domingo, 26 de junio de 2011

Historia Americana X

Director: Tony Kaye
Año: 1998 País: EE.UU. Género: Drama Puntaje: 08/10
Interpretes: Edward Norton, Edward Furlong, Fairuza Balk, Stacy Keach, Elliott Gould, Avery Brooks, Beverly D'Angelo, Jennifer Lien y Guy Torry



Derek Vinyard (Edward Norton) es un joven perteneciente a un grupo de ideología nazi que es encarcelado por asesinar a dos jóvenes afroamericanos. En la cárcel se encuentra con una serie de neonazis que le harán la vida imposible. Años después, cuando sale de prisión, descubre que su hermano menor Danny (Edward Furlong) está siguiendo sus mismos pasos. Dándose cuenta de que puede correr su misma suerte, Derek intentará no sólo enmendar los errores del pasado, sino alejar a su hermano de ese peligroso mundo. El cine social acostumbra a ser un cine de denuncia, un cine que intenta sacudir la mente del público para abrirle los ojos a unos hechos que frecuentemente no son nada agradables. El espectador, sentado cómodamente en su butaca, asiste a través de estas películas a una realidad que no ha de entender como ajena, sino de la que ha de sentirse partícipe. Éste sin duda ha de ser el objetivo del cine social, una de sus funciones más importantes, la de servir de herramienta pedagógica y sobretodo, la de provocar una reflexión que ayude en la comprensión y la construcción de una sociedad mejor. “Historia Americana X”, como su nombre indica, es sólo una historia más. La indeterminación del título no hace más que enfatizar la idea principal que el filme transmite: dejarse llevar por el odio y la irracionalidad sólo puede conducir a caer víctima de ellos.



Hay una secuencia que me gusta mucho en esta película. Es hacia el final de su metraje. Tiene lugar un flash-back en blanco y negro (formidable técnica que utiliza el director para ubicarnos en los tiempos), y en él, conocemos al fallecido padre de la triste familia Vinyard, un bombero de ideas reaccionarias cuyos discursos xenófobos y llenos de odio van a calar muy profundo en la mente de su hijo mayor, Derek. En un breve diálogo conocemos las semillas del odio, el modo en que las ideas de los mayores pasan a la siguiente generación, manipulando su forma de pensar. Desde pequeño le había transmitido hacia los que consideraba causantes de la delincuencia y las miserias de su país (magnífico el discurso, aprendido de carretilla, de Derek ante sus amigos, como si de un político se tratase) adopte de pronto un sentido para él. Derek, desamparado ante la responsabilidad de erigirse en cabeza de una familia privada de una figura paterna dominante e intolerante, descarga ahora todo el odio que tan hábilmente su padre les había inculcado. La madre (Beverly D'Angelo) fue siempre una figura anulada, una mujer depresiva y abandonada a su enfermedad que se ve incapaz de rehacer su vida y encarrilar la de sus hijos. Esta mujer reconoce su responsabilidad en la perdición de sus hijos, pero angustiada, dice no saber el momento en el cuál les falló. Es ahora cuando Derek cree que están más que demostradas las enseñanzas que recibió de su padre, y por ello se siente lanzado a vengarlo, luchando contra los que cree que se lo arrebataron. Derek trata de legitimizar su postura alegando que se trata de defender lo propio, otra vez la misma justificación de cualquier postura intolerante hacia los demás.


No es la única buena escena en esta desigual película, que muchos saludaron como una impresionante obra maestra cuando se estrenó, y que estuvo en boca de todo el mundo durante un cierto tiempo. El tema del racismo, y más concretamente, de los jóvenes neonazis, parecía haber encontrado su drama catedralicio. El caso de Derek, pese a ser una historia americana, es de hecho el caso de muchos jóvenes actualmente. El problema real de la intolerancia, el racismo y la xenofobia tiene su raíz en la educación. Pero ésta no se refiere sólo a la cantidad de conocimiento que en la escuela o en la familia nos ayuden a adquirir. En la película, tanto Derek como su hermano Danny son personas muy inteligentes, alumnos aplicados que leen y se interesan por las cuestiones que afectan a su sociedad. También era inteligente Hitler, y también estudió y analizó profundamente el marxismo y las ideologías que repudiaría. Los grandes líderes son siempre personas con gran carisma y con gran inteligencia. ¿Y entonces? ¿Qué es lo que determina que un joven desarrolle en sí ideas xenófobas? Todos los adolescentes crecen formando su personalidad a través de la imitación. Es un error tratar de entender la solidaridad como un favor a los más necesitados. Es cierto que la propia sociedad, la nuestra, necesita de ayudas efectivas y de acciones sociales concretas. Pero si no se ataca la raíz del problema, difícilmente podremos arreglar el resto. La solidaridad es una necesidad humana, es un requisito básico de la sociedad. Sólo completando mentalmente la cadena de causas y efectos, nos podremos dar cuenta de lo mucho que se puede hacer con una buena educación en valores.



En efecto, no hay nada como el odio y la destrucción, es decir como la ira, para alejar de uno mismo el dolor de una pérdida o de una existencia miserable. Esto el guión, y la película, saben sugerirlo muy bien. Al final, los neonazis no son más que una banda de inadaptados. Terriblemente violentos y peligrosos, sí, pero también sufrientes. Unos jóvenes marginales que focalizan toda su frustración en una forma de vida agresiva y radical, dirigidos por un cerebro mayor, aquí personificado por el astuto y despiadado Cameron (un buen Stacy Keach). Esta necesidad de autorreflexión es el verdadero mensaje de “Historia Americana X”, resumido en la conversación que Derek y Bob Sweeney (Avery Brooks), el director del Instituto, mantienen en un momento del filme. Sweeney cataliza la toma de conciencia última de Derek preguntándole simplemente si algo de lo que ha hecho y que le ha llevado a la situación en la que se encuentra (en prisión, tras la brutal violación) le ha hecho realmente feliz. Un silencio de Derek es suficiente como negativa. A su vez, Danny, se dará cuenta también con el análisis de su hermano que Sweeney le exige como trabajo de que el problema no es una búsqueda de culpables, y que caer en el mismo error en el que cayó su hermano sólo puede conducirle a la autodestrucción. Danny entenderá la vacuidad de las ideologías que ahora él defiende, sólo justificables por la rabia hacia un mundo que no comprende. Danny escribe sin orgullo como primera línea de su trabajo que la gente lo mira y ve en él a su hermano. Este detalle demuestra la búsqueda de referentes, que como bien intuye Danny, no siempre son los más adecuados.



En este filme no hay buenos o malos, pues todos lo son en igual medida, no se cae en el error de demostrar partidismos o discriminaciones raciales. No obstante, sí existe una crítica social evidente, hacia un sistema judicial que propicia y fomenta la diferencia racial. Él verdadero culpable es pues el sistema que permite que la juventud se escude en falsos estandartes, que luche por unas causas que ni siquiera entiende y sobretodo, que inhibe su capacidad por desarrollar la propia personalidad y la construcción de un espíritu crítico. Pero no olvidemos que el sistema somos todos. Antes éstos jóvenes, desesperados y amargados, el amigo afroamericano de Derek (que conoce en prisión), da una lección sobre entereza y alegría ante la adversidad, sobre la ayuda hacia un individuo al cual según los mismos motivos que los que la xenofobia defiende, debería también odiar, pero al que trata como una persona y no como al símbolo de un colectivo, aspecto del filme que sin duda constituye una de las reflexiones a tomar más importantes. “Historia Americana X” es sin duda un excelente ejemplo de cine de denuncia social. Pese a ser una historia americana, ambientada en una ciudad y una realidad concretas, su mensaje es de hecho universal, pues cualquier sociedad sufre actualmente las consecuencias de la intolerancia y de los odios raciales.Está claro que el ser humano no ha aprendido aún a convivir como miembro de una sociedad plural y diversa. Frente a iconos como la estatua de la Libertad, símbolos vacuos de una tolerancia inexistente, el individuo contemporáneo sigue buscando respuestas a una existencia sin sentido, tratando de culpabilizar a los demás de las desgracias propias y ajenas, y sin darse cuenta, como Sweeney comenta en uno de los diálogos clave de la película, de que el error está simplemente en hacerse las preguntas equivocadas.



Bajo una interpretación magistral, difícilmente comparable y superable, se encuentra Edward Norton, que consolida de manera excelente, en un durísimo papel, que el Globo de Oro que recibió en su debut en "La Verdad Desnuda" (1996) no fue un regalo, y que posee unas versátiles facultades para la interpretación, y ello le servirá para seguir explotando su carrera hasta la fecha, y lo que le queda aun. El poder está dentro de uno mismo y cada quien lo posee, de nosotros depende usarlo o dejar que se extinga. Podemos ser inmensamente felices o dejarnos hundir en la miseria. Podemos alimentar nuestra alma con cosas maravillosas o corromperla. La vida es demasiado bella como para desperdiciarla transmitiendo basura, acumulando problemas y complejos, cometiendo tonterías sin sentido y viviendo en un estado de odio permanente. Al final cada quien cosecha lo que siembra y nuestras acciones siempre generan consecuencias para bien o para mal, y algún día les tenemos que hacer frente. La película gira constantemente alrededor del mismo eje, el mensaje que defiende que la única vía posible para vivir en sociedad pasa por el rechazo a la violencia y la aceptación de la diferencia como algo positivo y no como algo a combatir. Cualquier ser humano, como le ocurre a Derek en la prisión, es blanco o negro según sea su situación ante una mayoría intolerante, todo depende de la perspectiva con que se analicen las cosas. El odio es un lastre, como dice Danny y la vida es demasiado corta para estar siempre enojado. Aun cuando sólo sea por pensar en algo así. En líneas generales “Historia Americana X” es un filme que nadie debe perderse dada su enorme belleza reflexiva y su contundencia dramática que hacen de ella una de las joyas del cine dramático moderno.



"Brutal, pone el listón cinematográfico inalcanzable de los 90"

1 comentario:

  1. Me la vi, excelente pelicula. Te cuestiona. La frase que mas me impacto fue "preguntate si lo que haces y dices te hace bien".

    ResponderEliminar