Año: 2006 País: Japón Género: Animación/Fantasía Puntaje: 08/10
Productora: Madhouse Ltd.
Makoto, es una adolescente sencilla, algo inocente que disfruta alegremente de su juventud en compañía de sus grandes amigos Kousuke y Chiaki, con los que pasa la mayor parte del tiempo dentro y fuera del instituto, pero un día recibe un peculiar don: la capacidad de ir hacia atrás en el tiempo dando agigantados brincos, ella usará esta habilidad para evadir los problemas. La película esta basada en una conocida novela japonesa del mismo nombre, que escribió el autor Yasutaka Tsuitsui, publicada en el año 1965, la cual gozó siempre de gran popularidad y ha sido adaptada varias en varias ocasiones para el cine y televisión. Aunque su título sugiere una historia cargada de elementos de ciencia ficción, en realidad “La Chica Que Saltaba a Través del Tiempo” es más cercana a obras como “Susurros al Corazón” (1995) antes que a cosas como “12 Monos” (1995), de hecho el aspecto fantástico de esta película es precisamente aquel que es tratado con más superficialidad, siendo un mero vehículo para mostrarnos la personalidad y el crecimiento interior de la protagonista, Makoto una chica que puede usar su don para causas tan simples como evitar que su hermana menor se coma su postre o evitar tener que decirle “no” a la invitación de uno de sus amigos. Sin despegarse de ese estilo, en algunos momentos, “La Chica Que Saltaba a Través del Tiempo” muestra destellos de un humor, que casi roza el “slapstick”, provocados por la candidez de la protagonista, esos instantes son igual de torpes para arrancarnos la risa, sin embargo, dentro de una película tan entrañable, antes que parecernos tontos, nos hacen sonreír por ternura. Los saltos en el tiempo tienen un lugar secundario en el argumento del filme. Por este motivo, la explicación que la película introduce en sus minutos finales de por qué se producían estos viajes temporales y la solución que da a esta parte de la trama puede parecer pobre o poco estudiada.
Ganadora de varios premios, “La Chica Que Saltaba a Través del Tiempo” es una película de imágenes preciosas y de una elegancia exquisita. Los planos recurrentes de una calle peatonal en cuesta que acaba en la vía, de un semáforo y una barrera ferroviaria, así como del amenazante tren que se acerca creando un peligro mortal son de una enorme belleza. Es en ese lugar donde ocurren casi todos los saltos temporales y donde tienen lugar los importantes giros de la trama que harán avanzar el argumento. El estilo del dibujo es sencillo, limpio y la animación en 2D está bien resuelta, aunque tenga menos intercalado que las grandes producciones. Los colores cercanos al pastel y los grises y azules muy apagados contribuyen a esa delicadeza que tienen todas las imágenes. Son especialmente originales los relojes y las imágenes que se pueden ver cuando se producen los saltos en el tiempo. El retrato de los personajes transmite una gran inocencia que se traduce en un encanto general en el tono de la película que acaba invadiendo el espíritu de los espectadores. Esto se armoniza a la perfección con un ritmo pausado y contemplativo que demuestra que el filme tiene más interés en mostrarnos los sentimientos de su joven protagonista que en narrarnos una peripecia de ciencia ficción. Como dije la idea de los viajes en el tiempo se convierte, así, en una mera excusa para hablarnos de Makoto, Chiaki y Kousuke. El personaje principal resultará ser el de más interés, evitando así los estereotipos o esquematismos que suelen aparecer en las series anime. La estética de la cinta nos podría hacer pensar que se trata de una producción de los estudios Ghibli, pero más que nada, ese “aire” a película de Hayao Miyazaki consigue plenamente su efecto gracias a la sobriedad de la narrativa y lo honesto de su sensibilidad, demostrando así que en el cine es posible ser muy emotivo sin resultar por ello empalagoso o melodramático. Quien espere ver un filme del género de ciencia ficción, dejándose guiar por el título, puede que no encuentre en esta película lo que está buscando. El poso que deja “La Chica Que Saltaba a Través del Tiempo” es el de haber visto algo muy bello en imágenes de animación.
Creo que el filme se maneja de forma intelectual, me refiero a que hay un esfuerzo por darle un trasfondo reflexivo. La protagonista, por azar, se encuentra de la noche a la mañana con que puede retroceder en el tiempo, lo que utiliza para intentar evitar situaciones desagradables y enmendar errores: para soslayar el máximo de problemas y preocupaciones posibles. Lo que narra esta película son las complicaciones y problemas adicionales que sobrevienen al no afrontar de forma natural los obstáculos, las situaciones penosas, la realidad. La protagonista cree, con su nueva capacidad, ser el único factor del que depende el curso de los acontecimientos, pero se equivoca, por eso cometerá errores continuamente, y ve como va complicando las cosas cada vez más, hasta lograr situaciones insostenibles. De esta forma la película pasa apaciblemente de la simpática comedia adolescente al sutil drama, con algún giro extraño que no llego a comprender del todo (cosas del anime), pero dando la sensación de que sus responsables se han preocupado realmente por plantear algo respecto a las relaciones humanas y la responsabilidad. Algo que me ha gustado bastante es que presenta ese poder sin igual (viajar en el tiempo) de forma diferente al montón de películas que hay sobre el tema. Desde el principio lo muestra como algo peligroso e insensato, ya que Makoto solo puede retroceder en el tiempo sin saber cuando, y exclusivamente poniendo en riesgo su integridad, ya que solo se produce el salto temporal cuando Makoto se lanza temerariamente como un prisma al suelo. La película intenta enseñarnos que a más enrevesadamente intentemos eludir los problemas, más serán los que nos granjeemos, y que la manera más simple de salvar obstáculos será siempre la mejor, por comprometida que parezca.
Sin embargo, ésa no es la visión que quería dar Mamoru Hosoda con esta historia. Muchos otros se habrían centrado en la anécdota, sin profundizar en lo que ocurre realmente; por eso ésta es una obra tan valiosa. Habla de las consecuencias, de un hipotético equilibrio que se rompe. De un juego mucho más peligroso de lo que parece. Es una reflexión ética sobre las dos caras de los viajes en el tiempo; la posibilidad de manipular sin control y, por ello mismo, de desencadenar un suceso demasiado grave. Makoto descubre que hay más que una simple diversión pasajera. Desperdicia insensatamente la oportunidad de oír cómo Chiaki se le declara, pero a parte de eso, convierte el destino de sus amigos en una pesadilla. Y entonces surgen las inevitables preguntas. ¿Merece realmente la pena todo esto? Es posible que sea una cinta pretenciosa, pero es una película que incita a reflexionar. No se queda en la carcasa, no trata de deslumbrar con asombrosos efectos. Golpea con la dura realidad. Por mucho que se pueda anticipar el futuro, nunca se llegará a conocer del todo el motor de las relaciones humanas. Nada es predecible, no existe una fórmula matemática para manipular los sentimientos y los actos de los demás, y Makoto lo descubre de la forma más cruda. Un interesantísimo planteamiento, que en manos de Hosoda se convierte en una historia inolvidable. El tema de los saltos temporales es algo muy manoseado, pero en este filme me resulta tremendamente adictivo ver como la protagonista dibuja y desdibuja las pequeñas cosas de su presente alterando sus acciones del pasado. Supongo que todos alguna vez hemos imaginado esa posibilidad por lo que de ahí que empatice tanto con la protagonista y toda su historia.
Lo que desconocía es que tiende mucho al amorío adolescente, aunque de una forma agradable y un tanto moderada, sin llegarse a exceder. Tiene planos y diálogos muy poéticos y quizás un tanto azucarados, pero plenamente disfrutables para el público adulto y sin llegarse a indigestar en ningún momento. Me sorprendí al verme interesada en la evolución de los personajes animados, es decir, un personaje de caricatura que va adquiriendo profundidad a medida que avanza la trama y que se va pintando a sí mismo con cada detalle. Algo que a veces, ni los actores de carne y hueso logran hacer en las películas. Hay imágenes muy vívidas y coloridas, instantáneas de momentos que se alargan para mostrar su belleza a cada segundo. Gotas de agua que avanzan muy lentamente, el crecimiento de una nube de tormenta, el parpadeo de una señal de tránsito, cosas mundanas, simples que se ralentizan para llamar la atención que normalmente no prestamos. Lo más llamativo es lo tensa de algunas situaciones, inevitables y por evitar que se repiten en el tiempo pero que no se sabe el resultado. Como dije la estética del filme acompaña y da sentido a cada situación y ayuda a formar a cada personaje, por ello uno de los aspectos para resaltar de la película, sin dudarlo y aunque parezca mentira es la fotografía: paisajes urbanos, cuadros que pintan a una ciudad japonesa de una belleza especial, calles, barrios, parques, horizontes de edificios, reflejos de agua a lo largo de la película que también ayudan a vestir de normalidad a personas que en realidad no existen. Teniendo en cuenta que no deja de ser un producto de animación la historia te atrapa sin que te des cuenta y resulta entretenida de ver.
Los viajes en el tiempo se van complicando y vuelven un poco loco al espectador que se queda con dos opciones: dejarse llevar o analizarla durante un buen rato después. Su director tiene poco bagaje tras de si, pero ha logrado un trabajo que, si bien visualmente no resalta, simplemente porque opta por la sencillez, no por dejadez o déficit alguno, es complejo intelectualmente, y tiene una buena historia narrada con muy buen pulso. Esta película marca su diferencia con otras películas que buscan ser un “espejo” de la realidad, no en el sentido de que introduce un elemento fantástico, sino basándonos en el hecho de que aquí, el “realismo” no busca impactar o chocar al espectador, sino que se expresa a través de matices y formas delicadas, sin violencia, a pesar de la intensidad de las escenas. Es la realidad turbulenta y acelerada de la juventud, reflejada bajo un lente amable y gentil, una visión conmovedora y nostálgica, a la vez que tranquila de todo aquello que implica ser joven, así como el proceso de la madurez. Pese a este elemento fantástico (los saltos en el tiempo), la cinta es razonablemente realista, introduciendo pequeñas subtramas amorosas muy, muy livianas, de forma que no se hacen pesadas nunca. La galería de secundarios es realmente genial, con un trío de jóvenes damiselas indecisas, los dos amigos de Makoto (Chiaki y Kosuke), la familia de Makoto, e incluso una amiga suya que admite haber tenido, también, ese don. Una excelente película de animación más allá de lo aparentemente previsible de la película puesto que conlleva un montón de interrogantes y preguntas para el espectador una vez finalizada la historia. Una película que contiene muchos tintes de comedia durante la primera parte, una pizca de drama casi hasta el final y un desenlace romántico con despedida nostálgica con trocitos de amargura, todo rodeado de una fantástica y agradable banda sonora.
"Divertida y creativa”
La vi hace un par de meses y me encantó, aunque yo le hubiera puesto un final diferente, jeje. Independientemente de que sea una película de animación, la historia es lo que realmente engancha de esta peli, la ternura y la inocencia de los protagonistas.
ResponderEliminarPróximamente publicaré también la reseña en mi blog :)
saluditos
El final está bastante bien así,
Eliminardate cuenta de que la que conserva el cuadro
es ella misma de mayor juju.
pues la verdad, lo que dices tiene razon .. la pelicula a pesar de mostrar a simple vista una historia fantastica, lo ficticio de esta es tratado en un segundo plano y se enfoca mas en los personajes, en mi opinion como una historia reflexiva y realista es muy buena, la pelicula lo engancha a uno muy bien y lo mantiene con todos los sentidos puestos en ella ya sea por su comedia o por el drama que se vive al final. siempre en todas las historias que he visto ya sean libros, peliculas, animes, series o novelas busco que los hechos expuestos sean justificados ( una buena trama es la ue deja un mensaje de manera indirecta acompañada de una historia bien justificada tanto en su inicio, su nudo o su final). aunque la película aborda la fantasía desde un punto de vista diferente hay algunos detalles que no se justificaron, o mas bien no se explicaron. es cierto que toda buena historia siempre deja interrogantes pero también es verdad que estos son resueltos de manera subliminal en esta misma. solo por ese aspecto la pelicula se me quedo un poco corta pero esto no desvirtúa el gran trabajo que tiene.
ResponderEliminaresta entre mis 10 mejores peliculas !XD
es una de las mejores peliculas que he visto, la historia realmente envolvente, es decir, lo de su tia, que tambien esperaba el regreso de uno de sus amigos( en la escena donde muestran el cuadro con su foto de joven, con sus dos amigos, al igual que makoto) y la casualidad que ella sea curadora de esa pintura en particular y que makoto haya decidido cuidar de esa pintura y esperar por chicaki...ademas de explicarle que lo que le habia pasado era un salto en el tiempo y de confesarle que tambien lo habia hecho (aunque luego bromeo). Era como si todo fuerse una espiral. Muy buena pelicula
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarmuy buena peliculaa me encanto pero lo que no acabo de entender es el final de la pelicula, ya que se supone que al regresar Chiaki al pasado para salvar a su amigo del accidente, Makoto puede volver al pasado, al que vuelve y le devuelve la capsula esa del tiempo a Chiaki, al volver al pasado como hizo Chiaki, Makoto tendria entonces la posibilidad de viajar en el tiempo ya que en ese pasado ella no llego a gastarlo. el final me raya xd pero me gusto mucho la pelicula.
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