendo una apuesta valiente y brillante, una experiencia deslumbrante.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/WhW231rflXQ" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Intrigante, provocativa y bellamente luminosa"<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-20402536404518633002012-01-31T15:14:00.000-08:002012-01-31T16:07:43.042-08:00Las Vírgenes Suicidas<span style="font-weight: bold;">Directora:</span> Sofia Coppola<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>1999 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU.<span style="font-weight: bold;"> Género:</span> Drama <span style="font-weight: bold;">Puntaje: </span>8.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Kirsten Dunst, James Woods, Kathleen Turner, Josh Hartnett, Scott Glenn, Michael Paré, Danny DeVito, Chelsie Swain, A.J. Cook y Hanna R. Hall<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_5IaOGSrLgsBv7Y78izcsU6mjJH8ee9STtKWVuvGnE79FnQfGYTGGSMmWI2cCFycbSfBouUk254f9du8s21nZ3kmV3tC3I0YswfiF7qShmsXdPuYNW9ntTQqWBN7TnxviJZwFjTKhQeE/s1600/virgin_suicides_ver2_xlg.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 224px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_5IaOGSrLgsBv7Y78izcsU6mjJH8ee9STtKWVuvGnE79FnQfGYTGGSMmWI2cCFycbSfBouUk254f9du8s21nZ3kmV3tC3I0YswfiF7qShmsXdPuYNW9ntTQqWBN7TnxviJZwFjTKhQeE/s320/virgin_suicides_ver2_xlg.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5703950824550885202" border="0" /></a><br /></div><br />En un barrio residencial de Estados Unidos, a mediados de los setenta, pocas cosas pueden turbar la tranquila armonía de la familia Lisbon. Las cinco hermosas hermanas se han convertido en el secreto objeto de deseo de los chicos, que suspiran por ellas cada vez que ven sus melenas rubias al viento. Sin embargo algo hace que todo este paraíso cambie cuando Cecilia, la menor de las hermanas, se suicide a los doce años de edad. ¿Cómo puede convivir la belleza en estado puro con una macabra historia adolescente? Ésta es la pregunta que persigue a uno de aquellos adolescentes que ya en su madurez no ha podido borrar de la mente los sucesos que ocurrieron veinte años antes; El sonado debut de Sofia Coppola como directora debe mucho de su repercusión a la campaña publicitaria que le ha precedido. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la película indaga en el lado más oscuro de la familia americana convencional, lo que parece haberse puesto de moda en el nuevo cine norteamericano con películas como “Belleza Americana” (1999) o “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2012/01/magnolia.html">Magnolia</a>” (1999). En este caso, la acción se traslada a los años setenta y, si algo consigue la directora, es crear una atmósfera que evoca el estilo de vida de esa época a partir de pequeños detalles. Consideración especial merecen algunas de las imágenes que muestran a las protagonistas en el campo y que son un híbrido entre las fotografías de David Hamilton y la publicidad de desodorantes u ambientadores de esa década. La visión de “Lick The Star” (1998), el primer corto de la hija de Francis Ford Coppola, no me había despertado muchas expectativas, pero su opera prima lanzada en Latinoamérica directamente al video, levantó su imagen a la de una prometedora directora que habría que seguir de cerca.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg02NIbj59NUsrmU2ZxooeNSixkBRh8N_QiQeBU3PWPSQ9Lmnny5RB3ZrpqSe3Sj58c_9QmjS0jbdbE9akFfTxqDRLTXgqief7MiRRQcgOP8N7WUkuB6DtS2tvd-HxLESWGAToixe0XC7s/s1600/the-virgin-suicides-1999.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg02NIbj59NUsrmU2ZxooeNSixkBRh8N_QiQeBU3PWPSQ9Lmnny5RB3ZrpqSe3Sj58c_9QmjS0jbdbE9akFfTxqDRLTXgqief7MiRRQcgOP8N7WUkuB6DtS2tvd-HxLESWGAToixe0XC7s/s320/the-virgin-suicides-1999.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5703949628285734706" border="0" /></a><br /></div><br />Calificado por muchos como un filme vacío de contenido presentado en un bonito envoltorio, “Las Vírgenes Suicidas” recupera la esencia de la novela original de Jeffrey Eugenides para llevarla a su máxima expresión. La cinta es un canto terrorífico, sublimado y presentado a manera de cuento de hadas, con enormes vestidos blancos y largas cabelleras rubias, en donde la belleza sólo es la careta del drama. Y es que hay dos maneras de salir bien librado de un drama: el humor o la exaltación esteta. La cinta de Sofia Coppola escoge el segundo camino y convierte una película de terror en un precioso retrato de la adolescencia, con cinco nínfulas perfectas rodeadas de un escenario de colores encendidos. Desde el comienzo llama la atención el enfoque elegido para contar la historia: la obsesión de un grupo de adolescentes por las bellas hermanas marcadas por la tragedia. El punto de vista de los chicos conduce el relato, pero ellos cuentan todo ya de grandes: la fascinación permaneció en sus vidas al punto de realizar una especie de investigación 20 años después. El tono de la narración recuerda a “Cuenta Conmigo” (1986), una historia de adultos cuando eran niños, una experiencia única, vivida en una etapa de descubrimiento, que quedó grabada para siempre en sus mentes. Pero en nada se parecen ambos filmes, no sólo por lo dramático que es el de Coppola, sino porque el protagonismo de la historia lo tienen las cinco rubias, hijas de padres conservadores, que no tienen más contacto con el exterior que el del colegio, nada de salir con chicos o asistir a fiestas. Las hermanas Lisbon y sus vecinos se convierten, en su particular camino rumbo a la edad adulta desde la adolescencia, en el reflejo de una sociedad que recurre a la represión y que marca el camino de cada cual sin opción. Más allá de un filme sobre el amor adolescente (tema que muchos se han empeñado en destacar en esta historia), la fuerza expresiva de “Las Vírgenes Suicidas” reside no tanto en ese aura “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Arte_na%C3%AFf">naif</a>” de su estética, sino en la crítica social implícita, la que nos muestra las consecuencias de esa represión y de la privación de la libertad a aquellos que están empezando a descubrirla.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9k1XxB14QRuv75P_G8pusmgg5F8qnJ_ewjdQDOUOfukvUxMtcQv2YIw3P8S8iuSHqGYVXSKCIQ2hnr5sE3ZQxewvEZC1i7M3JeCS6WbRsGXWee_Ft4_LqqAYjCcia-qNExMS5Qi1Jx34/s1600/tumblr_li2ac6oG2t1qcoaf4o1_500.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9k1XxB14QRuv75P_G8pusmgg5F8qnJ_ewjdQDOUOfukvUxMtcQv2YIw3P8S8iuSHqGYVXSKCIQ2hnr5sE3ZQxewvEZC1i7M3JeCS6WbRsGXWee_Ft4_LqqAYjCcia-qNExMS5Qi1Jx34/s320/tumblr_li2ac6oG2t1qcoaf4o1_500.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5703949771647155282" border="0" /></a><br /></div><br />La tragedia de toda la cinta comienza cuando Cecilia, intenta cortarse las venas. El doctor interpretado por Danny DeVito (en su única escena) lo deja muy claro: es tiempo de que la niña trabe relación con chicos de su edad. Así se inicia una compleja temporada para los padres (James Woods y Kathleen Turner), que a duras penas reducirán algo de sobreprotección. Antes de que la introducción del filme concluya, Cecilia repetirá, esta vez con éxito, su accionar suicida. Lo que sigue es un estudio de conducta de padres e hijas que la hija de Coppola filma con sobriedad, sin morbo, matizando la frialdad de la situación con la calidez del retrato de la adolescencia. No toma distancia, se pone en la piel de las chicas y se nota en los pequeños detalles: la música pop, algunos aciertos formales que se alejan del clasicismo sin caer en el clip (como los nombres de los chicos que le gustan a Lux, escritos en su ropa interior y mostrados por la cámara atravesando su vestido), la encantadora secuencia del intercambio telefónico de canciones, y finalmente, la sensación de que la directora supo como transmitir los personajes al elenco. Kirsten Dunst (Lux, la hermana mayor) y Josh Harnett están entre los más prometedores del grupo de jóvenes que suelen interpretar los bodrios de terror con estética televisiva. La composición de Woods y Turner es perfecta y el resto de las chicas está a la altura de los personajes. “Las Vírgenes Sucidas” es casi como una pintura en movimiento...los colores, los rostros, la música, los movimientos y los planos son pinceladas del paso de las estaciones, la opresión, el final de la inocencia y, por sobre todas las cosas, de la adolescencia. La película crea un magistral ritmo que nos lleva de la niñez a la juventud y de la juventud a la adultez.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtjXqOxyZSIibYGOiEaT2F9ThbadLqGJH5Cgq4umE60ojbTIYJTIQxFvSNYJ7njZXpZMIeTRUfXFjirecA0F97DLgXY4bdA70Srp7swnFFuksdmPnWD_dIBRBNubPXRS9bPoC-3LFhEw4/s1600/the_virgin_suicides_1999_02.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtjXqOxyZSIibYGOiEaT2F9ThbadLqGJH5Cgq4umE60ojbTIYJTIQxFvSNYJ7njZXpZMIeTRUfXFjirecA0F97DLgXY4bdA70Srp7swnFFuksdmPnWD_dIBRBNubPXRS9bPoC-3LFhEw4/s320/the_virgin_suicides_1999_02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5703950006456224418" border="0" /></a><br /></div><br />Cuenta la leyenda que fue Thurston Moore, de la banda neoyorkina “Sonic Youth”, quien le regalo el libro de Eugenides a Sofía Coppola, y que ella escribió el guión mientras escuchaba el <a href="http://www.youtube.com/watch?v=IEEkHBKtPb4">Moon Safari</a> del grupo francés “Air”. Justamente estos últimos son los que terminan de darle forma a la película. Las canciones compuestas exclusivamente para la cinta marcan cada escena y nos transportan a escenarios de ensueño pasados, tenue nostalgia que sumada a temas de "Sloan", "Todd Rundgren" o "Gilbert O’Sullivan" se convierten en las canciones perfectas para transmitirlas en la cinta. Decir que “Las Vírgenes Suicidas” está en la línea del cine independiente norteamericano es restarle créditos. Se puede discutir, y eso con la obsesión de la directora con Kirsten Dunst, con su rostro, cabello, hombros, sonrisa, labios, piernas. Pero quién no. Dunst se adueña de la película de una manera sutil. Como las Lisbon, cinco chicas repletas de silencios a quien nadie parece comprenderlas. Ni sus padres, ni el psicólogo, ni el cura, ni los vecinos, ni sus contemporáneos, ni el espectador mismo. Ellas solo tienen su cuerpo y belleza como únicos moderadores. Y esa justamente fue su condena. El drama de las muchachas Lisbon le permite a Sofia Coppola exteriorizar sensaciones. Poco parece interesarle el dramático suceso, las motivaciones que lo provocaron o la búsqueda de culpables. Su objetividad en este aspecto linda con el documento informativo, el cual, nada tiene que ver con la labor periodística que desarrollan las televisores locales en la película y que Coppola crítica con dureza. Las hermanas Lisbon son presentadas como seres fantasmales, etéreos, intangibles. La influencia de su severa madre educándolas en un estricto ambiente religiosa ha sido decisiva. El personaje, que a pesar de su escasa presencia en pantalla es determinante en la historia, está magníficamente interpretado por Kathleen Turner, actriz cuya labor en esta película pone de manifiesta que ha sido totalmente desaprovechada en su faceta dramática.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEQL89dMKiypUkvV0x4P6aroMgE5uDKUuHZRG-gpQ4DPOLA0WZJRXDEqnRApYsx-JI7mDDAx18dOZ9y6c-Ua2WGaGh_3KK4ZbW4Sn4hAyJIEzzXLjXsNabV4UkwhNPoxl_I0Q9Ox1duYw/s1600/3935387903_e98fa9fb3f.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEQL89dMKiypUkvV0x4P6aroMgE5uDKUuHZRG-gpQ4DPOLA0WZJRXDEqnRApYsx-JI7mDDAx18dOZ9y6c-Ua2WGaGh_3KK4ZbW4Sn4hAyJIEzzXLjXsNabV4UkwhNPoxl_I0Q9Ox1duYw/s320/3935387903_e98fa9fb3f.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5703950247529507218" border="0" /></a><br /></div><br />En toda la pelícuka las hermanas Lisbon se sienten completamente perdidas. Representan a un grupo pero reivindican su individualidad: desde la pequeña e inocente Cecilia, a la que la maldad del mundo, sencillamente, le resulta insoportable, hasta la rebelde y hermosa Lux. La idea de pureza de Cecilia, asociada a esa Virgen de la estampita que se ve en el filme, es el fruto del catolicismo abstracto vivido por los padres. Lo que en principio es una religión que consiste en el seguimiento de un acontecimiento divino encarnado (Cristo y la Iglesia) que a la vez despierta las preguntas más fundamentales y hace percibir evidentemente que éstas tienen respuesta, en el caso de los Lisbon ha sufrido una reducción moral que la madre articula como una separación del mundo y de la realidad. Lo que las chicas han aprendido en casa es que el mundo es malo. El Cristo que se les ha presentado no es uno que abre a la realidad, que cumple lo humano, sino que lo censura. La virginidad católica es el producto de la bella transformación y cumplimiento de lo humano, no la derrota de lo humano ante las normas divinas. De esto no tienen prueba las chicas ni por asomo, porque el padre es un zombi, la madre una moralista que quiere aislar a las chicas del mundo, e incluso el sacerdote, en este sentido, no supone una diferencia, porque, a pesar de su visita post-mortem de cortesía, no es alguien cambiado, no es suficientemente humano como para gritarle a un padre cuya hija pequeña se acaba de suicidar y se está fugando de la realidad mientras sorbe una cerveza y celebra los puntos de su equipo de béisbol ante la televisión. Por eso no creemos que la película critique al catolicismo. En todo caso criticaría, en parte, la deformación de éste.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzhnB-swlB6gD8bcmwOCYUDf3l0rI_vwncd6uRSEXlnfTfNa4Pzj2uOFMzlBRIoXpOEmlDUTBOgQImBNQT9jkDT3TBkjQUmQEqv8NnTsONl-fZ_t2r_BtzxaIqphJfGAQNvcRZaDlwtgo/s1600/the-virgin-suicides.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzhnB-swlB6gD8bcmwOCYUDf3l0rI_vwncd6uRSEXlnfTfNa4Pzj2uOFMzlBRIoXpOEmlDUTBOgQImBNQT9jkDT3TBkjQUmQEqv8NnTsONl-fZ_t2r_BtzxaIqphJfGAQNvcRZaDlwtgo/s320/the-virgin-suicides.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5703950521066913250" border="0" /></a><br /></div><br />Lo curioso de esta película es que pone delante del espectador la compenetración ideológica entre el narcisismo y la religión entendida de modo moralista, unas normas sin ideal no son más que un elemento sado-masoquista en la vida. Es decir, si el Ideal no se encarna históricamente en el espacio y en el tiempo de las personas, si no existe la figura paterna, si no comparece un principio de realidad afectivamente cercano, un testimonio carnal de que el deseo de infinito es lícito y tiene respuesta y de que, por tanto, la herida de la vida, el sufrimiento y el sacrificio pueden ser afrontados con esperanza y alegría, pese a que podamos militar ideológicamente en las filas de la religión más anti-narcisista en cuanto a los principios, quedamos atrapados en sus redes culturales, ya que el Ideal del “Yo” sólo es una palabra en un discurso pero no está dentro de nuestra experiencia, con lo cual funcionamos igualmente como si nosotros mismos fuésemos nuestro Ideal. Es decir, la religión católica se puede vivir de un modo narcisista si no consiste en seguir un atractivo humano distinto de uno mismo y de sus ideas abstractas. Ante esta hipótesis educativa inhumana de los padres, las cuatro hijas reaccionan de dos modos diversos. Por un lado Lux reconoce la falsedad de la propuesta de sus padres y se lanza al mundo reactivamente. El resultado es que éste la defrauda y ella no tiene cómo elaborar esa nueva situación porque inmediatamente es incomunicada del mundo por la madre. Por otro lado, están las otras tres hermanas, que no reaccionan ante los padres sino que se dejan consumir en la acidia que la propuesta educativa familiar les provoca. Bajo la atenta mirada de unos vecinos en plena efervescencia adolescente, cada una de las Lisbon irá perdiéndose en su propio camino, a través de una historia que Coppola empapa de ese aire sesentero. Algunos verán aquí amor adolescente pero otros descubrirán un universo completamente desconocido: el de unas adolescentes perdidas en su camino, abrumadas por el fin de la inocencia. Todo bajo el color y la luz de la mejor Coppola, que después acabaría de rematar su labor con la genial “Perdidos en Tokio” (2003).<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/MQwE0nOY1X4" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Un canto a la pureza”<br /><br /></div>Mabel Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/07887798769274515934noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-85442251105103482512012-01-15T09:12:00.000-08:002012-01-15T09:30:12.508-08:00Stereo<span style="font-weight: bold;">Director:</span> David Cronenberg<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1969 <span style="font-weight: bold;">País:</span> Canadá <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Ciencia Ficción <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 5.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Ronald Mlodzik, Jack Messinger, Ian Ewing, Clara Mayer, Paul Mulholland, Arlene Mlodzik y Glenn McCauley<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-erFEq88IvGyAIgepLz4xIcWKQAxqdbTfZnOLm59zRMPQ7ZOMcrW7ge2_1qfn6_HTFdrKvFoYesEGxEYgQqF2fyp8d571v6SiLJPtBLq54zFwJow8RLoGTqLAZs37tWLY8tdctO_r150/s1600/4184.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 230px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-erFEq88IvGyAIgepLz4xIcWKQAxqdbTfZnOLm59zRMPQ7ZOMcrW7ge2_1qfn6_HTFdrKvFoYesEGxEYgQqF2fyp8d571v6SiLJPtBLq54zFwJow8RLoGTqLAZs37tWLY8tdctO_r150/s320/4184.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5697911482750999602" border="0" /></a><br /></div><br />En un futuro no muy lejano la Academia Canadiense para la Investigación Erótica mantiene recluidos en sus instalaciones a ocho pacientes muy especiales, todos ellos fueron sometidos a una intervención quirúrgica cerebral con el fin de potenciar sus habilidades telepáticas. El Doctor Luther Stringfellow (Ronald Miodzik) se incorporará al grupo de científicos para investigarlos de cerca y probar en carne propia diversas teorías acerca del fenómeno PSI y su vinculación de sus comportamientos psico-sexuales; De esta manera damos comienzo al Estudio Filmográfico de la obra del director David Cronenberg y lo hacemos comentando “Stereo”, una película de apenas una hora de duración que no fue editada en Latinoamérica; la primera que hay es “Parásitos Mortales” (1975), que muchos la etiquetan como el primer largometraje del realizador, lo cual no es del todo cierto. Tampoco es que se pierda mucho, salvo para los más fanáticos de la obra del canadiense. “Stereo” es una obra difícil de clasificar y difícil de ver, por no decir insoportable. Sin embargo, ya en este primer trabajo encontramos algunos de los temas más recurrentes en la trayectoria de Cronenberg, como son la misteriosa capacidad del cerebro, la degeneración del ser humano o los comportamientos sexuales. Esta cinta es una pieza de vanguardia muy poco conocida y valorada. De hecho podemos encontrar en ella aspectos que no tienen nada que envidiar a los “productos” de la factoría de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Andy_Warhol">Andy Warhol</a>: el cuestionamiento de los valores en los que se basa la sociedad tradicional, los elementos arquitectónicos cuidadosamente elegidos, los movimientos de cámara, la distancia, el uso de planos detalladamente encuadrados y nivelados, y aun así rodados de tal manera que dejan lugar al extrañamiento. No obstante, “Stereo” se presentó en varios festivales (con dinero del bolsillo de su autor) y fue una de las diez películas seleccionadas para integrar un bloque llamado “Nuevo Cine Canadiense”.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG6_Tt4gJb9o_8oFQDyTM7knEWTZklC4LlN2kx7Tuh18JOZttLscDwZ6maP6RdwfhjB6NiJ9XrK_wa5zgPvNvKtRZuPgFzsyckEd_cPHZ8xG4tN2_O7A0XPkjZMFlvnC-f603lXPraUl4/s1600/Stereo2.JPG"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 144px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG6_Tt4gJb9o_8oFQDyTM7knEWTZklC4LlN2kx7Tuh18JOZttLscDwZ6maP6RdwfhjB6NiJ9XrK_wa5zgPvNvKtRZuPgFzsyckEd_cPHZ8xG4tN2_O7A0XPkjZMFlvnC-f603lXPraUl4/s320/Stereo2.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5697910391474759858" border="0" /></a></div><br />Hay directores que han aportado elementos innovadores al cine, permitiendo que este pueda seguir evolucionando. Por supuesto, estas palabras no pretenden ocultar que este experimento cinematográfico en bruto haya originado multitud de películas absolutamente prescindibles: simplemente son campos de prueba para experimentar con libertad absoluta, intentando hallar nuevas formulas visuales que funcionen y resulten atractivas, aunque por el camino un porcentaje muy elevado de las mismas lleven a la nada más absoluta. Son un riesgo necesario para que cualquier arte logre evolucionar. Con “Stereo” David Cronenberg nos introduce en un gélido recinto donde se experimenta con las mentes de un grupo reducido de individuos. Dice el director que el título se refiere al modo en el que los telépatas perciben el mundo, en oposición a cómo lo hacen las personales normales; quizá se le olvidó añadir que sólo los telépatas podrán disfrutar de este producto audiovisual, que fue posible gracias a la ayuda económica de un organismo público (el Canada Council, que pensaba que estaba financiando una novela), un hecho que volverá a repetirse más adelante. Por mi parte, desde ahora, si alguien me pregunta si he escalado una montaña de tres mil metros, le responderé: No, pero he visto “Stereo” dos veces. Según cuenta el propio realizador, David Cronenberg no tenía claro qué hacer en 1965. Tenía entonces 22 años y le apasionaba el arte y la literatura (se graduó en esta especialidad tras decepcionarle las ciencias), pero no encontraba su vocación. Hasta que ese año vio una película que le abrió los ojos. El filme, de David Secter, se titulaba “Winter Kept Us Warm” (1965) y se había rodado prácticamente sin presupuesto entre un grupo de amigos, del mismo entorno de Cronenberg. Le impresionó el resultado, y vio las posibilidades del medio para alguien como él. Se le encendió la bombilla y decidió probar suerte. Casualmente, Secter se perdió por el camino y el otro llegó (entre otras cosas) a presidir el Festival de Cannes.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUFkTV3XGhJv3flJ9ernta5GkAuh-jppGuYpTeEh-AEPHD7cH6D8DPT6HjfXvzxfZIT7iUvZa8Aa2_PvuKs0IffL2KuHM69HeL0ldvNdPALNWkO1jK_ttw7DW_ks560fSoLYE-lS93VDw/s1600/STEREO3.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 144px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUFkTV3XGhJv3flJ9ernta5GkAuh-jppGuYpTeEh-AEPHD7cH6D8DPT6HjfXvzxfZIT7iUvZa8Aa2_PvuKs0IffL2KuHM69HeL0ldvNdPALNWkO1jK_ttw7DW_ks560fSoLYE-lS93VDw/s320/STEREO3.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5697910509914496098" border="0" /></a><br /></div><br />Pero Cronenberg todavía tardaría aún cuatro años en tener listo su primer largometraje. Durante ese tiempo se alió con otros jóvenes canadienses con inquietudes artísticas para crear una asociación de fomento del cine experimental, inspirados por el movimiento “underground” de Nueva York, y ya en 1966 graba su primer cortometraje, “Transfer”, sobre el concepto “freudiano” de transferencia, en el que un médico y su paciente hablan durante siete minutos en un campo. Un año después realiza el segundo corto, “From The Drain”, centrado en otros dos personajes que hablan durante varios minutos; en este caso, dos ex-combatientes y en una bañera. El cineasta no los defiende, los ve como experimentos, entrenamientos, como la preparación de lo que vendrá más adelante. En 1969 tendríamos ya el primer “aviso” serio de lo que se está originando. David Cronenberg quería rodar su primer largo en 35mm, porque le parecía que era el formato del “verdadero cine”, así que alquiló una cámara Auricon y produjo, a través de su recién creada productora “Emergent Films”, “Stereo”, a la que llegó a definir como “una investigación de la incapacidad de la sexualidad corriente”, que también escribió, dirigió, fotografió y montó. Ya puestos, podría haberla protagonizado (de hecho trabajará como actor en el futuro), pero quizá no se atrevió, o no quiso dejarle la cámara a otra persona. Al frente de ella puso, entre otros, a Iain Ewing y Jack Messinger, protagonistas de la mencionada “Winter Kept Us Warm”. “Stereo” no es para todo el mundo. Carece de una estructura narrativa convencional y su final resulta abrupto. No obstante posee una característica que la hace particularmente interesante. Por un lado, cuando uno “sintoniza” con las intenciones del director, no puede quitarle los ojos de encima. Hay cierto poder hipnótico en las imágenes que impiden abandonarla, aún cuando no alcancemos a entender certeramente lo que ocurre.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRaz0R_AwCB28gOjC2RKzStJISjj_4oohHLaC_6MJlwlzRr_hQvA3Q1iA0BNRiqMs4FULstB95k3kpsApTTvs7ZdC8RQMMWwV_Rk7IPcEVyMzq3lOo62k0WgMA6x3g-VPmcxRx1BVsdE4/s1600/stereo3xs4.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 144px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRaz0R_AwCB28gOjC2RKzStJISjj_4oohHLaC_6MJlwlzRr_hQvA3Q1iA0BNRiqMs4FULstB95k3kpsApTTvs7ZdC8RQMMWwV_Rk7IPcEVyMzq3lOo62k0WgMA6x3g-VPmcxRx1BVsdE4/s320/stereo3xs4.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5697910684991934290" border="0" /></a><br /></div><br />David Cronenberg asegura que nunca ha sido un cinéfilo, que siempre le interesó más la literatura, pero que Ingmar Bergman estuvo presente en su cabeza desde su más temprana juventud, cuando su padre le habló de “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/El_s%C3%A9ptimo_sello">El Séptimo Sello</a>” (1957). Viendo su primer largometraje, uno comprende enseguida que esto debe ser cierto. La estética de “Stereo” remite directamente a la obra del genial cineasta sueco, y hasta su protagonista (Ronald Mlodzik, un rostro habitual en los inicios de Cronenberg) parece el doble de un joven Max Von Sydow. Desafortunadamente, la cuidada factura visual de “Stereo” no llega para tapar el desparrame de ideas que Cronenberg quiso plasmar, siendo sin duda otro de esos “pretenciosos experimentos” (en palabras del director) con los que inició su carrera artística. A nadie le puede sorprender esto. El 99% de los veinteañeros con aspiraciones en el mundo del arte comienzan con aires pretenciosos, en parte por querer reivindicarse ante los demás, en parte porque Hollywood nos vende que con una pizca de suerte podemos superar a Steven Spielberg. Cronenberg tenía otro ideal en mente (el arte puro y duro), pero también se lo creyó demasiado pronto. En cualquier caso, sin sus primeros pasos no habría llegado a donde está ahora, y es imposible hacer algo grande sin jugársela, sin atreverse a romper las barreras. Le habría resultado más fácil ponerse a tirar cubos de pintura sobre un lienzo, pero le interesó el cine y se lanzó a exprimir sus posibilidades. Así que este joven continuó a lo suyo, trasladando los temas que le interesaban a esta primera pieza audiovisual. No obstante la buena acogida que tuvo en diversos festivales de cine independiente le valió una beca de la Canadian Film Development para filmar su siguiente trabajo “Crímenes del Futuro” (1970), pero es interesante que actualmente el director no guarde buenos recuerdos de sus primeros trabajos: "la dirección que tome en esa época estaba influida por las películas under que se hacían en Nueva York; necesitaba experimentar por ese lado para crecer. Pero “Stereo” y “Crímenes del Futuro” fueron para mí un callejón sin salida, simplemente decidí no hacer más esta clase de películas”.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha4M8dEboBDoRco4VubKuzbVCei8YkVSUOfh1JdbKVsPz0ftcOdgMO-4IWudPNzz49KQt5GQDI8mP58MQ88_Atnh6zEaPzsPgjQTfGoGsbsGHQIGSjJVZuFfd4MxkbixiI_exapK3GGME/s1600/stereo1.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 144px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha4M8dEboBDoRco4VubKuzbVCei8YkVSUOfh1JdbKVsPz0ftcOdgMO-4IWudPNzz49KQt5GQDI8mP58MQ88_Atnh6zEaPzsPgjQTfGoGsbsGHQIGSjJVZuFfd4MxkbixiI_exapK3GGME/s320/stereo1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5697911038322487954" border="0" /></a><br /></div><br />La cinta posee un opresivo y expresivo blanco y negro (el color de las primeras películas de los estudiantes con pretensiones), que se grabó sin sonido directo. Durante gran parte de la película no se oye nada, y a esto se le podrán dar mil interpretaciones, pero lo cierto es que Cronenberg usaba una cámara que hacía demasiado ruido. Se tendría que haber incorporado el sonido en post-producción, cosa que hizo, pero a su manera. En lugar de añadir el ambiente y las conversaciones o los gritos, Cronenberg hace hablar a unos doctores ficticios que relatan los conocimientos teóricos, las pruebas y los comportamientos de los sujetos que están siendo investigados. De este modo las extrañas imágenes de “Stereo” (casi siempre estáticas y encuadradas con evidente esmero) son a veces acompañadas por una lenguaje científico deliberadamente recargada y prácticamente ininteligible, que llega a funcionar casi como música (por su tono repetitivo y distante), creando la sensación de estar contemplando un documento verídico sobre un grupo de pacientes reales a los que se les ha dado la facultad de la telepatía, lo que los transforma en seres nuevos, con su propia manera de entender la realidad, la sociedad y el sexo. No hay mucho más que decir sobre “Stereo”, salvo aplaudir la inteligencia de Cronenberg al aprovechar la laberíntica construcción del Scarborough College de la Universidad de Toronto (diseñado por John Andrews) donde rodó el filme. El centro iluminado con gran acierto, le sirve al incipiente cineasta no sólo para enrarecer aún más la atmósfera (junto al comportamiento de los personajes, casi como animales perdidos en una jaula), sino también como símbolo de las misteriosas investigaciones que se estarían llevando a cabo allí y de la complejidad de la mente humana, el objeto de estudio, que como un ente aparte, parece poder ser capaz de mutar y extender su poder más allá del limitado cuerpo físico. Cronenberg apunta, deja detalles interesantes, imágenes muy sugerentes, pero todavía es un chico inexperto que acababa de empezar.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/dFttIMfI6_c" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Un experimento peculiar”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-64862339833251780272012-01-12T07:19:00.000-08:002012-01-12T07:49:35.873-08:00Gran Torino<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Clint Eastwood<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 2008 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama/Amistad <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 10/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes: </span>Clint Eastwood, Christopher Carley, Bee Vang, Ahney Her, John Carroll Lynch, Cory Hardrict, Brian Haley, Geraldine Hughes, Dreama Walker y Brian Howe<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZdG0U0srb-lC_SmTtO2VU2nTYbM3wiqf0xy0tnkn91pd9lNyWYFPF3eiDtmq4PB6H0eyyJXFCWCRyOO7725eEr7suFqUt_sj3FMQDycKf0rfq8wY88JmGHdUz68zbbeZon2G24EUq8uR_/s1600/936full-gran-torino-poster.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 217px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZdG0U0srb-lC_SmTtO2VU2nTYbM3wiqf0xy0tnkn91pd9lNyWYFPF3eiDtmq4PB6H0eyyJXFCWCRyOO7725eEr7suFqUt_sj3FMQDycKf0rfq8wY88JmGHdUz68zbbeZon2G24EUq8uR_/s320/936full-gran-torino-poster.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5696771650309136306" border="0" /></a><br /></div><br />Walt Kowalski (Clint Eastwood), es un veterano de la Guerra de Corea (1950-1953), además es un obrero jubilado del sector automovilístico que ha enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de una multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin embargo, las circunstancias harán que sus ideas vuelvan a replantearse al estrechar un lazo de amistad con dos jóvenes asiáticos, los hermanos Thao y Sue; No es habitual que un director estrene dos películas con sólo unos meses de margen (la anterior fue la correcta “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/12/el-sustituto.html">El Sustituto</a>”), menos aún cuando cuenta con casi 80 años y la calidad de los trabajos resulta estar muy por encima de la media. Algo llamativo y realmente destacable pero que pierde la condición de sorprendente cuando el individuo en cuestión es Clint Eastwood, etiquetado ya por los medios como “el último clásico”, no cabe duda que estamos ante un hombre de cine extraordinario, cuyo ritmo de trabajo (dice que es para mantenerse joven) está permitiendo que muchos de nosotros sigamos teniendo fe en este arte-negocio, que no está pasando precisamente por un buen momento. Además Clint Eastwood, como cuatro años antes en la impresionante “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/08/golpes-del-destino.html">Golpes del Destino</a>” (2004) vuelve a protagonizar una de sus películas. Una decisión que hasta ahora ha dado resultados magníficos, aunque los reconocimientos le lleguen más por su labor como director. Una decisión tomada con la plena consciencia de lo que puede aportar, sólo él, al personaje; sólo él puede darle los matices y el relleno necesario para que resulte completo, “real”, creíble en todo momento. Por cierto, se dijo que “Gran Torino” sería la última película de Eastwood ante las cámaras, pero quizá sólo era una maniobra publicitaria, pues éste ha declarado que no es cierto, que no lo ha decidido; sólo se lo quiere tomar con calma.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXoWiHv0cFyzH7hxJ76tQLQ9vQh1ina2_XGyOaXWcV8mxeUerTt53f59dOTLDsvWwjQdJ_KoCgv4kjIHcY4niQXo2moRJmVYTebZrjCqr2fXcwcsXGBV6pUkon6cu0w75B8BoURReoV03s/s1600/gran-1h.JPG"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXoWiHv0cFyzH7hxJ76tQLQ9vQh1ina2_XGyOaXWcV8mxeUerTt53f59dOTLDsvWwjQdJ_KoCgv4kjIHcY4niQXo2moRJmVYTebZrjCqr2fXcwcsXGBV6pUkon6cu0w75B8BoURReoV03s/s320/gran-1h.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5696770251105530130" border="0" /></a></div><br />El protagonista de “Gran Torino” es sin duda Walt Kowalski, un hombre acabado, alguien que ya no pertenece a esta época. Tras perder a su mujer, Walt se encuentra solo en medio de un mundo en constante cambio, donde nada se hace ya a la manera que él conoce, donde los valores y la integridad que rigen su vida son motivo de risa. Su propia familia lo ha abandonado, incapaz de comprenderlo; tampoco es que él sienta gran pena por ello, valora lo que tiene, su silenciosa mascota le hace compañía, y es perfectamente capaz de mantener en perfectas condiciones su hogar (en cuyo garaje está el preciado coche que da título a la película y que simboliza todo lo que ama y respeta Walt). Sin embargo, esa casa está en un vecindario que ha dicho adiós a los norteamericanos y hola de los inmigrantes, lo que provocará los conflictos más directos e inmediatos del filme, que entre otras cosas, también habla de la familia y, más en general, de los valores de la sociedad. En un tiempo de excesiva, y aún creciente, corrección política, una película como “Gran Torino” es también, aparte de una buena película, un soplo de aire fresco, aunque es evidente que muchos no lo van a entender así. Al margen de que el filme quede reducido a una etiqueta de “thriller palomitero” (que no estaría mal, pero no es el caso), el hecho de que el protagonista, más aún con el rostro de Clint Eastwood (es decir, el de “Harry el Sucio”), empuñe un rifle y se tome la justicia por su mano es un jugoso cebo para la polémica y el rechazo por parte de los espectadores más “correctos”, mientras que los más “progresistas” probablemente la acusarán de “facha”, entre otros absurdos similares. Sí, sí, puede que te resulte divertido, pero mira lo que ha pasado con Charlton Heston, al que incluso en “revistillas” supuestamente hechas para aficionados al cine se le está recordando más por su defensa de las armas de fuego en su país (algo que, recuerdo, proviene de la constitución estadounidense) que por su memorable trabajo en el cine.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizqa9Pskjfah2gvAIggDWYWYpqhNlDyH7Lt3aROXqVsVezoV2tH5mYTgV7eSCnWPk2vCWaX8hxbWhx7kdfXa23hIwmRr4qcKhTNmJ9_pRyuPf_6YucU2hrTj4HRoMNgYBzQw4tu7VrXRLi/s1600/Gran+Torino.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizqa9Pskjfah2gvAIggDWYWYpqhNlDyH7Lt3aROXqVsVezoV2tH5mYTgV7eSCnWPk2vCWaX8hxbWhx7kdfXa23hIwmRr4qcKhTNmJ9_pRyuPf_6YucU2hrTj4HRoMNgYBzQw4tu7VrXRLi/s320/Gran+Torino.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5696770414186521618" border="0" /></a><br /></div><br />Creo que especialmente en los últimos años de su carrera, Clint Eastwood (profundizando una tendencia que en realidad está presente desde el principio de la misma) efectúa un lento y reflexivo movimiento que le ha ido conduciendo al otro lado del espejo, a la otra cara de esa imagen que a lo largo de los años ha ido moldeando el propio Eastwood. Vista así, toda su obra viene marcada por el despojamiento progresivo de los ropajes que han conformado su imagen, que es producto de su continuo cuestionamiento y por el gradual desvelamiento de sus entrañas más profundas. Eastwood ha elaborado una imagen muy estereotipada de él mismo y de su país, con magníficos resultados y con su reverso más tenebroso. El principal valor de una película como “Gran Torino” radica en que en ella este movimiento por fin concluye en el preciso otro lado, justo enfrente de su lugar de partida, en su perfecto negativo: el carácter mortuorio de la cinta es, pues, la irreversible constatación del fin de un trayecto. A lo largo de los años, Clint Eastwood ha logrado así un milagro casi alquímico: seguir manteniéndose fiel a sí mismo a medida que procedía a su propia negación. O mejor dicho, la de cierta imagen que lo acompaña, la más divulgada, esto queda patente en las emotivas últimas escenas de la cinta, donde Eastwood diseña incluso la apariencia con que será presentado a los demás por última vez, proviene de ahí, de esa oportunidad que le concede la vida de trazar, en sus últimos instantes, su imagen final, de escribir el punto final, de dar las últimas pinceladas de su autorretrato, en definitiva lo que lleva haciendo desde hace mucho tiempo el propio Eastwood, y que aquí parece alcanzar una especie de plenitud. Es así que en todo el filme seguimos a este correoso veterano, a sus insultos e ironías, a través de un relato sereno y plácido, que poco a poco se va oscureciendo, al sumergirse en los meandros de la América multirracial y multicultural que ha heredado Obama, que ha transformado un país que no se reconoce a sí mismo, gracias a sus errores y prepotencia, su identidad y su dignidad. En ese sentido, Kowalski (para colmo, descendiente de inmigrantes) es un fantasma, o un muerto viviente, incapaz de cambiar a un barrio que ya no existe, que vivirá una experiencia de redención al conocer a la comunidad hmong, que lo ayudara a enfrentarse a sus terribles demonios de una vez por todas.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW0JuGvejuHFM8sE0g24-KKUhVUN1kSdNJ_2o6UGv-gHrwTIDSm164q7OumuCsaa1fG4nSYB4t_vWM1EYVs5cR-AzqZJo0H3OHWG1KPtWKXs1OWntgkLPtE7frWBcTKR5cGUJVbyuShs_f/s1600/2008_gran_torino_005.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW0JuGvejuHFM8sE0g24-KKUhVUN1kSdNJ_2o6UGv-gHrwTIDSm164q7OumuCsaa1fG4nSYB4t_vWM1EYVs5cR-AzqZJo0H3OHWG1KPtWKXs1OWntgkLPtE7frWBcTKR5cGUJVbyuShs_f/s320/2008_gran_torino_005.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5696770734969345138" border="0" /></a><br /></div><br />Entendamos, aunque pueda resultar complejo, que una cosa es el cine y otra la vida real; entendamos, de una vez, que una cosa es lo que haga un actor en una película y otra, a veces totalmente diferente, lo que hace y piensa esa persona en su vida privada; y por último, por favor, intentemos entender que hay situaciones, tanto en el cine como en la vida real, que escapan a las convenciones, a lo establecido y a lo estrictamente razonable. A riesgo de que me dirijan a mí también uno de los ataques más injustos que se le hacen a Eastwood (quien se declara políticamente “libertario”), creo que “Gran Torino” plantea algo que para más personas de las que lo admiten es absolutamente lícito; estoy seguro que serán muy pocos los que vean esta película y no suelten (o piensen) en determinadas escenas algo así como “ve por ellos, Clint“. Y no, esto no es lo mismo que “una de cinta de Seagal”, aquí, como he señalado, se tocan muchos temas, hay muchas lecturas. Además la cinta adquiere la forma de una perfecta síntesis de la carrera de Eastwood, y el trayecto que Walt Kowalski recorre en ella es también el que Eastwood ha realizado como actor y cineasta a lo largo de casi medio siglo. Si hay un momento que me parece especialmente emocionante en esta película es aquel en que, tras contemplar las consecuencias de su conducta (para vengarse de la paliza que le dan a Thao, Kowalski había golpeado salvajemente a uno de los matones), también Kowalski queda petrificado ante la visión de Sue ensangrentada tras haber sido violada, se le cae de las manos un vaso, hecho mostrado en un revelador inserto (momento similar a aquel de “El Sustituto” en que a un policía se le cae la ceniza del cigarrillo, paralizado al enfrentarse al horror más indecible). Y esta intensa emoción proviene del hecho de que este momento supone el definitivo punto de inflexión, el momento en que, como el vaso, se hace añicos la visión del mundo a la que se ha aferrado con todas sus fuerzas el personaje. Toda una concepción de la vida derruida en un momento. No es casualidad, pues, que en la siguiente escena, cuando Kowalski se pone a dar puñetazos a diversos objetos de su cocina, consecuencia de la rabia que siente por lo ocurrido, pero sobre todo hacia sí mismo, Eastwood propine uno de sus puñetazos directamente a cámara, golpeando también ese reflejo de sí mismo situado más allá de la cámara y que lo ha seguido toda la vida como una ominosa sombra. No puede sino resultar terriblemente emocionante que un hombre de casi ochenta años muestre semejante grado de autocrítica.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOKMybnGiJBFI-GfjcZyIq_QTqrMHYmLhEjbeNiMw067SCLG9QIWNJyIrq-RSIxVdq9f9BnEc37XEOSa52gNuhy6Y2HcGeAssez60_0axP6YQhZxJyLYOqJDEDfD3xyUTb84_7_CZ_vxIe/s1600/2008_gran_torino_003.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOKMybnGiJBFI-GfjcZyIq_QTqrMHYmLhEjbeNiMw067SCLG9QIWNJyIrq-RSIxVdq9f9BnEc37XEOSa52gNuhy6Y2HcGeAssez60_0axP6YQhZxJyLYOqJDEDfD3xyUTb84_7_CZ_vxIe/s320/2008_gran_torino_003.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5696771096863511762" border="0" /></a></div><br />Una cosa interesante de la cinta es que no es extraño que Kowalski aparezca con frecuencia en la película hablando solo (a veces con su perro), o conversando con su imagen reflejada en el espejo, o que se exprese, sobre todo al principio, a través de un gruñido que realmente sólo él escucha. Posteriormente, ya salido de su solipsismo, de su ensimismamiento en el pasado y en la culpa, Kowalski se anima a hablar, a entablar contacto con el otro, primero con el cura en su casa (Christopher Carley), luego durante la confesión largamente pospuesta, luego con Thao en el sótano, e incluso lo intenta con uno de sus hijos por teléfono. Y es que en “Gran Torino” pasamos de Eastwood hablando consigo mismo, o más precisamente, con la imagen que se tiene de él y se ofrece a los demás (diálogo que informa buena parte de su obra) a Eastwood pasando el relevo, inmolándose para transferir su herencia, cediendo la palabra. Y realmente eso es lo que queda, la transmisión de una voz genuina, como certifican las imágenes de Thao conduciendo el Gran Torino mientras escuchamos <a href="http://www.youtube.com/watch?v=riT_06qEUW8&feature=related">la canción homónima</a>, compuesta e interpretada por el propio Eastwood, mientras se suceden los créditos finales. Y eso es lo que representa “Gran Torino” en la carrera de Eastwood: la culminación del precioso legado que durante último medio siglo nos ha regalado la inconfundible voz de un cineasta singular, más allá de la presencia mítica que él mismo ha personificado. Necesitamos reglas de convivencia y necesitamos aplicación de la justicia, la sociedad no puede mantenerse con la ley de la selva, pero la que rige hace agua por todas partes, y provoca situaciones escandalosas que vemos todos los días en los medios de comunicación (que cada vez informen menos es para otro debate). Necesitamos orden y justicia, pero muchos de los que deberían vigilar su cumplimiento parecen pensar otra cosa. Lo mismo que los padres, en mi opinión, tener y cuidar un hijo debería quedar en manos de personas que realmente tengan tiempo y capacidad; si no, pasa lo que pasa, los ejemplos los tenemos a diario en la calle, sólo tenemos que dar un paseo (por las noches en las apestosas plazas, por ejemplo) o abrir la ventana y echar un vistazo, con cuidado de no mantener contacto visual. La máxima de “tu libertad acaba donde empieza la de los demás” es bien sencilla, realizable y exigible.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNwAvzopI9IcC4ZAXZQE9f5RFef8yaNAKch1UesAB6CikdxqDujqoQeQt875Cqs-OgEESL5Wm74fyGrHV3L7wKVAWWHjYRqPoZC6tLFAnrIzUwxyaCSR2OZFsGC7G-eAO1OkaCnEk8wl-2/s1600/gran-torino-2008.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNwAvzopI9IcC4ZAXZQE9f5RFef8yaNAKch1UesAB6CikdxqDujqoQeQt875Cqs-OgEESL5Wm74fyGrHV3L7wKVAWWHjYRqPoZC6tLFAnrIzUwxyaCSR2OZFsGC7G-eAO1OkaCnEk8wl-2/s320/gran-torino-2008.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5696771359236053570" border="0" /></a><br /></div><br />Rendir cuentas con el pasado, pues, es el objetivo último tanto de Kowalski como de Eastwood. El pasado de su país, el pasado de su carrera e incluso el pasado de determinadas tradiciones genéricas del cine americano. No renegando de ellos sino asumiéndolos, mirándolos de frente, única forma de seguir hacia delante. La asociación del sentimiento de culpa, de la necesidad de expiar los errores del pasado, con el surgimiento de unos sentimientos paterno filiales que se creían perdidos ya y que se convierten en la mejor forma de superar ese pasado, de reescribirlo aunque sea, en cierta medida, de forma ilusoria, como esta insospechadamente película, creación de uno de “los últimos clásicos” del cine, como se ha repetido tantas veces, que probablemente el representante privilegiado y el más brillante, de la nueva generación del cine americano es Paul Thomas Anderson, lo que no se sabe bien si habla de la esencial modernidad del cine de Eastwood o del subterráneo clasicismo de Anderson; probablemente, en realidad, de lo frágil y estéril que resulta delinear semejantes fronteras. Hasta ese tramo final, en el que Kowalski se enfrenta ante todo a sus fantasmas, y en el que el mito de Eastwood se enfrenta a sí mismo, reconstruyéndolo con una dignidad indescriptible, vivimos el crecimiento de una amistad, de forma paulatina y verosímil, que comienza de manera casual gracias al desencadenante que supone el Gran Torino del título. El Gran Torino significa varias cosas dentro de la lógica de este relato. No sólo es el “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Macguffin">mcguffin</a>” de la película, sino que simboliza de alguna forma el pasado al que se aferra su dueño, y cristaliza una forma de expresión típicamente americana que ya no existe, y que representa un anacronismo. A medio camino entre el drama social y el western urbano, Eastwood firma una obra maestra incontestable, perfecto testamento interpretativo, conclusión de un discurso moral y estético, la dureza de sus imágenes, es como una patada en el estómago que desarma cualquier atisbo de complacencia, pero la compasión conque filma extrae lo mejor de nosotros mismos. Además conjuga con sutileza el drama, la comedia y la acción, donde propone una reflexión necesaria.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/XHlZ-fOzkSE" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Bello testamento y compendio de Eastwood"<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-77316309959895220822012-01-08T10:39:00.000-08:002012-01-08T11:06:39.154-08:00Magnolia<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Paul Thomas Anderson<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>1999 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género: </span>Drama <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 9.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Julianne Moore, Tom Cruise, John C. Reilly, Philip Baker Hall, William H. Macy, Jeremy Blackman, Melora Walters, Jason Robards, Philip Seymour Hoffman, Melinda Dillon, April Grace, Henry Gibson, Michael Bowen, Alfred Molina, Emmanuel Johnson, Felicity Huffman y Luis Guzman<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUiGKlmW_6GeE2nXLH7796BIDV-fCzGOuhgXvYeUqRwAyXXonHuaFCwQ09MaSy44R9zw4uBNA-NeQoOfGH_qgSrqr89EWmDCf8G0qmd4F9t7_MllOjfSCTbdMPHqOovxqyQEPTtUHSgFM/s1600/20080108204737magnolia_poster.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 230px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUiGKlmW_6GeE2nXLH7796BIDV-fCzGOuhgXvYeUqRwAyXXonHuaFCwQ09MaSy44R9zw4uBNA-NeQoOfGH_qgSrqr89EWmDCf8G0qmd4F9t7_MllOjfSCTbdMPHqOovxqyQEPTtUHSgFM/s320/20080108204737magnolia_poster.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5695338350807242082" border="0" /></a><br /></div><br />La película consta de nueve tramas paralelas que tienen lugar en el Valle de San Fernando, en Los Ángeles: un niño prodigio, el presentador de un concurso de televisión, un ex-niño prodigio, un moribundo, su hijo perdido, su mujer y su enfermero. Son historias aparentemente independientes, pero que guardan entre sí una extraña relación; Tercer largometraje de Paul Thomas Anderson, tras el rotundo éxito de la tremebunda “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/12/boogie-nigths.html">Boogie Nights</a>” (1997), que a golpe de talento le situó en la órbita de los directores más importantes de su generación, rivalizando además con los más célebres de la generación del Nuevo Hollywood, a quienes tanto ama y tanto debe. Puedo asegurar que “Magnolia” no es solamente la mejor película norteamericana del año en que vio la luz, sino probablemente una de las más bellas, profundas, enigmáticas, singulares y poderosas películas norteamericanas en muchas décadas. Existen pocos placeres comparables a escribir sobre las películas de nuestra vida (y el único superior es volver a verlas), porque haciéndolo no solamente se les rinde homenaje y veneración, sobre todo uno aspira a contribuir en algo a que universalmente sean reconocidas entre lo más hermoso y emocionante que se puede ver en una pantalla, y así uno pueda formar parte de ellas, aunque sólo sea dejando por escrito la propia, e infinita, admiración. “Magnolia” es una película sobre la enfermedad del ser humano del presente. Una terrible y tortuosa soledad que nos hace sentir incomprendidos, maltratados y hundidos. Asimismo, “Magnolia” es también una película enferma. Desequilibrada, excesiva, opulenta, artificiosa y cinéfila. Y, sin embargo, es esa misma enfermedad la que la convierte en una experiencia arrolladora y traumática, explorando sin miedo al ridículo y con una sinceridad herida por la rabia la compleja sensibilidad de una realidad que contemplamos atónitos. Además cuenta con uno de los mejores guiones narrativos que se han escrito jamás, uno de los más asombrosos repartos de intérpretes en estado de gracia que posiblemente nadie haya disfrutado en una pantalla, una de las puestas en escena más audaces y valientes a las que cualquier realizador pueda aspirar, y una de las historias más ricas en matices y personajes, y más originales en desarrollo y ejecución, que podríamos imaginar.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkX_-jGMq1tMubXGWlj8ixUL1VAWItrP0neNl0w1k5JH5DHs1tC4HKMnZr_af55-h2PoYdR9DQXp1qlthsNMLmmVOgXj76fqEbgdPl6pQ8eAG0I2S3a0Wo4qQRlvYjegwze9jbOQ8adJQ/s1600/jcnln84t478fncn8.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 147px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkX_-jGMq1tMubXGWlj8ixUL1VAWItrP0neNl0w1k5JH5DHs1tC4HKMnZr_af55-h2PoYdR9DQXp1qlthsNMLmmVOgXj76fqEbgdPl6pQ8eAG0I2S3a0Wo4qQRlvYjegwze9jbOQ8adJQ/s320/jcnln84t478fncn8.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5695336392133090274" border="0" /></a><br /></div><br />Las películas de Paul Thomas Anderson hablan acerca del amor, el amor en todas sus formas: la necesidad de amar, la búsqueda de amor, la carencia de amor y la capacidad o incapacidad de amar. A diferencia de otras de sus películas, en “Magnolia” Anderson concentra su interés en las diferentes formas de ausencia de ese amor. Uno de los amores más sencillos y, aparentemente, fáciles que existen es el de la familia. Un amor que no necesita de coincidencias o esfuerzos para nacer. Un amor del que carece, por ejemplo, Frank Mackey (interpretado por un inspirado Tom Cruise). Desnudo por esa ausencia, convertido en un ser perdido, encontrará el camino para llenar ese vacío. La anestesia que le permite olvidar el dolor de la ausencia de su padre tiene forma de rencor. Un rencor que actúa como coraza y que apunta hacia todas las direcciones. Frank siente que todo el mundo quiere hacerle daño y ha encontrado la solución para que nadie le vuelva a hacerse sentir vulnerable: “respetar la polla y domar el coño”. Frank no desea relacionarse con seres humanos, Frank prefiere las pollas y los coños convirtiendo las relaciones humanas en campos de batalla en los que él siempre será el vencedor, ya no habrá más derrotas. Frank va a domar cualquier “coño” que desee y lo hará cuando quiera y donde quiera. Solo la posibilidad de vengar el sufrimiento de su madre posibilitará que el muro en el que se ha convertido su mirada suficiente y orgullosa se derrumbe. Si las heridas de Frank han endurecido su piel, las de Donnie Smith (William H. Macy) y de Claudia Wilson Gator (Melora Walters) los han convertido en seres débiles e inseguros. Con la capacidad y habilidad para amar amputada, Claudia, víctima de los abusos sexuales de su padre durante su niñez, es un ser que deambula desvalido por caminos de autodestrucción. Y el ex-niño prodigio Donnie Smith se siente confundido, confunde su obsesión por un camarero ignorante con un amor verdadero, y esto se suma al desconcierto que le provoca ser incapaz de canalizar y externalizar un sentimiento de amor que le absorbe y que convierte su inteligencia en una herramienta inútil que solo ha servido para destruir lo único precioso que verdaderamente tuvo un día: su niñez.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWWxS4vDR63Gv7HON20urQNy1l4U0FlnKfpPJkLjOeY1S8C8jYLqQ_8ml8xsHj0uV1krNevIdWZbSO7UdoExiKwKwDjX6cfwI-JZ5w6yhwZw_boEAGpd5Cvd8Jxjf92PwH3mFRXlH5guo/s1600/magnolia-21.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 147px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWWxS4vDR63Gv7HON20urQNy1l4U0FlnKfpPJkLjOeY1S8C8jYLqQ_8ml8xsHj0uV1krNevIdWZbSO7UdoExiKwKwDjX6cfwI-JZ5w6yhwZw_boEAGpd5Cvd8Jxjf92PwH3mFRXlH5guo/s320/magnolia-21.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5695336712851974098" border="0" /></a><br /></div><br />Pese a la existencia de muchísimos personajes no es algo usual encontrar el amor en pareja en las películas de Anderson, “Magnolia” no es una excepción, sino más bien el paradigma de dicha teoría, a pesar del carácter coral de la obra, podría decirse que la única relación de pareja que presenciamos es la que nace entre Jim Curring (John C. Reilly) y Claudia. Historias de amor poco convencionales, nos muestran el encuentro de gente que por su carácter está acostumbrada a la soledad, que ha asumido esa soledad como algo natural y inherente a sus vidas, relaciones en las que se detecta que para estas personas relacionarse y comunicarse supone un esfuerzo demasiado grande. Las situaciones que vivimos junto a ellos están mas caracterizadas por la incomodidad con la que las enfrentan que por la ilusión de un encuentro salvador e inesperado. El amor en pareja en las películas de Anderson se nos presenta como un deseo de amor dulce y artificiosamente sincero que se intuye en pequeños detalles cuya ternura se ve enfatizada por la crudeza y tristeza que rodea a los personajes. Ese vertiginoso caudal de sinceridad verbal en el que se ven sumidos los personajes “andersonianos” los sitúa ante el espectador en un complejo equilibrio entre el ser desvalido del conocimiento de las reglas sociales más comunes y una persona que enfrenta a conciencia la realidad de sus problemas. La equidistancia a ambas posibilidades es un elemento de tensión dramática con la que juega constantemente el director en sus diálogos, una de sus grandes virtudes o defectos. Pero volvamos al amor. Un amor que llama la atención por su inocencia, muy alejada de la naturaleza o comportamiento habitual de sus protagonistas, una inocencia cercana al amor infantil o platónico, una de las características del cual es la ausencia de carnalidad. El sexo en “Magnolia” aparece mayormente en los diálogos, Frank Mackey habla continuamente acerca de sus hazañas sexuales, mientras que Linda (una maravillosa Julianne Moore) y Earl (Jason Robards) mencionan el sexo durante las confesiones de sus infidelidades. También vemos sexo entre Jimmy (Phillip Baker Hall) y una de sus amantes, así como se intuye que existió sexo entre Jimmy y su hija Claudia años atrás. No es difícil ver como ese sexo no es nunca una expresión de amor, al menos del amor que se nos pretende mostrar en las historias que conforman el relato. Pareciera que todo este sexo actúa principalmente como contraposición al amor de las parejas, subrayando el carácter inocente y puro de éstas.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHA4VbFxzWq5_BVRdbpPxWcWeAkXUZNHA2N3Cn1Cs45WOjhjWa0SNKGltAtAMptPcq8WN1YyzDTEKCqj_FV3aBvLrX-S12JDcCd0qWXj3JAMMcFDgNEFD5S1uTyrnvBCUuzzcu4BU3nno/s1600/magnolia11100_650.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 147px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHA4VbFxzWq5_BVRdbpPxWcWeAkXUZNHA2N3Cn1Cs45WOjhjWa0SNKGltAtAMptPcq8WN1YyzDTEKCqj_FV3aBvLrX-S12JDcCd0qWXj3JAMMcFDgNEFD5S1uTyrnvBCUuzzcu4BU3nno/s320/magnolia11100_650.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5695336250563243314" border="0" /></a></div><br />“Hay que captar la atención del espectador en los cinco primeros minutos” - Paul Thomas Anderson. Esta afirmación hace referencia a los chistes o anécdotas que se pueden encontrar en las películas de Anderson en los primeros minutos de duración, como por ejemplo la caja de cerillas que explota por combustión espontánea en el pantalón de John en “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/hard-eight.html">Hard Eight</a>” o las tres historias de coincidencias que dan inicio a “Magnolia”. Yo iría más allá con esa afirmación, creo que los comienzos de las películas de Anderson son apasionantes, no solo por las bromas y por el humor del que a veces carece el resto del metraje de sus películas, sino por la capacidad para presentarnos en pocos minutos una situación inicial clara y simple en su planteamiento pero llena de matices, detalles y pistas de la innumerable cantidad de elementos que llenarán la pantalla durante las siguientes horas. Las películas de Anderson son películas de personajes, y en pocos minutos los tenemos perfectamente definidos y situados. Las tácticas son diferentes pero el objetivo y el resultado similar. El caso de “Magnolia” es el más espectacular, ya que en un abrir y cerrar de ojos tenemos: la introducción con las tres historias de casualidades que nos ponen en el ambiente de la historia y nos plantean algunas de las incógnitas que se tratarán de resolver y la presentación de todos (muy numerosos) los personajes protagonistas, conoceremos su situación, sus problemas, pinceladas de su carácter e incluso su función dentro del esquema de la película. Todo ello en un recital de velocidad narrativa, acumulación de detalles visuales y marcas de estilo (numerosos y variados movimientos de cámara, tipos de iluminación, recursos narrativos). Y ya que hablamos de comienzos, hablemos de la estructura completa de las películas. Sin necesidad de un esfuerzo de análisis demasiado intenso podemos dividir "Magnolia" en tres bloques claramente definidos: Presentación (de la que ya hablamos anteriormente), Breakdown (término utilizado por el propio Anderson) y Desenlace. Estos bloques son distinguibles no solo por su contenido narrativo sino también, y sobretodo, por su ritmo. Breakdown: en esta fase de la película observaremos como todos los personajes se ven rendidos ante su enfermedad, una realidad que a ritmo de número musical se desvela como una caída imposible de parar. Todas estas situaciones provocan que el ritmo de la historia caiga en picado, abundan las transiciones de historia a historia y los tiempos muertos dramáticos, todo ello mientras la banda sonora (omnipresente a lo largo de casi todo el filme) intensifica el estado de tensión dramática latente, advirtiendo la inminente llegada del desenlace.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimVe8sAY6Xr9Wb4AjUudHb8BCGo7ZUDodCbxq9FFBpG552dReUvwBeqTHax3gxwVLjxv48218IzboK43yk7oFKh1JYheJd2YIuxShOJPlM3yXquMcnqKakVDYCVPi1F_S1x-7JyTuRXkc/s1600/Magnolia-02.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 147px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimVe8sAY6Xr9Wb4AjUudHb8BCGo7ZUDodCbxq9FFBpG552dReUvwBeqTHax3gxwVLjxv48218IzboK43yk7oFKh1JYheJd2YIuxShOJPlM3yXquMcnqKakVDYCVPi1F_S1x-7JyTuRXkc/s320/Magnolia-02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5695336941566060338" border="0" /></a><br /></div><br />Desenlace: redención y esperanza, ese parece ser el mensaje que Anderson pretende que prevalezca en el final de sus historias, pero lo consigue solo a medias ya que, pese a ser un descarado amante de los finales felices, no puede pretender que tanto mal desaparezca de un plumazo. El final de “Magnolia”, en forma de epílogo literario, es la síntesis final de todas las preocupaciones y conflictos que se plantean en la película. Unos recibirán el perdón y una nueva oportunidad, otros no podrán superar el dolor de sus heridas, y sin embargo no todo queda tan atado como podría parecer. Me gustaría analizar con cierta profundidad la visita final de Jim a la casa de Claudia. Una declaración de amor (improvisada por Anderson en el último momento) y a la sonrisa de Claudia. Pero ¿Qué nos quiere decir esa sonrisa? Según Anderson significa que aún existe esperanza y que Claudia enfrentará la posibilidad de amar y ser amada. Pero creo y defiendo que esa sonrisa puede tener más de un significado. Creo que esa sonrisa es interpretable como la exteriorización de una derrota tan intensa que solo se puede expresar a través de una expresión opuesta a su origen, según esto podría leerse que, pese a que la belleza existe en este mundo, también existen personas que, como dice la canción que suena en ese preciso instante, “sospechan que nunca serán capaces de amar a nadie”. También pienso que esa sonrisa se puede interpretar como un guiño al espectador, una búsqueda de complicidad que nos permita decir “las cosas no son tan serias y terribles como se muestran en esta película”. No sé, yo me quedo con las tres. “Magnolia” se presenta ante nosotros como una búsqueda de respuestas, como un estado de desorientación e incomprensión de una realidad que no sabemos explicarnos, como un estado de ansiedad que confunde nuestra razón. Una búsqueda de respuestas a ese algo que mantiene perdidos a los habitantes del universo “Magnolia” (una muestra del mundo, cuyas elecciones poco tienen que ver con la casualidad, según los ojos del director), la respuesta a: ¿cuáles son los mecanismos que rigen el transcurrir del tiempo, como máxima representación del suceder de las cosas?. Una de las expresiones más repetidas a lo largo de la película en forma de afirmación rotunda o dubitativa es el “son cosas que pasan”. El narrador de los tres sucesos (anécdotas) que conforman el singular comienzo de la película no puede dar crédito a que estas “cosas” sean fruto del azar, “esto, por favor, no puede ser una de esas cosas, en mi opinión, no puede se”, afirma Stanley Spector con pasmosa tranquilidad, mientras observa una inexplicable lluvia de ranas, que esa es una de esas cosas que pasan, y un cuadro en la pared de la habitación de Claudia Wilson Gator, nos rebela que aquello (la lluvia de ranas) realmente pasó.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGbt21oqOqREOXg8UEuQB8vyFJMQfbVJds-qXdZVj022e4JO9oSzzlV4cup7DuTn2lGAQyAOab8THKtOR0F4NRUll4tHE1A0n4RfP9jEN2ZRBAdokq7vMVMJMyuTzaxwKBGL9iTP_PEnA/s1600/large_magnolia_blu-ray_11x.jpg.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 147px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGbt21oqOqREOXg8UEuQB8vyFJMQfbVJds-qXdZVj022e4JO9oSzzlV4cup7DuTn2lGAQyAOab8THKtOR0F4NRUll4tHE1A0n4RfP9jEN2ZRBAdokq7vMVMJMyuTzaxwKBGL9iTP_PEnA/s320/large_magnolia_blu-ray_11x.jpg.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5695337309867238546" border="0" /></a><br /></div><br />La misteriosa lluvia de batracios conforma la primera capa de la caleidoscópica “Magnolia”, la cáscara, que a modo de truco de guión ayuda a crear un primer clima de agobio que nos ponga alerta, que nos haga pensar “esto va a ser algo grande”. Porque no se me ocurre calificarlo de otra manera: un truco. Que fácil es desconcertar a una persona preguntándole “¿porque pasan las cosas?”, imposible rehuir la pregunta, imposible esquivarla o buscarle un fallo que la anule. Las cosas pasan, el tiempo no se toma descansos y actúa como un motor sin piedad ante aquellos que quieren darle la espalda a la realidad, como es la gente que habita “Magnolia”. Además la cinta está llena de señales, señales escondidas que parecen decirnos que todo lo que va a pasar está determinado, que todo lo que está pasando tiene un porqué y una consecuencia, que todo nos lleva a un momento clave (lluvia de ranas) que va a desenredar la tela llena de nudos en la que se ha convertido la realidad. Las señales están por todas partes: escondidas en centenares de planos de la película existen referencia escondidas, o no tanto a una cifra: 8.2. Esto hace referencia al pasaje bíblico Éxodo 8.2 que dice: “Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios”. Lejos del juego se encuentra la realidad y la vida. “Magnolia” es un vómito de miles de ideas, reflexiones, principios, recuerdos y homenajes que rondaban por la mente de Anderson cuando este decidió enfrentar la escritura del guión de la película. Esta suma de elementos hacen de “Magnolia” la película más personal de su director. No defiendo como una virtud clara la aglomeración excesiva de elementos en pantalla, ya que este exceso no permite la fácil digestión de detalles visuales, pero me parece que lo que sí consigue Anderson es que todas estas partículas de su experiencia y conocimiento apunten en la dirección que él desea. Anderson sube la intensidad, con la despedida silenciosa de Frank a su padre, el precio que debe pagar Donnie por su crimen, o la mirada alucinada de un niño solitario que parece apreciar cosas que nadie puede. De un plumazo, Anderson funde cine surrealista, con musical, con cine indie, con melodramático, con trágico, sin olvidar el guiño a “2001: Odisea en el Espacio” (1968). Por esta cinta Paul Thomas Anderson ganaría el Oso de Oro del Festival de Berlín a Mejor Película. Pero más allá de premios, o de recaudaciones (en Estados Unidos ni siquiera cubrió los gastos), “Magnolia” convoca lo mejor de nosotros mismos y convierte al cine en algo mucho más verdadero e imprescindible de lo que es a menudo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/2SWv9sYnLIc" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Brillante y demoledora"<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-73458729104977018522012-01-04T13:09:00.000-08:002012-01-04T13:30:24.664-08:00Los Infiltrados<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Martin Scorsese<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 2006 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Thriller/Gangster <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 10/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson, Mark Wahlberg, Vera Farmiga, Alec Baldwin, Martin Sheen, Ray Winstone, Kevin Corrigan, James Badge Dale, David O'Hara, Anthony Anderson y Mark Rolston<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBmQ-rpS_Z8YWeoJT2JjvNRjI4FentpOp5q3xwDkBh0o1LlyeZP68GUD_4KojNqwK-c8Qn3n2f5ckj_9atigJYF-OL34qaLgajhJq-psCbBUkTqOwQw5pTM66jhyphenhyphen5dgTbdICeNOV2I2s_J/s1600/departed_ver9.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 217px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBmQ-rpS_Z8YWeoJT2JjvNRjI4FentpOp5q3xwDkBh0o1LlyeZP68GUD_4KojNqwK-c8Qn3n2f5ckj_9atigJYF-OL34qaLgajhJq-psCbBUkTqOwQw5pTM66jhyphenhyphen5dgTbdICeNOV2I2s_J/s320/departed_ver9.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5693891464959549538" border="0" /></a><br /></div><br />El Departamento de Policía de Massachusetts se ve envuelto en una guerra campal para derrotar a la mayor banda de crimen organizado de la ciudad, la estrategia es terminar con el reinado del poderoso jefe de la mafia Frank Costello (Jack Nicholson) desde dentro, para ello reclutan a un joven novato, Billy Costigan (Leonardo DiCaprio), criado en el sur de Boston, para infiltrarse en la mafia dirigida por Costello. Mientras Billy intenta ganarse la confianza de Costello, otro joven policía que también ha surgido de las calles de Boston, Colin Sullivan (Matt Damon), sube rápidamente de categoría dentro de la policía del Estado. Colin, que se ha ganado un buen puesto en la unidad de Investigaciones Especiales, y forma parte de un grupo de oficiales de élite cuya misión es acabar con Costello. Pero lo que sus superiores no saben es que Colin trabaja para Costello, y le mantiene un paso por delante de la policía; En “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/09/pandillas-de-nueva-york.html">Pandillas de Nueva York</a>” (2002) Scorsese nos lo dejó muy claro: América es un lugar vil y contradictorio que se avergüenza de sus propias raíces, disfrazándolas de western. Tal vez como un anticipado canto de cisne, esa película recogía todas las aspiraciones artísticas y meditativas del director, condenado a seguir facturando extensos productos sin apoyo de crítica y público. “Los Infiltrados” podría ser una continuación de "Pandillas de Nueva York", a partir del famoso plano con las Torres Gemelas que encierra una nueva urbe, un nuevo país, igual de corrupto y deshonroso que el dejado atrás. El inicio no puede ser más impactante. Sobre unas imágenes documentales del Boston de los setenta, surge la voz inconfundible de Jack Nicholson en el papel de Frank Costello: “No quiero verme condicionado por mi entorno, quiero que mi entorno se vea condicionado por mí”. Le acompaña el inconfundible “<a href="http://www.youtube.com/watch?v=R3rnxQBizoU">Gimme Shelter</a>” de los Rolling Stones. De pronto, el Scorsese callejero aparece en toda su furia. Desde ahí hasta los títulos de crédito iníciales, varios minutos admirables de presentación de todos los personajes, al ritmo del tango de Howard Shore, así empieza este juego diabólico de engaños, dobles sentidos, espejismos y fragmentaciones de personalidad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoo3LhdxwGH5qL5ibr2bCKHsiuwbI7Jrs3KWD_Z8hKYR63-A3F9g2A4I32yNEdeuIwtpi0DQt7tuAXPYUlIzhyphenhyphen6mHCPK6XhlcHR3RkOCkuxiedt6DKJV9ImURkKQVYCSuywRz4DlhhW0la/s1600/thedeparted2.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 148px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoo3LhdxwGH5qL5ibr2bCKHsiuwbI7Jrs3KWD_Z8hKYR63-A3F9g2A4I32yNEdeuIwtpi0DQt7tuAXPYUlIzhyphenhyphen6mHCPK6XhlcHR3RkOCkuxiedt6DKJV9ImURkKQVYCSuywRz4DlhhW0la/s320/thedeparted2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5693890196494922866" border="0" /></a><br /></div><br />“Los Infiltrados” es puro vértigo, esta película de Martin Scorsese introduce al espectador en la acción con un bombardeo incesante de imágenes cruzadas. Costigan por aquí. Sullivan por allá. Presenta el mundo y los personajes con quienes lidiarán los protagonistas. Explora las calles del sur de Boston, donde transcurre la historia, y registra los negocios de la mafia y los matones hasta llegar al rey de la ciudad: un fabuloso capo de la mafia interpretado por Jack Nicholson. A través de este caos narrativo inicial, al que se suma una excelente <a href="http://www.youtube.com/watch?v=rbjC44_Ml4k">banda sonora</a>, el director construye una historia compleja, desprolija, que se va armando de manera gradual, pero que es envolvente de principio a fin. De nuevo Scorsese recurre a los irlandeses como protagonistas, pero cambia el emplazamiento hacia una ciudad que se edifica y se recorre en coche como cualquier mal barrio neoyorquino. Aunque en ningún momento se menciona el antiguo esplendor social bostoniano, no hace falta para remarcar los vicios en que han caído los protagonistas de “Los Infiltrados”, un compendio de todo lo que viene inquietando a este director desde hace años: la sujeción a unos principios, la deshonestidad, los falsos héroes y sus gestas sin recompensa, la separación radical entre la imagen externa y los verdaderos impulsos. El realizador toma de aquí y de allá elementos perdurables en su filmografía, en especial de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/buenos-muchachos.html">Buenos Muchachos</a>” (1990), con el obvio arranque de un Colin Sullivan niño que es embaucado por el gánster del barrio, Frank Costello, y de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/07/taxi-driver.html">Taxi Driver</a>” (1976), en esa elegía al nihilismo que es el último tramo de la película. Es a través de este distanciamiento mediante el que Scorsese traza una línea que liga su película con los filmes policiales y negros del Hollywood de los años treinta y cuarenta, realizando una película en la que leer, de modo más o menos indirecto, la radiografía de una sociedad enferma. Esta evocación clásica se nos ofrece desde el arranque del filme con el cartel de la Warner en blanco y negro y en el vibrante prólogo que se desarrolla a continuación, que nos remite directamente a los filmes policiales de Raoul Walsh o Michael Curtiz en los que bastaban un par de minutos para que todo el conflicto estuviese expuesto sobre la pantalla, dejando claro su gusto por una revisión manierista de las formas del cine perdurable.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz953Yl_XPxLx7kq-esLT9wMt1lKfHzNpZ6t64vynLE7N_Nfwf7PTBRJK0ya30F84cf28NNDmO8ehrBqszQtPeM9HLM9PNrcX5USUWIs1F4g9WtUCayAkJRmaPEJC1knJbf2Q_4TF0E91I/s1600/thedepartedpic.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 148px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz953Yl_XPxLx7kq-esLT9wMt1lKfHzNpZ6t64vynLE7N_Nfwf7PTBRJK0ya30F84cf28NNDmO8ehrBqszQtPeM9HLM9PNrcX5USUWIs1F4g9WtUCayAkJRmaPEJC1knJbf2Q_4TF0E91I/s320/thedepartedpic.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5693890335194543010" border="0" /></a></div><br />Cabe recordar que el argumento del largometraje está inspirado en el policial “Infernal Affairs”, realizado en Hong Kong en el año 2002. La adaptación del guión, a cargo de William Monahan, se basa fundamentalmente en los peligros cotidianos y los conflictos psicológicos que se desatan paralelamente en los dos personajes principales a raíz de la doble vida que llevan. Pese al enfoque en las complejidades psicológicas de dichos protagonistas, “Los Infiltrados” no decae en su ritmo e intensidad. La manera en que está contado el filme, a partir de los entrecruzamientos entre los personajes, y el modo en que está mostrado, a través de saludables y por momentos imprevisibles giros de la cámara, permiten conservar una dinámica que sólo pareciera aflojar un poco en el último tramo. Se trata de una película de gangsters, y por eso la acción, la sangre y la intriga no quedan en ningún momento al margen de la historia. Además “Los Infiltrados” puede verse como el análisis de una sociedad determinada, erigida en torno a la mentira, la apariencia y la corrupción, que se retroalimenta de ciertos personajes. No quiero decir con ello que Scorsese no haya tratado de analizar con anterioridad factores sociológicos en sus anteriores películas, ya lo hizo con “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/06/casino.html">Casino</a>” (1995), "<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/05/la-edad-de-la-inocencia.html">La Edad de la Inocencia</a>” (1993) o las ya citadas “Buenos Muchachos” y “Taxi Driver”, pero creo que aquí, estos factores son los preeminentes en el resultado del filme, por encima de los personajes que los articulan, la cinta esta regida por el tema central de los inadaptados que intentan amoldarse a un lugar en el que estorban, la película se resiente a veces del mismo problema. Por momentos, parece que Scorsese pretende adaptar el material de “Infernal affairs” a su propia mirada más que adaptarse él a elementos nuevos y ajenos, por ello a “Los Infiltrados” no le falta el sello de su autor pues posee el ritmo frenético, los rasgos existenciales y el humor negro que tienen las obras del director italoamericano.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhkM0R_eSdvGBvpQp9nlapC-2lI-qiU0wbZ-NuH3sHf3YIS6TW31Dd0yT8TW7HdKZHmdkf8-ANnKdJZk5KxXGqIRWs8wYWA7KekFUPhNGe7pXeUe2BE1qvaPdzZlojKeHD4ntv8FJCYmPi/s1600/TheDeparted1.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 148px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhkM0R_eSdvGBvpQp9nlapC-2lI-qiU0wbZ-NuH3sHf3YIS6TW31Dd0yT8TW7HdKZHmdkf8-ANnKdJZk5KxXGqIRWs8wYWA7KekFUPhNGe7pXeUe2BE1qvaPdzZlojKeHD4ntv8FJCYmPi/s320/TheDeparted1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5693890574988940130" border="0" /></a></div><br />“Los Infiltrados” en su desarrollo podría pensarse que es demasiado juvenil para el director, pero a pesar de eso, Scorsese nos sorprende y construye un filme crepuscular, una odisea mucho más negra que el juego de móviles, misiones y soplos, todo aquel que conozca suficientemente el cine de Scorsese ya sabe de lo que le hablo. El montaje, absolutamente excepcional, le infiere un ritmo al filme pocas veces visto. Tengamos en cuenta que hablamos de una película que dura más de dos horas y media y el aburrimiento no asoma ni por recomendación. Scorsese no le da ni el más mínimo respiro al espectador, avanza con un crescendo increíble hasta llegar a una parte final que ya pertenece por derecho propio a los anales de la Historia del Cine debido a su dureza, además es por esta cinta que Scorsese pudo por fin alzarse como mejor director en los Premios Oscar. El vaivén entre los dos agentes infiltrados, Billy Costigan y Colin Sullivan, proporciona las dosis de suspense suficientes para que las dos horas y media de metraje no se estiren demasiado (y aunque sobren evidentes subtramas, como la que relaciona a los dos topos con la psicóloga policial), incluso a partir de materiales tan sugerentes como el silencio a través de la línea telefónica o la persecución por las calles después del cine porno. Secuencias necesarias, por otro lado, para compensar las habituales situaciones que tienen los personajes de Scorsese, en esta película se nota que la fauna humana que compone la cinta respira para la historia. El más interesante de todos es sin duda Billy Costigan, interpretado sin fisuras por DiCaprio, un buen actor ninguneado por su cara adolescente, pero que es eclipsado continuamente por el más plano y aburrido inspector Sullivan, en gran parte culpa del inefable Damon, y entre los dos se yergue un Jack Nicholson contenido, pero muy suyo al mismo tiempo. Un triángulo inestable rodeado de mafiosos y policías escrupulosos, a excepción del malcarado sargento de Mark Wahlberg, todos estos personajes de una manera u otra invocan continuamente a los personajes presentados en “Buenos Muchachos”.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFxF3HqVFthzrp41YXHezevAnwqsDjdmdySSQgL73zQ_KIhNZlm5K_bZO3-vRfLc7TuL2BfAxA7KK9AISETjrFktAE-Gm0pcdWOybWTl-HsTRq5ex3g35rleT_W0c2wWrebqD4TBtWTyxu/s1600/2006_the_departed_003.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 148px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFxF3HqVFthzrp41YXHezevAnwqsDjdmdySSQgL73zQ_KIhNZlm5K_bZO3-vRfLc7TuL2BfAxA7KK9AISETjrFktAE-Gm0pcdWOybWTl-HsTRq5ex3g35rleT_W0c2wWrebqD4TBtWTyxu/s320/2006_the_departed_003.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5693890783924739810" border="0" /></a></div><br />Jack Nicholson realiza uno de sus mejores papeles como el capo de la mafia que la policía quiere atrapar, un hombre sin escrúpulos y sin principios que en manos de Nicholson adquiere una dimensión única. Las interpretaciones y la cuidada composición de personajes es uno de los principales fundamentos de la cinta. Más allá de los actores principales y los roles protagónicos, es notable la elección del resto del elenco realizada por Scorsese. El aporte que realizan Martin Sheen, Ray Winstone, Vera Farmiga y Alec Baldwin, para que sus personajes adquieran una identidad propia y cada escena esté dotada de una riqueza y color extraordinarios es vital para la verosimilitud que se desprende en cada momento. La trama, además, y en parte gracias a este preciso aporte, mantiene su constancia y continuidad dejando escaso marco para su caída en baches de intrascendencia. Scorsese ha acertado de lleno en muchísimas cosas. Una de ellas es que siendo un remake, ha logrado crear un filme con un universo propio al mismo tiempo que homenajea la cinta hongkonesa de dos formas muy inteligentes, una es creando alguna secuencia similar a la original, aunque evidentemente cambiando el tratamiento. Y la otra es introduciendo un pequeño chiste, si se le puede llamar así, en el argumento, con ciertos personajes asiáticos y cierta cosa que les suelta Nicholson. Habrá quien vea esto como una burla. Evidentemente hay gente que no tiene sentido del humor. Por otro lado Scorsese muestra sin ningún tipo de estupor diálogos sangrantes sobre la Iglesia Católica, algo que sorprende muchísimo viniendo de él. Los dos momentos en los que la Institución es atacada no deja títere con cabeza. Pero lo bueno del asunto es que en el filme no sobra ni falta una sola palabra o línea de diálogo. Todo está impresionantemente bien medido y recitado, lo que hay de novedad en “Los Infiltrados” se ciñe exclusivamente a la superficie del proyecto, es decir a lo meramente argumental. Esto no tendría especial importancia si de ello no se derivase algo más definitorio, y es que con este proceso Scorsese no pierde en familiaridad con el entorno descrito (Nueva York y sus habitantes, ya convertidos en signos característicos de gran parte de su obra) y en consecuencia, mediante ese mismo proceso, gana en distanciamiento sobre los nuevos hechos y personajes mostrados. Éste me parece uno de los puntos clave a la hora de valorar el filme.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuJBJHaChGfwoU8zlmU4lAK0bv47aPA9Kqc2rl3BwNgku-Aw8k_flMS_y9G1fuC-unbDBLH-oV9skKkh01ptAcHdOwlpuXaDjrFZnPEWs_uGxMQC6h4dyT1XVDXvr7iPA5yhAaf5kLSbzG/s1600/departed1_1024.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 147px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuJBJHaChGfwoU8zlmU4lAK0bv47aPA9Kqc2rl3BwNgku-Aw8k_flMS_y9G1fuC-unbDBLH-oV9skKkh01ptAcHdOwlpuXaDjrFZnPEWs_uGxMQC6h4dyT1XVDXvr7iPA5yhAaf5kLSbzG/s320/departed1_1024.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5693891021796586162" border="0" /></a><br /></div><br />La verdad es que no puedo expresar todas sus virtudes en una sola frase: su excelente guión te deja con la boca abierta cada minuto que pasa. “Los Infiltrados” es una reflexión sobre la verdad y el poder destructor de la mentira, sobre la lealtad y los caminos que debemos afrontar por mantenerla. Scorsese nos ofrece un tratado sobre el sentido del deber a través de la historia de unos jóvenes que se hacen policías. Unos simplemente para llevar pistola y otros por el auténtico significado de la placa. Costigan y Sullivan son diferentes, no se conocen entre sí, pero forman parte del mismo mundo y comparten sin saberlo sus principales relaciones. El jefe de la mafia y una mujer. A través de estos dos triángulos, esenciales para la narración y que el público conoce antes que los propios personajes, la trama va tomando forma de manera gradual y creciendo en tensión e interés. Hasta un final que parece un poco forzado, pero en el que Scorsese sigue esquivando lugares comunes. No puede dejar de percibirse un guiño de ironía y humor en el desenlace de la cinta, y es que para entonces lo más importante ya está consumado: con la pasión y adrenalina que reclama el género, más algunos condimentos extras, y Jack Nicholson mediante, casi reinventando el rol de capo de la mafia, “Los Infiltrados” es una película en la que sobra mucho y falta poco. Para la felicidad de los espectadores. La incapacidad de huir de una sociedad que propicia el enfrentamiento y que tan sólo deja espacio para el triunfo social a los más corruptos, arroja una acerada visión sobre el mundo y la política actual que Scorsese puntúa maliciosamente situando la bandera norteamericana como fondo de innumerables secuencias cuyo centro es la corrupción y violencia. Scorsese logra un filme ágil, crítico e interesante, golpeando con ira en muchas direcciones. En aquellas películas de los años cuarenta a las que antes hacía referencia, casi siempre permanecía un resquicio para la esperanza pese a la negrura de su discurso, sin embargo, ahora, en los tiempos que corren, parece que ya sólo las ratas, a las que tantas referencias se hacen en el filme, sean las que únicas que se atrevan a quedarse en el barco. Scorsese demuestra de nuevo que es “el maestro” contando historias urbanas.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/pAOo96KghRY" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Un nuevo clásico del cine criminal americano”<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-21361979403023386402011-12-31T15:19:00.000-08:002012-01-04T13:34:06.623-08:00Robó, Huyó y lo Pescaron<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Woody Allen<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1969 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Comedia <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 8.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Woody Allen, Janet Margolin, Marcel Hillaire, Jacqueline Hyde, Jan Merlin y Lonny Chapman<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVm0B2dUB0OomXI0ASK6ElLzkmo31G7Mdtas57vIvdcmrHsK2L1xQs9Yieascgi-_gjlm54Y6GRlceCnMf5eb3bcRLjVBPUVa21OQK9Hj8h4w12eEE6HDwz8FqAczptf9QpWmlj32ss9Y/s1600/600full-take-the-money-and-run-poster.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 227px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVm0B2dUB0OomXI0ASK6ElLzkmo31G7Mdtas57vIvdcmrHsK2L1xQs9Yieascgi-_gjlm54Y6GRlceCnMf5eb3bcRLjVBPUVa21OQK9Hj8h4w12eEE6HDwz8FqAczptf9QpWmlj32ss9Y/s320/600full-take-the-money-and-run-poster.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5692441083428135794" border="0" /></a><br /></div><br />A través de una serie de entrevistas con quienes le conocieron, la película nos introduce en la vida del incompetente asaltante Virgil Starkwell (Woody Allen), quien siempre estuvo abocado a la delincuencia, después de pasar una infancia a merced de los chicos más fuertes que él y tras descubrir que su carrera musical no tenía futuro, Virgil comenzó a robar, pero su escaso talento pronto le conduciría a la cárcel; El primer largometraje dirigido e interpretado por Woody Allen es probablemente una de las películas más caóticas del realizador neoyorquino, sin embargo resulta, además una de las más divertidas junto con “La Última Noche de Boris Gruschenko (1975). En “Robó, Huyó y lo Pescaron” se pueden rastrear en la superficie algunos de los elementos más característicos del posterior espacio creativo construido por su director, no obstante lo realmente atractivo del filme y lo que le hace tan divertido es su desquiciado sentido del humor absurdo, que no sólo tiene presencia de manera superlativa en la mayoría de "<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Gag">gags</a>", sino también en el empleo de la maquinaria cinematográfica: se advierte, por tanto, ya desde este inicio (apuntado también el filme japonés que Allen dobló y volvió a montar: “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/12/que-pasa-tiger-lily.html">¿Qué Pasa, Tiger Lily?”</a>), que además tiene un interés por la experimentación del lenguaje fílmico, desde una perspectiva formal y narrativa. Con muy poco dinero, con unos medios francamente limitados, pero con un entusiasmo del que sabe que realiza su ópera prima, Allen se lanza en solitario a la gran pantalla con una cinta realizada entre amigos (es en esta película cuando Allen conoce al que será durante muchos años su operador de montaje, Ralph Rosenblum), así Allen levanta contra viento y marea su primer proyecto cinematográfico, para lo cual, a falta de la experiencia que otorga una carrera avanzada, echa mano de los clásicos para dar vida a la trama.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyK0IrgcjI9pKMyu4UXXXwwjxDAyCAbXm56ahyphenhyphenDRst6SigkRoYZCMdxWSL3dOLMOHsm-CNJNZ1e9-QpFvfDHScou3O4C0gZeNWAVy5S85P1kzngyve_S9f2bXWV9yNNxgdBgXUN48TGc/s1600/xX3487nJ1n1Qrolu3Ko9k6U4nVp.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyK0IrgcjI9pKMyu4UXXXwwjxDAyCAbXm56ahyphenhyphenDRst6SigkRoYZCMdxWSL3dOLMOHsm-CNJNZ1e9-QpFvfDHScou3O4C0gZeNWAVy5S85P1kzngyve_S9f2bXWV9yNNxgdBgXUN48TGc/s320/xX3487nJ1n1Qrolu3Ko9k6U4nVp.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5692439498437587586" border="0" /></a><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Esta búsqueda sistemática y heterogénea de nuevos caminos y formatos, la adopción de diferentes géneros y la continua tarea creativa caracteriza el impulso artístico de su autor, y, también, supone el mayor escollo, imponiendo una evidente irregularidad en su obra. Y esto es aplicable a cualquier etapa del realizador. Porque, al contrario de mayoritarias opiniones que ven en Allen a un maestro y/o afirman, con sorprendente negligencia, que cada nueva película suya es una nueva obra maestra, el cine de Woody Allen es tan rico como limitado, tan inteligente como desprovisto de verdadera genialidad (lo que no quiere decir que no sea en ocasiones magnífico). “Robó, Huyó y lo Pescaron” se sitúa dentro de la lógica evolución de su responsable, que después de participar (como actor y/o guionista) en comedias de otros directores como “<a href="http://www.filmaffinity.com/es/film988764.html">¿Qué Tal Pussycat?</a>” (1965), filme dirigido por Clive Donner bastante flojo, que cuenta no obstante con una curiosa caracterización de Allen y la siempre agradable presencia de Paula Prentiss y Romy Schneider, se decide a dar el paso a la dirección cinematográfica realizando un filme cómico estructurado principalmente en una sucesión de gags, apuntando parcial y moderadamente algunas de las constantes de su obra posterior, sin obviar un retablo, más acertado que menos, de citas y parodias a filmes y géneros clásicos. Empero, una lectura de la película más interesante, ya señalada en el párrafo introductorio, se encuentra en su carácter humorístico, desbordante de un notable sentido del absurdo textual y visual, sorprendentemente mucho más logrado que en sus tres filmes inmediatamente posteriores. Construidos de forma bastante parecida; ni siquiera en sus últimos largos estrenados, son deudores parcialmente de este modelo, Allen consigue resultados tan satisfactorios como en esta ocasión.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDtOiab8MkGEGtz-fyRBtYQzSyKEOalz9Z5DNp7-rAh0-d-qshCtwwbZ3UTG-34RCwQsVEEBhk6sFTt2RRFYjxvSFw1uOk6jI-XbmL8umkkXzGUXbV71piHjR7gqEIVFg6rhSIgoM3iBM/s1600/1969_take_the_money_and_run.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDtOiab8MkGEGtz-fyRBtYQzSyKEOalz9Z5DNp7-rAh0-d-qshCtwwbZ3UTG-34RCwQsVEEBhk6sFTt2RRFYjxvSFw1uOk6jI-XbmL8umkkXzGUXbV71piHjR7gqEIVFg6rhSIgoM3iBM/s320/1969_take_the_money_and_run.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5692439696660894482" border="0" /></a></div><br />Este humor cimentado en el absurdo de situaciones llevadas hasta el delirio, unido a esa estructura caótica antes aludida y una cierta ligereza, revela un extraño referente en el espíritu de las comedias de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Howard_Hawks">Howard Hawks</a> y, uno mas evidente (citado en numerosas ocasiones), en el anárquico mundo de los <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hermanos_Marx">Hermanos Marx</a>. Merece la pena recordar algunos de los (memorables) momentos que ponen en practica esta base teórica: I) El magnífico gag en el que Virgil Starkwell, roba el bolso a una anciana, del cual, cuando Virgil lo abre, salta una serpiente de juguete y encuentra únicamente una cadena de hierro. Escena rodada por Allen empleando la cámara en mano con cierto criterio y una conjunción de planos muy coherente (el primer plano en movimiento del bolso cuando Virgil corre para ocultarse con el botín), con un acompañamiento musical frenético que acentúa la farsa representada. II) La divertidísima escena, ésta exclusivamente edificada en los diálogos, del intento de robo de un banco por parte de Virgil, mediante una nota que entrega en una ventanilla y con la que el empleado se muestra contrariado porque ¡no entiende la letra! ("gun", revólver en castellano vs. "gub", similar fonéticamente a la palabra "gab", que significa palabrería en castellano) resulta un detalle realmente ingenioso) comenzando una serie de dimes y diretes entre los miembros del banco (incluido el vicepresidente, pues es necesaria su firma para retirar dinero) y el atracador. III) La descripción de la relación entre el joven Virgil y su abuelo, con imágenes en blanco y negro, que concluye de forma hilarante, totalmente absurda (en el buen sentido) e irreproducible en palabras, en el que Allen se sirve de imágenes de archivo. IV) Ese excelente gag eminentemente visual en el que se juega con la apariencia, en el cual lo que se ve (un preso azotado) es, en este caso, un divertido engaño (en realidad el guardia dirige los latigazos a la sombra del recluso reflejada en la pared).<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqHCI8kto-NUKBYVDt0fr02lK83HihpURE1gOHFn_abRlcKtVGBBAyMkkHgUgSMRtUpTtUKFJdc9BRbllZbnpH7o19wYKzDH4bNd1LMpG0tyL-R74-8h8Z7J2Jf8Eo-bAhNa6lLFhhHx4/s1600/take-the-money-1-300x168.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqHCI8kto-NUKBYVDt0fr02lK83HihpURE1gOHFn_abRlcKtVGBBAyMkkHgUgSMRtUpTtUKFJdc9BRbllZbnpH7o19wYKzDH4bNd1LMpG0tyL-R74-8h8Z7J2Jf8Eo-bAhNa6lLFhhHx4/s320/take-the-money-1-300x168.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5692440162484788802" border="0" /></a><br /></div><br />V) La parodia protagonizada por los seis presos encadenados entre sí, un tanto alargada, pero tremendamente divertida sobre todo en su encuentro con el policía local, en casa de una anciana, que les obliga a tener que andar siempre muy juntos y que alcanza un delirante clímax cuando tras ir ¡todos! juntos al baño, la mujer le dice al policía que son los fugitivos, que están encadenados y por esos están tan pegados los unos a los otros; el agente responde aturdido que creía que estaban muy unidos (emocionalmente se entiende). VI) La entrevista de trabajo en la que hay un sorprendente cambio de papeles mediante un excelente y sutil giro en la conversación entre el entrevistado (Virgil) y el entrevistador. Siguiendo con Hawks, las líneas maestras que éste asentó con sus comedias, son seguidas óptimamente por Allen en su película y también en trabajos posteriores, consiguiendo que el absurdo representado logre el efecto deseado. Las caracterizaciones de los actores, siempre distanciados adecuadamente de aquél (la mencionada secuencia del intento de robo mediante la nota con errores ortográficos), cumplen la idea “hawksiana” de evitar a toda costa que los intérpretes quieran resultar graciosos. Por su parte la diferencia entre lo que dicen y hacen los personajes, deviene algo más rudimentaria que en el universo cómico del director de “Los Caballeros las Prefieren Rubias” (1953), sin embargo resulta bastante efectiva: por ejemplo en la escena que clausura la película o en todo lo concerniente a la chantajista. Aunque Allen, en contra de lo que preferiría Hawks, escribe frases graciosas, es notable su facilidad para construir diálogos ingeniosos y chistes, también potencia la vertiente contraria como demuestra nuevamente la escena del robo frustrado, sin duda una buena pieza de esta forma de entender lo cómico.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSfOHpJHfEymRVGXHfhaIfal3xxeQpOezwjd-P_dxBRpl5B4xLi3h7suyz9FiMnA1gSCukhyphenhyphen3e9UQIY_3r977Tsppv-J4nrC1lYFw2Nw2t729uGpkx66nPUmwAdr2H9eaqO0c8ng3kInM/s1600/take_the_money_and_run_1969_1.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSfOHpJHfEymRVGXHfhaIfal3xxeQpOezwjd-P_dxBRpl5B4xLi3h7suyz9FiMnA1gSCukhyphenhyphen3e9UQIY_3r977Tsppv-J4nrC1lYFw2Nw2t729uGpkx66nPUmwAdr2H9eaqO0c8ng3kInM/s320/take_the_money_and_run_1969_1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5692440597727871506" border="0" /></a><br /></div><br />Como ocurre con todas sus películas hasta “Dos Extraños Amantes” (1977), el humor aún se sustenta más en las situaciones absurdas en las que se mete el patoso y enternecedor personaje de Allen (el desfile, la partida de billar, los atracos, la máquina plegadora) y que remite al “slapstick” y a los clásicos de Chaplin, Keaton o Lloyd, que en el humor verbal o en las alusiones cultas, la clase de intelectualismos que, con razón o no, tanto molestan a sus detractores. Aquí no hay amores contrariados ni dilemas morales, sólo ganas de hacer reír. Es precisamente esa falta de pretensiones lo que sigue haciéndola, pasados tanto años, tan simpática y entrañable, lo que consigue, por muchas veces que la haya visto, arrancarme muchas risas y más de una carcajada. Y tal como está el mundo, amigos, eso es sencillamente impagable. Y a todas esas escenas a cual más descacharrante se unen detalles, insertos, pequeñas salidas de tono decididamente magníficas: las gafas de Virgil desde pequeño objetivo de sus agresores llega hasta pisarlas el juez que le envía a la cárcel; el ridículo disfraz, en este caso buscando claramente un efecto humorístico, que llevan los padres de Virgil mientras son entrevistados; el intento de atropellar a la chantajista en el salón de su casa y el diálogo posterior; la indescriptible y antológica caracterización de Allen como un rabino; el aseo y preparación de Virgil para su cita con Louise (preciosa Janet Margolin) en el que termina saliendo del apartamento sin pantalones (posiblemente el mejor gag del filme)... Así mismo el director, muestra su notable mordacidad en el retrato de los responsables de la ley (el repelente agente del FBI que alardea de conocer a Hoover y el sádico jefe de la prisión de trabajos forzosos), de la educación paterna (el padre no hace más que insistir en que Virgil es un ateo), del matrimonio (la discusión realista y divertida entre Louise y Virgil por la utilización de la ducha o el primer desayuno de la pareja), de la psiquiatría, de fobias y miedos del propio realizador (los agentes de seguros, el reencuentro con antiguos compañeros de juventud).<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif9EkF6_ha9Gq-I8on3UqqF57C8huorYIONINgNWX51yNUx7Fw3f1i681HmXBbH3NLWC6XSMLF2HoqrllF1NSennlexfJPEsq0yXxrkKQqPmxRXJXlaROe-3xrzUweeXEZcflJew7Svco/s1600/6a00d83451cb7469e20147e414c0c4970b-800wi.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif9EkF6_ha9Gq-I8on3UqqF57C8huorYIONINgNWX51yNUx7Fw3f1i681HmXBbH3NLWC6XSMLF2HoqrllF1NSennlexfJPEsq0yXxrkKQqPmxRXJXlaROe-3xrzUweeXEZcflJew7Svco/s320/6a00d83451cb7469e20147e414c0c4970b-800wi.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5692440852835613202" border="0" /></a><br /></div><br />En “Robó, Huyó y lo Pescaron” Allen experimenta como el novato que es hasta la extenuación con las posibilidades de la técnica y la narrativa cinematográfica, estructura el filme como un falso documental; emplea a un narrador en off que detalla algunas de las vivencias del protagonista en continuo contraste con la imagen (lo que dice el narrador es una interpretación neutra del continuo delirio cómico representado); alterna fragmentos en primer persona de la vida de Virgil con entrevistas; introduce en off los propios pensamientos de Virgil cuando así lo cree necesario supliendo al narrador; juega abruptamente con el montaje y la banda sonora (por separado o en conjunto), componiendo escenas enfáticas, carentes de cualquier sutilidad; emplea la cámara al hombro con frenesí e insistencia; recurre al plano contraplano para las conversaciones; prueba el sentido de un picado y un contrapicado; utiliza el primero plano para detallar un aspecto importante de la escena; se pliega al uso del zoom; acomete un travelling para seguir a Virgil dentro de la cárcel; repite en dos ocasiones un descriptivo movimiento de cámara para encuadrar a los dos protagonistas y mostrar el acercamiento que surge entre ambos...Lo que más me gusta de Allen es su inconmensurable vena para el humor; nació para hacernos reír, en conclusión es una película muy buena que merece el justo apodo de gran obra y de clásico, esto segundo para hacerle justicia intemporal. Llena de momentos que el espectador no olvidará fácilmente porque nos atrapa desde el principio, con un claro aire de sencillez en su dirección y su clásico pero no sobreactuado histrionismo. Si te gusta Woody Allen es una de las mejores, si no te gusta, qué le vamos a hacer; nadie es perfecto. A pesar de todo esto y gracias a ello “Robó, Huyó y lo Pescaron” es el comienzo de una obra desigual y atractiva, es uno de los experimentos cinematográficos más divertidos, subversivos e inteligentes de su realizador y una de las películas más hilarantes del cine moderno.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/-UHOgkDbVqc" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“excéntrica y divertida”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-25116786589352361172011-12-28T13:56:00.000-08:002011-12-28T14:31:13.482-08:00Vincent<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Tim Burton<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1982 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Animación/Cortometraje <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 09/10<br /><span style="font-weight: bold;">Productora:</span> Walt Disney Productions/Buena Vista Distribution Company<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTRGV2sbN9fk_BKFIzgzUcb_QH1TlXeneUtMmIYdvw6rAuGR7UWIgRx8CbIBB4W_7ShySjC7Jx5n3-t3tcvfJgsXlP8P8yizO2kye8N1keWrT_WcOBxGK3byeVU95gzRzQX8BxZI0BMyg/s1600/Gr%25C3%25A1fico1.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 217px; height: 314px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTRGV2sbN9fk_BKFIzgzUcb_QH1TlXeneUtMmIYdvw6rAuGR7UWIgRx8CbIBB4W_7ShySjC7Jx5n3-t3tcvfJgsXlP8P8yizO2kye8N1keWrT_WcOBxGK3byeVU95gzRzQX8BxZI0BMyg/s320/Gr%25C3%25A1fico1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5691305101522210738" border="0" /></a><br /></div><br />Vincent Malloy, es un niño de siete años que sueña obsesivamente ser como el actor <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Vincent_Price">Vincent Price</a>, para ello se pierde en extrañas ensoñaciones ante la preocupación de su madre, su mente parece oscilar entre el mundo real y el mundo de los sueños diurnos en donde encarna a su actor admirado en diversos papeles que tuvo en el cine, especialmente en aquellas cinta influenciadas por la obra del escritor <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Edgar_Allan_Poe">Edgar Allan Poe</a>, Vincent no sólo se limita a esta corporación obsesiva, sino que está inclinado hacia una visión de la vida oscura, solitaria y marginal, de la que parece no poder (o querer) escapar. Menos de seis minutos le servían al veinteañero Tim Burton para hacerse un nombre y grabar su nombre con fuego en la historia del cine reciente. Este cortometraje es un canto a sus obsesiones, una oda a la ciencia-ficción y al terror, una de las radiografías más lúcidas sobre la infancia y una cumbre de la animación en <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Stop_motion">stop-motion</a>, no tanto por su complejidad sino por su puesta en escena. Los checos llevaban ya décadas utilizando esta técnica, pero con “Vincent”, Burton conseguía algo diferente: instaurar un estilo, a medio camino entre lo gótico y lo paródico (desde el humor negro), con influencias clarísimas como el <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cine_expresionista_alem%C3%A1n">Expresionismo Alemán</a>: rostros pálidos, caras expresivas, gestos exagerados y una puesta en escena fantasmal, macabra pero a la vez fascinante. En este primer trabajo de Tim Burton, ya podemos apreciar todo el talento estético que se convertiría en el sello de su filmografía.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEsgvsv7mOhKRKeKLWhcBFXp_PRbAeujN5LEekSohK8TfiLDyTpT92Laf-xFilKGc7Qdb79rRwC0qQ5ly-JoMoPfgVBlKZ30xtALVO4GztypcZqtRO8cc7iIkiL1i7JJqMsREvgc-IsoU/s1600/vincent+-+vincent_004.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 157px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEsgvsv7mOhKRKeKLWhcBFXp_PRbAeujN5LEekSohK8TfiLDyTpT92Laf-xFilKGc7Qdb79rRwC0qQ5ly-JoMoPfgVBlKZ30xtALVO4GztypcZqtRO8cc7iIkiL1i7JJqMsREvgc-IsoU/s320/vincent+-+vincent_004.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5691304481746366306" border="0" /></a><br /></div><br />Un gato negro da inicio a esta obra. Desde un árbol, se sube a un muro y va a dar a la ventana de una casa. Donde conocemos a Vincent, un niño que desearía ser Vincent Prince, pero que para su desgracia su vida está lejos de ser similar a la de su ídolo cinematográfico. Él tiene que soportar a su tía, es así que mediante un juego de realidad/ficción, Burton nos define perfectamente a un personaje en tiempo record. Nos habla de las inquietudes de un joven diferente y lo hace desde la sinceridad, sin recurrir a tópicos, mostrándolo con un estilo único y avalado por su técnica, con sus tétricos y retorcidos diseños. Tras ver “La Caída de la Casa Usher” (1960), “El Gabinete del Doctor Caligari” (1920) o “Nosferatu” (1922), uno puede entender mejor el cine de Burton, quien lucha por mantener sus proyectos personales frente a las mieles comerciales de las grandes producciones, es así que la infancia, la soledad, el miedo, el aislamiento y los personajes monstruosos serán parte del estilo de las obras de Burton, cabe recordar que “Vincent” está basado en un poema que el director escribió cuando trabajaba como animador en Disney, pero por el perfil de la empresa no le permitían desplegar sus ideales oscuros. Era muy pequeña la primera vez que tuve contacto con el cine de Burton, la primera cinta que vi fue “El Joven Manos de Tijeras” (1990), pero no me di cuenta del trasfondo social y crítico que tenia, luego llegarian “Beetlejuice” (1988) y “Batman” (1989), pero aun estaba muy joven para entender el gran arte de Burton, pero algo me inundó. No creo que sus películas llegaran a afectar el transcurso de mi vida, no voy a llegar al límite de decir eso, pero si que hubo un “algo”.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhfUqygieXYMk2vg643fI2kob5vV9KGdOdZwRqwEEsMwRmTuSk2dp0n_rVXQsjYh2uyjtAxD316iViLpIo5f3kVAgW61TV5E_MHPZDOd0t4FFO0WatX05yTcWMreSD95Q2pD20_fCpEwY/s1600/5a8301188146f73a31079771d8b58f45.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 157px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhfUqygieXYMk2vg643fI2kob5vV9KGdOdZwRqwEEsMwRmTuSk2dp0n_rVXQsjYh2uyjtAxD316iViLpIo5f3kVAgW61TV5E_MHPZDOd0t4FFO0WatX05yTcWMreSD95Q2pD20_fCpEwY/s320/5a8301188146f73a31079771d8b58f45.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5691304620950654514" border="0" /></a><br /></div><br />Luego más tarde, al principio de mi juventud, llegaron otros filmes suyos. Volví a ver los tres mencionados. Luego más películas y volver a ver las ya visionadas. Incluso ahora sigo y sigo. Pero investigando llegue a las raíces de Burton y me tope con sus primeros trabajos, donde descubrí esta joyita. Puede realizarse una larga lista de aciertos en este corto, pero me gustaría centrarme en uno muy especial. La desesperante contradicción interna que la mayoría de seres humanos vivimos en la cotidianidad que nos obliga a aparentar ante los demás una imagen completamente extraña a lo que sentimos en lo más interno de nuestro ser y nuestra conciencia. El lector puede vanagloriarse diciendo: “yo soy lo que soy gústele a quien le guste”, pero parafraseando las ideas de un conocidísimo personaje: el que nunca haya aparentando lo que no siente en algún momento de su vida, que tire la primera piedra. Personalmente creo que es la mayor virtud de esta animación, desenmascarar la careta y la farsa que obligadamente llevamos en nuestra inverosímil existencia. El personaje que inspira todo el cortometraje es sin duda Vincent Price, un auténtico ídolo para Tim Burton, quien quería ser como él, al igual que el protagonista, Vincent Malloy. Incluso Price es quien narra la historia en la versión original, lo que da una fuerza mayor a ese trío de personajes por los que Burton siente gran admiración y que influyeron en este su primer trabajo (me refiero a Vincent Price, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Roger_Corman">Roger Corman</a> y Edgar Allan Poe). De hecho, Price participó hasta en siete películas que Roger Corman dirigió basadas en la obra de Edgar Allan Poe. Por lo que podrás hacerte una idea de la gran importancia y el gran trabajo que representa para Burton este cortometraje.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxkshQsJrYNKPt4LLASD1ge_CxYTo8c7Yvkr0sHqxE4VDLn3SbXz8gRmofeRyi6pOIWBdqKMJ1wOWLE_BPvdRTPC4VWnZGdPR5MG0mALbdgolRU2CyFromBoSnJeaQvYFOpm9PHPtS4dw/s1600/vincent_post.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 157px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxkshQsJrYNKPt4LLASD1ge_CxYTo8c7Yvkr0sHqxE4VDLn3SbXz8gRmofeRyi6pOIWBdqKMJ1wOWLE_BPvdRTPC4VWnZGdPR5MG0mALbdgolRU2CyFromBoSnJeaQvYFOpm9PHPtS4dw/s320/vincent_post.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5691304879939690786" border="0" /></a><br /></div><br />El cortometraje solo se exhibió dos semanas en un cine de Los Angeles, ganando varios premios. Luego la compañía Disney lo archivo por su falta de salida comercial. Más adelante con la aparición de los DVD se lo incluyó como contenido extra en “El Extraño Mundo de Jack” (1993). Tras haber visto este cortometraje me pregunto si el bueno de Burton se inspiró en su propia juventud para llevar a cabo la caracterización de Vincent. Es posible conociendo los gustos atípicos del director. En cualquier caso es una delicia poder ver estos seis minutos que contienen en sí mismos lo que será el desarrollo de buena parte de su obra posterior. Toda una declaración de intenciones por parte de un joven Burton. La estética de "El Extraño Mundo de Jack" o "El Cadáver de la Novia" (2005) está contenida en esta obra, los extraños personajes que se verán en otros de sus largometrajes beberán de este atormentado e incomprensible niño. Este cortometraje es uno de los más hermosos que he visto en mi vida y habla de una sensación que la mayoría de nosotros hemos tenido al ser niños: la incomprensión de los adultos hacia nuestras pasiones y los sueños desbordantes de llegar a ser artistas. Gatos negros, oscuridad y tías gordinflonas para retratar un mundo de color y nostálgica juventud. Desde luego que es un modo interesante de afrontar la niñez y todo lo que ésta conlleva. Así comienzo con mi análisis de la obra de Burton, uno de mis directores favoritos y como remate de este post les dejo con el cortometraje mencionado, disfrútenlo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/ZH3R5ntFK3c" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Primera obra maestra de Burton"<br /><br /></div>Mabel Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/07887798769274515934noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-55571132981886923732011-12-25T11:44:00.000-08:002011-12-25T13:01:03.290-08:00Jardines de Piedra<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Francis Ford Coppola<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1987 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 6.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> James Caan, Anjelica Huston, James Earl Jones, D.B. Sweeney, Dean Stockwell, Mary Stuart Masterson, Elias Koteas y Laurence Fishburne<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXluGuTgIwxG_w6NccbQDeuCMRXNL579LHWyUkKS8voytwK1cDrWHsbIPWySB1v5akwhyphenhyphen0yNBibJBPKAJ6NmHRcSX5TmDIfy-xDqRQt-ZF5fxNG4kq59_rBbgAJizKAp7uPotJPpbK5Q-Z/s1600/Gardens_of_Stone-186262967-large.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 206px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXluGuTgIwxG_w6NccbQDeuCMRXNL579LHWyUkKS8voytwK1cDrWHsbIPWySB1v5akwhyphenhyphen0yNBibJBPKAJ6NmHRcSX5TmDIfy-xDqRQt-ZF5fxNG4kq59_rBbgAJizKAp7uPotJPpbK5Q-Z/s320/Gardens_of_Stone-186262967-large.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5690157229654654130" border="0" /></a><br /></div><br />"Los Jardines de Piedra" es el nombre del Cementerio Nacional más importante de Arlington, un camposanto con vastas y onduladas colinas sembradas de lápidas de mármol, en los últimos años la mayoría de los soldados allí enterrados proceden de la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Vietnam">Guerra de Vietnam</a>. El sargento Clell Hazard (James Caan) es un condecorado veterano que entrena a los mejores reclutas para convertirlos en soldados de la Guardia Nacional, un cuerpo cuyos hombres, marciales y orgullosos, tienen el honor de rendir homenaje a los soldados muertos en combate, sin embargo, Hazard se siente atrapado dentro de este mundo hecho de rituales relacionados con la guerra, pero que nada tienen que ver con los campos de batalla; Francis Ford Coppola vuelve a Vietnam, pero sin salir de Estados Unidos, sin poner luces psicodélicas alucinógenas. Pues su lugar de acción ahora es un cementerio militar estadounidense y su protagonista una unidad ceremonial allí destinada, allí donde diariamente han de rendirse honores por les numerosos cuerpos caídos. La guerra, en cualquier caso, está siempre presente. En las lápidas, en las conciencias de los soldados, en la moral angustiosa que carcome los aires de esos jardines de piedra. No hay disparos, bombas, ni enemigos visibles. Pero la muerte llega a suelo norteamericano, y convierte jardines en monumentos de piedra. Por eso lo notable de todo esto es que sin necesidad de balas, escenas de acción y de guerra, sin bombas estallando y sin soldados en combate, Francis Ford Coppola logra retratar las consecuencias de la guerra de Vietnam y el trauma que ésta significó para los norteamericanos. Es prácticamente imposible relacionar “Jardines de Piedra” con “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/06/apocalipsis-ahora.html">Apocalipsis Ahora</a>” (1979). Sí, son distintas en su forma, pero son las dos caras de la guerra de Vietnam que Coppola nos ha querido mostrar. Las dos hablan de los horrores de la guerra, una desde el centro del asunto y la otra desde los que se quedan en la casa.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSoFUh5gNzKjXXboZIiAHrlzQ8-To_qLbz_l1bW4EERn3zelxK-ri9QdCCrzYfzY2pdiu5kyr3gWKSZfkZo0CITF-SrcyZIVO6WqlZ4AJs0btrvbgnkdaJTZKpJRGgsVWgRpkee3jU7YZf/s1600/18857470.jpg-r_760_x-f_jpg-q_x-20071115_043446.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSoFUh5gNzKjXXboZIiAHrlzQ8-To_qLbz_l1bW4EERn3zelxK-ri9QdCCrzYfzY2pdiu5kyr3gWKSZfkZo0CITF-SrcyZIVO6WqlZ4AJs0btrvbgnkdaJTZKpJRGgsVWgRpkee3jU7YZf/s320/18857470.jpg-r_760_x-f_jpg-q_x-20071115_043446.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5690156222849970290" border="0" /></a><br /></div><br />Después de que Coppola terminase el rodaje y postproducción de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/11/peggy-sue-su-pasado-la-espera.html">Peggy Sue, Su Pasado la Espera</a>” (1986), no tardó apenas nada en aceptar otro proyecto, pues estaba desesperado por seguir trabajando y seguir ganando algo de dinero, ya que aquella película no había sido tampoco un grandioso éxito y su situación económica era desesperada. Así que aceptó dirigir la adaptación de la novela de Nicholas Proffitt. Por segunda vez un guión en el que él no ha participado, y que firma el mercenario Ronald Bass, un profesional que ganaría el Oscar un año después por su libreto de la regularcita “Rain Man” (1988), aunque en mi opinión aquí hace un trabajo bastante más interesante. El problema es que no es una historia, a mi entender, que parezca excitar la imaginación de Coppola, aunque él la firma con todo un alarde de profesionalidad. La historia de “Jardines de Piedra” es sobria y honesta, pero demasiado simple quizás, pero no por eso deja de ser conmovedora. Sin embargo, al no estar en el centro del conflicto y ser algo como la cara más tranquila (pero no menos dolorosa) de la guerra, a veces se la come la falta de urgencia. A ratos se hace lenta y un tanto parsimoniosa. Lo que sí la hace distinta es la variedad de miradas sobre la guerra que cada uno de los personajes representa. Unos la apoyan, otros la odian, otros no están muy seguros qué sienten. Pero al final, piense lo que piense cada uno de los personajes sobre la guerra, están todos metidos en ella y más allá de su opinión, los perjudicados son todos. La muerte los afecta de una manera u otra, y no les pregunta si les gusta o no la idea. La película comienza con los encargados de organizar los funerales de los soldados caídos. Con eso se está haciendo una crítica bastante directa a la guerra de Vietnam. En Estados Unidos también hay incontables muertos. Es la manera de mostrar que aunque los ataques sean al otro lado del mundo, las consecuencias dan la vuelta completa. “Jardines de Piedra” es la otra cara de la guerra. Una más íntima y centrada en el drama de los soldados y las familias alrededor de ellos.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicNXcbxUqU5d1_3jSjOKF562OOa5wklvYxUpg2YKHOmxiNnW1Al7s2T0f9jcPIfLn5i2d6Qzffg-qs8j5JJw091314ie_fc4OcVAqn1Wom4PnJ2SRgI8GcBtfFxLY5dTLm9Z5TycIf2DeN/s1600/gardens_of_stone_1987_685x385_500.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicNXcbxUqU5d1_3jSjOKF562OOa5wklvYxUpg2YKHOmxiNnW1Al7s2T0f9jcPIfLn5i2d6Qzffg-qs8j5JJw091314ie_fc4OcVAqn1Wom4PnJ2SRgI8GcBtfFxLY5dTLm9Z5TycIf2DeN/s320/gardens_of_stone_1987_685x385_500.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5690156350370240626" border="0" /></a><br /></div><br />Como decía anteriormente, se podría considerar, de hecho que cada vez que se habla de la película, que es una especie de versión en negativo de “Apocalipsis Ahora”, debido a que se sitúa durante la Guerra de Vietnam, y que en lugar de tener como entorno la jungla y de mostrar combates de aquel horror, nos sitúa en la retaguardia, en uno de los múltiples cuarteles de entrenamiento norteamericanos, auténticas factorías de producción, en las que no sólo se enseñaba a matar, sino que se preparaba a los jovenes para sacrificarse por su país. Pero lo cierto es que la aproximación a “Apocalipsis Ahora” es sólo temática, y esto casi de forma anecdótica, pues no hay nada en ella, ni moral y anímicamente, que recuerde a aquella obra maestra de Coppola, quien filma la historia del sargento Clell Hazard, un muy interesante James Caan, sorprendentemente envejecido sólo 15 años después de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/el-padrino.html">El Padrino</a>” (1972), con total dignidad, pero con una falta de chispa, y de imaginación alarmantes. Hazard comienza una afectiva relación con el hijo de un veterano muy amigo suyo, y Coppola quiere emplear esto para hablarnos sobre la emoción del ritual militar. Pero no hay emoción, sólo una vasta melancolía, es así que se convierte en una emotiva y austera reflexión sobre la guerra vista desde un punto de vista muy diferente a “Apocalipsis Ahora”, opuesto en su textura pero afín en su base. Tal vez por eso no tiene el reconocimiento que merece, que visualmente sea una de las películas más convencionales del director. Eso no resta profundidad ni virtuosismo a un filme, pues en mi opinión sigue siendo uno de los trabajos más personales y afilados de Coppola. Es significativo que la guerra de Vietnam esta siempre narrada a través de imágenes en la televisión, que unas veces aparecen en primer plano pero que otras muchas aparecen de fondo, solo perceptibles para el espectador atento, y que siempre buscan plasmar esa sensación de irracionalidad que ya aparecía en “Apocalipsis Ahora”, pero que sobre todo crea un distanciamiento visual de los protagonistas para con el conflicto armado, haciendo mas comprensible el drama interno del protagonista y de toda una sociedad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil1_WIl2bLpNDHE-1CwVvpZAkgRj4yQYv4XoNUfiusbHxpToJwqwfMsGGX-mZAY_Sf3eQUEd-PblDnK3tK7DJTtZIaKUF7vjxYQP5l4MzFXJ6bDh6zXLLGnNOAV_4QuMc3wYIFHQmuUOTn/s1600/Dibujo.JPG"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil1_WIl2bLpNDHE-1CwVvpZAkgRj4yQYv4XoNUfiusbHxpToJwqwfMsGGX-mZAY_Sf3eQUEd-PblDnK3tK7DJTtZIaKUF7vjxYQP5l4MzFXJ6bDh6zXLLGnNOAV_4QuMc3wYIFHQmuUOTn/s320/Dibujo.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5690156740305743442" border="0" /></a><br /></div><br />Muchos tildan a “Apocalipsis Ahora” de anti-bélica y no puedo hacer más que echarme las manos a la cabeza. Francis Ford Coppola no pretendía ser pacifista, sino criticar la forma de hacer la guerra de Estados Unidos. Lo mismo hace en esta película, que se convierte en un alegato hacia el honor y la vida de los soldados que deciden vivir y morir por su profesión, a sabiendas de lo peligrosa que es y con un profundo amor hacia la misma. El soldado Jackie Willow (D.B. Sweeney) es el ejemplo claro de las intenciones del director, que quizá afronta el proyecto con algo de desgana pero mucho menos que en su posterior “Tucker, Un Hombre y su Sueño” (1988). Me explico. La película arranca bien y hasta su último tercio se vuelve muy interesante, entretenida y de grandes valores cinematográficos. Pero en su última parte es atropellada, confusa y falta de carisma, vacía en muchos aspectos y esto juega en su contra. Ni por asomo “Jardines de Piedra” es una mala película, pero debe incluirse, por mucho que se venere al director, dentro de su producción más gris y anodina, junto a otras como “Jack” (1996) o algunas de sus primeras películas antes de “El Padrino”. Parece que el director dirige con solidez a los actores, y narra con oficio y precisión, pero sin alma, sin profundizar en lo que está contando, como pensando en otra cosa. Tanto es así que resulta muy poco interesante que decir sobre ella. Durante el rodaje de esta película, el hijo predilecto de Francis, Gian-Carlo Coppola, moría trágicamente de un accidente de moto acuática a los veintitrés años. Es bien sabido que el director está más que dispuesto a incluir su vida real en sus películas, el ataúd de las escenas finales de la película (no contamos nada, que no se alarme el lector) es el de su propio hijo. Pero no basta para exorcizar sus demonios. El dolor por la muerte del hijo amado ya no lo abandonará por varios años. Pero para acabar con esta inevitable comparación de ambas películas mencionadas, solo me queda decir que el olor a napalm por la mañana es más fuerte que el olor a pasto de cementerio, ustedes me entenderán.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZrDRWzRRH2Py7rbWvnqiHvbO_1hdUL54WNtc4uLSc-pWUx1PPTZAf3VNWPJiAhwsSphYAIN0BNwallsnhqk4ZxXEizhZ193j2q3-2a3UxApFQN_clAbaVqKBX6jfH66j8zjGXQYrLUzM-/s1600/18467276.jpg-r_760_x-f_jpg-q_x-20051228_115652.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZrDRWzRRH2Py7rbWvnqiHvbO_1hdUL54WNtc4uLSc-pWUx1PPTZAf3VNWPJiAhwsSphYAIN0BNwallsnhqk4ZxXEizhZ193j2q3-2a3UxApFQN_clAbaVqKBX6jfH66j8zjGXQYrLUzM-/s320/18467276.jpg-r_760_x-f_jpg-q_x-20051228_115652.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5690156961289921714" border="0" /></a><br /></div><br />Al fin y al cabo “Jardines de Piedra” es un filme sobre la guerra vista desde el otro lado, desde el país que manda a sus hijos y amigos a luchar en una guerra en la que ni siquiera creen, desde un punto de vista mucho mas cercano a las experiencias personales de Coppola. Pero ante todo es todo un manual práctico de lo que significa el punto de vista en el cine, recuperando al Coppola estudioso y trasgresor del lenguaje cinematográfico. El director insiste en repetir ideas, frases y escenas para que cobren nuevos significados en cada una de ellas, como el funeral con el que empieza el filme y que se repetirá posteriormente o la frase “¡Por nosotros y los nuestros! Ya quedan pocos”, que cambian el significado en base a la dirección de Coppola y a la puesta en escena, creando un efecto distinto en el espectador. El director consigue de esta manera tejer un elaboradísimo tapiz de emociones sutiles que no se aprecian con facilidad en un primer visionado. De hecho también cuida mucho un guión que tiene claro lo que quiere contar y muestra pocos personajes pero bien construidos, realizando un trabajo ejemplar. Los personajes aportan siempre algo, o a la parte del conflicto de Vietnam o al tema de la familia. El personaje principal, James Caan, es un ejemplo perfecto de personaje coppoliano. Dividido en su interior entre su familia (el ejercito) y sus ideas sobre el Vietnam, que en el fondo, mas que políticas son emotivas. Pero los temas de la familia y la guerra no son los únicos temas recurrentes que aparecen, pues el personaje vuelve a ser un hombre solo luchando contra un gigante, como es la jerarquía militar, como Michael Corleone o el Coronel Kurtz. En el fondo una prolongación del mismo Coppola, siempre luchando solo contra la industria del cine. La película pasa sin pena ni gloria por taquilla, Coppola tendría que seguir luchando, aceptando trabajos de encargo, ya que no podía dejar de trabajar, pues los bancos lo amenazan con dejarlo en la ruina, pues sus deudas eran multimillonarias, no tuvo mas remedio que resucitar la franquicia que lo llevo a la cúspide del cine mundial, pero de ello hablaremos más adelante.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/b8bIFj-oM_0" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“La guerra vista desde otra óptica”<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-7016851951673586882011-12-22T19:18:00.000-08:002011-12-22T19:55:11.937-08:00Bailarina en la Oscuridad<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Lars Von Trier<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 2000 <span style="font-weight: bold;">País:</span> Dinamarca <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama/Musical <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 10/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Björk, Catherine Deneuve, David Morse, Peter Stormare, Jean-Marc Barr, Joel Grey, Udo Kier, Vincent Paterson, Cara Seymour, Vladica Kostic, Siobhan Fallon y Zeljko Ivanek<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh5eTpG0jQkmUP47X7LQYiGJM8Msm5Qo-x1yx4NqbHOcWYPnlP6b-jDYzdJ23A0A_UCpnxsquBTb9MzGjxHvXwE0NHpEL-rAVtSCZcnIzF8QaAZFsAcqEhYq-stOEEbLtR787pZBJyieM/s1600/dancer-in-the-dark15.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 221px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh5eTpG0jQkmUP47X7LQYiGJM8Msm5Qo-x1yx4NqbHOcWYPnlP6b-jDYzdJ23A0A_UCpnxsquBTb9MzGjxHvXwE0NHpEL-rAVtSCZcnIzF8QaAZFsAcqEhYq-stOEEbLtR787pZBJyieM/s320/dancer-in-the-dark15.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5689166644708266082" border="0" /></a><br /></div><br />Selma (Björk), inmigrante checa y madre soltera, trabaja en la fábrica de un pueblo de los Estados Unidos, la única vía de escape a tan rutinaria vida es su pasión por la música, especialmente por las canciones y los números de baile de los musicales clásicos de Hollywood, Selma esconde un triste secreto: está perdiendo la vista, pero lo peor es que su hijo también se quedará ciego, si ella no consigue, a tiempo, el dinero suficiente para que se opere; La razón por la que el cineasta danés Lars Von Trier me parece uno de los dos más importantes directores del cine actual es que, siendo extraordinariamente radical, no ha caído nunca en una de las corrientes más perversas de nuestra contemporaneidad: el cine del género llamado “de autor”. Con varios amigos cinéfilos he debatido de este concepto en los últimos meses, y parece que comienza a verse con cierta claridad el hecho de que hay autores cuya pose se encuentra muy por encima de su contenido y que viven, en definitiva, de imitar a verdaderos autores clásicos (Bergman, Bresson, Antonioni, etc.). Los estilos podrían generalizarse con facilidad, y tendríamos ese nuevo género al que me refiero. Von Trier, en mi opinión, es una clara excepción, un ejemplo de autenticidad, de expresividad artística por encima de modelos y de modas; un autor que, filmando con el estómago, imprime a sus obras una coherencia poco comparable, ya se que los milagros no existen y de existir, serían consecuencia directa de esa fe ciega que desemboca en devoción absoluta hacia una figura de imprecisa naturaleza, que supera las limitaciones del hombre e interviene, por tanto, en el mundo de los mortales. Pues bien, desde esta concepción de lo milagroso emerge “Bailarina en la Oscuridad” como prodigio artístico de deslumbrante genialidad e insoportable dolor. Si el cine muriese hoy, esta cinta proyectaría las últimas imágenes capaces de obrar el milagro de la resurrección del alma a través de una propuesta que reinventa la gramática con la que se escriben sus arrebatadoras escenas. Y es que esta colisión de genios ha creado un cine elevado, cine que atrapa lo milagroso hasta hacerlo suyo. Entonces, y con cegadora maestría, nos lo arrojan al cuello sin que seamos capaces de verlo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdaje9VhdvMkNax0jkFxDuH0afEOvfQQs4-W0rmiOIpViGP2UEWGqkhHgFDi-ObgDp8UkT7MSpA3JkzqLu3QSOfJ1Vi4mX3pFcp0OBFDThHFV_SEwNMAeKBukU9BFK9aLT4GhOL1Hjzy8/s1600/dancer-in-the-dark-1-800.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdaje9VhdvMkNax0jkFxDuH0afEOvfQQs4-W0rmiOIpViGP2UEWGqkhHgFDi-ObgDp8UkT7MSpA3JkzqLu3QSOfJ1Vi4mX3pFcp0OBFDThHFV_SEwNMAeKBukU9BFK9aLT4GhOL1Hjzy8/s320/dancer-in-the-dark-1-800.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5689165173063694530" border="0" /></a><br /></div><br />Apenas dos siglos antes de que Lars Von Trier ganara la Palma de Oro en Cannes con “Bailarina en la Oscuridad”, Napoleón Bonaparte ordenó detener al anónimo autor de las obras “Justine” y “Juliette". Ese detenido, que pasaría encarcelado el resto de sus días, es conocido hoy en día por el nombre de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marqu%C3%A9s_de_Sade">El Marqués de Sade</a>. Las dos novelas que llamaron la atención a la sociedad de esa época constituían un insulto directo a la fe, a la fe en cualquier principio. La más monstruosa de ambas es, sin duda, "Justine": Sade martiriza a la protagonista de la novela, una muchacha virgen y creyente, hasta los extremos más grotescos. Justine es robada, violada y esclavizada repetidas veces, y aún así, sigue creyendo en la misericordia divina, en lo que constituye para cualquier lector una burla hacia la fe en la bondad divina. Doscientos años después, un director danés repetía la misma línea argumental de "Justine" en su Trilogía llamada “El Corazón de Oro”, que la constituyen “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/contra-viento-y-marea.html">Contra Viento y Marea</a>” (1996), “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/11/los-idiotas.html">Los Idiotas</a>” (1998) y la película que nos compete ahora. En las dos primeras, Von Trier proponía las reglas del juego; posteriormente, en “Dogville” (2003), nos daría una solución. Pero “Bailarina en la Oscuridad” es la más extrema de la trilogía, su sublimación es la más sádica. Ya que nombramos de nuevo al Marqués de Sade, me gustaría apuntar una diferencia importante entre las obras del cineasta danés y el literato francés: aunque ambos son moralistas acérrimos, sus éticas se contradicen entre ellas, apuntan a utopías distintas. Por ello en Von Trier el sacrificio tiene un significado, mientras que en Sade sólo es un signo de estupidez. Sin embargo, en la forma de sus creaciones, hay importantes paralelismos: Von Trier utiliza las bases del género que típicamente en el cine había significado la felicidad, el musical, para mostrar la infelicidad absoluta, ósea el infierno de los hombres. El filme del irreverente director danés no nos habla de Dios, pues dos siglos después de Sade ya no queda nada de él: habla de la sociedad humana, construye una mofa hacia la natural bondad de nuestra especie y su máxima expresión, el Estado. E igual que el Divino Marqués, es un juego tan arriesgado, tan grotesco, que es completamente normal que muchos lo rechacen por ridículo: Von Trier no hace más que emplear una historia propia de telefilme, exaltándola hasta convertirla en un grito insoportable.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiws0B5TWuCuJ_VWTn997VtNngGbJXXiRilaybGS_EL321UES3Co_hyr8OLnSBYdsqpZ6h4hpal0Cn6grzffQKugCCAPzzM3FIaLzyjprsHdXUeSBR7Fw_iUunK-vuZM2ZBlfvHSU3T35o/s1600/01.11.53A.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiws0B5TWuCuJ_VWTn997VtNngGbJXXiRilaybGS_EL321UES3Co_hyr8OLnSBYdsqpZ6h4hpal0Cn6grzffQKugCCAPzzM3FIaLzyjprsHdXUeSBR7Fw_iUunK-vuZM2ZBlfvHSU3T35o/s320/01.11.53A.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5689165338237493298" border="0" /></a><br /></div><br />Por otra parte Lars Von Trier es uno de esos directores que desafía cualquier formalización crítica: ¿Por qué la obertura de “Bailarina en la Oscuridad” me resulta emocionante y sobrecogedora? ¿Por qué a otros espectadores no les dice absolutamente nada? La salida que abre Von Trier bajo los asideros habituales del espectador (dicha obertura es una fusión abstracta de imágenes y música) apela directamente a los sentimientos y a la subjetividad más radical, impidiendo el damero intelectual que sirve de soporte para esos otros autores que yo considero farsantes. Esa obertura es una experiencia cinematográfica pura, al estilo del viaje a través de las estrellas de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/06/2001-odisea-en-el-espacio.html">2001: Odisea en el Espacio</a>” (1968), obra maestra del maestro Kubrick. Por eso mismo resulta fácil encontrarse con opiniones tan encontradas acerca de este filme, y de casi todos los del danés. Sin embargo, y esta es otra de las particularidades de Von Trier, el meticuloso y esforzado trabajo con la forma no deviene en un festival de fuegos artificiales, sino en la mejor disposición estructural para transmitir un torrente de ideas y de emociones que, por lo general, resultan de muy difícil digestión. ¿De qué nos habla en esta obra magistral que es “Bailarina en la Oscuridad? Del amor más tierno y más generoso (representados en los personajes Jeff y Selma), del amor más loco y más suicida (representado por el amor que le tiene Selma a su hijo Gene), de la miserable condición humana (representado por el personaje Bill) o de la amistad verdadera (representado por el personaje Kathy, interpretado magistralmente por Catherine Deneuve). Además la cinta muestra cómo la lucha puede convertir un sueño en realidad; y de cómo la desgracia atrae más desgracia; y de que convertir los ruidos en música es sólo una cuestión de voluntad; y del silencio terrible e innombrable del fin de la vida; y de que la pena de muerte es la mayor de las atrocidades que el ser humano es capaz de perpetrar. No estamos, pues, ante un cine formal, sino ante un cine atestado de sentido, donde la forma va enmarcando del mejor modo posible todos y cada uno de los matices.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDE49jRS_kBf6BdRUKe4H_MgLhLMvI3AqXvUyWb-DdUneYwdawaPmeVYkdWzVvejI-ddT19M2ILbe8Ob4A1U8SWFJPg-qDjYh_TwIIHGTEZ3Za2xOhql5O4wL0PGTsOLX_tYDEHzwfeso/s1600/750x350_05.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDE49jRS_kBf6BdRUKe4H_MgLhLMvI3AqXvUyWb-DdUneYwdawaPmeVYkdWzVvejI-ddT19M2ILbe8Ob4A1U8SWFJPg-qDjYh_TwIIHGTEZ3Za2xOhql5O4wL0PGTsOLX_tYDEHzwfeso/s320/750x350_05.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5689165587140918914" border="0" /></a><br /></div><br />“Bailarina en la Oscuridad”, además, suma dos características realmente poco ordinarias que juntas, lo son aún menos: la solidez, coherencia y rigor de toda la estructura del guión y la brillantez de una gran parte de sus escenas. No puedo enumerar todas las que me parecen dignas de ello, pero quiero recordar aquí dos: aquella en que regalan a Gene la bicicleta que Selma, su madre, no le puede comprar (recordemos que ella ahorra todo el dinero para pagar la operación que le salvará de la ceguera), que posee un estructura musical sin música, pues comienza como una escena cotidiana y termina con un éxtasis de alegría, en el que las risas parecen improvisadas por los actores, y en el que encontramos uno de los abrazos (entre Selma y Gene) más emotivos y auténticos de la Historia del Cine; la otra, por supuesto, es el final terrorífico y maravilloso, en el que la burocracia convierte algo ya ominoso en algo aún peor, y donde el ser humano (Selma) encuentra dentro de sí, por fin, aquello que le engrandece (la música, que es su verdadero yo) y le hace situarse por encima del perverso sistema…siendo así el momento de mayor represión, el momento también de mayor libertad (ser ella misma, de una vez por todas). Hasta ese momento, Selma ha basado su vida en convertir los ruidos en música, es decir, la realidad sucia en la realidad soñada. Por eso el final, donde logra que esa realidad soñada sea realidad real, resulta tan emocionante. También lo es porque Von Trier ha elegido, desde el principio del filme, acercarnos a los personajes, mediante los primeros planos, a través de sus labios y de sus ojos, aunque a veces no hablen ni vean; y eso provoca que cuando observamos los labios y los ojos de Selma en esa escena musical final sepamos que, con certeza, es el momento más feliz de su corta vida. Y Von Trier, que muestra con las imágenes de musicales clásicos que no ha nacido de la nada y que está orgulloso del cine anterior a él, pervierte por completo la estructura del relato clásico para volver a él: el “happy-end”.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdF5iMiY0Qm3PUYValPx8SOQ9N0B36oOdRrp1yiRouxz6xIes517hLCZkE-DNrnzMk1O9ZCRfwkTJ2VdJtOGFTMAvc-kbinSIhKAUewBP9MstcKcrngK7zqBDTtlkfiJEarC7gNUDgcBo/s1600/52.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdF5iMiY0Qm3PUYValPx8SOQ9N0B36oOdRrp1yiRouxz6xIes517hLCZkE-DNrnzMk1O9ZCRfwkTJ2VdJtOGFTMAvc-kbinSIhKAUewBP9MstcKcrngK7zqBDTtlkfiJEarC7gNUDgcBo/s320/52.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5689165958669714802" border="0" /></a><br /></div><br />Hay dos factores más que me interesaría destacar en la película. El primero es la actuación de Björk que encarna a la mujer cien por ciento “vontrierana” como no lo hizo ni siquiera la maravillosa Emily Watson de aquella cinta descarnada, que es “Contra Viento y Marea”, pues los ojos de esta cantante islandesa, su pequeño cuerpo y su voz, todo su ser, se erigen en expresión audiovisual inimaginable del melodrama moderno, mezcla los sonidos del mundo con su fantasía interior, y gracias a ello el mundo se convierte en un musical como aquellos que ella tanto ama. Y puede gritar sobre todo aquello que en la sociedad no se puede expresar. Y por todo esto este musical extraordinario es uno de los más grandes de todos los tiempos: porque por fin se funden en un todo, forma y fondo, además por fin se encuentra la excusa perfecta para convertir un drama social, una tragedia, en un espectáculo de canciones fúnebres, pues el punto de vista de la heroína es absoluto (la imagen es absoluta siempre), como debería ser siempre en el cine, la cantante islandesa parece estar alucinada, alienada. La hipnosis ya había sido un tema recurrente en el cine del danés: el final de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/06/2001-odisea-en-el-espacio.html">Epidemic</a>” (1987) donde se hipnotizó realmente a una actriz o el inicio de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/09/europa.html">Europa</a>” (1991) son prueba de ello. El otro punto de interés es la traición del director a las características estéticas del <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Dogma_95">Dogma 95</a>, pero particularmente rescata la cámara al hombro, que en general en ese manifiesto me parece un grave error, por lo menos como método a seguir para todo el cine que pretenda no convertirse en "ilusiones para mostrar las emociones". Una película de esa corriente puede ser tan tramposa y estar tan atada a las convenciones de género como cualquier otra: a día de hoy, creo que eso ya está probado. Sin embargo, “Bailarina en la Oscuridad” pone en relieve el uso de la cámara al hombro: acierto que radica en retratar la crudeza y el dolor que emana la cinta. Si el postulado creado por el mismo Von Trier funciona relativamente aquí es porque logra evitar ese peligro que antes he mencionado: que la cinta acabara cayendo en el telefilme. Porque “Bailarina en la Oscuridad” utiliza, igual que las malas películas, emociones muy básicas, pero llevándolas hasta un extremo casi inconcebible.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiit6Z6PLvWza0uhAu3Sn8-AXXG1r6NnUxZ1oPfsg3Xw73_-HSlfZndH2Mu8fAczKwq3zyWcb9o6vYUdLzlJFsKdnDuq7RD1N9qGC35zT2m2M2CkD4_Uzctnevzlf8IbO5lKhESMUmrnJI/s1600/dancer-in-the-dark-2000--01-645-75.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiit6Z6PLvWza0uhAu3Sn8-AXXG1r6NnUxZ1oPfsg3Xw73_-HSlfZndH2Mu8fAczKwq3zyWcb9o6vYUdLzlJFsKdnDuq7RD1N9qGC35zT2m2M2CkD4_Uzctnevzlf8IbO5lKhESMUmrnJI/s320/dancer-in-the-dark-2000--01-645-75.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5689166379054412066" border="0" /></a><br /></div><br />Selma, durante toda la película, busca la música imaginada cuando quiere huir de la realidad: del trabajo opresivo, de la ceguera, del asesinato, de la detención, del juicio o de la muerte. Cuando la realidad es tan brutal que no hay modo de huir de ella, encuentra la música real, que brota por primera vez de sus labios como un himno de libertad y de felicidad postrera, que nos dice: podrán matarte, pero si no quieres no podrán cambiarte. Y cuando llega el atroz pero a la vez maravilloso final del filme, un silencio desolador colma la escena, demostrando que Von Trier no sólo es capaz de hilar fino con el sonido de la música, sino también con el sonido del silencio. Pero precisamente en su radicalidad “Bailarina en la Oscuridad” encuentra su razón de ser: sí Von Trier aflojara un poco la trampa que dibuja alrededor de Selma, el filme se convertiría en un pastiche; sí Björk interpretara, por muy bien que lo hiciera, en vez de estar poseída por alguna deidad furiosa, la película caería como ridículo. Incluso traicionar el Dogma 95 funciona, especialmente, en ese terrible final que sedujo incluso al mismísimo Ingmar Bergman, que es muy escéptico con el cine de Von Trier. Sin embargo, esa misma radicalidad de la propuesta la convierte en una película sobre la que no se puede edificar, no se puede crear un nuevo cine: una película excepcional y única. “Bailarina en la Oscuridad” es uno de los filmes más bellos de los últimos tiempos, es un poema, es cine revolucionario, que a diferencia de otras películas aupadas grotescamente a los altares por consenso divino, jamás ha despertado aquiescencias ni pactos de ninguna clase, se trata de un canto a la muerte capaz de alimentar desprecio, rechazo o desdén con tanta energía como convoca la vehemencia. Esto, para mí, es síntoma inequívoco de su juventud estética, pues ya dijo un gran poeta irlandés que cuando los críticos difieren, el artista está de acuerdo consigo mismo más que nunca. Y así es, realmente. Después de haber haber traicionado, el voto de castidad del Dogma 95, Von Trier era ya un artista más libre, lúcido, generoso y trágico que nunca, lo que se tradujo en uno de los melodramas musicales más sorprendentes, inclasificables y estremecedores que pueden verse en una pantalla.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/-hO-ClTnME8" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“La vida, la miseria y la muerte hecha música”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-8477694436287232382011-12-18T08:46:00.000-08:002011-12-18T09:14:09.315-08:00Érase Una Vez en América<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Sergio Leone<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1984<span style="font-weight: bold;"> País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género: </span>Drama/Gangster <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 10/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Robert De Niro, James Woods, Elizabeth McGovern, Tuesday Weld, William Forsythe, Treat Williams, Jennifer Connelly, Burt Young, Joe Pesci, Danny Aiello, Clem Caserta y James Russo<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRb3Gr2llya0zAymmf1GxrXmokpBhdGDoNAqrKFwYruZ4_HvfjHJRuHiNfy8HBsGhA7LbyY33TIBcnkeGIiH2sEv-l701xDSkZ3fDNXMvg2QVn12-XSl6TeNB7oaU-xPO0rioqc8FQVfs7/s1600/85265757.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 216px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRb3Gr2llya0zAymmf1GxrXmokpBhdGDoNAqrKFwYruZ4_HvfjHJRuHiNfy8HBsGhA7LbyY33TIBcnkeGIiH2sEv-l701xDSkZ3fDNXMvg2QVn12-XSl6TeNB7oaU-xPO0rioqc8FQVfs7/s320/85265757.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687516137200976594" border="0" /></a><br /></div><br />Nueva York, principios del siglo XX. Noodles Aaronson (Robert De Niro) es un pandillero callejero que junto con otros chicos del barrio judío se dedican a asaltar y hacer fechorías, pero cuando conoce a Max Bercovicz (James Woods), se forma una fuerte amistad que los convierte en una banda poderosa, en un enfrentamiento con pandillas rivales Noodles es atrapado y enviado a la prisión durante 12 años, al salir lo recibe Max, quien han montado gracias a <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_Seca_en_los_Estados_Unidos">La Ley Seca</a> una lucrativa organización que se mueve bajo las órdenes de poderosos mafiosos, pero uno de los últimos golpes no ha salido como debía, y con la excepción de Noodles el resto ha sido acribillado, tras huir y esconderse en otras ciudades durante 35 años, Noodles ha recibido una misteriosa invitación para regresar a Nueva York y al volver, encontrará que los fantasmas del pasado aún están vivos y esperan para acosarlo en cada esquina de su viejo barrio; Qué decir de este filme que aún no se haya dicho. Recibió desde atrocidades hasta elogios inmensurables; esta fue la cara mediática que obtuvo en la época de su estreno. Cannes respondió con 15 minutos de aplausos ininterrumpidos y algunos críticos la nombraron el peor filme de 1984. ¿Qué raro, no? A mi entender es una de las grandes epopeyas del cine moderno, con Sergio Leone detrás de cámaras y un elenco irremediablemente exquisito. La obra póstuma de Leone se creo para hacer historia en el séptimo arte, no solo por su origen, el cual se remonta a los primeros años que formaron la década de los 70, sino por su voluntad de recrear y explicar unos acontecimientos pasados en forma de elegía épica, estando planteada y rodada no con las formas estéticas propias que imperaban en aquellos años sino con los cánones propios de su principal artífice, Sergio Leone, un cineasta que durante tres décadas se mantuvo fiel a unos principios muy arraigados en torno a su concepción del cine. Tuvo un costo de 20 millones que luego se extendió por obvias razones, que para la década de su realización era un precio más que estimable para un director respetable; sobre todo por la libertad con la que lo dejaron trabajar y con la cual finalizo su carrera, dejándonos un gran testamento fílmico.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4iNwlY_4zEnjxdXYWuT9nvPsGaJ5fcvMRO5DYHYlkFlBTfUf5dT6ClcDi1Ia8kyjaGp3vpXZ5mMwq2RFU9lGB5jAvhAqOUL9vgVww4kN_mC33VYlAJU7nAH04O9poO8yyM1i1NzwLrFez/s1600/a2.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4iNwlY_4zEnjxdXYWuT9nvPsGaJ5fcvMRO5DYHYlkFlBTfUf5dT6ClcDi1Ia8kyjaGp3vpXZ5mMwq2RFU9lGB5jAvhAqOUL9vgVww4kN_mC33VYlAJU7nAH04O9poO8yyM1i1NzwLrFez/s320/a2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687514892812238514" border="0" /></a></div><br />Además es el último capítulo de su trilogía sobre el origen de América formada por “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/erase-una-vez-en-el-oeste.html">Érase Una Vez en el Oeste</a>” (1968) y “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/11/agachate-tonto.html">Agáchate Tonto</a>” (1971), “Érase Una Vez en América” supone el último y más grandioso acto de una colosal obra que a pesar de haber sido rodada y montada en tres décadas distintas y tratar acerca de momentos puntuales de diferentes épocas sobre una misma nación, constituye una obra autónoma y conjunta dividida en tres capítulos englobados por cada segmento de tiempo, que se retroalimentan el uno al otro y que poseen el acabado de ser complementarios los unos de los otros. Así pues, la presente película se erige en un monumental fresco acerca de cuatro décadas distintas durante el nacimiento del siglo XX concretizados en la ciudad de Nueva York, el símbolo de la América (Y en consecuencia, del mundo) moderna y civilizada en contraste con los grandes espacios del primitivo Monument Valley de “Érase Una Vez en el Oeste” o de la frontera Mexicana de “Agáchate Tonto” y tomando como motor de la historia a dos jóvenes perdedores y rufianes líderes de una banda de delincuentes callejeros de origen judío a través de sus andanzas, su ascensión, su gloria, su caída, sus amistades y deslealtades mientras son testigos del cambio de una civilización que está en una expansión y progreso constante. Debido a su origen humilde y a sus trapicheos con la mafia más la posterior carrera delictiva que acusarán, Leone permite adentrarnos en el mundo más pobre, en la América que realmente fue forjada en las calles como rezaba la frase promocional de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/09/pandillas-de-nueva-york.html">Pandillas de Nueva York</a>” y que a diferencia de la cinta de Martin Scorsese, la película del cineasta italiano se centra en unas situaciones lo más intimistas posibles dentro de las vidas de los personajes para así abarcar y generalizar lo más posible a modo de ofrecer una reconstrucción lo más fidedigna posible pasando eso sí por el filtro de la épica y la fábula jugando con la pretendida ficción de la historia, frente al realismo descarnado y buscado de los acontecimientos narrados por el director de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/07/taxi-driver.html">Taxi Driver</a>” (1976).<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivL5MO2P3x1UdzhQlGZ8YDkd7JmePu9KkoK_rK7rq-ffE0JqV9g9TVvQjiMA3iiUbmeFvqRKHESh_c1XVTnWhmM4Pq_9IPYT04nliJ-SmnmPvn8t9fJ4MTAAZFMHOVKi0031q5hluOhjN9/s1600/upo02.png"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivL5MO2P3x1UdzhQlGZ8YDkd7JmePu9KkoK_rK7rq-ffE0JqV9g9TVvQjiMA3iiUbmeFvqRKHESh_c1XVTnWhmM4Pq_9IPYT04nliJ-SmnmPvn8t9fJ4MTAAZFMHOVKi0031q5hluOhjN9/s320/upo02.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687515174323350354" border="0" /></a></div><br />Frente a un acercamiento más simplista que sin profundizar demasiado dentro de la obra de Sergio Leone, fácilmente englobaría este último capítulo dentro de las películas acerca de la mafia, Leone la trata y la muestra más como una consecuencia inevitable del destino trágico de sus protagonistas que como el motor de la acción en sí. Éste es sin duda el único punto en el que convergen el largometraje y la saga de los Corleone de Coppola con la que tanto se le ha comparado. Del mismo modo que películas como “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/buenos-muchachos.html">Buenos Muchachos</a>” (1990) o “De Paseo por la Muerte“ (1990) también han sido comparadas con ella, el largometraje de Leone no es una reconstrucción de las costumbres y vida de ciertos tipos de mafia que imperaban en la época que trata. El conflicto mafioso está observado desde un punto de vista totalmente secundario puesto que aunque es importante el mostrar como la banda de Max y Noodles atracan, roban y asesinan, Leone se preocupa más en mostrar las interrelaciones entre ellos y sus momentos de ocio, o sobretodo retratar la vida cotidiana una vez que han alcanzado el poder. Mientras que Max es el único que consigue llevar una vida acorde con la nueva clase social a la que pertenecen y se adapta sin ningún problema, Noodles busca consuelo en los fumaderos chinos de opio. La mafia dentro de “Érase Una Vez en América” no es más que una consecuencia lógica de la situación político-económico-social de la época que se erige en la única consecución posible dentro del destino de estos personajes perdedores sin remisión, un aspecto sobre la cual le debe mucho “Donnie Brasco” (1997), para los cuales la mafia es el único camino posible dentro de un tiempo donde estaban bien vistos los gangsters y su estilo de vida, por desgracia tan habitual y que tan bien retrató en los años 30 y 40 las películas de la Warner con James Cagney de protagonista y Bogart de antagonista. En su momento “Érase Una Vez en América” fue despreciada por la crítica, la razón fundamental es que hubieron dos cortes, la visión del director de 227 minutos, y la estrenada y editada por los distribuidores americanos, de tan solo 144 minutos y que masacra la lamentablemente la continuidad de la historia. Y como suele suceder, los críticos que en su momento la apedrearon, después la elevarían hasta el título de obra maestra.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8oCeZYte9FHfQWAAUCYws31Gg2JBsb9_O9sNlbgU7TJsIeQoyeAz3ZfpHleKvceSom78KFP_oAXqSweDRs99_CpAv9GOns2jT77_jcweO-cfeiAT_s_2pwlBIfEXpEBl4uuS12sdGny5M/s1600/gal_mob_once-upon-a-time-in-america.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8oCeZYte9FHfQWAAUCYws31Gg2JBsb9_O9sNlbgU7TJsIeQoyeAz3ZfpHleKvceSom78KFP_oAXqSweDRs99_CpAv9GOns2jT77_jcweO-cfeiAT_s_2pwlBIfEXpEBl4uuS12sdGny5M/s320/gal_mob_once-upon-a-time-in-america.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687515356984527154" border="0" /></a><br /></div><br />En “Érase Una Vez en América” Sergio Leone no busca tanto como reconstruir el cine de gangsters que acabo de comentar, sino trata de como materializar las huellas que el cine, la música y la literatura Americana inculcaron en él. En declaraciones del propio Leone: “Ésta película supone para mi una dolorosa venganza. La hice para sacarme todo lo que América me había metido en la cabeza”. A través de la figura de los dos rufianes de pacotilla que suponen los dos protagonistas, Leone expone su propia reflexión acerca del paso del tiempo, la pérdida de las ilusiones y por tanto de la inocencia y el precio de la amistad. Para ello, el cineasta italiano reproduce el ritmo narrativo utilizado en “Érase Una Vez en el Oeste”, la cadencia que viene determinada por la medidísima composición y duración de cada plano, sobretodo en la armonía entre movimientos de cámara y la expresión corporal de los actores que matiza hacia la segunda parte de la película en un bellísimo anti-crescendo que suprime la violencia física de la primera parte y valora poéticamente el relieve dramático de la serenidad. Otra técnica magistralmente utilizada en torno a la puesta en escena es la utilización dramática del sonido. Por una parte el sonido del teléfono como noticia fatal que retumba en los oídos de Noodles y por extensión en los del espectador al aguantar el efecto durante un buen rato, y por otra parte la calculada utilización del silencio como elemento dramático que paraliza la acción viniendo dado por la clara influencia que el cine japonés ejerció en Leone. Mención especial merece la discontinuidad narrativa que permite seguir la historia a través de sus tres momentos puntuales, la adolescencia en 1922, la madurez en 1933 y la vejez en 1968.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1qmNefJgz06vltmmo_9HcQ981YIR40ZDrAprSRGFAGivfM8r5o8TWemrhI_EDspxus6BwSCXYsi6C2XovQ1fk_Ii867w-oHLi2zwEOwoFC3sajhWRC19RpziFwq74FLCceMYSUOpt3Rkn/s1600/onceuponatime5.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1qmNefJgz06vltmmo_9HcQ981YIR40ZDrAprSRGFAGivfM8r5o8TWemrhI_EDspxus6BwSCXYsi6C2XovQ1fk_Ii867w-oHLi2zwEOwoFC3sajhWRC19RpziFwq74FLCceMYSUOpt3Rkn/s320/onceuponatime5.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687515580563708466" border="0" /></a><br /></div><br />La película incluso llega a plantear cierto homoerotismo entre los dos amigos, especialmente acerca de los sentimientos de Max hacia Noodles. El personaje de James Woods, aparte de tener problemas “de virilidad” cuando tiene que acostarse con mujeres, siente celos y un oculto deseo de conseguir todo aquello que Noodles ama o posee en un momento dado. De ahí proviene precisamente toda la fuerza del anticlímax final del filme, donde Leone, acertadamente, envuelve todo este contenido sentimental con una puesta en escena casi onírica, que descoloca al espectador al mismo tiempo que le emociona al nivel más básico, y que deja en la cabeza un mar de dudas sobre lo que ha visto, sin que por ello se pierda la sensación de haber contemplado una conclusión satisfactoria. La fantástica fotografía de Tonino Delli Colli diferenciando las propiedades cromáticas de cada época, unida una nueva colaboración entre el director y la <a href="http://www.youtube.com/watch?v=2Vxo2kz_4hs">banda sonora</a> de Ennio Morricone, compositor de una partitura muy matizada utilizando los instrumentos acertados que reflejan bien los barrios bajos, coronado por la principal melodía que acompaña a los protagonistas o la versión de “Amapola” que acompañará cada encuentro entre Max y su amada Deborah, ya sea cuando <a href="http://www.youtube.com/watch?v=kWlWE4KdfNU">él la observa bailar</a> cuando es niño que es además una de las mejores secuencias de la película (además se puede apreciar toda la belleza de una jovencísima Jennifer Connelly), que es la anterior a su violación por parte de Noodles, aquella en la que le lleva a una cena de ensueño. En el apartado interpretativo, De Niro, actor que interpretó como nadie la cara oscura y autodestructiva del ser humano medio, explota aquí hasta el extremo su otro registro característico, el del superviviente que añora de alguna manera todo lo que ha perdido por el camino. Pocos actores tienen una mirada melancólica capaz de decir tanto como la de De Niro, y Leone lo sabía. El director italiano, que ya había teñido de una melancolía similar a sus dos anteriores obras, dio una nueva vuelta de tuerca a esa emoción primaria gracias al elaborado montaje, donde el juego de miradas que ofrece el protagonista de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/10/toro-salvaje.html">Toro Salvaje</a>” (1980) sirve para introducir al espectador en su punto de vista como ninguna otra película lo había hecho.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfQ3NSmD8ASZYSDGp48Eh5q_JNvqr778Sp5iCs5hvAMWrR-920Qb-kmCpefhts09ma7p0ABzeRwunJd0NBTaM0awnbHr1o2F72fwWdjh2V7LLxo3vxmzzBEKdiS3uPfowXee1EvwbJSnqK/s1600/onceuponatimeinamerica.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfQ3NSmD8ASZYSDGp48Eh5q_JNvqr778Sp5iCs5hvAMWrR-920Qb-kmCpefhts09ma7p0ABzeRwunJd0NBTaM0awnbHr1o2F72fwWdjh2V7LLxo3vxmzzBEKdiS3uPfowXee1EvwbJSnqK/s320/onceuponatimeinamerica.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687515846838441778" border="0" /></a><br /></div><br />Si De Niro está perfecto como ese Noodles que siente las cosas de manera pura y primaria, casi como si fuese un niño eterno, James Woods no le va a la zaga como el gangster ambicioso y calculador que resulta ser Max, tan opuesto a su amigo en su visión de la vida como complementario a nivel de carácter. Ellos dos mantienen una relación de amistad y amor tan fuerte, que ni siquiera el gran amor platónico de Noodles por Deborah (Elizabeth McGovern), puede penetrar tan profundamente en su corazón. Tanto Robert De niro como James Woods componen unas intensas interpretaciones, que vienen complementadas por un plantel de actores muy bien encauzados y dirigidos que elevan el largometraje y lo levantan a través de su larguísima duración. “Érase Una Vez en América” es poesía de principio a fin, la historia se entreteje con maestría asombrosa, además es una película que deben ver, no sólo los amantes del séptimo arte, sino todas las nuevas generaciones que desconocen lo que es el verdadero buen cine, en detrimento de la mediocridad de la que hace gala la meca del cine en nuestros días, donde la falta de originalidad, la poca imaginación y, sobre todo, la falta del lenguaje poético escasea casi en su totalidad en las actuales carteleras cinematográficas. Creo que pocas películas consiguen lo que esta: una perfecta conexión espectador-personajes, un interés total por la historia, una sensación única, admirable, casi orgásmica. Se convierte casi sin quererlo en una total obra maestra que mereció ser reconocida en su tiempo, en resumidas cuentas es un filme repleto de ternura, tristeza y hermosura, que parece varias películas en una sola, pues el amor es tan protagonista como el mensaje sobre la amistad que transmite, así como los negocios y el crimen organizado van por encima de todos los valores anteriores. “Érase Una Vez en América” supone la película más pesimista de su creador, el largometraje no es más que la derrota a todos los niveles de un personaje que creyó estar por encima de ese destino que nos marca desde un principio, un destino que le auguraba una existencia mediocre y que de nuevo el otro punto en común con la trilogía de Coppola ya que al igual que Michael Corleone, Noodles lucha y lucha en contra de su destino para acabar sucumbiendo ante él. Una de mis obras maestras preferidas. Imperdible.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/j8ZO-UZjN7o" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /><br />“Sublime obra maestra”<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-16083023346677518712011-12-15T11:09:00.000-08:002011-12-15T12:21:45.108-08:00Red State<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Kevin Smith<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>2011 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Thriller/Religión <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 08/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Michael Parks, Michael Angarano, Kerry Bishe, Nicholas Braun, Kyle Gallner, John Goodman, Melissa Leo, Kevin Pollak, Stephen Root, Matt Jones, Cooper Thornton y Kevin Alejandro<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclzZ-LV8IiTek02RufVfKBzsONyazwj-KmcOSXIIfsUv03u6Tb_zNbeOh6Vij6gpjYlRO_g-GPgyEJtN3xSweAxdwqKNda61ULSwlyJE5swqK4_RzcHOUxp2eqnHkg5M-LmWrlZoQB2k/s1600/portada.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 222px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclzZ-LV8IiTek02RufVfKBzsONyazwj-KmcOSXIIfsUv03u6Tb_zNbeOh6Vij6gpjYlRO_g-GPgyEJtN3xSweAxdwqKNda61ULSwlyJE5swqK4_RzcHOUxp2eqnHkg5M-LmWrlZoQB2k/s320/portada.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5686451297239311346" border="0" /></a><br /></div><br />Tres jóvenes con las hormonas al rojo vivo contestan a un anuncio virtual de una mujer madura que busca sexo, los chicos se lanzan a la carretera para satisfacer sus urgencias libidinosas, pero lo que empieza como una fantasía da un oscuro giro cuando son capturados por a una terrorífica secta religiosa comandada por el irreverente Pastor Abin Cooper (Michael Parks). Inspirado por los infames hechos ocurridos en Texas en 1993, en donde una iglesia extremista asesino a varios homosexuales, Smith construye una historia que toma como punto de partida su característico humor picante pero rápidamente se transforma en una pesadilla sin embargo, no considero que pertenezca al género del horror (como la han vendido), aunque sí contiene escenas escalofriantes. Es más bien una cinta tipo de explotación sobre la intolerancia y la demencia colectiva que se manifiesta cuando entes acéfalos se dejan cegar por un extremista religioso. Aunque no siempre produzca buenos resultados, resulta refrescante ver a un director salirse de su zona de comodidad. Tomen por ejemplo a alguien como Kevin Smith, la estrella “indy” que ha estado muy cómodo desde que hizo su debut con “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/04/director-kevin-smith-ano-1994-pais-ee.html">Clerks</a>” (1994). Smith prácticamente se ha dedicado a repetir su fórmula durante 17 años (fórmula que, confieso, he disfrutado bastante) por lo que algo como “Red State”, debería sorprender incluso a sus mayores detractores. Afortunadamente, el artefacto ideológico que construye Kevin Smith supera todo tipo de debates sobre la carrera de su director, el estilo visual del filme y los hechos en los que se inspira, “Red State” tiene entidad propia. Smith enfrenta al bien y el mal en su más pura esencia, nos muestra la hipocresía de la sociedad americana escondiendo sus propios monstruos, esos que ha cultivado a través del fanatismo, el miedo y del terror, hasta que estos, ansiosos por la llegada del día del juicio final, se acaban tomando la justicia por su cuenta en busca de un equivocado bien sanador, como si el de las autoridades civiles y políticas que nos gobiernan tampoco lo estuvieran.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZZZRUk6qPMBbqQRa2Ug5H1rsolhxZEH5rXKaMnfWzrNuOogFEy267j45CkDwFPJRVKgZY1mXNB3qcdy5Yw7iVVDbhsSVaLMbE_kFn2GgB4Brf6XvKJA9_Ki7AiF2rUGePrE31sODGEpk/s1600/red-state.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZZZRUk6qPMBbqQRa2Ug5H1rsolhxZEH5rXKaMnfWzrNuOogFEy267j45CkDwFPJRVKgZY1mXNB3qcdy5Yw7iVVDbhsSVaLMbE_kFn2GgB4Brf6XvKJA9_Ki7AiF2rUGePrE31sODGEpk/s320/red-state.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5686449776723695666" border="0" /></a><br /></div><br />Lo cierto es que “Red State” muestra a un Smith totalmente renovado y muy cómodo en el género thriller. Sin renunciar a su estilo, el hombre que fue “Bob, El Silencioso” no deja títere con cabeza en su entretenida crítica hacia el fundamentalismo religioso por un lado, y las fuerzas del orden por otro. Puede que Smith haya querido tocar demasiado palos y no llegue a profundizar en ninguno de ellos, pero el filme posee la contundencia justa como para provocar y reflexionar sobre el sinsentido del mundo que nos ha tocado vivir, todo ello en mitad de una ensalada de tiros y diálogos penetrantes. “Red State” posee dos partes bien diferenciadas, algo que se da por primera vez en el cine de Smith. Ambas parten de dos puntos distintos, argumentalmente hablando, y terminan confluyendo con total naturalidad. El filme da comienzo como si de una comedia adolescente se tratase, tres jóvenes tienen la oportunidad de tener sexo con una mujer madura (Melissa Leo), y cuando la cosa va a ponerse interesante, sexualmente hablando, se produce el primer golpe de sorpresa. La mujer en realidad pertenece a un grupo fundamentalista católico que odia todo lo diferente, sobre todo a los homosexuales, y tienen una forma muy peculiar de practicar su religión y transmitir su fe. Smith no se corta lo más mínimo a la hora de retratar la ceguera de los fundamentalistas, convirtiéndolos en todo lo contrario a lo que se declaran, verdaderos y decentes seres humanos. Smith demuestra más que nunca una solvencia como director a la que no nos tenía acostumbrados, imprime a la película de una inusitada fuerza visual, que resulta imprescindible para que funcione lo que aquí nos está contando, y además la dota de un ritmo brutal que se ve incrementado en la sala montaje. Pero Smith siempre ha sido más guionista que realizador, y es aquí vuelve a dejar bien patente su talento como escritor, regalándonos un fantástico guión, bastante alejado de las tristes líneas que habitualmente se encuentran detrás del cine de género.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPwAIB2vVHNdLIU2oAHBU_KgOyKxrp9y-jEr45j7Ers0sjquQRs1c6gq-Jwmw9i7V6TOWppXhFoppPEyf2KJ9ErxG4hNM2ygGE9SdLbsGsd4QKhrgNrflM5aEBCpdfvO6TKeiv9KniKo0/s1600/red-state-2011.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPwAIB2vVHNdLIU2oAHBU_KgOyKxrp9y-jEr45j7Ers0sjquQRs1c6gq-Jwmw9i7V6TOWppXhFoppPEyf2KJ9ErxG4hNM2ygGE9SdLbsGsd4QKhrgNrflM5aEBCpdfvO6TKeiv9KniKo0/s320/red-state-2011.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5686449907852204754" border="0" /></a><br /></div><br />Casi todas las escenas ocurren su mayor parte en el interior de una capilla, en la que según avanzan los diálogos, que como es costumbre en el cine de Smith, parecen ráfagas de metralletas, que van una tras otra, vemos como las verdaderas intenciones de los religiosos van tomando forma. Son instantes de locura, en los que los tres pobres jóvenes no dan crédito a lo que les está sucediendo. De la comedia del inicio se pasa pues, al terror y a la locura. Es muy difícil no estar en contra del grupo liderado por el Pastor Abin Cooper, excelente Michael Parks, que compone un inquietante personaje que logra meter miedo con sólo ponerse a rezar. Los acontecimientos se precipitan y uno no encuentra la esperanza por ningún lado, y esta vez Jesucristo parece estar del lado de los malos. Kevin Smith ya recibió lo suyo cuando estrenó “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/07/dogma.html">Dogma</a>” (1999), miles de voces chillonas e ignorantes arremetieron contra él acusándole casi de blasfemo. En ese aspecto, “Red State” parece una venganza en toda regla. Si tonalmente el largometraje no parece uno de Smith, visualmente aún menos. La cámara rara vez se mantiene estática, la mayoría de las tomas están hechas cámara al hombro, lo que abona a la frenética atmósfera, a la vez que emplea una composición visual muy acertada y distintiva, al menos en comparación con lo que ha sido el resto de su muestra cinematográfica. Smith deja bien clara su solvencia, en un género al que no se había acercado todavía, pero que como amante del cine de género seguro que ha bebido mucho de él. Lejos de hacer una película de terror convencional, Smith tira más por lo psicológico y lo brutal, creando una sensación de malestar en el espectador continua, y además alardeando de una imprevisibilidad y un todo vale que no muchos realizadores son capaces de hacer con tan pasmosa seguridad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggy9PMzPDoRJr7UERQsoyOJghNyGw7bqFPAnjdMLlaTnuNSfy_M2OAMZKrHayLYYO94WnEG6Lc3nDNH39gskbqRJs6Kw3h70E2mgR8y6y5K184wO6Woort5Vjj5XYYaZ1RgAKvvmlN5SM/s1600/2011_red_state_006.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggy9PMzPDoRJr7UERQsoyOJghNyGw7bqFPAnjdMLlaTnuNSfy_M2OAMZKrHayLYYO94WnEG6Lc3nDNH39gskbqRJs6Kw3h70E2mgR8y6y5K184wO6Woort5Vjj5XYYaZ1RgAKvvmlN5SM/s320/2011_red_state_006.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5686450101537424482" border="0" /></a><br /></div><br />En “Red State” lo que parecía ser una película de adolescentes con tintes de denuncia social, se vuelve un “torture-porn” en toda regla. No llega visualmente a las cuotas de “Hostel” (2005) o a las de las películas de “Saw”, pero el trasfondo despide una violencia que despeina al más pintado y deja asombrado al espectador. No es que no haya violencia física, sí que las hay (la escena de una ejecución, me resultó cruda, real y escalofriante a más no poder), pero la violencia verbal e ideológica, son bastante más crudas y efectivas. En este tramo, he de reconocer que hay un “sermón” del pastor loco de turno, que es un poco largo, supongo que esto está forzado a propósito para generar la inquietud y el malestar que se quieren conseguir, pero a este servidor se le hizo eterno, pero vale la pena, porque todo este acto me puso los pelos de punta, tanto por las palabras del pastor y sus seguidores extremistas, como por los acontecimientos que se muestran sin un solo temblor de cámara. Cuando la situación es inaguantable, Smith introduce un nuevo elemento en la historia, este elemento es toda la parte que le compete a John Goodman, que esta magnífico como el agente federal Joseph Keenan, en la que se da la vuelta a la tortilla. Los fundamentalistas son cercados por los agentes, y comienza una batalla campal, en las que las intenciones de los defensores de la ley, el orden y la justicia son aún más terribles que la de los católicos. Smith tampoco se corta esta vez y pone sobre la mesa cartas más hirientes que las mostradas hasta ese momento. El pequeño problema es que no llega a jugarlas, porque creo sinceramente que ganaría la partida, o tal vez por falta de valor. No obstante, con lo expuesto le llega y le sobra para remover conciencias (si es que cierto sector se da por enterado) a varios niveles. Puede que Smith sea abyecto en sus formas, y la mezcolanza de géneros afecte un poco al filme, pero no podemos negar la rabiosa intensidad con la que narra todo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh06xw2zIheQ0VF_jSHfSUX-r4bN666nQSNvSItXYy_uoljSDzVQumfRhE7nYQt4cDa5uo-e_gsDJ9grbWYH5BZ-RKsbGNV99ZzTtvD8iZtF-4A9noMH5YDyxPzV8cfzwplsk7MsMsDoZc/s1600/Red-State-01.jpeg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh06xw2zIheQ0VF_jSHfSUX-r4bN666nQSNvSItXYy_uoljSDzVQumfRhE7nYQt4cDa5uo-e_gsDJ9grbWYH5BZ-RKsbGNV99ZzTtvD8iZtF-4A9noMH5YDyxPzV8cfzwplsk7MsMsDoZc/s320/Red-State-01.jpeg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5686450346795625442" border="0" /></a><br /></div><br />Como ya hiciera en “Dogma”, Smith ridiculiza a estos fanáticos con humor negro y violencia extrema. Aunque eso no quita para que, durante casi todo el segundo acto, les de espacio para mostrar su punto de vista, algo que es de agradecer pues el espectador puede elegir libremente cuál de las partes merece su empatía. De hecho, uno de los puntos fuertes del guión, aparte de su frescura y ser lo suficientemente impredecible, es el reparto del protagonismo en tres figuras a lo largo del filme: los adolescentes salidos, la secta y los cuerpos de seguridad liderados por John Goodman. Los tres grupos son criticados sin piedad. Los jovenzuelos que buscaban sexo desesperadamente a lo “ American Pie” reciben aquí su merecido, cosa que no ocurría en la popular comedia de los 90, como una suerte de justicia divina tardía, pero justa. La secta es tratada desde el interior retratando su locura y desmesura. Y la ley tampoco se libra, quedando como buscadores sin descanso de terroristas islámicos sean estos los culpables o no de la situación. En el plano actoral, están todos bastante bien, aunque destaco al mentado Goodman y a su némesis en la película, Michael Parks, que da vida al “iluminado” pastor. Ambos consiguen que te creas su personaje al 100%, transmitiendo sus miedos y dudas por un lado y su odio y fanatismo por el otro. Es una pena que el momento “duelo interpretativo” se vea reducido a unos escasos minutos, pero aún así es reconfortante. La escena final me recordó incomprensiblemente a la de “Quémese Después de Leerse” (2008), con la salvedad de que en esta ocasión no tuve la maldita ganas de reírme. La moraleja, o el poso final, como quieras llamarlo amigo lector, es igual de desasosegante que el resto de la película y cae como una tonelada de clavos sobre el indefenso espectador.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ4OB5RqPYSuB1BpjMFJkhR_kLjdszZRqKTQUZVlb9iSVgDTOZHn-SBLybY5rkWHmIYf6EFJ9yc32zjwRxu6n2Q_nHevxXU4DaYLDDi2C3rJSYY0TtiaIlcqIPkYF1MujROHyWCnfbL2M/s1600/8elaonqx4638p02nikaf.png"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ4OB5RqPYSuB1BpjMFJkhR_kLjdszZRqKTQUZVlb9iSVgDTOZHn-SBLybY5rkWHmIYf6EFJ9yc32zjwRxu6n2Q_nHevxXU4DaYLDDi2C3rJSYY0TtiaIlcqIPkYF1MujROHyWCnfbL2M/s320/8elaonqx4638p02nikaf.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5686450675769559474" border="0" /></a><br /></div><br />A Kevin Smith se le puede acusar de muchas cosas, de pretencioso, de verborreico o de demagogo, pero no se le puede acusar de cobardía. "Red State" es su ejercicio más valiente hasta el momento, porque, amén de poner el dedo en la llaga sobre los fundamentalistas cristianos (igual de terribles que cualquier otro grupo extremista religioso, como tristemente hemos comprobado recientemente), que era lo fácil, también lo ha puesto sobre el gobierno, la falta de valores de nuestra juventud y los seres humanos en general. “Red State” no ha contado con una gran distribución, pero sí se ha exhibido en numerosos festivales, de los cuales gano a Mejor Película y Actor (Michael Parks) en el <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Festival_de_Cine_de_Sitges">Festival de Sitges</a> del 2011. Smith demuestra todavía tener frescura y su filme sin duda enfadará a mucha gente. Ellos se lo pierden. Es un Smith renovado, con ganas de hacerse oír, y bastante harto del mundo. Nos regala además otra buena interpretación de ese pedazo de actriz que es Melissa Leo, y para nuestra sorpresa unas excelentes secuencias de acción en su segundo tramo, aquel donde las ráfagas de palabras dan paso a balas de verdad, algunas de ellas con destino totalmente inesperado. Smith ha cambiado la comedia inofensiva, y hacer reír a la gente, por la sátira sin complejos e incomodar al respetable. En definitiva, nos encontramos ante una película angustiosa y asfixiante que juega muy bien con los recursos que tiene para hacer pasar un mal rato al espectador. Yo la recomiendo a pesar de que me haya quedado bien planteada. Aún así “Red State” deja patente una vez más que a veces no hace falta llevar un delantal y una motosierra para provocar verdaderos escalofríos. Kevin Smith ha conseguido que, por un momento me olvide de los graciosísimos de Bob y Jay y me estremezca con la inmundicia de gente corriente, que en estos momentos pueden estar respirando el mismo aire que tú y yo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/uJ1v6oFHefc" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Es como una navaja blanda lanzada salvajemente”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-17851282188738514822011-12-12T10:22:00.000-08:002011-12-12T10:43:05.798-08:00El Sustituto<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Clint Eastwood<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>2008 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 8.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Angelina Jolie, John Malkovich, Jeffrey Donovan, Colm Feore, Amy Ryan, Gattlin Griffith, Michael Kelly, Jason Butler Harner, Devon Conti, Pamela Dunlap, Riki Lindhome, Denis O'Hare, Geoff Pierson y Eddie Alderson<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAPoclhv95C7tkyDgEeVDF8MMtcoE4grbReBv_F2Pk-gxDKdra6bbOOD3Qs_d0c4KOYavrKs1DPSgkAnp9tdty9_l1g0rBvIzQAZsWJcbDD7MdV9UjWstdMctDl2mYeAfKt4kMecm2ad9l/s1600/el-sustituto-774678.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 227px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAPoclhv95C7tkyDgEeVDF8MMtcoE4grbReBv_F2Pk-gxDKdra6bbOOD3Qs_d0c4KOYavrKs1DPSgkAnp9tdty9_l1g0rBvIzQAZsWJcbDD7MdV9UjWstdMctDl2mYeAfKt4kMecm2ad9l/s320/el-sustituto-774678.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5685313779540997570" border="0" /></a><br /></div><br />Los Angeles 1928, basado en hechos reales. Christine Collins (Angelina Jolie) es una madre soltera de los suburbios cuyo hijo desaparece sin dejar rastro. Meses después la policía dice haberlo encontrado, pero al verlo asegura que ese chico no es su hijo. A pesar de estar segura de ello, y en medio de la confusión, Christine se lleva a casa al niño, pero insiste en que se continúe la búsqueda de su verdadero hijo, tachada de loca e incapacitada por la policía, encuentra un aliado en el reverendo Gustav Briegleb (John Malkovich), que la ayudará en su lucha contra la mentira la sustitución. Clint Eastwood es uno de los grandes maestros que hoy perduran en el cine. Él es el gran creyente de que en el gran cine clásico se encuentra gran parte de la magia que hizo a este arte centenario, y a ciencia cierta que nadie como él sabe ponerla en práctica con tanta elegancia y sabiduría. “El Sustituto” no hace sino ratificar el magisterio que ya se adivinaba con “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/07/rio-mistico.html">Río Místico</a>” (2003) o “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/08/golpes-del-destino.html">Golpes del Destino</a>” (2004), desde su carácter de profundo y devastador relato, desde su insultante perfección en todos sus frentes que lo elevan, con todo merecimiento, entre los mejores filmes de su director en últimos tiempos. “El Sustituto” no varía en absoluto con las constantes que viene mostrando el cine de Clint Eastwood desde hace algunos años. Se trata de un cine sencillo, rodado desde el clasicismo, en el que la cámara no se entromete en la trama con la crudeza con que suele hacerlo en estos tiempos, usando las primeras tomas para que reluzca la credibilidad de los actores. Eastwood, heredero de Sergio Leone y Don Siegel, es el mejor hijo que nunca tuvo John Ford. Su cine dibuja una mirada dramática, repleta de significados, y en su particular distanciamiento, profundamente humana. El que fuera “Harry, El Sucio” ha sabido unirse a esa poca concurrida lista de directores que han parido un cine humanista, cuyo primer miembro fuera Sir Charles Chaplin (quien es directamente mencionado al comenzar el filme).<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJIsURgeX2qiVH_lNmrnWFEzvkaWvb4GoCpJb3icCTK0K0b_YEFgFip7N4-iUzrkm7-WrHRchLYHE4k47pzIuwJ1_7ITwEpCkLnobbaXZ7pA_vnmRtK6xT0i0uq3-kc0Mzu5U8Z5_GcRiu/s1600/gal17688.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJIsURgeX2qiVH_lNmrnWFEzvkaWvb4GoCpJb3icCTK0K0b_YEFgFip7N4-iUzrkm7-WrHRchLYHE4k47pzIuwJ1_7ITwEpCkLnobbaXZ7pA_vnmRtK6xT0i0uq3-kc0Mzu5U8Z5_GcRiu/s320/gal17688.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5685311808477613010" border="0" /></a></div><br />En “El Sustituto” Clint Eastwood vuelve a reincidir en algunos de los temas que mejor ha sabido tocar el cineasta en su filmografía: los peligros de la infancia en un mundo atroz y el dolor de la pérdida, “Río Místico” o “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/10/un-mundo-perfecto.html">Un Mundo Perfecto</a>” (1993) ya nos hablaban de eso, sin embargo en esta cinta lo hace en un contexto distinto como es Los Angeles de finales de los años 20, lo cual le sirve para realizar un hondo retrato social de una sociedad afectada de corrupción y miedo. Eastwood abre y cierra su obra con planos explícitamente deudores de clasicismo cinematográfico: dos vistas, compuestas de grises, de la ciudad en la que se asienta la trama, que dotarán el acabado circular a la película. Entre estos dos planos se despliega ante nosotros una narración apasionante y conmovedora que nos es contada a través de una solvencia narrativa intachable, capaz de hipnotizarnos ante lo que estamos viendo para insuflarnos sentimientos de conmoción, esperanza o desilusión. La mano maestra del realizador tras la cámara parece controlar con meticulosa precisión cada recodo de aquello que nos cuenta. “El Sustituto” goza de una ortografía impecable, un formalismo al que nada se le puede reprochar. Respira solidez y aplomo en cada uno de sus fotogramas, siempre ocupados por magníficos intérpretes que brillan con luz propia y hacen brillar la de un director con una inigualable capacidad para extraer las emociones que de ellos necesita. Angelina Jolie da vida a una madre luchadora e incansable, con una soberbia actuación, sobrecogiendo tanto en su trauma como en su inquebrantable tenacidad. Le secunda un extraordinario John Malkovich que sin fisuras interpreta al reverendo Gustav Briegleb. Quizá sólo se pueda lamentar cierta tendencia maniqueo en el diseño de los personajes en torno a dos flancos, y aún estaremos incurriendo en cierto pesimismo que no debe olvidar que nos hallamos ante una impagable historia de monstruos y criaturas inocentes, de corajes indómitos que protagonizan esos grandes relatos que tan bien Eastwood sabe identificar y trasladar a la pantalla.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjook-CGfpL_UcOkcwrl83Vn3G7sdd6-bEdhg8pjIA_T2K1NpVujJKff223hU17m4M_K5IKmxhSpZ4JEZ11U7o_x3j9DUqG0w8Xuf3DosDZUtE6u1SS3GOR9Aa5qt2N7Z601VrNBpKE3NjN/s1600/the-changeling.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjook-CGfpL_UcOkcwrl83Vn3G7sdd6-bEdhg8pjIA_T2K1NpVujJKff223hU17m4M_K5IKmxhSpZ4JEZ11U7o_x3j9DUqG0w8Xuf3DosDZUtE6u1SS3GOR9Aa5qt2N7Z601VrNBpKE3NjN/s320/the-changeling.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5685311939783795058" border="0" /></a></div><br />Hace tiempo que las tramas de los filmse de Clint Eastwood no se cierran completamente, por ello quizás adoptan en ocasiones estructuras circulares, al menos en cierto sentido. Como dije antes “El Sustituto” arranca con una toma, ejecutada con grúa, que desciende hasta la casa de un barrio residencial de la protagonista y concluye con otra similar pero en sentido contrario desde las escaleras de la comisaría de policía en plena ciudad. Han pasado unos ocho años entre ambos instantes y por el camino Christine ha pasado de perderlo todo o casi todo a recuperar aquello que necesitaba para continuar adelante: esperanza. Esta conclusión expone la imposibilidad de encontrar soluciones a determinados problemas invitando a la vez a mantener la creencia en algo. Idea que propone a primera vista una lectura sorprendente en tanto en cuanto resulta contraria al nihilismo presente en sus últimas películas. Además sería lógico argumentar que tiene algo de contradictoria dentro del propio relato. Sin embargo su formulación (y el cómo se ha llegado a ella) tiene una coherencia y sensibilidad decisiva: Eastwood observa el mundo y a sus personas con una honesta subjetividad que mezcla repugnancia, atracción y ternura. En “El Sustituto” Christine es una víctima como su hijo Walter (Gattlin Griffith) en parte del azar, en parte de la maldad, que trata en todo momento de mantenerse fiel a sí misma y luchando contra ese sentimiento de culpa que nunca se expresa abiertamente pero es bien visible en sus comportamientos. La esperanza a la que alude al final deviene en la justificación perfecta para prorrogar su búsqueda, su creencia aferrándose a cualquier signo, por mínimo que sea, para la duda, ignorando lo razonable, los propios hechos, el tiempo transcurrido. Más allá del sentido religioso que se pueden extraer y el cuales se compartirá o no, lo más interesante de este final no cerrado, a modo de resumen de la historia, es el componente humanista, afín a toda la obra del cineasta americano si bien matizado por la melancolía y dolor que pueblan sus narraciones, que surge de forma natural, con sus contornos y pliegues, para desde la cotidianeidad alcanzar lo trascendental.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHbZGtM7RpGwCafBwnjrDkqT1l1RVLPyNZrJgd-dy5Kcd7xl2Kwg15Rgk6qXU1sMFdihiMZYJXWdYierOiIO4i7WDNIX0zu0_DK9EzgJlpsvakQwqrReXrNWyMrMXK4dmPzVI9-Bgoz10N/s1600/changeling_jpg_595x325_crop_upscale_q85.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHbZGtM7RpGwCafBwnjrDkqT1l1RVLPyNZrJgd-dy5Kcd7xl2Kwg15Rgk6qXU1sMFdihiMZYJXWdYierOiIO4i7WDNIX0zu0_DK9EzgJlpsvakQwqrReXrNWyMrMXK4dmPzVI9-Bgoz10N/s320/changeling_jpg_595x325_crop_upscale_q85.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5685312983346908530" border="0" /></a><br /></div><br />Existió un prejuicio inicial con la protagonista de esta cinta del connotado director, que son los antecedentes actorales que preceden a Angelina Jolie que ha repartido balazos, sobreactuaciones y sensualidad al por mayor en sus últimos trabajos como en “Sr. y Sra. Smith” (2005) o "Se Busca" (2008) por dar un ejemplo. Pero nada más alejado de eso es este trabajo con Eastwood, que la puso a trabajar en serio y con mucho apoyo, donde no tiene cabida sus ya características miradas sensuales y apretones de labios que la han hecho famosa. En esta película vemos a una Jolie esforzada y logra convencer en todo el metraje. Paralelamente se teje una trama relacionada con un asesino en serie que descuartiza niños y entre ellos podría estar el pequeño hijo de la señora Collins, pero Eastwood filma sin caer en exageraciones, con un ritmo pausado con el cual pocos se atreven a utilizar, mostrando injusticias basadas en los miedos internos como lo son la pérdida de los hijos y sobre todo en una familia incompleta que tendrá que acudir a la buena voluntad de la gente para salir adelante, pero lo más sorprendente de “El Sustituto”, más allá de la soberbia interpretación de una Jolie que contagia su dolor, es el retrato que el realizador dibuja de un momento en el que los Estados Unidos suponía alcanzar la cima del poderío mundial, pero en realidad estaban podridos desde sus raíces, con un grave atraso (en cierta manera, mantenido hoy) sumergidos en la indiferencia a los derechos civiles de sus ciudadanos y una alarmante falta de honestidad por parte de quienes debían vigilar por el buen cumplimiento de su tan idealmente cacareada democracia. Transitamos junto a una mujer hundida a través de un camino desolador que refleja la solidaridad del pueblo y la incompetencia de los mandos, honrosa excepción hecha del reverendo Gustav Briegleb, azote de los cuerpos de seguridad y de su pasividad ante el dolor de quienes a ellos confían su protección. Es un mundo gris, oscuro, falto de esperanza, un ambiente cercano al que respiramos hoy en día pero que podemos asimilar ensimismados gracias a una pureza técnica y una fluidez narrativa a todas luces sobresalientes. Eastwood nos lleva de un lado a otro de la investigación, inserta retazos de lo que realmente ha sucedido ofreciéndonos una verdad aún oculta a la dama que ejerce de potente centro de la historia; descubrimos qué sucedió, y eso hace más tormentosos los acontecimientos que llevan a averiguar la verdad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjto4HIQZpvuYaxn8dMvsRr1CWGvWNqZEVJejDxpkbpR4gq9uemvWR9Z5Qk1u-N-jQOJMNxN3w8nUz0f8Loz5gLA8RdAkvZNj-4VEf6iydl7wTFvufMeHDuhq1sVzNjq10LObje65cJqpCi/s1600/Changeling-Jolie-Griffith-Measuring-450px.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjto4HIQZpvuYaxn8dMvsRr1CWGvWNqZEVJejDxpkbpR4gq9uemvWR9Z5Qk1u-N-jQOJMNxN3w8nUz0f8Loz5gLA8RdAkvZNj-4VEf6iydl7wTFvufMeHDuhq1sVzNjq10LObje65cJqpCi/s320/Changeling-Jolie-Griffith-Measuring-450px.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5685313266331493634" border="0" /></a><br /></div><br />Los andamiajes de “El Sustituto” son transparentes. Hay personajes que siguen un modelo fabulesco donde hay malos y buenos de una pieza, arquetipos que se mueven en el relato para cumplir una función específica caso del jefe de policía Davis (Colm Feore), el reverendo Gustav Briegleb o el doctor Montgomery (John Harrington Bland). Otros, los más interesantes, poseen dobleces pero no dejan de mostrarse de manera clara tal como (no) son desde un principio: el asesino Gordon Northcott (Jason Butler Harner), el joven Arthur Hutchins (Devon Conti) que se hace pasar por Walter, el capitán Jones (Jeffrey Donovan), el detective Ybarra (Michael Kelly), el joven Sanford Clark (Eddie Alderson) y la propia Christine son mostrados como auténticas personas con todas las implicaciones que la naturaleza de cada uno lleva consigo. Análogamente, la narrativa está desnuda de tropos, retruécanos o digresiones adoptando una linealidad predecible, trasladando la complejidad a otros campos. Las reacciones inminentes ante la desaparición de Walter, la reclusión de Christine en un centro de salud mental, la primera aparición del asesino o los flashbacks (los cuales tampoco rompen la linealidad apuntada) que rememoran diferentes episodios en la granja, este último son ejemplos significativos del funcionamiento narrativo de un filme provisto de un tono a media voz que rehúsa lo altisonante y se asocia con un minimalismo que tiene su correspondencia en unas imágenes límpidas. Estas se construyen sobre un aparato visual de alta densidad e intensidad el cual Clint Eastwood ha desarrollado y aprehendido a lo largo de su extensa trayectoria y que en los últimos años parece que esté en continúa fase de depuración, que tiene una de sus claves recientes en “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/poder-absoluto.html">Poder Absoluto</a>” (1997), película reveladora por cuanto se sitúa, como en cierto modo “El Sustituto” e incluso “Golpes del Destino”, en un lugar inclasificable entre lo aparentemente convencional (de sus engranajes narrativos) y la profundidad de su discurso (cinematográfico y vital). “El Sustituto”, por tanto, conmueve por la atención que pone en sus detalles, por la buena utilización de el espacio fílmico y por la sinceridad de su mirada.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH9yIdUOkyf2XHFmqQwDgIIBsPGv8pzc_kVA-6o0MEBIorkypqPaoMY-D53BOgiwgJBTDNF5gMcmMqlxq5_FtLhfoy932Bj-Ip98MlXnO_w8gSGLq9_958vJGqF3471okoT1f51vwpj5uW/s1600/el-intercambio-4.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH9yIdUOkyf2XHFmqQwDgIIBsPGv8pzc_kVA-6o0MEBIorkypqPaoMY-D53BOgiwgJBTDNF5gMcmMqlxq5_FtLhfoy932Bj-Ip98MlXnO_w8gSGLq9_958vJGqF3471okoT1f51vwpj5uW/s320/el-intercambio-4.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5685313477149206978" border="0" /></a><br /></div><br />El desamparo y la impotencia de no poder hacer nada contra los poderes establecidos están patentes en la cinta donde su protagonista lucho en tiempos donde nadie se atrevía a desafiar a la autoridad, menos una mujer. La cinta cuenta con destacada y delicada ambientación de época realizada con un gusto exquisito, sin sobresaltos, bien en todos los frentes no cayendo en exageraciones que eran tentaciones para cualquier otro director con menos oficio. La película insinúa mucho dejándole tarea para que el espectador resuelva ciertos asuntos involucrándolo en todo momento. Eastwood aparte de dirigir compuso la <a href="http://www.youtube.com/watch?v=RM2b05TLf98&feature=related">banda sonora</a> que es exquisita. Otro acierto es el reparto sin estrellas como el policía, el abogado que defiende y las enfermeras del manicomio que logran una tremenda credibilidad con sus intervenciones en una película digna de ser escuela para muchos directores. El peso de la experiencia es aquí aplastante, irrevocable, y apenas deja escapar un solo atisbo de imperfección, ni siquiera en los aspectos técnicos que disfrutan de una excelsa fotografía de Tom Stern. Se trata de una excepcional cinta que junta todos los requisitos para ser denominada como una de las cumbres de la filmografía de su autor. Y cuando ese autor es Clint Eastwood, hablamos de una película candidata a convertirse en clásico instantáneo, un título imprescindible no del año que se filmo, sino de toda una década en la que el director ya nos ha deparado unas cuantas obras maestras. Maravillosa en todos sus aspectos, sorprendentemente fácil de absorber (hablamos de un metraje que supera ampliamente las dos horas), sensible, brutal y maravillosamente humana, envuelto en una envoltura simple pero delicada, además es un puñetazo a una sociedad prepotente cuyos líderes prefieren ignorar sus limitaciones a renunciar a un pedazo de gloria mediática. En ocasiones cuesta creer lo que se ve, pero merece la pena abrirse a este regalo de un cineasta irrepetible. Porque es él quien levanta con soberana profesionalidad un relato que, en manos de otro, pudiera haber quedado a medio camino. La realidad supera la ficción, dicen, y este es uno de los mejores ejemplos.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/ARTjy2xtFkw" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /><br />"Emocionalmente poderosa y con un estilo realizado con mano firme"<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-74360902251533305872011-12-08T07:04:00.000-08:002011-12-08T20:38:30.203-08:00Boogie Nights<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Paul Thomas Anderson<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>1997 <span style="font-weight: bold;">País: </span>EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 9.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Mark Wahlberg, Julianne Moore, Burt Reynolds, Don Cheadle, John C. Reilly, William H. Macy, Heather Graham, Luis Guzmán, Nicole Ari Parker, Philip Seymour Hoffman, Nina Hartley, Melora Walters, Philip Baker Hall y Alfred Molina<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizX_f7C3Z_KWF_P4Qq5u5vpMbAOsy-VB1k77ZuXSkDlLbXgm8Kc6vsWGaFNHfctDyN7pWeb1enh7lcS5umT9iFGJ8DsbrR1hhwtiRAfXu5pSspYryi-gqdn5lfSMKAkUbjk6pI9OXmuEA/s1600/Boogie_Nights-289074911-large.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 216px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizX_f7C3Z_KWF_P4Qq5u5vpMbAOsy-VB1k77ZuXSkDlLbXgm8Kc6vsWGaFNHfctDyN7pWeb1enh7lcS5umT9iFGJ8DsbrR1hhwtiRAfXu5pSspYryi-gqdn5lfSMKAkUbjk6pI9OXmuEA/s320/Boogie_Nights-289074911-large.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5683786207900810850" border="0" /></a><br /></div><br />A finales de los 70, Jack Horner (Burt Reynolds), un director de cine porno que considera su trabajo una forma de arte descubre a Eddie Adams (Mark Wahlberg), un joven ingenuo que desea triunfar y que tiene las características físicas muy adecuadas para ese tipo de cine. Eddie cambia su nombre por el de “Dirk Diggler” y se sumerge por completo a su nuevo estilo de vida y a las relaciones que la industria le impone, así de pronto se convierte en una gran estrella del porno. En una secuencia de esta película, nos introducimos en la carcasa de una cámara de cine, y nos paseamos con calma por cada uno de sus resortes, mecanismos y fases, terminando en un plano que recoge lo que se va imprimiendo en el celuloide. Se trata, por supuesto, del rodaje de un filme porno con el ambiente inconfundible de los años setenta, pero también de una declaración de amor al cine de cualquier clase (siempre que esté hecho en celuloide), y a los profesionales que trabajan en él. Ha dicho Paul Thomas Anderson que es capaz de distinguir el estilo del cine porno en cuanto a décadas e incluso directores importantes. Pero no sólo es especialista en cine porno, es uno de los directores norteamericanos más importantes vivos, y lo lleva demostrando desde la realización de esta película a los 27 años. La obra de Paul Thomas Anderson es probablemente una de las más completas del cine contemporáneo. Desde el punto de vista técnico, el cineasta con fama de megalómano es capaz de reinventar todos los recursos narrativos, escénicos y musicales del séptimo arte. Desde el artístico, sus historias son básicamente decálogos del dolor humanos, con todas sus caras y aristas. Anderson con esta cinta realiza un recorrido vital hasta los infiernos del alma a lo largo de dos horas, que pasan como un suspiro gracias a una fascinante banda sonora y al amor y al espeto que tiene por sus personajes, que consiguen que los amemos y respetemos tanto como él.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCxPQAvaouzRnVM1bVleCaTVO5yER6N2l6U40pmx87Yi_aZsL8WG6JSeDujfpQCZ65JuHsKjxyPxas5M1gsS26QZvYr9_kLUTF5ur34SlZra-knQJYa33oxvzLyOrqq2rLeHUhaTLfZy8/s1600/1282.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 137px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCxPQAvaouzRnVM1bVleCaTVO5yER6N2l6U40pmx87Yi_aZsL8WG6JSeDujfpQCZ65JuHsKjxyPxas5M1gsS26QZvYr9_kLUTF5ur34SlZra-knQJYa33oxvzLyOrqq2rLeHUhaTLfZy8/s320/1282.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5683784244328974338" border="0" /></a><br /></div><br />Sin duda esta cinta una exuberante obra maestra, tan apasionada y libérrima como arriesgada y hasta lúgubre, “Boogie Nights” es un largo e irregular, aunque apasionante recorrido por las dos décadas más convulsas de la industria del cine pornográfico estadounidense, tomando como protagonista a una suerte de gemelo del célebre e infortunado <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/John_Holmes">John Holmes</a> (cuyo miembro sexual era más conocido que su rostro), dentro de un relato coral presidido por un eufórico espíritu adolescente, por una gran compasión hacia las criaturas que lo pueblan y por una sutil ironía que termina de redondear la propuesta. Tras la muy poco conocida “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/hard-eight.html">Hard Eight</a>”, estrenada en 1996, Anderson daba un golpe sobre la mesa en forma de grandísimo cine, con el que avisaba del inmenso talento que daría lugar a sus magistrales obras posteriores como: “Magnolia” (1999), “Embriagado de Amor” (2002) y sobre todo “Petróleo Sangriento” (2008). Estrenada hace catorce años atrás, tiempo en el que ya el director se ha labrado una merecida fama, ahora resulta difícil darse cuenta de los redaños de Paul Thomas Anderson decidiéndose por este personalísimo proyecto, pero igual de sencillo que entonces es percibir su amor por una industria que ya no existe, convertida primero en un fábrica de vídeos cutres, y luego en un portal de internet con innumerables clips de secuencias sueltas. Para Anderson, es indiferente el tema o el contenido. Lo más importante era el cuidado y la profesionalidad de los directores, cámaras, sonidistas y montadores del cine porno, que creían que lo que hacían era importante y de altura estética, y que vivían por y para su trabajo, convencidos de que era lo único que sabían hacer bien. En esa industria se mezclaba lo ingenuo y lo entrañable con la mezquindad y las envidias propias de todo negocio, y Anderson lo narra todo sin juzgar, y divirtiéndose como un niño.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpPKQf8njc0c9xi31Rnvg9Ng2WykjV-lr0rHl_SmSptprtlgEEHbZuWrjEPYTNEg3qNA6T3GLU4BNTbrewHCfWV-LHclnSR7PyhJ-C7pdZQWodRCIFghhYrNpularV2hLqM-1Joi7SdeI/s1600/MV5BOTI0MDYyOTM3M15BMl5BanBnXkFtZTYwMjE4OTk2__V1__SX475_SY347_.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 137px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpPKQf8njc0c9xi31Rnvg9Ng2WykjV-lr0rHl_SmSptprtlgEEHbZuWrjEPYTNEg3qNA6T3GLU4BNTbrewHCfWV-LHclnSR7PyhJ-C7pdZQWodRCIFghhYrNpularV2hLqM-1Joi7SdeI/s320/MV5BOTI0MDYyOTM3M15BMl5BanBnXkFtZTYwMjE4OTk2__V1__SX475_SY347_.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5683784360406815954" border="0" /></a><br /></div><br />Como en la futura “Magnolia” (que le daría el Oso de Oro en el Festival de Berlín), esta es una historia de muchos personajes, cada cual más patético y dolido por una vida llena de frustraciones, soledades y miserias. El motor de la película, sin embargo, es Eddie Adams o más conocido como “Dirk Diggler”, interpretado por un estupendo Mark Wahlberg, que vivirá una fulgurante carrera en la industria pornográfica, para luego echarlo todo a perder, y recuperarse en el último momento, es un tipo en el que lo infantil y lo vanidoso se mezclan sin poder distinguirlos, y al que, como todos los demás, terminamos cogiendo un incomprensible cariño. Alrededor suyo brillan con fuerza Julianne Moore (la actriz favorita de P.T. Anderson, según sus propias palabras), Burt Reynolds, Don Cheadle, Heather Graham y otros que son parte del grupo de actores habitual de Anderson como Philip Seymour Hoffman, John C. Reilly o William H. Macy. A sus escasos veintisiete años, Anderson demostraba ser un director de actores de primerísima línea, y un director que conoce a fondo toda la técnica del cine. Su escaso interés, malas notas y posterior abandono de la escuela de cine de Los Angeles, parecen haber sido consecuencia no de su incapacidad, sino de su verdadero genio precoz y su carácter autodidacta. Hay secuencias resueltas con una maestría poco común incluso en cineastas con más títulos a sus espaldas, como el fastuoso plano que abre el filme, de tres minutos de duración y que es un homenaje a un plano secuencia de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/buenos-muchachos.html">Buenos Muchachos</a>” (1990). De hecho, se percibe una enorme influencia de Scorsese en este trabajo de Anderson, influencia que en lugar de comprometer su personalidad, la enriquece. Si Scorsese es la perversión del clasicismo, Anderson es la perversión de esa perversión. Su descaro, su alegría de filmar, le llevan a hacer lo que le viene en gana con la cámara, pero sin perder jamás de vista a su galería de perdedores, que mientras se benefician del dinero y el jolgorio de la industria del porno, padecen también el rechazo de la sociedad bienpensante e hipócrita, y son marginados por los mismos que ven sus películas.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTOiJOoQqL-3vDUDPCFa1iZynAhhJL7HaSCmMPveMhX18gWMxUdXaFzZXZfIvVI0LNh22vPf-7PXw593TbI8wAc_PCxm5o5241AnmwU2ZFLJgt2fHF7dS0P7pw8YIyVohdiTqAEGx0qPk/s1600/julianne-moore-boogie-nights-1997.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 137px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTOiJOoQqL-3vDUDPCFa1iZynAhhJL7HaSCmMPveMhX18gWMxUdXaFzZXZfIvVI0LNh22vPf-7PXw593TbI8wAc_PCxm5o5241AnmwU2ZFLJgt2fHF7dS0P7pw8YIyVohdiTqAEGx0qPk/s320/julianne-moore-boogie-nights-1997.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5683784620891404562" border="0" /></a></div><br />La película tiene "dos partes". La primera es colorida, sencilla, musical, repleta de sueños, de éxito, de posesiones físicas, de sexo, de premios, de admiración y de reconocimiento. La segunda es turbia, oscura, sombría y melancólica, es n viaje del éxito a la irremediable caída a la autodestrucción. El paso del tiempo arrolla a los personajes, los encierra en sus miserias, en sus obsesiones, en su soledad, en sus mentiras, en sus odios, en sus secretos, en su tristeza y en su patetismo. Los méritos de esta película son muchos, demasiados, pero sin duda el mayor acierto es conseguir representar a esta industria sin la necesidad de recurrir a lo vulgar o a escenas grotescas. El espectador puede hacerse, gracias a esta cinta, una idea de cómo muchos jóvenes llegan a trabajar en este tipo de cine, respirando un ambiente lujoso y lujurioso, pues sus personajes están llenos de perspectivas respetables, objetivos de futuro y actitudes que hasta rozan con lo inocente. No es pequeño el número de personajes del porno que ha encontrado en ese negocio un refugio de una pobre vida, afectada por los problemas familiares o pasados oscuros. En repetidas ocasiones Anderson nos muestra rodajes de películas, incluyendo visiones desde diferentes puntos de vista: director, actores y observador. Y es aquí donde reside uno de los puntos fuertes del metraje, gracias a lo cual el espectador se introduce en “Boogie Nights” con mucha facilidad. En determinados momentos, la cámara va de estancia en estancia (a veces a modo de travelling) como un mero observador curioso y es aquí donde la película conecta directamente con el espectador. Como decía antes, Anderson homenajea esta época de la industria pornográfica y no sólo eso, sino que da su visión sobre ella. Respeta fervientemente el trabajo de estas producciones (a pesar de lo cutre que pueden resultar) y a través de Jack Horner habla de lo que para él debiera ser una obra de estas características: bella, en la que el espectador continúe su visionado después de masturbarse, donde los actores tengan buenas interpretaciones y una buena historia que contar.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzt-nwS9dgqdJ9I5ubSDb617DFAnW1zVhTMzcdAH9g7pcJByK2H79jbC5hvtW14rEwfPbDPNIUUuO3ubiSxOza9meXJ_BG2GhSTxcFYzv8nLjzl2_4La5KmELA-LKlfKZb08gSmJ2wREY/s1600/j7i7lje5x61u51x.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 137px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzt-nwS9dgqdJ9I5ubSDb617DFAnW1zVhTMzcdAH9g7pcJByK2H79jbC5hvtW14rEwfPbDPNIUUuO3ubiSxOza9meXJ_BG2GhSTxcFYzv8nLjzl2_4La5KmELA-LKlfKZb08gSmJ2wREY/s320/j7i7lje5x61u51x.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5683784826912531730" border="0" /></a><br /></div><br />Pero es en la segunda parte del metraje donde Anderson descarga casi todo el peso dramático que lleva dentro, consiguiendo algunas escenas e interpretaciones dignas de ser recordadas en mucho tiempo. Además Anderson ve a sus personajes como una familia muy unida, con sus problemas pero con mucho sentimiento y amor de por medio. Resulta curioso ver que realmente el cine y el cine pornográfico son bastante parecidos, al menos en aquella época. En “Boogie Nights” hay continuas referencias a estas similitudes entre la industria porno y Hollywood, ya no sólo con los protagonistas en sí, sino que hasta aparecen los porno-óscars, los estudios de montaje, incluso el empaquetado de películas para su posterior distribución. Se nota que Anderson ha tenido mucho trabajo de mediateca. Aunque pueda parecer excesiva, posee un ritmo dinámico, junto con los movimientos de cámara mencionados anteriormente y una clara idea sobre la estructura del guión, hacen que la película sea muy llevadera y entretenida. A pesar del excesivo uso de la influencia del cine De Palma o Scorsese, el estilo de P.T. Anderson es bastante original y representa la esperanza de una buena parte de la industria hollywoodiense. La recreación histórica de Bob Ziembicki es sensacional. Su trabajo para llevarnos a finales de los años setenta, y mostrarnos los cambios paulatinos de los ochenta, merece todos los elogios. Le ayuda muchísimo la elección de los temas musicales, el vestuario, la peluquería y el maquillaje. Todo está cuidado hasta el mínimo detalle. A su vez, el gran operador Robert Elswit, se alía en total complicidad con director y diseñador de producción, hasta el punto de que es imposible imaginar que esta película fue filmada en 1997. ¡Realmente parece que está filmada veinte años antes, y durante los cinco o seis años que dura el relato! Sin el menor complejo, Anderson se apodera de cualquier formato que otorgue veracidad en el aspecto visual, ensucia la paleta de colores, reconstruye escenarios de títulos porno de la época, el atrezzo, las texturas...mientras mueve veloz la cámara, corta planos con la precisión de un cirujano, emplea el scope y la steady con desparpajo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6ALPrE7rkgKWuxnUGw3vraaMfAu0rN8XQv8fI0bpmGNsClQVhrZzfbiA3Pe_Hjugk3o7nL3qaNxvPv9l7B0VIS8bH_nMeksJZFes-oMDj9jSr31cukzc4UmEWbfbG_PkI_UzbazPYjSM/s1600/997BGN_Julianne_Moore_019.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 137px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6ALPrE7rkgKWuxnUGw3vraaMfAu0rN8XQv8fI0bpmGNsClQVhrZzfbiA3Pe_Hjugk3o7nL3qaNxvPv9l7B0VIS8bH_nMeksJZFes-oMDj9jSr31cukzc4UmEWbfbG_PkI_UzbazPYjSM/s320/997BGN_Julianne_Moore_019.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5683785102298928770" border="0" /></a><br /></div><br />Contemplando toda la filmografía de Anderson podría chocar el tono tal vez optimista de “Boogie Nights”, pero lo cierto es que pocos directores y guionistas diseccionan con tanta habilidad y humanidad las miserias humanas. Otro punto que sorprende es Mark Whalberg, un actor de lo más limitado bajo mi punto de vista, aquí realiza la que sin lugar a dudas es su mejor interpretación, rozando la gloria y lo patético. Y sin menospreciar a todo su magnífico e interminable reparto hay que hacer una mención especial las participaciones de Burt Reynolds y Julianne Moore. El primero resucitó unos segundos con este filme gracias a una poderosa interpretación como el padre, cabeza y corazón de todos los seres perdidos que pululan por “Boogie Nights” y Julianne Moore simplemente es imposible de alabarla, porque no existen adjetivos que describan su trabajo como Amber Weaves, de una sutileza aplastante, de una presencia enigmática, de una belleza extraña, de un dolor plausible, de una perfección ilimitada. Pero además “Boogie Nights” puede verse como una parábola del cine convencional, con la feroz llegada del vídeo doméstico como destructor de un arte artesanal que hasta entonces poseía cierta dignidad, al igual con la instauración del televisor en los años sesenta para el Hollywood de los años sesenta. Cuenta la misma decadencia, mucho más acusada como es lógico en el cine triple X, que ahora no es más que una parodia deleznable. Antes, por lo menos, se podían hacer filmes con una bella fotografía y con cierto gusto. El porno es la excusa para que Anderson declare, con toda la pasión que le es propia, su devoción por el soporte fílmico, que para él es el verdadero cine, en lugar del vídeo o incluso de la imagen digital. En su narración de la trayectoria de Diggler y del universo cerrado que era la industria, Anderson se consolida como una promesa cumplida, un director a la altura de Coppola, Scorsese o De Palma…surgido dos décadas más tarde nada menos. En definitiva “Boogie Nights” es sórdida, cruda, excesiva, bella, triste y violenta, una obra maestra imperdible para los cinéfilos.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/oDZ9tl43SXU" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Cine con mayúsculas”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-89467145954087816512011-12-05T20:49:00.001-08:002012-01-04T13:30:49.624-08:00No Direction Home: Bob Dylan<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Martin Scorsese<br /><span style="font-weight: bold;">Año: </span>2005 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Documental/Musical <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 09/10<br /><span style="font-weight: bold;">Entrevistados:</span> Bob Dylan, Liam Clancy, Allen Ginsberg, Joan Baez, John Cohen, Mickey Jones, Bruce Langhorne, Mitch Miller y Bob Neuwirth<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0ieQF70xdgyN4XSQw0582HW4dlogjeHPNXWxVRd9f9AaHU_rdCG_MKcXnwlKTxojF2ZqJY-7vLk0m9NM-4us0kjrEAxbJT4czk3jDjWp3U6UZXdXT4CSrFbagfH6WbDReYHoTo6lJkuIQ/s1600/600full-no-direction-home+-bob-dylan-poster.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 219px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0ieQF70xdgyN4XSQw0582HW4dlogjeHPNXWxVRd9f9AaHU_rdCG_MKcXnwlKTxojF2ZqJY-7vLk0m9NM-4us0kjrEAxbJT4czk3jDjWp3U6UZXdXT4CSrFbagfH6WbDReYHoTo6lJkuIQ/s320/600full-no-direction-home+-bob-dylan-poster.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5682885540757960946" border="0" /></a><br /></div><br />Martin Scorsese nos ofrece la extraordinaria historia del viaje de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Bob_Dylan">Bob Dylan</a> desde sus raíces en Minnesota hasta la época de sus comienzos en los cafés del Greenwich Village, pasando por su sonada ascensión al estrellato del pop en 1966. Joan Baez, Allen Ginsberg y otros comparten sus pensamientos y sentimientos sobre el joven cantante que cambiaría para siempre la música popular estadounidense, con secuencias jamás vistas, entrevistas exclusivas y actuaciones inéditas, he aquí el retrato definitivo que los fans del mundo entero han estado esperando durante décadas: la historia jamás contada de una leyenda americana viva. En la insaciable curiosidad cultural del cineasta Martin Scorsese, que no por casualidad es uno de los más grandes artistas del último tercio del siglo XX, el cine ocupa un lugar prominente, claro, pero no superior a su pasión por la música, no es por nada que su amigo músico Robbie Robertson declaró que cuando se reúne con él en su casa, siempre le pide que baje un poco el volumen o detenga la música durante unos pocos minutos, lo que es bastante revelador. Cuando a principios de la pasada década el mánager de Bob Dylan, Jeff Rosen, comenzó a recopilar todo tipo de material audiovisual inédito, vio la posibilidad de elaborar un documental importante sobre la figura de Dylan, lo primero que hizo fue en llamar a Martin Scorsese, que todavía estaba en labores de montaje de la magistral “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/09/pandillas-de-nueva-york.html">Pandillas de Nueva York</a>” (2002), después de terminada dicha cinta, enseguida aceptó gustoso el proyecto, ayudando en la inmensa recopilación, que se prolongó durante cuatro años más, mientras el eminente director iba ordenando las piezas del puzzle, para hacerlo realidad el 2005. La grandeza de este documental reside en haber concebido un montaje deslumbrante que cuenta con ejemplar nitidez la odisea del chico judío, además deslumbra por la riqueza del material inédito.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7QdhaiBte4N2Lg2t1alnJe_Tl5UXy307NiM0UsOyqnndWG-wkEwZeEEyd1AKbDRHozR38Lo4jyn0UYpNpjacTWHyNyizMiTuWXGcIn9_RCHpFn9TVXIzBZd7fQYyd1s3mLS7SUKeCPu8B/s1600/610_dylan_about.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 140px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7QdhaiBte4N2Lg2t1alnJe_Tl5UXy307NiM0UsOyqnndWG-wkEwZeEEyd1AKbDRHozR38Lo4jyn0UYpNpjacTWHyNyizMiTuWXGcIn9_RCHpFn9TVXIzBZd7fQYyd1s3mLS7SUKeCPu8B/s320/610_dylan_about.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5682884517648501634" border="0" /></a><br /></div><br />De vez en cuando el destino y el azar confluyen. Vamos, que algunos proyectos parecen predestinados a hacerse realidad. Que Scorsese, que tanto ama la música, haga el documental sobre un hombre que para muchos personifica la música folk norteamericana del siglo XX, representa en sí mismo un acontecimiento cultural. Pero además “No Direction Home: Bob Dylan” es un trabajo monumental de casi cuatro horas de duración que se erige en una imprescindible lección de cine documental, por la inagotable audacia formal en la heterodoxa construcción de su mirada a uno de sus grandes ídolos, por el sorprendente empleo de la documentación, no como género de conocimiento divulgativo, sino ante todo como el medio perfecto para mostrar la belleza en estado puro, prescindiendo de la tendenciosa arma de la ficción. Tanto es así, que quizá estemos hablando de la última gran obra maestra de Scorsese como director, ya que en los últimos años sus ficciones han perdido algo de la poderosa singularidad de otras décadas. Esta cinta es una fuente de incalculable valor que enlaza mucha y personal información sobre Bob Dylan con los inconfundibles toques de dirección con los que Scorsese no nos deja de sorprender jamás. La historia está dividida en dos partes para que su larga duración no sea un obstáculo para el espectador, y mucho menos un elemento de pesadez, en ningún momento se idolatra la figura de Dylan y eso es de agradecer; el documental muestra al artista de Minnesota tal como es, con sus defectos y sus virtudes. Cabe recordar que Scorsese no es un advenedizo en el terreno de las películas sobre música popular, durante sus primeros años en el cine, se dedicó al montaje de filmaciones de conciertos, como en “<a href="http://www.filmaffinity.com/es/film800908.html">Woodstock</a>” (1970) o “<a href="http://www.filmaffinity.com/es/film760446.html">Elvis On Tour</a>” (1972), años más tarde, dirigió “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/09/el-ultimo-vals.html">El Último Vals</a>” (1978), filme que recoge el concierto despedida de “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/The_Band">The Band</a>” (la agrupación de Bob Dylan), también ha sido el encargado de producir una serie de documentales sobre el blues en la que participaron como realizadores de diferentes episodios, Clint Eastwood, Wim Wenders y Charles Burnett.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2R6bj4wPaw-r09_eujbKHoxja_cv9u1xPjpbn6b8uSwnaewwtFU4Ag3WMXJjFy0zkJl6MVmSNwvqY3DFgbzx_RDpII274Pb5b25_EHO8Cg3tp_7Qf2Qi8OY3ApLPiyR1wFSEAXhL5PyEG/s1600/bob_dylan_in_toronto.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 140px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2R6bj4wPaw-r09_eujbKHoxja_cv9u1xPjpbn6b8uSwnaewwtFU4Ag3WMXJjFy0zkJl6MVmSNwvqY3DFgbzx_RDpII274Pb5b25_EHO8Cg3tp_7Qf2Qi8OY3ApLPiyR1wFSEAXhL5PyEG/s320/bob_dylan_in_toronto.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5682884636310160786" border="0" /></a></div><br />No deja de ser sintomático de estos tiempos, que en los que Estados Unidos, o lo mejor de él, trata de regresar a sus orígenes, o de averiguar en qué punto perdió el rumbo, que en los últimos años tanto Scorsese como Todd Haynes, hayan invertido tanto esfuerzo y dinero en sendos proyectos sobre el músico nacido en Duluth, quien de alguna forma se ha convertido en un cronista de la pérdida de inocencia de ese país, y en todo un símbolo de sus valores más progresistas. Pero mientras el magistral “I’m Not There” (2007) trabajo de Haynes, alentaba los ecos más románticos del artista, la propuesta de Martin Scorsese, quien “se limitó” a ordenar el material previo, se acerca más a una intención lírica: la de situar al mito en sus primeros años, situar con exactitud los primeros peldaños en su escalada hacia la inmortalidad estética, y detenerse ahí, para que el espectador, ahora ya correctamente situado, pueda indagar en su trayectoria posterior. En otras palabras, Scorsese coge de la mano al espectador y le muestra de manera deslumbrante un conjunto de entrevistas e imágenes nunca vistas, y en su compañía comprendemos un poco mejor la esencia de la belleza musical y su creación. Mientras el cantautor no ignora que, con el cine, el tiempo ya ha dejado de ser lo que era; que el cine es lo más parecido a un dispositivo de la inmortalidad, capaz de revivir el momento pasado aunque sea de un modo ilusorio, pues lo único que recupera de él es un tenue reflejo sin consecuencias; la impronta precaria de uno de los lados de esa realidad, uno de los muchos posibles. El reto de “No Direction Home: Bob Dylan” es precisamente, instalarse en esa dimensión evocadora del cine y de la palabra, confiar en su poder para reconstruir una época, desde la que los pasos recorridos esclarezcan el presente del mito.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQzIn69wkDw9duJ9Gbq5PY5CZhykV0LqkBziZj8lAfZ4Hd9P-Pr-oFWbfX-CTlfT4-b-5piqbO55XnbgI_u7-6ulzKENUWD83O2Tz4xlY6icJtU6waoLcCl1Z6-lZad_JAja6dONriVuJz/s1600/dduaac-no-direction-home-2005-anvil-the-story-L-1.jpeg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 140px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQzIn69wkDw9duJ9Gbq5PY5CZhykV0LqkBziZj8lAfZ4Hd9P-Pr-oFWbfX-CTlfT4-b-5piqbO55XnbgI_u7-6ulzKENUWD83O2Tz4xlY6icJtU6waoLcCl1Z6-lZad_JAja6dONriVuJz/s320/dduaac-no-direction-home-2005-anvil-the-story-L-1.jpeg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5682884838281763266" border="0" /></a><br /></div><br />Que Scorsese no creara personalmente las imágenes que componen este trabajo, al final es poco o nada relevante, porque “No Direction Home: Bob Dylan” es un título profundamente scorsesiano, en el que la personalidad artística del cineasta, se muestra con una nitidez apasionante. La película comienza muy significativamente en 1966, fecha en la que se tomó la foto que aparecen en la portada del filme. Ese año Bob Dylan llevó a cabo una gira mundial que le llevó por casi toda Europa, en la que al mismo tiempo que constataba un éxito popular arrollador, era acusado por algunos de traidor a su estilo y sus raíces, ya que había incluido música electrónica en sus últimos trabajos. Acontecimiento anímico y social profundamente scorsesiano, por tanto, en el que el artista es amado y odiado a partes iguales y por ello se muestra más humano y quizá frágil, acentuado por el accidente que sufrió en 1967 y que tanto tiempo le mantuvo alejado ocho años de los escenarios. La escisión personal y estética de Dylan es el corazón de la película. Más allá de lo poco objetivo que pueda ser, el documental es fenomenal, pues no solo se queda con una presentación de Bob Dylan, sino que va mucho más allá, mirando los inicios del “Folk Américano” y de cierto modo muestra algunas cosas blues, muestra al Dylan que sin duda fue el músico más influyente de su generación, tanto que influencio a los mismos “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/The_Beatles">The Beatles</a>”, fenomenal como cuenta la historia de “<a href="http://www.youtube.com/watch?v=ovDAseugWO4&feature=related">Like a Rolling Stone</a>”, considerada la mejor canción de todos los tiempos, la narrativa en este documental es maravillosa, ni hablemos del guión, que no era fácil de hacer, por tanto material que había que recolectar pero sobretodo darle coherencia, cosa que se logro satisfactoriamente.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj8C_y4JFp8zU-lLSAzSISI5iDJHcbKyjxo0kR-rlHTHf0xLc_buLxwqllqDf_fNFeb4Fy9Dq0E2vmhGN2nNL0mwQBmb1eOq8B6Hg4vRV4GQ95SHd5j8pozNMYnGcfivWdpyv_ml7rAKQI/s1600/1.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 140px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj8C_y4JFp8zU-lLSAzSISI5iDJHcbKyjxo0kR-rlHTHf0xLc_buLxwqllqDf_fNFeb4Fy9Dq0E2vmhGN2nNL0mwQBmb1eOq8B6Hg4vRV4GQ95SHd5j8pozNMYnGcfivWdpyv_ml7rAKQI/s320/1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5682885046890850738" border="0" /></a></div><br />Todo el trabajo de abstracción formal no se traduce aquí en la menor confusión o estilización sin sustancia que tantas veces ocurre en estos casos. Muy al contrario, Scorsese muestra los hechos con mayor sencillez y honradez que nunca, y se regodea en los aspectos más hedonistas y resbaladizos de su héroe, retratado como un coloso siempre en continua evolución, sin creerse jamás ni los halagos ni los ataques excesivos, comprometido solamente con su forma de percibir el mundo y de interactuar con él. Dylan, como Henry Hill de "<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/buenos-muchachos.html">Buenos Muchachos</a>" (1990) o Newland Archer de "<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/05/la-edad-de-la-inocencia.html">La Edad de la Inocencia</a>" (1993), es un solitario, un marginado en la élite, cuyo singular punto de vista no puede ser compartido por nadie, y que por eso fascina a Scorsese, seducido siempre por los más difíciles de comprender en la sociedad, a los que ha dedicado, prácticamente, sus mayores esfuerzos creativos, quizá porque él también se siente único y porque sabe muy bien lo fácil que es distorsionar la figura de un artista mundialmente famoso. Mas como suele ocurrirle a los genios y personas fuera de lo común, Dylan aborrecía bastante la veneración que le dispensaban, no quiso ser un profeta ni dormirse en los laureles; Martin Scorsese aporta las declaraciones de muchos que fueron amigos y compañeros de Bob Dylan, como Joan Baez, que deja claro lo difícil que era convivir con él, dado sus altibajos de euforia-depresión, que le reprocha como después de cantar tantas canciones protestas durante los años de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Luther_King">Martin Luther King</a> y la defensa de los derechos civiles, etc. Luego no quisiera comprometerse en las manifestaciones en contra de la “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Vietnam">Guerra de Vietnam</a>” ni encuadrarse políticamente en la llamada "izquierda"; o sea queda resaltado que Dylan no quiso ser encuadrado y menos políticamente; se mantuvo como hombre libre celoso de su independencia existencial, se atrevió a evolucionar hacia otro tipo de música más "underground" pese al descontento del público, defraudando a propósito a muchos de sus adoradores.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSbzl5PbLx0mrW-PEbze9ET1zD1iqDJq5jtHmzU21wTNA-EjI-s-7AqCY6KTogk5eBGoHdaNIh2z78OE3EGoYDLot5sEMMjGL5mkndgH024vYJDIcMkKJ8Uma3JuGBqJAayKDuQNhnGytb/s1600/no-direction-home-20050926060157069-000.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 140px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSbzl5PbLx0mrW-PEbze9ET1zD1iqDJq5jtHmzU21wTNA-EjI-s-7AqCY6KTogk5eBGoHdaNIh2z78OE3EGoYDLot5sEMMjGL5mkndgH024vYJDIcMkKJ8Uma3JuGBqJAayKDuQNhnGytb/s320/no-direction-home-20050926060157069-000.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5682885267346719426" border="0" /></a><br /></div><br />Scorsese busca siempre el modo más franco de contar lo que quiere. Cuando se trata de dar voz a los entrevistados, el realizador no invisibiliza los cortes en la toma con fundidos encadenados o con planos recurso para que parezca que su testimonio se ha desarrollado en continuidad. Durante el metraje de la película, Scorsese vuelve una y otra vez sobre los conciertos en Inglaterra ya que se trata de un episodio dramático para la carrera de Dylan; la escisión entre la vocación íntima del folk y los sonidos del rock que ya había provocado los abucheos de sus seguidores en el Festival de Música folk de Newport, con amenazas de cortar los cables de las guitarras eléctricas incluidas. Es también un modo de volver sobre una preocupación temática que recorre gran parte de la filmografía de Scorsese: el conflicto entre el respeto a los códigos establecidos y la llegada de los nuevos tiempos. Y cómo el individuo supera ese enfrentamiento y termina abriéndose paso en la adversidad de una sociedad hostil. Al magnetismo de Dylan, le acompañan importantes nombres como Allen Ginsberg, John Jacob Niles, Odetta, Woody Guthrie, Webb Pierce o Hank Williams, entre otros muchos, todos ellos con su momento esencial para comprender mejor una época y un sentimiento musical, casi una forma de vivir. El cineasta italoamericano les concede su tiempo, a la vez que elabora una reflexión sobre el propio paso del tiempo, como materia primordial de su documental y del cine. Su investigación de una época tan concreta y reducida de la vida de Dylan, asaltado por documentos más recientes, es un intento por capturar un instante imperecedero, una juventud perdida para siempre. El cine otra vez como un recuerdo atesorado, pero exento de adornos nostálgicos o idealizados, preñado de verdad y de pasión. El mejor documental filmado jamás por Scorsese, lo que es mucho decir, si pensamos en joyas como “El Último Vals”, que tantos documentalistas han copiado hasta la saciedad, y no solamente en trabajos sobre conciertos musicales. Scorsese centraría sus siguientes esfuerzos en un extraño y brillante remake con el que, por fin, hizo realidad su sueño de alzarse con el Oscar a mejor director, un premio que se le debía hacía mucho tiempo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/QOUtzHizr9A" allowfullscreen="" width="325" frameborder="0" height="244"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Dylan es dios y Scorsese su profeta”<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-83619901955185106722011-12-02T16:33:00.000-08:002011-12-02T17:00:14.996-08:00¿Qué Pasa, Tiger Lily?<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Woody Allen<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1966 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU./Japón <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Comedia <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 6.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Tatsuya Mihashi, Mie Hana, Akiko Wakayabayashi, Tadao Nakamaru y Woody Allen<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLd_NT3aBWOtimihi6qi1xoRF0j-K9QILIvo8rdyZjOL1EateZU_yQu_0bNvyPrbi_FFFwX4AOm_X7myRsmRsIGUEvcxgOC0Ky1C9YEl9F0p13h2lFcAV0c5NKVeKM1kCJs6pcpczhizg/s1600/tigerlily.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 228px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLd_NT3aBWOtimihi6qi1xoRF0j-K9QILIvo8rdyZjOL1EateZU_yQu_0bNvyPrbi_FFFwX4AOm_X7myRsmRsIGUEvcxgOC0Ky1C9YEl9F0p13h2lFcAV0c5NKVeKM1kCJs6pcpczhizg/s320/tigerlily.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681699476171770642" border="0" /></a><br /></div><div style="text-align: center;"><br /><div style="text-align: left;">El debutante Woody Allen parte de una película japonesa de espías titulada "Kagi No Kagi" (1965) de la que sustituye el guión original y los diálogos por otros completamente diferentes, el resultado es una película que cuenta las aventuras del agente Phil Moskowitz, que participa en una arriesgada misión para conseguir la receta de “la mejor ensalada de huevo del mundo”. Moskowitz, con la ayuda de las hermosas hermanas Suki Yaki y Teri Yaki, deberán impedir que esa receta única caiga en las manos del malvado mafioso Shepherd Wong. Allen empezó su carrera como humorista a los 16 años, en 1957 se le concedió su primer premio Sylvana Award y tomaría la decisión de adoptar el seudónimo de Woody Allen, pues su nombre real es Allen Stewart Konigsberg, así comenzaría a trabajar individualmente, llegando a ejercer la tarea de director de sus espectáculos en la cadena de Hoteles Borsch Belt de Nueva York, donde ya habían trabajado otros humoristas importantes como Jerry Lewis. En 1965 escribió el guión y apareció en un papel secundario en la película "<a href="http://www.filmaffinity.com/es/film988764.html">¿Qué Tal, Pussycat?</a>" (1965), una divertida farsa dirigida por Clive Donner y protagonizada por Peter Sellers, Romy Schneider y Peter O'Toole. Un año después debutó como director con “¿Qué Pasa, Tiger Lily?”, al ver su primer trabajo quizás piensen que están visionando una de tantas películas de acción a la japonesa. ¿Por qué no pensarlo, si eso es lo que muestran los primeros minutos del filme? patadas ninja, una especie de James Bond con ojos rasgados y una doncella en peligro. La primera película de Woody Allen tenía que llevar un sello especial y aunque para muchos, ésta película no figure mucho en el bagaje cinematográfico de este gran director, hay que ser sinceros y reconocer que fue su ópera prima en dirección. Es sabido que Allen escribe sus propios guiones (es un genio en la materia, ya que crea y dirige una película por año), y con esta tuvo una particular imaginación.<br /></div></div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHYurQchlSdoMXdkXHvkzNCBEbCIziYNYvhakpzDtJIb3d0kBwE9mFN-6V0p74Rz0YNlnvI0niCLlVmlffT_hqI1qXQS0AvAZEo04fDHURvaHKQzlCQ2SwSzGr2bOtbctobvWZmMpeomo/s1600/captura4ii8.png"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHYurQchlSdoMXdkXHvkzNCBEbCIziYNYvhakpzDtJIb3d0kBwE9mFN-6V0p74Rz0YNlnvI0niCLlVmlffT_hqI1qXQS0AvAZEo04fDHURvaHKQzlCQ2SwSzGr2bOtbctobvWZmMpeomo/s320/captura4ii8.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681696367431316066" border="0" /></a></div><br />¿Qué es lo que se propone Allen con este filme? Él mismo lo cuenta al principio del filme. Le han encargado hacer “la mejor película de espionaje”, y no ha tenido mejor idea que tomar una película japonesa ya terminada y reemplazar la banda sonora con una de su invención (totalmente diferente de la original) así nace una comedia totalmente delirante, de la que se puede adivinar el increíble futuro que tendrá su autor. Me explico mejor, las escenas ya habían sido grabadas con anterioridad para un filme japonés de baja categoría. Es decir, la película ya existía como tal. La idea de los productores, era tomar las imágenes y simplemente crear un nuevo guión, una nueva banda sonora y montar las escenas de acuerdo a un sentido común. Es decir, del original que era una película de espionaje, pasó a ser una de comedia hilarante (<a href="http://www.youtube.com/watch?v=6YEZwdT4rto&feature=player_embedded">Acá una muestra de ello</a>). El guión estuvo a cargo de nuestro debutante Woody Allen, quien cambió toda la historia y simplemente grabaron nuevas voces para que remplazaran las voces originales de la película. Entonces hablaríamos de una "dirección" algo rara de Woody, porque el no es necesariamente quien dirigió las escenas que vemos en la película, sino, su par japonés Senkichi Taniguchi, quien fue el director de la cinta original. Aparte de cambiarle las voces y la banda sonora, se le añadieron escenas extras para que tenga algo de concordancia con la nueva trama que había escrito el director neoyorquino. El detalle es que estas nuevas escenas no le agradaron para nada a Woody, desentendiéndose al final de ella, con lo cual a veces no se le relaciona mucho con el producto final. Para Allen éste no fue su primer trabajo como director, pero para críticos y para la historia, "¿Qué Pasa, Tiger Lily?", es considerada su primer hijo en el cine.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWrwsIrmwFSazQSIBNPbRcmH7JA5ZGsLU_pqiEQBvX6GM3zXlwfgXGXXlhuYLSbjRRzc9v9OoCcwFpLL3c1uXlm9-FQABSYDFfL8r7l7L0BKXE-X6xBxodNW53SvTQBFWSXCJviqjwRh4/s1600/Presidents2.JPG"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWrwsIrmwFSazQSIBNPbRcmH7JA5ZGsLU_pqiEQBvX6GM3zXlwfgXGXXlhuYLSbjRRzc9v9OoCcwFpLL3c1uXlm9-FQABSYDFfL8r7l7L0BKXE-X6xBxodNW53SvTQBFWSXCJviqjwRh4/s320/Presidents2.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681697442362305986" border="0" /></a><br /></div><br />Con apenas algunas escenas agregadas, como bailes muy sesentosos al ritmo de la banda “<a href="http://www.youtube.com/watch?v=Zab7V3_xDfw">The Lovin’ Spoonful</a>”, un orden distinto de las acciones, y mucho humor, Allen logra transformar una película que no parece ser muy interesante en una delirante y original comedia, aunque matizada y recambiada varias veces por el desacuerdo existieron entre Allen y los productores del proyecto, a quien por ejemplo obligaron a introducir como banda sonora a la famosa banda de pop-rock americano de los 60, algo que también disgustó e incomodó sobremanera a Allen, y que le hizo reconsiderar a partir de entonces manejar su carrera cinematográfica sin ningún tipo de entrometimientos ajenos. Aparte de esta conclusión, algo frívola, cabría hacer algún comentario añadido, en un país como el nuestro, donde el doblaje de el ingles al español latino es natural, es difícil comprender el sentido del humor de esta cinta, ya que para los Estados Unidos el doblaje no ha existido y es algo que de partida provoca muchísima hilaridad, porque les resulta terriblemente chocante que la voz no coincida con el movimiento de los labios. Al verla en su versión original, se ve que el meollo de la película es parodiar el hecho del doblaje (como tiempo más tarde Allen haría con el uso de subtítulos). También sirve para parodiar ciclos de espionaje a lo James Bond y también el cine de género oriental. Hoy el doblaje humorístico es algo muy visto, pero es algo que entonces resultaba novedoso, por lo cual su visionado hoy en día podría ser poco valorado. Los espectadores pueden estar alarmados al principio, ya que la película comienza con varios minutos de la película con falta de diálogo subtitulado del japonés al ingles. Además es una película de ritmo rápido, con escenas de acción constituidas por la práctica de un mal Kung-Fu, que le da la impresión de que incluso si uno sabía japonés, no iba a hacer de mucha ayuda para entender la línea que lleva la cinta.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6NIdRTP0uIu_BrQRE1b7BDSJsw_JLjKDDougPVuscxGtDpbgXc8FcHsS5IdLyML4lBUIfKJxfLYd8_eZNVgDcj-Pe7eU_1EEsnxdZmJDOJNZznrMOOQHOhreoDAVHOhWp-iIeEvpyiCU/s1600/What%2527s+Up+Tiger+Lily+3.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6NIdRTP0uIu_BrQRE1b7BDSJsw_JLjKDDougPVuscxGtDpbgXc8FcHsS5IdLyML4lBUIfKJxfLYd8_eZNVgDcj-Pe7eU_1EEsnxdZmJDOJNZznrMOOQHOhreoDAVHOhWp-iIeEvpyiCU/s320/What%2527s+Up+Tiger+Lily+3.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681697681796527986" border="0" /></a><br /></div><br />Desde que comienzan los títulos (donde un dibujito del director busca meterse en el escote de una japonesa), hasta que termina el filme (no quiero adelantar los créditos finales, pero son geniales), no paramos de reírnos. Hay algún que otro momento de declive, sobre todo en las escenas de interacción de los mafiosos (quizá demasiado largas). Lo rescatable del filme es su "originalidad". Aunque hoy por hoy puede parecer algo muy insignificante para el espectador actual, pero tengo entendido que la idea es original de Woody Allen, que antes a nadie se le había ocurrido utilizar el doblaje y la edición para cambiar por completo el argumento de una película ya terminada. Esto es, porque Allen pretendió demostrar que la obra de arte en realidad es un pretexto estético contemplado desde diferentes prismas...la imagen apoyada en según que sonidos (palabras ó música) produce efectos distintos en las diversas sensibilidades artísticas humanas...Pero si bien la idea de partida era bastante atrevida y emocionante, el resultado final resta enteros al propósito, pues quizá el cineasta pecara de heterodoxo y revolucionario escogiendo para su experimento una película tan mediocre, cutre y casposa, por esta razón vemos al transcurso de la cinta armas de fuego de aspecto vagamente falsos, mafiosos asiáticos malos, serpientes venenosas, un camarero peculiar y chicas sexys, a parte de todo estos elementos la convierten en una obra hilarante y divertida a la vez y eso es algo de agradecer. A me olvidaba un detalle, a la mitad de la película, aparece un entrevistador y Allen, el entrevistador le pregunta: "Woody, ya que la historia es un poco difícil de seguir, ¿le importaría dar a la audiencia y para mí un breve resumen sobre lo que ha pasado hasta ahora?" A la que Allen simplemente responde: "No”, y de nuevo sigue la cinta.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgBVldy2_XTjQ_j8fk09Qqzy2FtGXBWlp9PKLzf4B6ENdp4C2GKfiUy6Xtq5XVYpIcv3U2MJHZbrw4LfD60dpBXc5xPpCwP2jc2cdX3OUKlgazuHkbLh6dmTwE_MnmIPeCD1dAA3ZuE8E/s1600/Woody.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgBVldy2_XTjQ_j8fk09Qqzy2FtGXBWlp9PKLzf4B6ENdp4C2GKfiUy6Xtq5XVYpIcv3U2MJHZbrw4LfD60dpBXc5xPpCwP2jc2cdX3OUKlgazuHkbLh6dmTwE_MnmIPeCD1dAA3ZuE8E/s320/Woody.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681697911333193058" border="0" /></a><br /></div><br />“¿Qué Pasa,Tiger Lily?” es una prueba de que la técnica y el talento sin duda mejorará con la práctica Woody Allen, pero por desgracia esta cinta cae de plano en sus primeras comedias como: “Robó, Huyó y lo Pescaron” (1969), “Bananas” (1971), “Todo lo que Siempre Quiso Saber sobre el Sexo y Nunca se Atrevió a Preguntar” (1972) y “El Dormilón” (1973), películas que ensombrecen el debut de Allen, pero que cimentaron su lugar en Hollywood como una leyenda de la comedia. Por otro lado, cabría preguntarse por qué razón nos hemos tomado tan en serio el cine de Woody Allen. A uno que le gusta su cine, como yo y que he visto detenidamente y analizado cada una de sus cintas, nunca se me ha ocurrido pensar que Allen es un Bergman, o un Dreyer o un Truffaut. Allen es Allen, es a ratos culto y a veces ostentosamente gamberro, por eso su cine y su literatura está tan plagada de desafueros como de genialidades. Esta cinta no es más que la plasmación de una de sus facetas, la faceta de gamberro profesional. El experimento es grandioso. Sería quitar la gracia de la experiencia explayarnos aquí en cada gag, pero digamos para resumir que no le falta nada. Y para colmo, tenemos de fondo una delirante historia nipona. En definitiva, una película que hay que ver, sea por la intriga de ver los comienzos del hoy afamado director, o por saber cómo funciona un experimento así, o incluso para pensar cómo podrían, de un modo mucho más divertido, invertir su tiempo los productores hollywoodenses que no paran de hacer remakes de filmes extranjeros, esta es una gran oportunidad de pasar un buen momento, altamente recomendada, y con una sola advertencia: es muy importante conseguir una copia con buenos subtítulos (rondan muchas en las que parece construirse una tercera historia con la reinterpretación de los diálogos de Allen). Si gustan del cine de Woody Allen, sería bueno que lo vean. Si no es así....no hay problema.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/4jhNVDEfa44" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“El hilarante inicio de un genio”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-91896543299728098932011-11-29T08:52:00.000-08:002011-11-29T09:21:57.685-08:00Sword of the Stranger<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Masahiro Ando<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 2007 <span style="font-weight: bold;">País:</span> Japón <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Animación <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 08/10<br /><span style="font-weight: bold;">Productora:</span> Estudio Bones<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVzWSNaW7x9tHF28Yb6Lyh44uNbO6F6e_lnufA28MeCryclWpvGCzs1gc1VfdkNlJwPjXxCUk9cHx-TcvI16bd8Ce0MowbcwPdYtvok_4CzeyAuLZb6r9I5T7VNkXxyiiHNY-5LWbOFJE/s1600/sword_of_the_stranger_35082_ampliada.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 210px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVzWSNaW7x9tHF28Yb6Lyh44uNbO6F6e_lnufA28MeCryclWpvGCzs1gc1VfdkNlJwPjXxCUk9cHx-TcvI16bd8Ce0MowbcwPdYtvok_4CzeyAuLZb6r9I5T7VNkXxyiiHNY-5LWbOFJE/s320/sword_of_the_stranger_35082_ampliada.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5680468080204102034" border="0" /></a><br /></div><br />Japón medieval en pleno reinado de la dinastía Sengoku, un samurái llamado Nanashi, que significa "sin nombre", salva a un niño llamado Kotarou y a su perro Tobimaru en un templo abandonado, Kotarou no tiene familia y es perseguido por una misteriosa organización militar de China, por lo que el niño contrata a Nanashi como guardaespaldas, el samurái ha abandonado su nombre junto a su pasado, ha "sellado" su espada debido a un suceso pasado que lo atormenta en forma de pesadillas. El encargado de perseguir a Kotarou es un hombre llamado Rarou, que pertenece a la organización de origen chino y que esta bajo las ordenes de un anciano llamado Byakuran, aunque, a diferencia de sus compañeros, Rarou no posee un concepto de "Rey", solo busca luchar contra el más fuerte. Una de las aportaciones más notables de la épica japonesa al cine contemporáneo es probablemente la figura del samurái, popularizado en occidente a través de el manga y el anime, el samurái descasta por representar un feroz individualismo frente a las estrictas normas sociales que regían las acciones del guerrero, una estampa que casi podríamos calificar de romántica. Algo de esa nostalgia hay en el primer largometraje del animador Masahiro Ando y el Estudio Bones, creador de la popular serie “Fullmetal Alchemist” (2003), “Sword of the Stranger” es una dicotomía a la modernidad y a la tradición, que parece haberse trasladado también al apartado técnico, sin obviar que los estudios japoneses son únicos a la hora de mezclar animación tradicional con <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen_generada_por_computadora">CGI</a>. En este sentido, la productora animada que la produce ofrece en su primera película autónoma una realización notable.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwTyU7vwhQOLSfFmtzc-F6uULFn4n7BzTq_XTZy11Fa90a8aNqJspxACN-urto1J6p3T-eJZUzD13k3t7sP5T2phTWby4Yfrl3xzbAo5wPsNRiH5L_trEuluFSrWa-A00TCufYOqyeddg/s1600/Sword.Of.The.Stranger.1080P-3.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwTyU7vwhQOLSfFmtzc-F6uULFn4n7BzTq_XTZy11Fa90a8aNqJspxACN-urto1J6p3T-eJZUzD13k3t7sP5T2phTWby4Yfrl3xzbAo5wPsNRiH5L_trEuluFSrWa-A00TCufYOqyeddg/s320/Sword.Of.The.Stranger.1080P-3.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5680465897027689346" border="0" /></a><br /></div><br />La primera toma de contacto es engañosa. Apenas la de una de tantas películas ambientadas en el Japón feudal consistentes en dos talentos destinados inequívocamente a enfrentarse en una épica batalla final, en la que median multitud de peleas de mayor o menor cuantía o importancia que suceden hasta la finalización de su metraje. Sin embargo, lenta pero inexorablemente, “Sword of the Stranger” avanza poco después hacia unos extremos que van mucho más allá de la simple lid entre dos portentos de la esgrima. La cinta es toda una reivindicación de la superioridad militar y combativa del Imperio del Sol Naciente en mitad del consabido y tradicional duelo mantenido entre China y Japón por la hegemonía de Asia, que mantenían dos planteamientos tan diferentes como contrapuestos en aquella era: la primera con numerosos avances científicos y una diplomacia de cuya importancia han quedado pocos lugares a la duda y la segunda anclada en un agobiante feudalismo y un férreo cerco a las influencias extranjeras que sólo se levantará en plena era Meiji, durante la segunda mitad del siglo XIX. En cuanto lo personajes podemos aclarar que Kotarou es un niño que debe aprender a valerse por si mismo de un momento a otro. Al momento de conocer a Nanashi, hace todo lo posible por demostrar que es una persona totalmente autosuficiente. A medida que avanza el metraje, el espectador se entera de la historia del pequeño y ve como este evoluciona bajo el cuidado de Nanashi. El samurái por su parte, también evoluciona durante el transcurso de la película; en un principio se muestra como un hombre más bien egoísta cuyo pasado no está demasiado claro. En el último tramo de la cinta se explica el porqué del errático comportamiento de Nanashi, al mismo tiempo que se ven los frutos de su relación de amistad con Kotarou. Ambos son personajes con carencias a nivel emocional, por lo que el lazo que los une se asemeja al existente entre un padre y un hijo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6BU59ATl4QL66lA9a5dBR4NUq064SD_t16a93qRPaahyphenhyphenEEf-dr43OevMh8i2h6s291WGZBFdLASTe0ifyDto2FF8yAxEYCvc8a-iSYkYTraNU8ZqP0JCUIkf4kpK42sssenLyqwJoWjs/s1600/02.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6BU59ATl4QL66lA9a5dBR4NUq064SD_t16a93qRPaahyphenhyphenEEf-dr43OevMh8i2h6s291WGZBFdLASTe0ifyDto2FF8yAxEYCvc8a-iSYkYTraNU8ZqP0JCUIkf4kpK42sssenLyqwJoWjs/s320/02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5680466132918592770" border="0" /></a></div><br />En relación a la época exacta en la que se desarrollan los hechos, estamos en plena era Sengoku (1467 hasta 1568), un periodo histórico caracterizado por las tensas relaciones entre ambas potencias merced a los estragos de los wako (piratas japoneses) en las costas dominadas por los Ming, que llevaron a éstos a prohibir hasta en dos ocasiones el comercio con sus tradicionales enemigos nipones. Ante esta situación, no cabe sino decir que de la primera a la última muerte que podemos contemplar está claramente destinada a ilustrar la hegemonía de los guerreros nipones frente a sus adversarios Ming que inicialmente miran con desprecio el territorio que invaden, aunque finalmente no les queda sino reconocer el valor y el coraje de los samuráis y sus peculiares costumbres y formas de concebir el combate. Este enfrentamiento puede apreciarse incluso en las armas, entre las cuales cabe destacar la katana permanentemente enfundada de Nanashi. Todas esas pinceladas no sirven, sin embargo, para explicar ciertos detalles que, si bien podrían constituir ciertas licencias narrativas, no dejan de ser chocantes. En cuanto a los villanos de turno, todos están motivados por sus ambiciones personales; algunos desean eliminar el dominio Ming en la zona, otros la vida eterna, o algunos como Rarou, el villano principal de la cinta, solo desean encontrar un rival a su altura. La verdad es que no se da mucha información con respecto a los habilidosos soldados Ming, ni como Rarou terminó trabajando para el Emperador Chino. Lo que si llama la atención es que tanto Rarou como Nanashi son extranjeros. Esto se suma al cuidado que puso el director al momento de diferenciar la cultura china de la japonesa (de hecho el filme está hablado en japonés y chino mandarín). Estos detalles probablemente responden al deseo del director de construir una historia que rompiera las barreras del lenguaje, y que fuera atractiva tanto local como internacionalmente. Al mismo tiempo, el director prefiere entregar una mirada imparcial del conflicto entre ambas naciones, retratando a los chinos como hombres obsesionados con la ciencia y la espiritualidad al servicio de sus gobernantes, y a los señores feudales japoneses como hombres ambiciosos cuyo único interés es el dinero y el poder.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKQLxGtP699dhJzKtgdLip20pi2WENxJvXcJpiT7IR_Lu85W7q9M4uXvrVc4bU2MCfoDj_fsKiG1r2BcEJGQRsHCk7Uw5FNm3ISvyL3l_9BdPT3oPf9r46B8GQr-Uw0y1IS3HesVzCJ0Y/s1600/10818-swordofthestranger1_super.png"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKQLxGtP699dhJzKtgdLip20pi2WENxJvXcJpiT7IR_Lu85W7q9M4uXvrVc4bU2MCfoDj_fsKiG1r2BcEJGQRsHCk7Uw5FNm3ISvyL3l_9BdPT3oPf9r46B8GQr-Uw0y1IS3HesVzCJ0Y/s320/10818-swordofthestranger1_super.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5680466498671808930" border="0" /></a><br /></div><br />Reflexiones históricas al margen, nos encontramos sin duda ante toda una demostración de buen hacer por parte del Estudio Bones; diseños planos y sobrios pero contundentes y llamativos fondos llenos de acetatos en sus colores; planos efectistas y luchas rápidas y emocionantes. El apartado técnico es sobresaliente y en todo momento consigue envolver al espectador en un ambiente bélico muy pocas veces visto en unos años en los que las curvas de Haruhi Suzumiya y que decir de la banda sonora que la acompaña, que generalmente esta constituida por melodías que van acorde a cada escena del filme. Su animación es soberbia, movimientos cuidados y fluidos sin exagerar, siempre apuntando a la mayor expresividad de los personajes, cada personaje deja al descubierto de forma concreta su propia personalidad en su aspecto visual. Sabemos cual es el tipo duro, cual es el personaje desinteresado, se puede decir que se nota algo cliché en algunos personajes, pero no se dejen engañar, mas de una vuelta de tuerca siempre encontraremos algo más detrás de la visual de los personajes, un ejemplo claro, Nanashi, nuestro protagonista, como dije anteriormente los fondos son soberbios, magníficamente detallados y cuidados ayudan a una composición equilibrada de las escenas, sin sobresalir sobre los personajes, pero aun así si se les presta atención uno queda absorto por tremendo detalle y cuidado. En conjunto, la obra es toda una experiencia visual, podemos ver el sello del estudio de animación por todos lados en este aspecto, ya que el estudio a demostrado ser muy cuidadoso en los aspectos gráficos de sus obras, ya sea dando atmósferas originales y cuidadas, así como momentos de animación únicos desde tremenda acción hasta momentos típicos, y todo esto esta multiplicado por demasía en esta producción. En cuanto a su desarrollo, el guión sigue un desarrollo perfecto y equilibrado. Los personajes están perfectamente presentados, su personalidad es desde un principio atractiva y evolucionan de forma creíble en cuanto a su relación, sin que en ningún momento se levante esa constante aura de misterio que envuelve por ejemplo la historia de Nanashi o el origen incierto de Kotarou.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8BObEPPajd7fmNwCP2L_jFUrLCvd06DeNKQ5m0nO_OXhUWR5SMv2mUdx29B4-lmABn6CkkLW-YTcNUlk5KrS1y05jALPfoVxVGYr5tXIHVn1KpYQnq1nc2jp0FjqFXY13_dKLGbH465Y/s1600/sots+4.png"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8BObEPPajd7fmNwCP2L_jFUrLCvd06DeNKQ5m0nO_OXhUWR5SMv2mUdx29B4-lmABn6CkkLW-YTcNUlk5KrS1y05jALPfoVxVGYr5tXIHVn1KpYQnq1nc2jp0FjqFXY13_dKLGbH465Y/s320/sots+4.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5680467391551121426" border="0" /></a><br /></div><br />Los combates en “Sword of the Stranger” son simplemente espectaculares, cuidados hasta el extremo en materia de realismo y detalles. Aquí no vas a ver escenas típicas de anime de tipos superfuertes o con extraños poderes, y un festival de espectacularidad en cuanto a lo extremo de las peleas…bueno, vas a ver un festival de espectacularidad en cuanto a lo extremo de las peleas, pero de una forma demasiado excelente. Las peleas están coordinadas de tal forma que se deja entrever una coreografía posiblemente realizable por personas, no exagera en cuanto a potencia o habilidad, sino que se tiene muy en cuenta el limite que puede tener un humano, por otro lado los detalles en cuanto a técnica de combate están pulidos al limite, golpes, poses, avances, bloqueos, todo esta embebido por un cuidado de lo realista que es muy fuerte. Se nota el estudio detallado sobre movimientos y artes marciales para lograr coreografías perfectas a la hora del combate, sorprender al espectador por lo espectacular de las mimas, y no buscar la exageración para lograr una buena impresión. No puedo, sin embargo, obviar una evidencia como es la de la extrema crudeza de muchas de sus escenas. En este último caso, las mutilaciones y la generosidad a la hora de mostrar sus estragos en las carnes serán constantes. En cierto modo confieso que alguna de sus escenas se vuelve particularmente desagradable debido a la constante presencia de sangre y miembros amputados que inundan el paisaje. A ello hay que añadirle las escenas de torturas que, si bien no son demasiadas, no hacen sino agravar esta circunstancia de cara a las mentes más sensibles. En otras palabras, estamos ante una película destinada exclusivamente a un público adulto es difícil que a estas alturas una cinta de este tipo presente una propuesta por completo original. “Sword of the Stranger” está fuertemente influencia por el cine de samuráis de Akira Kurosawa, aunque si presenta un ritmo narrativo y una estructura más propia del cine hollywoodense. La historia se desarrolla de manera bastante lineal, evitando caer en complicaciones innecesarias, lo que ayuda a que la cinta no se vuelva en ningún momento tediosa.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_uGHP8hGU8esbYoG3lLSvCsBBngNWE2-GUIF4eFI9gHVt4Srql9aw8U_851Swe-XBgkIuExWlqdVN5NOhXKhbsOZh56fv8YtlvzNIsQHCzEHB0orWgNLS2vXdGf9SOzm0M051WBMisqY/s1600/protectedimage.php.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_uGHP8hGU8esbYoG3lLSvCsBBngNWE2-GUIF4eFI9gHVt4Srql9aw8U_851Swe-XBgkIuExWlqdVN5NOhXKhbsOZh56fv8YtlvzNIsQHCzEHB0orWgNLS2vXdGf9SOzm0M051WBMisqY/s320/protectedimage.php.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5680467840329509906" border="0" /></a><br /></div><br />El director se preocupa de mantener ocultas las razones por las cuales los Ming están persiguiendo a Kotarou, siendo este el misterio principal que presenta el filme. Más allá de esto, “Sword of the Stranger” no presenta grandes sorpresas, lo que no influye mayormente en el resultado final de la cinta. Terminado de ver esta obra, un filme poco conocido, pero del que no desmerece nada si lo comparo con los grandes clásicos del anime, aunque es en su tramo final donde todas esas emociones fluyen y se conjugan para ofrecer uno de los finales más espectaculares y violentos del cine en los últimos años. La sangre estalla y cubre de golpe, todas las escenas de peleas, en una espiral de violencia que se acrecienta a cada minuto del filme, una violencia cruel, indigna e inmoral, las escenas donde la muerte se hace la dueña, son grotescas (muchas de ellas) y sin ningún pudor ni censura. Es un filme que combina sabiamente el cine de samuráis, el cine de aventuras, el de acción y con un elemento fantástico. Peso a esto último, conviene recordar que vivimos en una época en la que todo se resuelve con una protagonista sensual, unos temas pegadizos para los openings y los endings y una avalancha de merchandising en forma de posters, videojuegos, figuritas, etc. En medio de tanta mediocridad, siempre es bueno que de vez en cuando salga un producto que mantiene una cierta dignidad argumentativa…algo que todavía permita afirmar que en Japón se hace anime y no meras extensiones animadas de campañas publicitarias. En definitiva es unna película entretenida, emocionante y cautivadora que, pese a ciertos detalles de dudoso gusto, no cabe sino aplaudir como una de las mejores películas de los últimos años en la animación japonesa. Con su opera prima Masahiro Ando deja patente un profundo amor no solo por el dibujo animado, sino también por un género cinematográfico más referenciado que practicado en los tiempos que corren. Al igual que le ha sucedido a muchos westerns modernos, su cinta que va a medio camino entre la visceralidad y el homenaje no termina de encontrar su lugar, pero la espectacularidad técnica y los recursos artísticos de que se vale dan como resultado un notable anime.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/MV0m0JbaRTU" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Una buena animación, argumento y desenlace"<br /><br /></div>Mabel Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/07887798769274515934noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-58645186587072216902011-11-25T10:15:00.000-08:002011-11-25T10:46:07.945-08:00Peggy Sue, Su Pasado la Espera<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Francis Ford Coppola<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1986 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Comedia/Fantasía <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 7.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Kathleen Turner, Nicolas Cage, Barry Miller, Helen Hunt, Jim Carrey, Joan Allen, Catherine Hicks, Kevin J. O'Connor, Lisa Jane Persky, Barbara Harris y Don Murray<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhglCMRduedcGvrED8yG_rfelhWizKyvUA01ZroHmG5Ha2jdM2LpzrUyehk0Xiqldb1o-EasMO8HUmw75hsLee8NhIf45LO53lEWFfCX6hsP60pIM7xyVhwuJwgCp2h8WG1ubFxIuueAgY5/s1600/Peggy+Sue+got+married.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 205px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhglCMRduedcGvrED8yG_rfelhWizKyvUA01ZroHmG5Ha2jdM2LpzrUyehk0Xiqldb1o-EasMO8HUmw75hsLee8NhIf45LO53lEWFfCX6hsP60pIM7xyVhwuJwgCp2h8WG1ubFxIuueAgY5/s320/Peggy+Sue+got+married.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5679003674613534002" border="0" /></a><br /><br /><div style="text-align: left;">1985, Peggy Sue (Kathleen Turner) es una mujer que está a punto de separarse de su marido Charlie (Nicolas Cage), quien mantiene una relación extramatrimonial. Durante el proceso de separación, Peggy asiste a la fiesta de 25 años de su promoción donde se reencuentra con viejos amigos del instituto. A pesar de los buenos recuerdos, ella se encuentra muy alterada emocionalmente y cuando es elegida la Reina de la Noche sufre un ataque de corazón, cuando se despierta se encuentra de nuevo en los 60, con su ex marido siendo su novio, conviviendo con sus padres conservadores y con la posibilidad de arreglar todo aquello que le había llevado a ser infeliz en la actualidad, pero, acostumbrada a una vida independiente, la aclimatación a los 60 será más dura de lo que creía. En 1985 Coppola estaba bien necesitado de dinero, con el fracaso de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/cotton-club.html">Cotton Club</a>” (1984) nadie quería oír hablar ya de sus proyectos ambiciosos o de aventuras milagrosas. Tendría que pasar varios años a la sombra. Lo sorprendente es que con esas tres películas, empezando por esta, fuera capaz de filmar un material tan personal, tan inequívocamente coppoliano. “Peggy Sue, Su Pasado la Espera” está lejos de ser una de sus obras maestras, pero pertenece, sin lugar a dudas, a su mundo personal, y es de una solidez rocosa incontestable. Más sorprendente resulta teniendo en cuenta que era un proyecto de otro director (Penny Marshall), y con otra actriz prácticamente firmada (Debra Winger), sobre un guión primerizo de Jerry Leichtling y Arlene Sarner, al que Coppola sacó todo el jugo posible. Tanto es así que podemos afirmar que se acerca, aunque no sea capaz de igualarla, al tono de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/08/rebeldes.html">Rebeldes</a>” (1983), fundiéndolo con una fábula temporal (casi una parábola) que se puso de moda en aquellos tiempos, aunque con elementos más comerciales que los de Coppola, que se preocupaba más bien por la impresión anímica de una regresión temporal.<br /></div><br /></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj80Ik0c4U0SZwRyfr5rWyXcbViv8v73omzfyPDfFO-9OiwLDgUbBTnOsmhXoSFwGhXxR-kDfnXKgvh_ZIG_uX5ZR_bD5v2dk_3qyLX1mD-h7Eu5IpFo2WWQiVjoxQxSzZft8Uq2reP70eG/s1600/peggy2.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj80Ik0c4U0SZwRyfr5rWyXcbViv8v73omzfyPDfFO-9OiwLDgUbBTnOsmhXoSFwGhXxR-kDfnXKgvh_ZIG_uX5ZR_bD5v2dk_3qyLX1mD-h7Eu5IpFo2WWQiVjoxQxSzZft8Uq2reP70eG/s320/peggy2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5679002130271851090" border="0" /></a><br /></div><br />En el filme se puede encontrar cierta semejanza con “Volver al Futuro” (1985), pero sólo en cuanto a nivel primario de la historia, en la vuelta al pasado de su protagonista. En realidad, aquí asistimos al enfrentamiento de un personaje con su “yo”. Es una forma de entender el hoy: el buscar la realidad del ayer. ¿Por qué el presente es como es? ¿Por qué los hechos acontecidos no se han desarrollado como se esperaba? Peggy Sue, al igual que los protagonistas de “Fresas Salvajes” (1957) del genial Ingmar Bergman, marcha en busca de sus recuerdos y en ellos aparece como “es” hoy. Los demás personajes reencontrados se corresponden, por el contrario, con su edad en el ayer. Para Peggy Sue ni siquiera el ayer fue gratificante: su novio, marido actual de quien espera el divorcio, se nos muestra como un ser estúpido; sus amigas, integradas en el sistema, sólo esperan casarse para “tener un hogar”; el escritor progresista desea huir a un pueblecito para ser “servido” por dos mujeres... No todo es tan hermoso como se vivió. El pasado se acoge con cariño, como algo pasado. Objetivamente es un periodo triste, tan triste, al menos, como el presente. No se puede recuperar el pasado porque los hechos ya “han pasado”. El pasado y el futuro nunca funcionarán al ser sus errores propios de un presente que se niega a admitirse. No es, en verdad, como “Volver al Futuro”. Es otra cosa. Una segunda oportunidad tal vez, o un simple sueño o una alucinación, pero sobre todo un viaje emotivo y muy sobrio, en el que nuestra protagonista se verá de nuevo a sí misma yendo al instituto, peleando con su novio, cantando las canciones de los inicios de los sesenta y planteándose si realmente pudo elegir la vida que llevó hasta la regresión. Una vez más, el tema del tiempo, ineludible en Coppola. Esta vez olvida su caudal poético y cuenta directamente el paseo temporal, sin importarle la obviedad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPPdSPy9BibmojtuoBZCtjFWJURSDr09MWZ98fgOdrgtIWSO7KBr6HYabOXrdXNE06D9uX9Xmxtre6DsAPh4shZUqPbhGzdua20YnmiIVYaOxDCwgfUfJv533g7wfzTAz1OF6rxTQaWPDY/s1600/normal_peggysue-still09.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPPdSPy9BibmojtuoBZCtjFWJURSDr09MWZ98fgOdrgtIWSO7KBr6HYabOXrdXNE06D9uX9Xmxtre6DsAPh4shZUqPbhGzdua20YnmiIVYaOxDCwgfUfJv533g7wfzTAz1OF6rxTQaWPDY/s320/normal_peggysue-still09.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5679002416362750946" border="0" /></a></div><br />Porque es decididamente menor, en el polo opuesto de la ampulosidad y el vacío de “Cotton Club”, y seguramente por ello más valiosa y significativa para su autor que aquel híbrido mafioso-musical. Coppola se entrega al poderoso sentimiento de la nostalgia, como núcleo catalizador primordial de un relato que en otras manos probablemente hubiera caído en la zafiedad, y narra con una coherencia y una humildad casi tan grandes como en “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/09/la-ley-de-la-calle.html">La Ley de la Calle</a>” (1983), también con mucha tristeza, como si supiera que con ella inicia unos años grises de endeudamiento. Todo arranca con una fiesta, como en “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/03/el-padrino.html">El Padrino</a>” (1972), donde conoceremos a nuestros protagonistas. Como dije anteriormente es una fiesta de aniversario de graduación, donde se reencuentra con antiguos compañeros, y inevitablemente con su futuro ex-marido, interpretado correctamente por un joven Nicolas Cage, sobrino del director, al que estuvieron a punto de echar, como a Al Pacino doce años antes. En esa fiesta es Peggy la única que se ha puesto un vestido de los sesenta (que además le queda maravillosamente bien), y cuando la eligen reina del baile, termina desmayándose. Cuando despierta…sorpresa, es de nuevo una chiquilla. Y en ese momento nos vemos inmersos en una versión de la Norteamérica de los 60, fenomenalmente reconstruida por Dean Tavoularis, en un ejercicio de memoria tan sutil y sobria como detallista. Otra pieza de época para Coppola. El guión me parece modélico, aunque no es en modo alguno genial. Pero lo suficientemente bien escrito como para permitir una serie de ramificaciones psicológicas y existencialistas todo lo potentes que pueden ser en una tragicomedia tan ligera como “Peggy Sue, Su Pasado la Espera”. Con ella Coppola se reivindicaba como un autor que también sabía llevar (aunque sus últimas películas dijeran quizá lo contrario a los ejecutivos de los estudios) a buen puerto proyectos de encargo. Su éxito de taquilla, sino grande, fue lo suficientemente importante para que Coppola respirase tranquilo y planease su siguiente jugada.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwQYWQdSYNE4oASrpRtCDgaUQs0812xgD9NU_66AWPWylJa5AF2xBq83E8wSsyYZ9OddSoPBuX0bZ8frvAaJ3N03-Fnbqo-ROE9VJDfVx4xMq5xKpivJheKwuBK2WQ3kWBCt-KQ1yM7xaz/s1600/Peggy+Sue+Got+Married+%25281986%2529.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwQYWQdSYNE4oASrpRtCDgaUQs0812xgD9NU_66AWPWylJa5AF2xBq83E8wSsyYZ9OddSoPBuX0bZ8frvAaJ3N03-Fnbqo-ROE9VJDfVx4xMq5xKpivJheKwuBK2WQ3kWBCt-KQ1yM7xaz/s320/Peggy+Sue+Got+Married+%25281986%2529.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5679002812401721586" border="0" /></a></div><br />Una de los aciertos de esta película es su ambigüedad y su capacidad fabuladora. Poco importa, por tanto, que Turner apenas cambie habiendo retrocedido nada menos que 24 años (como si cambia la caracterización de Cage o de Jim Carrey, en uno de sus primeros papeles). Hemos empezado a querer creernos lo que nos cuenten, también debido a ese tono de realismo mágico y a una espléndida fotografía de Jordan Cronenweth, que venía de filmar “Blade Runner” (1982), por ejemplo, que tiende a suavizar la luz de forma evidente, como si nos encontrásemos en un sueño, o en el sueño de Peggy. Primero llegará a casa, medio alucinada, en un bello momento fantásticamente rodado por Coppola, pues es capaz de hacernos partícipes de la nostalgia de un hogar que no conocemos, pero somos capaces de saber cómo se siente. A fin de cuentas ve a su madre joven de nuevo, y se reencuentra con su padre. Está atónita, pero intenta actuar con normalidad. ¿Es un sueño¿ ¿O el sueño fue un futuro que no se debe cumplir? Poco importa. Enseguida Peggy intentará cambiar esa vida que no le gustaba, rompiendo inmediatamente con su novio y probando cosas que a su edad le hubiera gustado probar. El filme de Coppola (aparentemente una simple comedia) insiste desde el inicio en el carácter de búsqueda interior (el espejo desde el que se inicia el filme y donde concluye reflejando a los personajes que “salen” y “entran” en el espejo), una forma de toma de conciencia que termina por mostrarse como inútil. Una total desesperanza se instaura en el acomodaticio y falso final: nada es posible cambiar, todo, siempre y por siempre, se repetirá, será igual. Para que el cambio se produzca tiene que existir una alteración del propio ambiente, de la sociedad.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiwObeLC03DEkDlVLwIEKCRbJCkMqaHyW6JVY5sxALIF7Mys2R9ycBRN06LsXTw4LWzTTYLeuk_yDp3fRW8H8PKvRjO8SLKy0S_oR2kt-nyb7ZEmV1OzZn06o4HWktBXkQUfdxklcgBYUL/s1600/peggy18_500.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiwObeLC03DEkDlVLwIEKCRbJCkMqaHyW6JVY5sxALIF7Mys2R9ycBRN06LsXTw4LWzTTYLeuk_yDp3fRW8H8PKvRjO8SLKy0S_oR2kt-nyb7ZEmV1OzZn06o4HWktBXkQUfdxklcgBYUL/s320/peggy18_500.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5679002022585823362" border="0" /></a><br /></div><br />Se dice que el filme es un encargo. Puede ser, pero Coppola dista mucho de tomárselo como tal. Ni está realizado con desgana ni se encuentra alejado de la estructura e ideas de sus filmes anteriores. Es, por cualquier lado que se mire, una película “made in” Coppola. En prácticamente todas sus obras se ahonda en el pasado como forma de conseguir la razón del momento actual, de conocer la inutilidad de un sistema o la mentira de un espectáculo. Mentiras sin cuento, personajes que se esconden de sí mismos, engañados por palabras, por situaciones. La verdad es difícil de alcanzar entre tanta palabrería, tanto discurso sin sentido. Peggy Sue al final se queda con lo que tiene (es lo único que realmente posee). Es decir se queda sin nada, soñando con sus hijos, como fue enseñada. A ellos añora y por ellos vuelve a la vida. ¿Qué ha sido todo en definitiva más que el ansia de morir, de huir? ¿Acaso un suicidio, un shock emocional? El dominio técnico del director es excelente. En muchos momentos asistimos a grandiosas lecciones de cine. La colocación de la cámara en la primera escena y en la final, vistas ambas a través del espejo. Precisión en el cambio de focalización al pasar de unos a otros personajes... Pero si, con todo, se duda del saber de Coppola basta con recordar todo el inicio de la película, repleta de pequeños y excelsos gestos y detalles. Peggy Sue viaja hasta el pasado creyendo que en ello (en soñar con lo que fue) alcanzará la felicidad. Es el terrible dilema que mantienen en el hoy muchos hombres y mujeres como forma de huir de la mediocridad existencial. Crudo retrato el dibujado por Coppola en este reflejo existencial de la (in)existencia. Algunas situaciones, por motivos obvios, resultan muy graciosas, pero las intenciones últimas de Coppola son bastante más elevadas, más agridulces, de lo que cabría suponer con semejante argumento. La moraleja se encuentra, quizá, en que no importa el orden de los factores, el producto no va a variar en demasía.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhFygpyliqANtEHAbfOLxO5DxrmNfjlSMvKMtQAfDl1IbQc8jdfAF5iolo8ZAE21bz7Ls3IMRD6FmbHED8XIL1cXfmrCnfZghMigC3UgdkODCFpnMX_QxebIZitoxriXd4UWRH9Qgo-dpu/s1600/Peggy_Sue_got_Married_42747_Medium.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhFygpyliqANtEHAbfOLxO5DxrmNfjlSMvKMtQAfDl1IbQc8jdfAF5iolo8ZAE21bz7Ls3IMRD6FmbHED8XIL1cXfmrCnfZghMigC3UgdkODCFpnMX_QxebIZitoxriXd4UWRH9Qgo-dpu/s320/Peggy_Sue_got_Married_42747_Medium.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5679003125283269170" border="0" /></a><br /></div><br />A diferencia de la cinta de Robert Zemeckis, donde el más mínimo cambio podía alterar el futuro con funestas (y descacharrantes) consecuencias, Coppola propone una línea del tiempo en que, a pesar de las pequeñas variaciones, el cauce tiende siempre a correr en la misma dirección, para que se cometan los mismos errores y los mismos aciertos, inseparables unos de otros. La evocación de una época está plenamente conseguida en las imágenes. Personajes y situaciones nos resultan cercanos. Los instantes aparecen remarcados por una acertada realización: la fiesta, la conversación con la madre sobre los hombres, la entrada en el “pasado” reviviendo los objetos del ayer, para comprobar cómo el paso del ayer al hoy (el salto de un tiempo a otro) no supone mucha diferencia. Compruébese, por ejemplo, en el personaje del investigador, un ser (en el ayer) exclusivamente preocupado por el dinero y que se ha transformado (en el hoy) en un rico hombre de negocios informáticos. El final del filme supone otro sueño imposible: la salida de la cámara del espejo (al principio entraba). Lo bueno de esta historia es que aunque sabemos, o creemos saber, que todo ya ocurrió, Peggy intenta cambiar su destino, y en su retorno al propio círculo, lo que hace es un reconocimiento de sí misma, de las razones que le llevaron a terminar amargada y dubitativa de sus elecciones. Y lo que en un principio es una carrera loca por cambiar el futuro, termina convirtiéndose en una aceptación de que ese futuro llegó por alguna importante razón. La conmovedora secuencia con los abuelos de Peggy, en aquella casa soñada rodeada de árboles es una aceptación parcial de que de los errores también se aprende. En definitiva una cinta imperdible, en donde veremos a un Coppola muy personal.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/ZiN2nZ-MvoA" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Viaje al pasado lleno de ironía"<br /><br /></div>Henry Huamánhttp://www.blogger.com/profile/04710859347942290116noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-9575313668299137662011-11-20T10:43:00.000-08:002011-11-20T11:11:22.369-08:00Los Idiotas<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Lars Von Trier<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1998 <span style="font-weight: bold;">País:</span> Dinamarca <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Drama <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 08/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Bodil Jorgensen, Jens Albinus, Troels Lyby, Nikolaj Lie Kaas, Louise Mieritz, Henrik Prip, Luis Mesonero, Knud Romer Jorgensen y Trine Michelsen<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMOvo-pd8uOycZIxAfVIvD5LeqLb_C9fHZ2RYorR1VaU34Nh9fvchxoDjjKX0gQOPFG0IOyUW9H_cBtP4BirvJCEEeewXgL0MVv-rAsMPZi8R5OJVvs2rYd2i5LZ18xUGhlW7MWY8VGhU/s1600/los-idiotas.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 225px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMOvo-pd8uOycZIxAfVIvD5LeqLb_C9fHZ2RYorR1VaU34Nh9fvchxoDjjKX0gQOPFG0IOyUW9H_cBtP4BirvJCEEeewXgL0MVv-rAsMPZi8R5OJVvs2rYd2i5LZ18xUGhlW7MWY8VGhU/s320/los-idiotas.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5677156533234447442" border="0" /></a><br /></div><br />Un grupo de jóvenes reunidos en una casa de campo tienen como objetivo explorar los nebulosos límites de la idiotez humana como metáfora de la búsqueda de un orden superior, llámese Dios o Estado, a través de la irreverencia o de la anarquía más o menos organizada, la meta de esta gente es ahondar en la condición humana y como esta puede ser el punto de partida para agudas y profundas reflexiones o idioteces, lo que está claro es que esta película no mueve a la indiferencia, para ello utiliza el personaje de Karen (Bodil Jorgensen), una mujer introvertida y solitaria que se ve inmersa en una de las “performances” con las que el grupo pretende enfrentarse mediante la idiotez a las convenciones sociales y que termina uniéndose a la causa. El famoso manifiesto <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Dogma_95">Dogma 95</a> fue firmado el lunes 13 de marzo de 1995 por Lars Von Trier y su amigo Thomas Vinterberg. En este documento ambos realizadores daneses proclaman su interés por buscar la restauración de una cierta "inocencia perdida" en gran parte del cine actual, al que acusan de volverse de espaldas a la realidad mientras propugnan la recuperación de algunos de los parámetros de los movimientos cinematográficos rupturistas de los años sesenta. Para llevar a cabo su particular cruzada, elaboraron un "voto de castidad" compuesto por, no es casualidad, diez mandamientos que todas las películas adscritas al movimiento deberían cumplir, y que, en principio, tratan de despojar al cine de artificios con objeto de que las historias sean lo más cercanas posible a la realidad. Sin embargo, tanto Von Trier como Vinterberg tardaron tres años en presentar sus primeros trabajos Dogma, y el primero incluso realizó antes “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/contra-viento-y-marea.html">Contra Viento y Marea</a>” (1996), una película que, si bien pudiera considerarse como pre-dogmática (por el uso de la cámara en mano en pos de cierta apariencia pseudo-documental), no cumple ninguna de las normas autoimpuestas por estos autoproclamados nuevos paladines de la inocencia cinematográfica.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-LKPrO3sydHKrdjSAWURWZK-nFvcMgqS0vd-GqpUjBHz4AtsSIE98ZWgUTP0CtVGrDEhZcekYOrTkUP46ERu7WrNYOqRXmE9DRaOZ94yi1zSJ7qhEAFxEA-odxbIwGhYaGgKMcrAGos0/s1600/idioterne.png"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-LKPrO3sydHKrdjSAWURWZK-nFvcMgqS0vd-GqpUjBHz4AtsSIE98ZWgUTP0CtVGrDEhZcekYOrTkUP46ERu7WrNYOqRXmE9DRaOZ94yi1zSJ7qhEAFxEA-odxbIwGhYaGgKMcrAGos0/s320/idioterne.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5677155394228446306" border="0" /></a><br /></div><br />La distancia que impone Dios/Von Trier hacia sus personajes resulta más efectiva en “Los Idiotas” que en ninguna otra de sus películas. Es por ello que la inmensa broma consigue cobrar, al menos durante algunos tramos del metraje, un sentido moral, mas no por burlarse de las convenciones cívicas y las relaciones personales, sino porque desvela la inmensa estulticia de una civilización empeñada en ensalzar valores que fomentan la irresponsabilidad y el empequeñecimiento espiritual de los ciudadanos. La fingida idiotez de los protagonistas es un medio de obtener múltiples ventajas sociales... Ya no se trata, efectivamente, de jóvenes idealistas con ganas de emprender cambios en el mundo, sino de ciudadanos que se desenvuelven con total descaro en los límites impuestos por un nuevo orden caracterizado por la ordinariez. No hay que confundir, aunque no se descartan similitudes, una película como “Los Idiotas” con productos de adorno como "<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jackass">Jackass</a>”, serie televisiva de fama efímera en la que se realizaban pruebas efectistas y primitivas buscando una reacción escandalosa del espectador ante tan dudosas transgresiones. Al contrario, Von Trier aborda con absoluto rigor la estupidez de los hechos que se suceden en su filme y, en lugar de intentar escandalizarnos con ellos, nos ofrece la (hipócrita, cuando no abiertamente ridícula) reacción de las personas "normales" ante semejantes desmanes, constatando así la simpleza de la tipología humana producto del neo-capitalismo contemporáneo, y conquistando su obra una dimensión política insólita tanto en películas anteriores como en las que siguieron configurando su filmografía. “Los Idiotas” es excesiva, desde su supuesto de partida y hasta el final. Como casi todas las aventuras que emprende su afamado director, parte de una premisa que puede enervar o epatar; no en vano, Lars Von Trier quiere cambiar las reglas del juego en cada película, compartir contigo la pasión que siente por el cine, deslumbrar, presumir de ser el primero en intentar esto o aquello. ¿Es honesto? Bueno, si no les pedimos ya honestidad ni a nuestros políticos ¿por qué hacerlo con los artistas?<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1_Bgv3XfYKLRsRXy8xwpeWqi1Cpq_MiIF4nDUTT82xwLu6L7qmomb8FinkcRgiX0E5_ueA6nRFxshouOoY3gEWLYs8PvlTgeT8Qlk_SHMcs7K-PJ_abwNVZ3hR3WqkJcnqkF0lI3QxHo/s1600/LosIdiotas08.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1_Bgv3XfYKLRsRXy8xwpeWqi1Cpq_MiIF4nDUTT82xwLu6L7qmomb8FinkcRgiX0E5_ueA6nRFxshouOoY3gEWLYs8PvlTgeT8Qlk_SHMcs7K-PJ_abwNVZ3hR3WqkJcnqkF0lI3QxHo/s320/LosIdiotas08.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5677155509603130370" border="0" /></a><br /></div><br />“Los Idiotas” parece ser un filme poco apropiado para la ya comentada cimentación de una imagen espectacular que suele emprender Von Trier con cada nueva película. De hecho, se trata de uno de sus trabajos menos difundidos y estudiados, puede que porque las dosis de grandilocuencia exhibicionista son menores que las contenidas en otros títulos manifiestamente "mayores" de la filmografía del director (casi todos los demás). En todo caso, y pese a no carecer de interés, queda clara la imposibilidad de considerar seriamente esa "vuelta a la inocencia" que Von Trier intenta atribuirse una y otra vez, cuando en realidad la suya es una de las miradas más perversas e incluso humillantes del cine contemporáneo. Los protagonistas de “Los Idiotas” han llegado a la curiosa conclusión de que sumergiéndose en la estupidez pueden sobrellevar mejor su existencia. Disfrutan, cuál actores amateurs en plena performance callejera, de las reacciones que suscitan en los demás. De lo desplazado y fuera de lugar que se siente el personal cuando alguien a su lado se comporta... conforme a un patrón desconocido, ilógico. Von Trier se mueve en la cuerda floja de lo admisible. A mucha gente le pareció intolerable que se tomase la rienda suelta, quizás, algo que después de todo no es sino un “<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Handicap">handicap</a>” que padecen ciertas personas (la idiocia, no confundir con la idioticia congénita de otros). De acuerdo, el propio director enfrenta a sus personajes de ficción con esa realidad (nada agradable), organizándoles un encuentro con gente que padece una disminución real en sus facultades intelectuales. Y sus protagonistas se sienten, por primera vez, profundamente incómodos. Porque, evidentemente, la cosa no tiene gracia. No puede tenerla. Es a partir de ahí donde las sonrisas que en un principio nos pudiesen despertar las acciones gamberras de estos señoritingos comienzan a congelarse, trocándose en mueca, en rictus expectante. ¿Qué lleva a una persona normal a regodearse en la anormalidad? ¿No tendrán también estos alguna carencia emocional y espiritual?<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLkA9_33qMUScnOfeNp8O7TniGZmfwQn2FcjGtwSm4oC0YpInTCKZ-796poRGJn7Yn7iibQ4YX_wIF6tihY0CvrBnMJjEZra5-i8qlckeCJ84b2IMPPqUEvPmuTHHWT8qyz8vgcmL4sq8/s1600/foto2.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLkA9_33qMUScnOfeNp8O7TniGZmfwQn2FcjGtwSm4oC0YpInTCKZ-796poRGJn7Yn7iibQ4YX_wIF6tihY0CvrBnMJjEZra5-i8qlckeCJ84b2IMPPqUEvPmuTHHWT8qyz8vgcmL4sq8/s320/foto2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5677155735030067874" border="0" /></a><br /></div><br />Cuando el apologista Stoffer (Jens Albinus), guía espiritual del grupo, les propone retos cada vez más osados, más radicales, menos divertidos. La exploración de estos límites culmina en la polémica escena de la orgía, una danza pagana en la que el sexo, una de las pocas experiencias que nos enfrenta abiertamente a nuestra aparcada condición de mamíferos más o menos domesticados, resulta doloroso por lo vacíos que demuestran estar sus practicantes... siempre he mantenido que es este uno de los momentos más genuinamente tristes y hermosos del cine de Von Trier. El acto sexual trivializado no logra igualarlos, sino que aumenta la distancia insalvable entre muchos de ellos; seguido de ese instante de soledad suprema del que emergen algunas preguntas demasiado importantes. El mayor placer obtenible tiene como epílogo una cierta sensación de hastío. De resaca. De hartazgo. Entre el grupo de idiotas destaca la última persona en incorporarse: la cándida y algo alelada Karen. Esta mujer siempre ausente se deja atrapar por estos sectarios seductores, por estos niños de papá que buscan nuevas sensaciones al amparo de la tolerancia ajena. Aunque se niega a hacer "espasmos", observa a los otros con creciente orgullo y satisfacción. Para todos, en mayor o menor grado, la idiotez es una manera de evadirse. Nunca acaban de creerse ese papel que defienden, porque en ningún momento aceptan de verdad vivir al margen de la sociedad, llevar las premisas hasta sus últimas consecuencias. Para ellos es un divertimento, no mucho más sofisticado que aquellos de los que disfrutaba la oligarquía romana de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/08/la-dolce-vita.html">La Dolce Vita</a>” (1960), un pasatiempo, un modo de despedir una adolescencia prolongada antes de agachar la cabeza y volver a sus empleos, familias y preocupaciones cotidianas. ¿Es una película para idiotas? En parte sí, porque realmente todos lo somos; las personas somos ignorantes, en muchas ocasiones estúpidas, como bien decía la frase: “solo sé que no sé nada”, pues por mucho que aprendamos, siempre será una ínfima parte del todo, el inalcanzable conocimiento. Si bien es cierto que hay grados dentro de la idiotez, Lars Von Trier no tiene problemas en meterse con todos, una de las razones por las que molesta a muchos, pero en ese “todos” también se incluye, y hace bien, pues ha demostrado que es capaz de reírse de sí mismo, algo muy sano y recomendable.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBMyvJ3Ui0o2j6atOgqw0wqMxut2Of1gOPKpEUoONaixEgVM8au8T3_i5iNZYONOD96e8zBWt9HSR6YBkevHT8tL3fz2ShoU-MQ4fSy0IXIc2kau1TLyVjCfiPta1OuOHpJTHyeXkF3u0/s1600/375_Anne%252520Louise%252520Hassing%252520og%252520Bodil%252520J%2525c3%2525b8rgensen%252520i%252520Idiot.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBMyvJ3Ui0o2j6atOgqw0wqMxut2Of1gOPKpEUoONaixEgVM8au8T3_i5iNZYONOD96e8zBWt9HSR6YBkevHT8tL3fz2ShoU-MQ4fSy0IXIc2kau1TLyVjCfiPta1OuOHpJTHyeXkF3u0/s320/375_Anne%252520Louise%252520Hassing%252520og%252520Bodil%252520J%2525c3%2525b8rgensen%252520i%252520Idiot.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5677155968039234290" border="0" /></a></div><br />Karen adopta al grupo como su nueva familia: es la única que tiene todo el derecho del mundo para sumergirse en la idiotez, incapaz de salir de ese estado de shock en que la sumió una experiencia insoportable para cualquier madre. Sólo al final, cuando la comunidad decida disolverse y asistamos al retorno de Karen a lo que en otro tiempo fue su hogar, entenderemos cuán valiente ha sido esta mujer. Las desoladoras razones de esa "amabilidad de los extraños" de la que siempre había dependido. Interrogado por la actividad del grupo, Stoffer, el líder del grupo, señala que lo que cada cual hace en la comunidad es buscar a “su idiota interior”. En efecto, la actividad central del grupo es “hacer el idiota”, es decir, dar rienda suelta a sus deseos y a su imaginación bajo la apariencia de ser disminuidos psíquicos. Hacer el idiota es por tanto, una manera de romper el sentido de la vida ordinaria. El que no es un idiota, aparentemente no tiene problemas de sentido en su vida. Se despierta y sigue su rutina diaria sin que todo aquello le parezca absurdo: se despertará con el despertador, irá a trabajar, seguirá las normas morales y de cortesía correspondientes, etc. En cambio, cuando todo esto se nos vuelve absurdo, cuando se abre una distancia radical e insalvable entre la vida que llevamos y la vida que querríamos llevar, cuando esta vida que llevamos no consigue movilizarnos, cuando no consigue inflamar nuestro deseo de vivir, entonces, cuando ya nada tiene sentido y cuando no hay motivo por el que levantarse ni actuar, se necesita de algo que rompa con ese sinsentido y vuelva a prender nuestro deseo. Es el momento de ir en busca de lo que nos vuelva a poner en marcha. Precisamente, buscar el idiota interior es, de alguna manera, volverse un idiota, es decir, olvidar el sentido común, olvidar la moral y el lenguaje ordinario, tan gastado y fosilizado, para reencontrarnos con nuestros deseos, los cuales ya casi habíamos olvidado. Hacer el idiota nos expulsa de esa lógica que se ha tornado absurda para nosotros, haciendo que la vida recobre un sentido. De esta manera, la vida vuelve a encontrar un resorte que le impulsa a actuar.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjnHN7hpwM9N0jpM3VgKB9_waaRJEgnBcMFnTxs4ww5tVso4Xhcf2pov3_3jAOJGC4Ay6IjjUAaA0HYm318KfXZRKOqByItSASm57PlGLAdvWTkboea4Ju9DCgRLwdzR0-JFfpnPMyEvk/s1600/los_idiotas+%25281%2529.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 319px; height: 145px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjnHN7hpwM9N0jpM3VgKB9_waaRJEgnBcMFnTxs4ww5tVso4Xhcf2pov3_3jAOJGC4Ay6IjjUAaA0HYm318KfXZRKOqByItSASm57PlGLAdvWTkboea4Ju9DCgRLwdzR0-JFfpnPMyEvk/s320/los_idiotas+%25281%2529.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5677156192495605218" border="0" /></a><br /></div><br />En cualquier caso, no hemos de olvidar que nuestro grupo de amigos está dolido con la sociedad. Dicho ataque, por tanto, también supone su particular venganza. De alguna manera, mediante la ironía, se trata de distanciarse y elevarse por encima de esa vulgaridad sinsentido que tanto dolor les inflige. Por eso a veces, parecerá que hacer el idiota es reírse de la gente. Empero, no es verdad. Hacer el idiota es la manifestación de la impotencia que surge en la experiencia de no poder cambiar ese mundo que los atormenta. Es un ataque que intenta romper con el velo bajo el que se camufla todo ese absurdo llamado “moral”. Lo que pasa es que dicho ataque, es un ataque desesperado, que si bien hace evidente lo absurdo de la realidad, no logra que toda esa gran mentira se venga abajo. Por eso, en su propio expresarse se desespera y se carga de cierta violencia contra aquellos que reproducen ese mecanismo ciego. No obstante, hacer el idiota no busca burlarse de nadie, sino que persigue romper con el sentido establecido, para que de tal forma, pueda aparecer un sentido nuevo y más auténtico, con el que la vida pueda recobrar su impulso vital y por fin, llegar a vivir. Hacer el idiota es por tanto, una expresión desesperada, que en plena sociedad, manifiesta a su manera la repulsa e insatisfacción que aquélla y su propia vida les produce. Por otro lado, dentro de la colectividad del grupo de amigos, hacer el idiota les permite expresar sus deseos más locos sin ningún tipo de vergüenza. Pueden llegar a decir aquello que mediante las palabras no se atreverían a formular. Es en ese marco como haciendo el idiota (sólo algunos, otros no), en numerosas ocasionas, todo el grupo se fundirá en un multitudinario abrazo. En otras, simplemente, hacer el idiota le permitirá a algunos expresar el sincero y cálido afecto que sienten los unos por los otros. “Los Idiotas” quizás te parezca un malsano ejercicio de sadismo o una inverosímil muestra de estupidez colectiva, pero no hay que negar que es una obra transgresora y valiente, vale la pena verla.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/iR2S-p4g5Sg" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Subversivo y provocador experimento"<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-6798727387759142022011-11-16T12:28:00.000-08:002011-11-16T12:54:42.440-08:00¡Agáchate Tonto!<span style="font-weight: bold;">Director: </span>Sergio Leone<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 1971<span style="font-weight: bold;"> País:</span> Italia/EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Western <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 08/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes:</span> Rod Steiger, James Coburn, Romolo Valli, Maria Monti, Rik Battaglia, Franco Graziosi, Antoine Saint-John y David Warbeck<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyJp9r0ie_2GTxby2o38iX7myGZIxZkTkaoGxj8p7NPqPJ007-4qpk7RsAqPutkNPkhuOmzkHkNzYC8a6UCVQdPD7557mg2HLJrYqGxzzAgmjNL7rx5wVnn9z9rMRxNZoeH5zasM0d8_0/s1600/Agachate+maldito.+DESCARGA+CINE+CLASICO.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 214px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyJp9r0ie_2GTxby2o38iX7myGZIxZkTkaoGxj8p7NPqPJ007-4qpk7RsAqPutkNPkhuOmzkHkNzYC8a6UCVQdPD7557mg2HLJrYqGxzzAgmjNL7rx5wVnn9z9rMRxNZoeH5zasM0d8_0/s320/Agachate+maldito.+DESCARGA+CINE+CLASICO.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5675698325256113586" border="0" /></a><br /></div><br />Juan Miranda (Rod Steiger), un vulgar ladrón mexicano, y John Mallory (James Coburn), irlandés veterano del <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/IRA">IRA</a> y experto en explosivos, se conocen en México, y planean trabajar juntos robando bancos, o al menos eso es lo que cree Miranda. Un día dinamitan lo que Miranda creía que era un banco local, y que resulta ser una prisión para revolucionarios, Mallory ya lo sabía, pues es uno de los activistas en pro de la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_mexicana">Revolución Mexicana</a>. La explosión libera a un sinnúmero de rebeldes que estaban presos y ambos se convierten en héroes de dicha revolución, poco tiempo después, las tropas del gobierno, comandadas por el Coronel Gutiérrez (Antoine Saint-John), comienzan a seguirles los pasos. Sergio Leone llegó desde Italia para cambiar el western y de paso los códigos clásicos del cine hollywoodiense en general con la desmitificación por la bandera. Es el fin de los cowboys de rectitud moral, modales impecables y apariencia inmaculada para dejar paso a antihéroes sucios, malhablados y descreídos que dan bandazos dentro de un mundo confuso y violento, con recursos formales y anticipados, que muchas veces bordean el exceso y que dejaran notable huella en la cinematografía posterior. Y todo ello acompañado en la parte musical por el complemento perfecto de ese cine innovador: las partituras de Ennio Morricone, que también puede que muchas veces reñidas con el buen gusto, pero nadie puede negar que son novedosas e inimitables. Sergio Leone fue todo un visionario del séptimo arte. Amado y odiado a partes iguales, su estilo de hacer cine no dejó a nadie indiferente. Para los clasicistas se trataba de un bastardo de las catacumbas de la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Clase_B_%28cine%29">Serie B</a>, mientras que para la nueva generación era un genio de los pies a la cabeza que había llegado más alto que John Ford. Podemos compararlo como el Quentin Tarantino del cine sesentero, para entender su importancia y su imagen en la historia del cine moderno.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH4BnB4RoZa41f_J3LlC9YLZg2Gd2DsqjoyvLSiJxET7E6Lv75o8_Njv7O5Oq3Iaut8Me88Wuq1IJD9M5t0Q8Du0MAQ_hWB66QWGU_bG2SEJF_EX4qrUQzNyREb7tGPQYr6dVTpVGF1Js/s1600/giu-la-testa.png"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 133px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH4BnB4RoZa41f_J3LlC9YLZg2Gd2DsqjoyvLSiJxET7E6Lv75o8_Njv7O5Oq3Iaut8Me88Wuq1IJD9M5t0Q8Du0MAQ_hWB66QWGU_bG2SEJF_EX4qrUQzNyREb7tGPQYr6dVTpVGF1Js/s320/giu-la-testa.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5675697152940055554" border="0" /></a><br /></div><br />Cada vez que se da una lista de las obras maestras de Sergio Leone, se suele dejar fuera a “¡Agáchate Tonto!”, y aún no encuentro el por qué. Se reconocen siempre los méritos de “La Trilogía del Dólar", cuando “¡Agáchate Tonto!” es también parte de una segunda trilogía que esta conformada por “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/10/erase-una-vez-en-el-oeste.html">Érase Una Vez en el Oeste</a>” (1968) y “Érase Una Vez en América” (1984), digo esto más que nada porque es una película ambigua, extraña y ni siquiera se puede calificar como una película de género, porque tiene lugar durante la Revolución Mexicana. También probablemente su infravaloración se deba a la existencia de varias versiones de la película, con diferentes títulos, y cada una con omisiones que impiden entender la historia. Sin duda el gran tema del filme es la revolución y esto se puede ver en la mejor escena de la película, tanto técnicamente como en el modo fiero en que Leone retrata a las altas esferas del poder. El director nos muestra a la clase alta como una caterva de sepulcros blanqueados, que esconden el miedo al populacho, la hipocresía religiosa y moral. La dama de alta sociedad critica aquello que en el fondo parece desear, y su marido pierde su altanería a la vista del primer cañón. Justo antes de que Leone nos presente al irlandés John, el director nos ha colocado directamente ante la lucha de clases, el germen de la revolución. El rebaño está dirigido por unas esferas corruptas y anquilosadas y adaptadas a un sistema injusto y atroz. En el fondo los ricos saben esta gran verdad. Por eso temen al pueblo, a la revolución, a <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Emiliano_Zapata">Emiliano Zapata</a> y a <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Pancho_Villa">Pancho Villa</a>. Por eso se aferran al poder, y responden al levantamiento con brutalidad. En definitiva, el ocaso de la dictadura mexicana que muestra Leone tiene reminiscencias del ocaso de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Benito_Mussolini">Benito Mussolini</a>. Del mismo modo, la relación entre Juan y el dinamitero John es totalmente quijotesca. Tras un pequeño intercambio de balas y dinamita, los dos parten hacia Mesa Verde, el sueño dorado de Juan, Mesa Verde es el lugar donde hay un banco repleto de oro, un banco donde el padre de Juan fue apresado en un intento frustrado de atraco. Por eso Juan ve en John el vehículo perfecto para lograr su objetivo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiExV32zDI8j8AIO1Cv1f2CvLPOHZjp7pygmRaG9zTN6h8l1bunWA-N_ecoUal04w5jZzyTvHqY5K8BfhC82d2JC2MMpB6jF6CyDYWjgFq4seMNu6WVpOE-d3o03F2u_79gAIcfgr2DWO4/s1600/agm21.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 133px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiExV32zDI8j8AIO1Cv1f2CvLPOHZjp7pygmRaG9zTN6h8l1bunWA-N_ecoUal04w5jZzyTvHqY5K8BfhC82d2JC2MMpB6jF6CyDYWjgFq4seMNu6WVpOE-d3o03F2u_79gAIcfgr2DWO4/s320/agm21.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5675697333130348514" border="0" /></a><br /></div><br />“¡Agáchate Tonto!” se inicia muy al estilo Leone, con un primer plano de una meada sobre una colonia de hormigas. ¿Una metáfora de la opresión de los poderosos, o simplemente la forma ideal de presentar al sucio e inmoral Juan Miranda? La lucha de clases pronto quedará todavía más patente cuando Miranda se suba como pasajero a una diligencia de lujo. Descalzo, sucio y maloliente, Miranda contrasta claramente con el resto de pasajeros, un puñado representativo de las altas esferas: empresarios, políticos, la Iglesia. Los pasajeros debaten sobre la condición de los pobres y los desheredados. De planos medios pasamos a primeros planos de los rostros. La gente bien debate, opina, despreciando a las clases bajas. Un silencioso Juan se convierte en convidado de piedra a un diálogo de ricachones. Juan se convierte pronto en el bufón, en la prueba científica de los argumentos. No sabemos todavía si es un simple o se esconde tras la piel de cordero. Los planos cada vez son más cortos. La cámara se centra en las miradas, las bocas. Unas bocas que vomitan palabras vacías, reflexiones heredadas como si fueran latifundios, mientras engullen comida sin parar. Un empresario norteamericano clama contra los negros. Otro ricachón se burla de Juan. Su mujer se escandaliza pensando en cómo las familias pobres fornican en las noches con otros familiares y ovejas, en unas oscuras orgías incestuosas. El cura trata de mostrarse comprensivo, más por su condición que por su verdadera naturaleza. Tras sus palabras se esconde la vieja hipocresía eclesiástica. Si los personajes de Leone eran ambiguos, aquí tenemos a dos tipos quienes resulta algo difícil calificar de héroes. Miranda es un cobarde que sólo piensa en su propio provecho, que ignora que en su país está en medio de una revolución, mientras que Mallory es un fugitivo que ha acabado en una revolución distinta a la suya. Ninguno de los dos me resultó particularmente simpático, pero a medida que la película nos deja conocer a los personajes más, conseguí entenderles, sin que realmente se rediman.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUlr7_7E-B_7rDh9PJfxx3aQYMz_Rn6qHnsNlSVCtgWwbQ99xW8_GKGoquq7zDk_ccAfBdDXwZ8gEewE_0RT_4rpMQsu1p-8dvEQATlmtUD_AC1rIVs6c40cMlRLMDKuOP4QfCs646mfw/s1600/sucker.gif"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 133px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUlr7_7E-B_7rDh9PJfxx3aQYMz_Rn6qHnsNlSVCtgWwbQ99xW8_GKGoquq7zDk_ccAfBdDXwZ8gEewE_0RT_4rpMQsu1p-8dvEQATlmtUD_AC1rIVs6c40cMlRLMDKuOP4QfCs646mfw/s320/sucker.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5675697533999265106" border="0" /></a><br /></div><br />Leone propuso tener a Jason Robards y Eli Wallach como protagonistas, pero la United Artists quería nombres grandes. Se habló también de incluir a Malcom McDowell y Clint Eastwood en el proyecto. El director se reunió también con Sam Peckinpah para qué dirigiera el filme, pero el norteamericano se echó atrás, finalmente el propio Leone se sentó tras las cámaras, lo cual no era de extrañar, pues al fin y al cabo había estado implicado en el desarrollo del guión y del proyecto desde el principio. Para interpretar al ladrón mexicano Juan Miranda (papel que Leone había querido para Wallach) el estudio propuso a Rod Steiger, a quien Leone le dio el visto bueno. Difícilmente podía pasar por mexicano, pero desde luego era un buen actor. Para interpretar al ex-miembro del IRA John Mallory, Leone contactó una vez más a James Coburn, con quien había querido trabajar desde los días de “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/06/por-un-punado-de-dolares.html">Por Un Puñado de Dólares</a>” (1964). Coburn tuvo sus dudas, pero tras pedir consejo a Henry Fonda, acabó aceptando. Pero hay que acotar que la película nos cuenta la historia paralela a lo que describe Miranda: los intelectuales (como Mallory o el doctor Viega) aunque ciertamente la organizan y facilitan, la revolución en realidad no es una lucha de ideales, sino una serie de luchas individuales, con motivaciones personales. Miranda es un héroe por accidente, sus "hazañas" son actos egoístas que da la casualidad que benefician a la revolución de Emiliano Zapata. La revolución también es una serie de desigualdades: en los enfrentamientos no vemos ninguna batalla, sino un bando masacrando al otro, que apenas tiene oportunidad para la defensa. La andadura de nuestros personajes tiene lugar en medio de la convulsión de la revolución, una revolución que importa poco a Miranda, y que conmueve (aunque no lo parezca) a un John que ya vivió la suya en Irlanda. Pero al igual que el escudero Sancho, Juan se verá influenciado y subyugado por el ideario de John y por las circunstancias. Y donde digo circunstancias quiero decir represión brutal del Estado. Una represión que viene, de nuevo, de lo contemporáneo, de la propia vida de Leone; no es difícil, al ver ciertas escenas, cambiar México por el gueto de Varsovia en el 44. La tropa de élite prusiana en el filme no es casual.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSn6uiYWp4-SzKpUaB9Gg78PZPKdVG8RFa-km8BtX_d2TrLwUDUAZuDtvc8wO83bE3zgJk-pMBfW6qKvAIlubUvLkv7ezm-Hw81uqUa453LKV3nbiXY_pF8_P05KwXf9m5firPtOPSSqI/s1600/duck+you+sucker.JPG"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 133px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSn6uiYWp4-SzKpUaB9Gg78PZPKdVG8RFa-km8BtX_d2TrLwUDUAZuDtvc8wO83bE3zgJk-pMBfW6qKvAIlubUvLkv7ezm-Hw81uqUa453LKV3nbiXY_pF8_P05KwXf9m5firPtOPSSqI/s320/duck+you+sucker.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5675697782206409602" border="0" /></a><br /></div><br />Probablemente esta película, que podría haber acabado en un fracaso absoluto en manos de otro director, se salva porque detrás de la cámara se encuentra un genio como Sergio Leone que consigue, en medio del batiburrillo en el que a menudo amenaza con convertirse "¡Agáchate Tonto!" da bastantes muestras de su talento y de su don único para hacer cine. De este modo, el director consigue al menos ofrecer al espectador cuatro o cinco momentos a la altura del resto de su filmografía. Sólo por esos momentos merece la pena ver la película. Los flashbacks en los que John, se dedica a rememorar su pasado en Irlanda me recuerdan, en su aire nostálgico y melancólico, a la posterior "Érase Una Vez en América". La cinta posee la clásica estética feista del realizador romano, donde el humor siempre está presente, donde la fuerza de las imágenes deja escenas muy buenas, con un fluido ritmo que hace que no llegues a aburrirte en su extenso metraje, donde la misoginia es notoria, ejemplo la sucia violación, consentida del principio, y donde la música es un guionista capaz de rellenar silencios de modo portentoso, el genial Ennio Morricone deja un <a href="http://www.youtube.com/watch?v=cxTTF_8Pyso">trabajo colosal</a>, es de las que se te quedará para siempre, es un majestuoso catalizador de emociones, capaz de dibujar el clima tragicómico del relato, hermosísima, Leone tenía en Morricone el mejor de sus colaboradores. Lo más fascinante de "¡Agáchate Tonto!" es su interpretación de lo que es una revolución, así lo denota un dialogo de la cinta: “La revolución, la revolución. Yo sé muy bien cómo empieza. Llega un tío que sabe leer libros, y va donde están los que no saben leer libros, que son los pobres, y les dice ¡Ha llegado el momento de cambiar todo, aquí va haber un cambio! Y los pobres van y hacen el cambio. Luego, los más vivos, los que leen libros se sientan alrededor de una mesa, y hablan y comen, hablan, hablan y comen, y mientras ¿qué fue de los pobres diablos? Todos muertos”.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPDC7S6SpYGfNf6ZKb6AwrbFTCLzydmwwiLMEvNzOc1H-lmhLOiQGj3qN3Pf0-ikv4UwjrOMlmQvOZxyHD25y-Iy9s2RrRasB-c9eZ4HIZZ995epW6sD0qX95WtbhrogTjJZ09tJW92S4/s1600/duck.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 133px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPDC7S6SpYGfNf6ZKb6AwrbFTCLzydmwwiLMEvNzOc1H-lmhLOiQGj3qN3Pf0-ikv4UwjrOMlmQvOZxyHD25y-Iy9s2RrRasB-c9eZ4HIZZ995epW6sD0qX95WtbhrogTjJZ09tJW92S4/s320/duck.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5675698037184614130" border="0" /></a><br /></div><br />De todos los filmes que rodara Leone desde su primer western “¡Agáchate Tonto!” es seguramente el más olvidado de todos. Cuando hablamos de Sergio Leone siempre acudimos a sus primeros trabajos, a “Érase Una Vez en América” o nos acercamos hasta “Érase Una Vez en el Oeste”. Quizás sea porque la película no era tan grandilocuente como sus filmes anteriores, o porque no era el western que el público pueda esperar, o tal vez porque falló en los Estados Unidos. Pero "¡Agáchate Tonto!" tiene, al fin y al cabo, el pulso de Leone: sus escenas de fuerte contenido visual y su humor escatológico, sus personajes de doble lectura y doble moral, flashbacks recurrentes (inspirados en esta ocasión en la obra de John Ford), la violencia y el sexo sucio y rápido, su pesimismo misántropo y los originales planos con curiosos movimientos de los actores y divertidas sorpresas (véase, la escena del vagón de tren). Todo lo que hizo grande a Leone y nos entusiasma a sus fans está ahí, pero quizás de modo más disperso, o tal vez de modo más indirecto. "¡Agáchate Tonto!" no es una obra menor, pero sí una obra diferente, cuya historia de hombres poco heroicos (no sólo en el sentido normal del término, sino también en el sentido del antihéroe del cine leoniano) tal vez no sea un directo en la cara como sus tres primeros westerns, o un potente y bello crochet en la mandíbula, o un ciclópeo mafioso. De hecho, al final la historia acaba siendo una especie de fábula sobre la cara y la cruz de la revolución y de los ideales. Además, un montaje no muy afortunado fomenta esta sensación de encontrarnos ante una historia desbalanceada. En este último western, Leone da rienda suelta a todos los vicios y virtudes que le caracterizan, empezando con un inicio un tanto dubitativo y pasado de tuerca que se sostiene por el gran duelo interpretativo de los protagonistas: un torrencial Rod Steiger y el siempre efectivo James Coburn, pero la función mejora y se compensa progresivamente a lo largo del metraje, más centrada en el conflicto bélico en el que los protagonistas se ven inmersos convirtiéndola en una gran cinta; con todo lo que eso supone hay que verla. Si eres fan de Sergio Leone y no la has visto, ¿a qué esperas?<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/THn36Mwmv7U" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">“Opulento y ambicioso western del maestro”<br /><br /></div>Mabel Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/07887798769274515934noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-202497810385721019.post-62014208353955109172011-11-13T16:12:00.000-08:002011-11-13T16:40:31.487-08:00Zack y Miri Hacen una Porno<span style="font-weight: bold;">Director:</span> Kevin Smith<br /><span style="font-weight: bold;">Año:</span> 2008 <span style="font-weight: bold;">País:</span> EE.UU. <span style="font-weight: bold;">Género:</span> Comedia <span style="font-weight: bold;">Puntaje:</span> 7.5/10<br /><span style="font-weight: bold;">Interpretes: </span>Seth Rogen, Elizabeth Banks, Jason Mewes, Gerry Bednob, Traci Lords, Katie Morgan, Craig Robinson, Tom Savini, Jeff Anderson, Brandon Routh y Justin Long<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2vS28p_9I6Gd9HO8Kiax3RJd-CtBEUxGfHCdvSn0VJA2yWc4gHQoQuphAap5vufniZZTrs3MujbsrrAhyG_Xa671ECOyl5cQXxMifBo09z9by5aRgNYm6czYOq5QBzldLt_WzspffA1s/s1600/Zack_Y_Miri_Hacen_Porno.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 223px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2vS28p_9I6Gd9HO8Kiax3RJd-CtBEUxGfHCdvSn0VJA2yWc4gHQoQuphAap5vufniZZTrs3MujbsrrAhyG_Xa671ECOyl5cQXxMifBo09z9by5aRgNYm6czYOq5QBzldLt_WzspffA1s/s320/Zack_Y_Miri_Hacen_Porno.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5674642865782944898" border="0" /></a><br /></div><br />Zack (Seth Rogen) y Miri (Elizabeth Banks) son dos amigos que se conocieron en el instituto y a los que les cuesta afrontar la edad adulta, pues a sus veintitantos años, se ven inmersos en deudas, para hacer dinero rápido deciden montar una empresa para grabar porno amateur con sus amigos, mientras rueden las películas, descubrirán que sentían algo más el uno hacia el otro que la platónica amistad que les había unido hasta ahora. Muchos catalogaron a esta cinta como “la resurrección de Kevin Smith”, a mi parecer esto no es así, solo se trata de una buena cinta de Smith, “Zack y Miri Hacen una Porno” es una película sorpresivamente previsible. Denota la vuelta de un director que en sus tiempos sabía jugar con los tópicos de una generación urbana dedicada al fanzine y al merchandising, y que se perdió irremisiblemente en productos sonrojantes como "Padre Soltero" (2004). Pero aun así con “Zack y Miri Hacen una Porno” Smith vuelve a rescatar ese espíritu de un estereotipo social relativamente reciente en nuestras sociedades, pero afincado de manera definitiva: el de aquel para el que la vida consiste en un espectáculo y se convierte en un chiste casero, que además es todo aquello de lo que aún no se ha hecho una película. Kevin Smith es un tipo listo, consciente del agotamiento de su fórmula personal, ha echado mano de la inagotable máquina de oro que es <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Judd_Apatow">Judd Apatow</a> para dar un necesario soplo de aire fresco a su cine, sin renegar por ello de sus obsesiones y discursos (a su vez muy parecidos a los de Apatow). Así esta cinta de Smith podría colar perfectamente como secuela de "Ligeramente Embarazada" (2007) no sólo por su reparto, si no por una similitud a veces excesiva en su argumento (o por lo menos, moraleja), humor, cameos, tratamiento según temáticas e incluso diálogos.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4CrIpbIHjMOnloL_d-oqELmmRmMpKqIUUt3O0Fljb2z8ZhvkyjxJLmVUo_c75eX4d3aLb5dKpE37wsDSX_jQZ6T7rsglR6a52GOaIMOUvrPYHQo1jG5At2WQzNK0mgWvMSsQkPDZGYas/s1600/zack-and-miri-make-a-porno-20090126113155085.jpg"><img style="cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4CrIpbIHjMOnloL_d-oqELmmRmMpKqIUUt3O0Fljb2z8ZhvkyjxJLmVUo_c75eX4d3aLb5dKpE37wsDSX_jQZ6T7rsglR6a52GOaIMOUvrPYHQo1jG5At2WQzNK0mgWvMSsQkPDZGYas/s320/zack-and-miri-make-a-porno-20090126113155085.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5674640852185667858" border="0" /></a></div><br />El principio de la cinta es duro pues recuerda, o al menos intenta remedar, el estilo Apatow. No hay diálogo que no gire en torno a los genitales, aficiones y ocupaciones sexuales, llegando a resultar cansino, como resulta en general cualquier diálogo repetitivo, sólo es aliviado por la extraordinaria química que desprenden Elizabeth Banks y Seth Rogen. Porque sí, queridos lectores: “Zack y Miri Hacen una Porno” es la prueba patente y descarnada de que un hombre no tiene que ser guapo para resultar atractivo. Que Rogen ejerza de galán de comedia y encima salga triunfante del aprieto es algo que debería hacer reflexionar a los metrosexuales de toda la vida. La gracia de su personaje, basada en el humor y la seguridad en sí mismo, le convierten en un activo romántico de primer orden aún e incluso cuando pronuncia frases como "se me han quemado los pelos de los huevos". Elizabeth Banks se ve disminuida en ocasiones por el tono que desarrolla Smith, obligándole a pronunciar unas frases que si bien ya quedan mal en el agreste físico de Rogen, a duras penas cuesta creerse que dos seres humanos puedan mantener ese tipo de conversación continuamente. Gracias a los benditos puntos de giro, pronto se entra en materia y cuando los protagonistas deciden realizar un porno amateur para saldar sus deudas, es en ese momento que Smith manda a tomar viento a la moda, utiliza la foto de Apatow y empieza a hacer lo que mejor se le da: recrear el estilo "geek". Aunque tal vez todo este discurso caiga en saco roto, y sea injusto decir que Smith bebe del productor de "<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2010/02/super-cool.html">Super Cool</a>" (2007), cuando en verdad sea éste quien quizá le deba absolutamente todo a su actor fetiche, Seth Rogen. Y ya se sabe que si A es igual a B y B igual a C...vamos, que si una cosa queda clara de todo este batiburrillo es que hay un nombre que brilla con luz propia (como siempre) y ese no es otro que el del rollizo actor.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNKEqIenzpqICEgP9CA2nYkoO9yA13f5zERQp-ewRpgbMdN8B4fTbTofKzGoYiASSM0EbxUe59tcE4ekFbPhRVCVoerj8dhqlIlu01VKGeFGyy9Kwj2kkvL7RtuoHykysa-KLImI6vMcs/s1600/zack-and-miri-make-a-porno-20090126113213492.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNKEqIenzpqICEgP9CA2nYkoO9yA13f5zERQp-ewRpgbMdN8B4fTbTofKzGoYiASSM0EbxUe59tcE4ekFbPhRVCVoerj8dhqlIlu01VKGeFGyy9Kwj2kkvL7RtuoHykysa-KLImI6vMcs/s320/zack-and-miri-make-a-porno-20090126113213492.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5674641431714759618" border="0" /></a><br /></div><br />Evidentemente, los actores suponen un gran acierto para el correcto funcionamiento de “Zack y Miri Hacen una Porno”, pero sería injusto olvidarnos de la labor de Kevin Smith, guionista imparable cuando está en forma, como demuestran no sólo sus películas. Caracterizado por coquetear siempre con el mal gusto y evitándolo a última hora (aunque también cayendo en él, en algunas ocasiones), sus mejores películas se caracterizan por diálogos tan picantes como naturales o incluso “freaks”, en los que el cineasta aprovecha para dar rienda suelta a sus inquietudes sobre las relaciones, los jóvenes, las drogas, la cultura underground y el sexo. Recordemos el memorable discurso de Superman y Lois Lane y su imposibilidad de mantener relaciones íntimas. Haciendo gala de una madurez inaudita en él pero propia de su edad, en “Zack y Miri Hacen una Porno” Smith ha logrado un equilibrio muy cercano a la perfección entre la ordinariez y el buen gusto, entre el humor y el corazón, la gamberrada y la madurez. Porque otra de las grandes virtudes de su propuesta radica en que si bien se trate abiertamente de sexo, haya escenas de alto contenido erótico con desnudos integrales tanto femeninos como masculinos (esto último, otra apatowada más) y momentos de caca-pedo, nunca da la sensación de estar viendo un sucedáneo de "Road Trip" (2000) y otra gamberrada más a lo "<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/08/jay-y-bob-el-silencioso-contraatacan.html">Jay y Bob el Silencioso Contraatacan</a>" (2001), sino más bien de una comedia romántica pensada y sentida como, qué curioso, "Ligeramente Embarazada". Claro que también está ahí, al acecho, la consabida dosis de comedia romántica al uso de nuestros días, disfrazando sus intenciones más almibaradas bajo la adecuada capa de acidez y burrada de trazo grueso…pero que no por eso deja de estar ahí (una patente, por cierto, que ha conseguido monopolizar Judd Apatow, hasta el punto de que uno le busca en los créditos sorprendido de que no ande por ahí.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlu4khEMgMGZZN8pAoqlwzuS5SJdV1NpYirLsV1lhy8qaz4SU_ejA13KiWKHqbalt8dAw1i86NM-CZSxn1Pn-zNqIbMWM0dlphaVPZr8W82SpuOmmP8Uek4x0XmK_59zoB95l_M5y6ZI8/s1600/zack-miri-make-porno-13_m.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlu4khEMgMGZZN8pAoqlwzuS5SJdV1NpYirLsV1lhy8qaz4SU_ejA13KiWKHqbalt8dAw1i86NM-CZSxn1Pn-zNqIbMWM0dlphaVPZr8W82SpuOmmP8Uek4x0XmK_59zoB95l_M5y6ZI8/s320/zack-miri-make-porno-13_m.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5674641927018959298" border="0" /></a><br /></div><br />No cabe duda que uno de los grandes atractivos de cine porno es su aspecto paródico del cine convencional. De hecho es posible que ese sea su único atractivo (aparte de lo evidente). La parafernalia que toda la troupe, integrada entre otros por la mismísima Traci Lords, monta para rodar "La Guarra de las Galaxias", con todas las líneas disparatadas haciendo juegos de palabras como "Ano Solo" hacen que la película despegue completamente. Es en ese momento cuando el humor deja de estar basado en sonrojar a las abuelitas de la audiencia con registros de tipo gamberros y se comienza a explorar situaciones cómicas de verdad. Comedia que no hace más que crecer hasta la conclusión del filme. Ahora bien, dejando a un lado las situaciones divertidas derivadas del rodaje del vídeo, como dijimos anteriormente el eje central de la trama es una comedia romántica como la copa de un pino. Y quizá esa es la parte más floja del guión ya que cuando la trama pasa su acto central, la historia va teledirigida y muchas veces parece de libro de recetas. Si algo tenia “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/06/mi-pareja-equivocada.html">Mi Pareja Equivocada</a>” (1997) es que pese a ser una historia similar, la estructura no se dejaba encorsetar por la obligación de acabar con todo el mundo feliz y en su sitio, si no que dejaba el final abierto a varias interpretaciones. “Zack y Miri Hacen una Porno” es más bien convencional en ese sentido lo que en mi opinión le resta frescura al conjunto. Pero quizá lo más evidente es la evolución de Smith como director. Aquí se ha preocupado de mimar momentos concretos de la narración, y sorprende con movimientos de cámara muy expresivos que facilitan la comprensión de los sentimientos de los personajes. Que Kevin Smith no es Scorsese dirigiendo, es más que sabido. Que jamás nos deleitará con diálogos tarantinescos o con profundas metáforas a lo “Matrix” es también más que sabido. Que Kevin Smith es un maestro en hacer interesante lo cotidiano y divertido lo anodino es un hecho. No es una película pensada para cinéfilos, ni para sabiondos, ni para gente culta, es humor asurdo, te puede gustar o no.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj76974BrJpbJv6LpCS87QCG2Fo_V7_NpCUIpeokMEkUlOArpPx2bDKSjpGeRPAicOHYeQagJ-EAHYPVserhE8DTRc_AwzU5hf0Ps7TwHehtL9ywdHTLc5lzgMjPOuzHADiaQptjTKIReg/s1600/zack_and_miri_make_a_porno_23.png"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj76974BrJpbJv6LpCS87QCG2Fo_V7_NpCUIpeokMEkUlOArpPx2bDKSjpGeRPAicOHYeQagJ-EAHYPVserhE8DTRc_AwzU5hf0Ps7TwHehtL9ywdHTLc5lzgMjPOuzHADiaQptjTKIReg/s320/zack_and_miri_make_a_porno_23.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5674642334554413666" border="0" /></a><br /></div><br />Si hay un caso en el que un debut fulgurante termina pesando como un encasillamiento, ése debe de ser el de Kevin Smith. Su ópera prima, “<a href="http://el-pelifomano.blogspot.com/2011/04/director-kevin-smith-ano-1994-pais-ee.html">Clerks</a>” (1994), se convirtió en todo un símbolo de los noventa, y el santo y seña de una generación curtida a los sones del grunge y de los inicios de la desilusión por la incapacidad de acceder a una seguridad que parecía prolongar la adolescencia. Y claro, esa enorme sombra se ha cernido sobre prácticamente todo lo que ha hecho después. Y lo peor es que las comparaciones, en general, nunca han sido demasiado favorables a sus nuevas propuestas. Aún así, hay que reconocer que, cuando vuelve a lo que mejor sabe hacer, Kevin Smith gana. Y en “Zack y Miri Hacen una Porno” hay suficiente dosis de ese Smith como para que la película transcurra con una saludable mala leche y diálogos que podrían ser los firmados por un Woody Allen formado en la cultura de los cómics, la serie B y los largos atardeceres de centro comercial. El momento cúspide de la película es, sin lugar a dudas, la secuencia en la que Zack y Miri, hacen el amor, por primera vez, delante de las cámaras. Les digo de verdad que pocas veces se ve una situación tan bien llevada. Como es preparada la coyuntura creando las expectativas, cómo está rodada y montada, como incluso es aliviada con toques de humor porque de no ser así posiblemente algún que otro espectador estallara con tanta tensión romántica/sexual no resuelta que se resuelve...vaya, que sólo por esa escena y por ver lo que virtuosismo detrás de una cámara, merece la pena ver esta cinta. Aquí Smith parece estar mucho más cómodo, y pisar un terreno lo suficientemente conocido como para no tropezar… o para que lo más comercial, convencional y previsible no termine hundiendo el conjunto. Desde luego, no estamos ante un título inolvidable, pero sí uno que nos arrancará alguna que otra sonrisa. Además, veremos los perfiles de un mundo que marcó nuestra memoria cinéfila. Y ya saben: la nostalgia también juega su papel en esto de sentarse en una butaca y disfrutar de una película.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxqFeHdHW5_dY3FTW4wLF6b7DQCZRZlgzqohyphenhyphen2kBZxW3QLQ9OkXSycb_liYxih_FiYf3AI-Ir7h8CCHoygZ0z9rbBO6tGdl6tvq2_pdA_47N8XOPtYPZSqhoyw9TGO8Hygmqd57elkoNM/s1600/zach-and-miriinaction.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px; height: 143px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxqFeHdHW5_dY3FTW4wLF6b7DQCZRZlgzqohyphenhyphen2kBZxW3QLQ9OkXSycb_liYxih_FiYf3AI-Ir7h8CCHoygZ0z9rbBO6tGdl6tvq2_pdA_47N8XOPtYPZSqhoyw9TGO8Hygmqd57elkoNM/s320/zach-and-miriinaction.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5674642584220364722" border="0" /></a><br /></div><br />Y así, sin ser una gran película, “Zack y Miri Hacen una Porno” sí que termina funcionando como un buen entretenimiento, en gran parte por lo ajustado de las interpretaciones, empezando por un Seth Rogen que cada vez consolida más su estatus cómico, y una Elizabeth Banks que no le va a la zaga. Su química acaba haciendo que la historia (por otro lado de manual, por más que las referencias al sexo oral y anal se entrecrucen una y otra vez en los largos diálogos marca de la casa) se sostenga. Y es lo que explica que el rodaje de su escena de sexo, uno de los pilares de la cinta y que incluye uno de sus mejores gags verbales, acabe por reforzar el filme. No faltan las referencias cinéfilas y mitómanas de Smith (a “Star Wars”, al aluvión de lo que todavía hay gente que sigue denominando “subcultura”), con momentos tan jocosos como convertir a Brandon Routh (el protagonista de la fallida “Superman returns: El regreso”) en… ¡un actor porno gay! Y cómo no, el universo de los que ya son treintañeros y aún no han comenzado lo que se supone que es la vida, atrapados en empleos precarios y un consumismo infantil que nunca les deja levantar cabeza. Acompañando a la pareja protagonista, una pléyade de secundarios (fantástico Justin Long, como siempre) cuyos personajes les recordarán los mejores momentos de Kevin Smith. Y que quede claro, un desnudo frontal de Jason Mewes, también conocido como "Jay". Curioso que toda esta banda trabaje prácticamente en exclusividad con Smith. Una película divertida, que mejora claramente cuando se libra de la última tendencia repelente, cosa que pasa pronto, afortunadamente, es una comedia romántica en el sentido más ortodoxo de la expresión y que para ello se vale de un medio tan heterodoxo como "el cine porno". Una buena experiencia para aquellos que no tengan reticencias ante ciertas temáticas/posturas. Recomendada para gente que cree que el atractivo sexual se lleva por dentro.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/X4Xr7yZIlAc" allowfullscreen="" frameborder="0" height="244" width="325"></iframe><br /></div><br /><div style="text-align: center;">"Divertida, romántica pero cruda a la vez”<br /><br /></div>Adrián Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/12217363618509934491noreply@blogger.com0