domingo, 17 de abril de 2011

Clerks

Director: Kevin Smith
Año: 1994 País: EE.UU. Género: Comedia Puntaje: 8.5/10
Interpretes: Brian O'Halloran, Jeff Anderson, Marilyn Ghigliotti, Lisa Spoonauer, Jason Mewes y Kevin Smith



La trama es un día en la vida de Dante Hicks (Brian O'Halloran), un empleado de mostrador de una pequeña tienda de autoservicio, el ya legendario “Quick Stop”. Dante pasa el día lidiando con situaciones que van desde la farsa hasta la tragedia, incluyendo varias que combinan ambos esquemas. Con "Clerks" (titulada en Latinoamérica como "Cajeros"), Smith creó una película brillante, de extremadamente bajo presupuesto, pero con un guión tan innovadoramente mordaz que capturó la aprobación unánime de la crítica y del público. Parece que en el prestigiado festival Sundance de cine independiente cada año surge un niño prodigio que con su supuestamente nueva visión enamora al público especializado y a los legendarios ejecutivos de Hollywood, ansiosos por encontrar (y explotar) algo que les dé nueva credibilidad y prestigio dentro de la comunidad cinematográfica. En ocasiones surge tal talento, como en el caso de Steven Soderbergh; en muchos otros casos (no quiero mencionar nombres) nunca volvemos a oír del prodigio. En el caso de Kevin Smith, para bien o para mal, se dio una mezcla de ambas situaciones; su primera película, estrenada en Sundance, fue "Clerks", y tuvo tan buena acogida que se le auguraba un brillante futuro en el cine de estudio. Sin embargo, la sensibilidad de Smith es tan particular que, fuera de su reducido, pero fanático culto de admiradores, ha tenido dificultad en conseguir el éxito económico (sinónimo de prestigio en Hollywood) que esperaban quienes predijeron su seguro éxito.



Al iniciar la película, Dante recibe la mala noticia de que tiene que trabajar, aunque sea medio tiempo, en su día de descanso para cubrir la ausencia del dueño del local que tiene algunas cosas que hacer. Dante se presenta desganadamente y con su eterno mantra "¡Ni siquiera debería estar aquí hoy!" enfrenta a su amigo Randall Graves (Jeff Anderson), empleado de mostrador del vecino establecimiento "RST Video", un minúsculo videoclub que tiene como clientes a la gente con peor gusto posible. Este dúo, desde el primer momento, representa caras opuestas de la misma moneda. Ambos tienen el mayor desprecio por los clientes que llegan a los establecimientos, pero Dante al menos pretende cortesía y competencia, mientras que Randall es activamente grosero y agresivo hacia la clientela. A lo largo del día los dos amigos se enfrascan en una serie de conversaciones que, bajo el vulgar humor, esconden un auténtico análisis de la ideología popular de nuestros tiempos. Desde las relaciones románticas hasta “El Retorno del Jedi”, toda excusa es buena para el sparring vocal entre estos dos personajes. Eventualmente la trama toma un giro distinto con la aparición de Verónica (Marilyn Ghigliotti), la novia de Dante. Es evidente que la muchacha se preocupa realmente por él y por su futuro, sugiriéndole que regrese a estudiar y que no considere el “Quick Stop” como su carrera para toda la vida.



Dante aprecia los consejos, pero tiene algo más urgente en mente: se acaba de enterar de que su ex-novia, Caitlin (Lisa Spoonauer), está por casarse con otro hombre. A pesar de su afecto por su actual novia, Dante aún alberga fuertes sentimientos por Caitlin, y esa nueva situación desata otra retahíla de conversaciones semi-profundas con Randall. Adicionalmente hay varias ocurrencias en el día que nos muestran la idiosincrasia de los habitantes jóvenes de Red Bank, el pequeño pueblo en Nueva Jersey donde se desarrolla la historia y donde creció el director. Tal como se oye, "Clerks" consiste básicamente en hora y media de parlamentos y discusiones, limitados a un par de locaciones. Digamos que es una especie de "Mi Cena con Andre" (1981) para el público joven contemporáneo. Los personajes son tan pintorescos y los diálogos tan ferozmente incisivos que no hacen falta grandes adornos cinematográficos para mantener el interés. Aunque las actuaciones son generalmente malas y poco pulidas, el tono general de la cinta y su actitud, subversiva pero bondadosa, resultan en una película que logra un buen balance entre humor y drama, entre realismo y absurdo, y entre agresión y melancolía. En su primera cinta nacen sus ya míticos personajes Jay (Jason Mewes) y el Silencioso Bob (el mismo Kevin Smith), que funcionan como observadores y comentaristas de los hechos que presencian, y sus apariciones marcan puntos esenciales para los personajes de cualquiera de las cintas en las que aparecen... pero ya hablaré de eso en escritos futuros.



La dirección y cinematografía son minimalistas y complementan perfectamente la sencilla historia. El que esté filmado en blanco y negro es una decisión económica, pero también ha ayudado a la narrativa, pues el tosco grano y mala iluminación prestan un tono documental que enfatiza el realismo de los personajes. La plana dirección de Smith parecía una decisión artística, pero como ha demostrado en sus posteriores obras, tal simplicidad obedece a que se trata de un mal director. Él mismo ha reconocido esto, de modo que trata de adaptar sus guiones a su particular estilo (o falta del mismo). En el contexto de la completa carrera fílmica de Smith, "Clerks" resultó ser la primera de una serie de cintas que tratan de la misma familia de personajes y lugares. Esta decisión va mucho más allá de ser un pequeño chiste privado. Smith ha creado una mitología rica en personajes y relaciones, que conservan la sencillez de la vida en un pequeño pueblo, pero que emocionalmente forman una épica que conviene conocer completamente para apreciar el detalle y atención que se ha aplicado a los brillantes guiones. Lo que nos lleva a la inefable pareja de Jay y el Silencioso Bob. Esta pareja de malvivientes forman el punto de unión entre todas las películas de Kevin Smith. Aún recuerdo a un esquizofrénico Jay queriendo afanar a su prima al lado del Bob que desde entonces ya no supo ser tan silentemente dejado. Y es que cada personaje es un mundo en esta excelentísima pachanga entre amiguetes; cada uno con sus inquietudes, deseos, fobias y problemas. El caso es que en realidad la vida es igual de caótica que en "Clerks".



Además la fuerza de “Clerks” radica en que su capacidad de plasmar a toda una generación con unas altísimas cuotas de humor. El chiste fácil aquí ocupa un hueco bastante amplio, pero no de cualquier manera, sino integrado a la perfección en una historia dinámica, ágil, cargada de ritmo y situaciones groseras y escatológicas. Y no todo acaba aquí, qué va, porque a lo largo de la película nuestros protagonistas y toda la tropa de rocambolescos personajes que vienen y van de la tienda, son partícipes de diálogos cargados de cultura “freak”. No importa cuantas veces afirmara Ben Stiller que con “La Dura Realidad” (1995) había filmado la película más representativa de “La Generación X”, porque en realidad aquel mismo año un tal Kevin Smith le quitaría este honor con “Clerks”, su ópera prima. ¿Pero qué es la generación X? Es uno de estos términos sin una clara definición, pero para entendernos, cada vez que alguien usa esta expresión, habla de determinados jóvenes que vivieron su adolescencia en la década de los 80. Una generación caracterizada por romper radicalmente con la de sus padres, acuñando de esta forma también el calificativo de “Generación Olvidada”, refiriéndose de esta forma a todos los jóvenes que llevados por una profunda sensación de desengaño, vieron en los mitos televisivos / cinematográficos / musicales de la época lo más parecido a una figura paternal.



En la película hay constantes momentos de reflexión, ya que Dante se muestra totalmente indeciso ante qué hacer con su vida, no sabe si seguir con sus estudios o continuar trabajando en la tienda. Randall es diferente, está acomodado y es perfectamente consciente de su situación en la vida, porque sabe que no hay más. Son dos posiciones contrarias en las que más de un espectador se verá reflejado. Por esta razón, a pesar de su tono cómico, “Clerks” también es amarga en ese sentido. Si aquí no había presupuesto suficiente como para lograr un montaje algo más decente, una iluminación mejor o una fotografía con menos defecto, poco puede importar, pues “Clerks” se ve beneficiada por esa apariencia casposa e independiente que la caracteriza."Clerks" es una modesta obra de arte, que combina la vulgaridad, el humor y el drama para conseguir un resultado profundo, consiente de las inherentes contradicciones de la condición humana, y eminentemente divertido. Creo que la opera prima de Kevin Smith es aplaudible, quien siguiendo la inspiración de Jim Jarmusch y Richard Linklatter (íconos del cine independiente), decidió realizar una película aún careciendo de la preparación adecuada, y logró triunfar a pesar de sus obvias limitaciones. Ampliamente recomendada tanto por logro propio como por la importante parte que desempeña en la obra futura de Smith. En definitiva, es una obra de imprescindible visión para el aficionado al cine y casi la mejor película de Kevin Smith, junto con la segunda parte de este mismo título, la sobresaliente “Clerks 2”, de la que hablaré más adelante en el blog.



“Un hito en el Cine Independiente”

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