miércoles, 15 de diciembre de 2010

El Guerrero Solitario

Director: Clint Eastwood
Año: 1986 País: EE.UU. Género: Bélico Puntaje: 08/10
Interpretes: Clint Eastwood, Marsha Mason, Everett McGill, Bo Svenson, Mario Van Peebles, Moses Gunn y Tom Villard

Clint Eastwood es el sargento Tom Highway, conocido como “Gunny”, un perdedor en el plano personal, aficionado al alcohol, que sacrificó a su mujer (Marsha Mason), a su familia, a sus amigos y su reputación, por llegar a lo más alto en la carrera militar. Veterano de guerra en Vietnam y Corea, vuelve a los Estados Unidos para llevar a cabo su última misión: instruir a un grupo de novatos para convertirlos en auténticos marines. Jóvenes, sin motivación, desenfadados y prototipos de una sociedad moderna, los reclutas reflejan el anacronismo de Highway, cuyos principios son útiles tan sólo en caso de guerra. Esta es la sinopsis de la película que Eastwood decidió filmar tras un año lleno de felicitaciones por su trabajo. En Europa empezaban a proclamarle como uno de los mejores directores americanos y poco a poco su imagen de autor iba creciendo, por lo que a muchos les sorprendió un proyecto como el presente, una especie de comedia dramática bélica (toma mezcla de géneros) que a priori parecía un ensalzamiento del ejército norteamericano. Eso era lo que pretendía el propio Ejército, que apoyó a Eastwood en todo cuanto quiso, dejándole rodar en determinados lugares y prestando armamento esperando que el actor/director hiciese un filme al estilo de “Top Gun” (1986), el gran éxito de aquel año, y que provocara que muchos jóvenes se alistasen en aviación. Pero no el resultado no fue así, “El Guerrero Solitario” es otra cosa bien distinta, afortunadamente.

No nos confundamos, “El Guerrero Solitario” es una fallida película del genial director y mítico actor Clint Eastwood. ¿Pero es acaso esa película tantas veces tachada de ser la peor de su ya bastante extensa carrera como director? Mi respuesta es simplemente que no. ¿Y por qué no?; porque se ha tomado equivocadamente como una película "seria" sobre el mundo de los soldados, y muchas veces se ha intentado encontrar en ella temas "antimilitaristas", cuando en el fondo no es mas que una comedia muy negra (yo diría que excesivamente negra) que condensa de una forma muy particular todos los filmes bélicos que se hacían a miles allá por los años 60 (“Doce del Patíbulo” o “Los Cañones de Navarone”) ¿Por qué comedia?. Mejor que explicarlo, vayamos a la primera escena de la película en dónde un violento, altanero y musculoso Tom Highway se dedica a contar, en una cárcel y a un montón de curiosos, las aventuras que le habían estado sucediendo hasta que llegó allí. Un lenguaje (y situaciones) exagerado asola nuestros oídos. Un lenguaje excesivo y totalmente buscado para que el espectador reaccione de alguna manera. Y es tan y tan exagerado que no puede sino provocar una carcajada sonora acompañada de un uffff!!! ante las delirantes historias que escuchamos. Luego, y ya en la academia, en dónde Eastwood adiestra a sus soldados, tienen lugar las más (y vuelvo a repetir la palabra) EXAGERADAS secuencias. Imposibles de tomar en serio.

En esa parte de la obra tiene lugar un pequeño homenaje a las películas bélicas de los 60 (y antes mencionadas). Lo soldados son obligados a correr, a soportar las más duras pruebas físicas y de ninguna manera pueden sublevarse contra sus superiores, y en varias ocasiones lo hacen. Igualito que en aquellos míticos filmes que fueron los sanos (algunos no tanto, pero en general si) precedentes de los “superbodrios” con los que Hollywood nos castiga últimamente (no visionar nunca “Pearl Harbor”) ¿Y que decir de la batalla final que tiene lugar en la película? Pues que desconcierta un poco mi teoría sobre lo de definirla como una comedia negra. Pero es ahí precisamente en dónde está el fallo. En esa parte final, que seguramente fue impuesta por la producción. ¿Como no vamos a hacer una película bélica sin batalla? Por aquellos lares ya empezaba a construirse el espíritu egoísta y capitalista de Hollywood, que ahora se ha acabado por asentar directamente en los cines de todo el mundo (muy a mi pesar). Volviendo a la parte final del filme, sólo decir que si por alguna causa la obra es fallida es precisamente por ese "epílogo". Un epílogo que desentona absolutamente con todo lo que estábamos viendo hasta entonces, y que por otra parte (vuelvo a hacer hincapié porque es importante) me hace perder categoría sobre mi afirmación de que la película es una gran parodia de ese mundo bélico, que el propio Eastwood vivió desde tiempos de que era actor secundario, pero que sigo manteniendo de igual forma.

Los altos mandatarios del Ejército querían que en la película se reflejase al nuevo ejército el cual no tenía nada que ver con el retratado en el filme, en el que Eastwood daba más bien una visión del antiguo en un homenaje a los veteranos, aquellos que habían participado en guerras como la de Corea. No era la primera vez que Eastwood daba vida a un veterano de dicha guerra, y aquí le servía para realizar una vez más un dibujo sobre uno de sus típicos personajes individualistas, de esos que no se adaptan a los nuevos tiempos y que pertenecen a una época ya muerta. El sargento de artillería Tom Highway no se aparta demasiado en su esencia de Harry Callahan, Josey Wales o más recientemente Walt Kowalski, el resumen de todos sus personajes. Eastwood ya era alcalde del pueblo en el que vive, Carmel (California), cuando realizó “El Guerrero Solitario”. Republicano de ideas, muchos pensaban que Eastwood se desharía en elogios hacia el Ejército de su país, pero que un cineasta tenga unas determinadas ideas políticas no significa ni por asomo que tengan que aplicarlas a sus películas. De hecho el director de “Los Imperdonables” es precisamente uno de esos casos en los que su ideología personal nada tiene que ver, no siempre, evidentemente, con la ideología de sus películas, demostrando que no todo es blanco o negro, que los extremos no son buenos. El personaje principal es un buen lucimiento de Clint Eastwood, que encarna como sólo el sabe, a un tipo duro, un héroe cargado de medallas pero de vida personal fracasada, habiendo llegado al divorcio con su mujer y refugiándose de sus problemas en el alcohol. Algo que sólo podrá superar en su admirado ejército, formando estrictamente a sus nuevos discípulos.

Una de las cosas que más molestó al Ejército (enseguida declararon no tener nada que ver con la película y retiraron su apoyo) fue su lenguaje mal hablado, algo que también crispó a algunos de los espectadores de la época, comprobado in situ en el momento de su estreno, y es que eran otros tiempos, pero pocos veían que se trataba de una exageración bien planeada de cara a que el filme poseyese un marcado tono de comedia que en algunos momentos alcanza un grado de negrura insólito. “El Guerrero Solitario” se divide en dos partes bien diferenciadas: el entrenamiento y la parte bélica ¿alguien se está acordando de Kubrick?, estando la primera de ellas también subdividida. Primero vemos como Highway pone en cintura a una pandilla de vagos e inútiles jóvenes que no hacen absolutamente nada en el campo, otra de las razones por las que en el Ejército se sintieron especialmente molestos, el entrenamiento será en principio un verdadero suplicio y toda esa parte está llena de gags, aunque la seriedad subyace debajo de toda la comicidad que baña dicha parte. Cuando todas las cartas han sido presentadas, Eastwood da uno de esos giros a los que nos tiene acostumbrado pero que siempre sorprenden. El director nos desvela el lado humano de Tom Highway, uno de los personajes mejor retratados por el actor, con detalles tan divertidos como las revistas femeninas que lee para entender mejor a las mujeres, o tan dramáticos como el recuerdo de lo que pasó en Heartbreak Ridge (al paredón el que cogió el título original y lo convirtió en lo que es en nuestro país) y que es la clave para entender la personalidad de Highway. Dicen que el pasado no importa, pero lo cierto es que lo que se hace, lo que se hizo, convierte a uno en lo que es, en lo que será. Hay que bucear en el pasado de los demás para entenderles.

A pesar de no ser una de las más fuertes películas del director de “Bird” y “Golpes del Destino”, entre otras muchas, “El Guerrero Solitario” podemos incluirla entre sus mejores realizaciones, por sus diálogos, su forma de entretener y por lo ameno de verla. No se equivoquen, no estamos ante una de las películas más puras de Clint Eastwood, cargadas en la última década de mensaje y sostenidas sobre lo sentimental. Estamos ante un filme, entretenido, divertido, con un fuerte y grosero guión, sólo comparable al inicio de “Nacido para Matar” (1987). Con todo lo mala que fue la década de los 80, artísticamente hablando, y lo mal que envejecen muchos de las películas de aquellos años hay que reconocer que “El Guerrero Solitario” aguanta muy bien el paso del tiempo, aunque personalmente el último tercio del filme, el de la parte bélica, es el que encuentro más flojo. No sé si está hecho adrede, parece que sí, pero la torpeza del asalto a la isla de Granada, la rapidez con la que entran y vencen al enemigo, y que dicha victoria haga quedar a Highway como un soldado excelente poniendo en evidencia a su superior, papel que interpreta un caricaturesco Everet McGill, me resulta demasiado sosa. No obstante, hay apuntes en ese tramo muy interesantes y bien mostrados, por ejemplo cuando se producen las primeras muertes. Los soldados entienden que han pasado de lo que parecía un divertido juego a la realidad. Incluso la música de Lennie Niehaus cambia volviéndose más oscura. Sin duda una cinta de obligada visualización.

“Soberbia y malhechora”

3 comentarios:

  1. donde puedo descargar esa pelicula del guerrero solitario

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  2. No te lo tomes a mal, pero la película es la peor de Clint, al que admiro. Está mal hecha de principio a fin, no es interesante, ni hace reír(comedia de donde?)y coincido en una cosa
    : el diálogo es pesado de tan reiterativo.

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