domingo, 29 de agosto de 2010

Slacker

Director: Richard Linklater
Año: 1991 País: EE.UU. Género: Drama/Comedia Puntaje: 07/10
Interpretes: Rudy Basquez, Richard Linklater, Jean Caffeine, Jan Hockey y Stephan Hockey

Allá en 1991, un joven que acaba de pasar de los treinta, cogió una cámara de 16mm y 23.000 dólares de aquel entonces; reunió a sus colegas y se convirtió en escritor, productor y director de su propia película. Richard Linklater, así se llamaba el sujeto, dirigió su mirada a una juventud excéntrica con demasiada verborrea, tan holgazana como inquieta y tan marginal como perdida. Todo en Austin (Texas) durante un día. A través de una estructura, donde cada personaje tomaba el relevo del anterior, siguiendo el legado de “El fantasma de La libertad” o “La ronda”, Linklater ofrece un mosaico en clave de radiografía alternativa de los jóvenes americanos. No es un filme para nada recomendable para masas. Se encamina hacia el interior del cine independiente americano, a los amantes de lo subversivo, seguidores del cine liberal y buscadores de rarezas inéditas. Lo que sí queda claro es que esta juventud que refleja el filme de Linklater tiene poca esperanza de futuro, como ese genial y alocado plano final y la cámara que lo está registrando.

Linklater y su cámara se pasean durante un día por la ciudad y aparece ante nuestros ojos toda una galería de personajes, aparentemente sin relación entre ellos; entre los que encontramos desocupados, intelectuales, músicos, delincuentes, viejos anarquistas o gente de la calle. La ópera prima del a veces fantástico y lúcido director Richard Linklater se muestra como una pequeña maravilla en el que se notan todos los guiños típicos del director, el director salta de un personaje a otro en una secuencia lineal de conversaciones, mostrándonos solamente unos pequeños momentos en las vidas de diversas personas, la mayoría jóvenes desencantados, construyendo un discurso cinematográfico y filosófico muy característico, que sería posteriormente llevado a su máxima expresión en “Waking Life”, una de sus mejores obras de este director norteamericano. De hecho, si son observadores, verán como muchos planos de “Waking Life” ocurren de forma similar a los vistos en “Slacker”, compartiendo localizaciones, los mismos travellings y, en algunas ocasiones, también los mismos actores (de forma que podéis ver qué rostro tiene realmente el terrorífico hombre rojo de “Waking Life”).

La película se disfruta durante todo el metraje, y desafía las leyes del cine convencional ofreciendo bastante buen resultado. El problema principal de la película es que algunos diálogos resultan bastante poco interesantes, por ejemplo, el momento en que dos jóvenes que hace tiempo que no se ven cuentan qué es de su vida, pero sin decir nada demasiado relevante para el espectador. Por fortuna, estos momentos más flojos son escasos y tampoco duran demasiado, así que el interés vuelve en cuanto aparece una friki con un pelo púbico de Madonna metido en un pote de formol. Otro problema, aunque más pequeño, es que la película no cuenta con demasiados medios técnicos. Se ve realmente cutre, y en alguna ocasión hasta puede verse el micrófono sobre la cabeza de los personajes, o la sombra del cámara (aunque en esto hay que fijarse, claro). El color es bastante apagado, la calidad del sonido es baja y el formato de la película es televisivo, vamos, nada de panorámicas, lo cual en un largometraje queda muy feo. Además, a veces el sonido ambiente (los coches, principalmente) se impone sobre las voces de los personajes, haciendo que sea bastante difícil seguir lo que dicen en ocasiones.

No lo dudo, se trata de una de las mejores operas primas de un director del cine de verdad, ósea del cine independiente, y sin esperármelo siquiera. Diálogos de locura, situaciones tan reales como la propia vida descuartizando a la juventud de final de siglo, esa que nunca quiso ser mayor, teorías de la conspiración vertiginosas cual montaña rusa, sueños sobre proyecciones cuánticas en el asiento trasero de un taxi, fetichistas obsesionados por el agujero de bala que se le quedó a Kennedy en... Una ácida crítica a los jóvenes neo-hippies de la Generación X y a los pseudo intelectuales que no saben si pasar la tarde en el cine o en la librería, crítica a los freaks. Crítica a todo esta inimaginable locura nihilista con la que me descojoné y me quemé las neuronas. Instinto. Eso es lo que evidentemente tiene esta película. Es básicamente imposible apreciar los planos de esta película, cada uno está donde tiene que estar. Instinto. Lo que tuvo Linklater para escribir el guión, anteponiéndose a todo ese rollo de la "Generación del 92". De hecho, Kevin Smith asegura que esta fue la película que le impulsó a hacerse director.

En suma la cinta es una obra de culto del inclasificable y del principiante Linklater. Sin trama alguno, sin hilo argumental, sin contar nada pero contando un poco de todo. El filme es un tránsito, un discurrir de personajes excéntricos que se dan el relevo ante la cámara, cámara que se pasea por la ciudad saltando de un viajero de autobús a músicos a intelectuales a teóricos de conspiraciones y asesinatos a universitarios a delincuentes a anarquistas, etcétera. La cinta resulta un tapiz de la sociedad americana, repleto de charlas que enganchan, de una frescura desbordante. Quizás el único sea que sobren algunos personajes para hacerla redonda, pero con tanta historia es difícil cuadrarlo todo. Recomendable a los que gusten de rarezas, abstenerse radicales de cine al uso. Fuerza y honor!!!

"Puro cine indie"

1 comentario:

  1. no hay dobladaal español ???
    no la encuentro ni con subtitulos

    alguien sabe donde descargarla

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