Año: 2007 País: EE.UU. Género: Comedia Puntaje: 08/10
Interpretes: Jonah Hill, Michael Cera, Christopher Mintz-Plasse, Seth Rogen, Bill Hader, Emma Stone y Kevin Corrigan
En una de sus últimas noches como estudiantes del instituto, los amigos e inadaptados Evan (Michael Cera) y Seth (Jonah Hill) experimentarán una legendaria odisea durante una tarde en la que intentan comprar bebida para una fiesta en la que estarán las chicas de sus sueños. En su peripecia les acompañará el indescriptible Fogel “McLovin” (Christopher Mintz-Plasse), otro amigo inadaptado que acaba de comprarse un carnet falso que lo acredita como mayor de edad, con la ayuda de esto los tres amigos deciden comprar el alcohol. Esta película es una de la mejores comedias que nos ha dado el cine de esta última década, además marca el punto más alto de la llamada “Nueva Comedia Americana”, que tiene otros dignos representantes como “Virgen a los 40”, “Ligeramente Embarazada”, “¿Qué paso Ayer?, etc.
En los últimos tiempos hemos asistido al estreno en nuestros multicines de una serie de películas estadounidenses de fuerte raíz adolescente. Ya saben: sexo, porros, cerveza y majaderías. Muchos pensarán que se trata del mismo cine para retardados de toda la vida. Sin embargo, más allá del mal gusto, las películas de la denominada Nueva Comedia Americana (NCA), protagonizadas por una generación de cómicos surgidos en la televisión estadounidense la pasada década, no sólo son cada vez más hilarantes sino que están recibiendo una acogida crítica crecientemente seria y elogiosa. Este el caso de “Super Cool”, que a sido catalogada como la cumbre de las nuevas comedias adolescentes americanas, parece que será, merecidamente no una risa de temporada, sino una película de culto en el futuro. Si hay que ser más breve en el resumen de la película, “Super Cool” es, efectivamente, una “Polla”. Todos sus chistes verbales giran en torno a ella, la mayoría de sus gags físicos la tienen como centro, sus protagonistas viven para darle alimento y hasta me imagino cómo removían el café en el rodaje.
El lector habitual sabrá que por esta página normalmente los chistes de este calado suelen pasar con más pena que gloria. Pero sorprendentemente, “Super Cool” realmente consigue hacer reír con el tema de los “huevos”. En más de un sentido, la sensación que se tiene al terminar de ver esta película es muy parecida a la que muchos tuvimos con “Persiguiendo a Amy”, o con el monólogo inicial de “Reservorio de Perros”; no voy a decir yo que con la mierda se pueda hacer arte, pero con ella hay quien puede hacer más divertida una batalla de tortas. Así Seth Rogen y Evan Goldberg, guionistas de la que nos ocupa, son capaces de principalmente a través de la imparable verborrea de Seth salvar una comedia adolescente de tres al cuarto mezclando sin tapujos alusiones a los Beatles y “Ciudadano Kane” con imágenes mentales de prepucios y fornicaciones. Por poner un ejemplo, el intento de compra de alcohol por parte de Fogell o el trauma infantil de Seth. De todas maneras, son tantos los momentos delirantes del filme y las frases antológicas que sería estúpido nombrarlos todos en esta crítica.
La cinta está planteada a su manera como “La Odisea” de Homero (sí, no es en absoluto lo idiota que puede parecer a simple vista). En este caso nuestros intrépidos héroes deben recorrer media ciudad con su cargamento etílico para acabar lanzándose a los brazos de sus posibles amadas. En el camino, los personajes encontrarán incontables y variopintas ocasiones/personajes/situaciones en las que desplegar su desternillante humor gamberro. Un humor que recuerda al de los inicios de Kevin Smith: tremendamente soez pero a la vez dotado de una agilidad e ingenio en los diálogos que raramente se ven en este tipo de películas. No creo que sea desacertado decir que “Super Cool” debe ser vista como el fiel reflejo de una generación. Bill Gates (que sabe de lo que habla) ya advirtió hace tiempo que tratáramos bien a los “rarillos” de nuestra clase, porque es muy probable que algún día acabemos trabajando para ellos. No se equivocó. Actualmente estamos viviendo el apogeo de la enésima generación “friki”. Por eso no es de extrañar que la película esté cosechando tantos buenos resultados en las taquillas de todo el mundo.
“Super Cool” se vale mucho también de la buena combinación de sus tres protagonistas. Indudablemente tienen mucha vis cómica, y están a la perfección dentro de sus personajes. Comenzando por Seth (Jonah Hill), un chaval con una verborrea incontrolable y genial, y pasando por Evan (Michael Cera), un tímido muchacho que aporta el romanticismo al filme, pero quizá haya que mencionar a Christopher Mintz-Plasse por encima de los demás, aunque sólo sea porque su McLovin (el que haya visto la película lo entenderá) probablemente pase a la posteridad de segunda B, pero posteridad al fin y al cabo, que ocupan otras creaciones como el “Bad Motherfucker” de “Pulp fiction” o Kayser Soze. Aunque la contrapartida de la buena química entre sus protagonistas es que en cuanto no hay al menos dos de ellos en pantalla, “Super Cool” pierde bastante, especialmente un buen trozo de cinta que está ocupado por una pareja de policías (uno de ellos interpretado por el propio Seth Rogen) y que al no mentar en ningún momento sus partes pudendas ni las de otra persona hace que baje un poco el ritmo de la película.
La combinación es infalible: estilo, toneladas de humor fresco y un amplio abanico de protagonistas carismáticos y muy bien caracterizados en los que es fácil verse retratado. El filme que podría confundirse con la típica comedia de adolescentes para descerebrados, ojo “Para”, es sin embargo, un magnífico trabajo bien escrito, (los diálogos parecen escritos por un Tarantino de quince años), bien dirigido y mejor interpretado, con momentos memorables y una química entre los protagonistas impagable. Un par de perdedores que viven una noche gloriosa antes de dar un doloroso paso en sus vidas. El lenguaje es grueso, los chistes, bestias, pero funcionan, funcionan, funcionan, y el resultado final es innegable: dos horas de risas y diversión. El único pero, un final poco creíble y demasiado suave que impide la redondez total del producto. Pero igual no hay que perdérsela.
"Compulsivamente divertida y absurda comedia estudiantil"
Genial entrada, suscribo lo que afirmas sobre estos "nuevos" humoristas y su especie de revitalización de la comedia juvenil de los EEUU. Sólo quería matizar que cuando dices que la película baja cuando están los policías, más bien diría que cambia un poco el tono pero no desciende el humor, los policías es que eran para encerrarlos aparte, geniales, y el pobre chico cuando lo llevan en el coche me pareció hilarante. Pero es verdad que los protagonistas jóvenes daban mayor juego.
ResponderEliminarUna gran crítica. Saludos.
Gracias Nosédecine, sí esta nueva comedia se centra mucho en el mundo juvenil, de una manera extravagante, pero creo que lo retrata bien y cumple su objetivo: divertir al público.
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