Año: 2006 País: EE.UU. Género: Comedia Puntaje: 08/10
Interpretes: Brian O'Halloran, Jeff Anderson, Rosario Dawson, Jason Mewes, Kevin Smith, Trevor Fehrman, Jennifer Schwalbach, Kevin Weisman, Jason Lee y Ben Affleck
En "Clerks II" nos encontramos de nuevo con Dante Hicks (Brian O'Halloran) y Randal Graves (Jeff Anderson), quienes luego de trabajar durante una década como empleados de una pequeña tienda de abarrotes, cambian de trabajo por causas de fuerza mayor, y ahora atienden un modesto restaurante de comida rápida en Nueva Jersey. Pero no por mucho tiempo, pues Dante está a punto de mudarse a Florida para casarse con Emma (Jennifer Schwalbach) e iniciar una nueva vida manejando un negocio de su suegro. Así, los inseparables amigos pasan un último día trabajando juntos, compartiendo pláticas y experiencias con Elías (Trevor Fehrman), el devoto cocinero; y con la gerente Becky (Rosario Dawson), quien quizás tenga motivos ocultos para desear que Dante se quede. Ya hemos hablado algo sobre Kevin Smith, el director de culto que captó la atención internacional con su primer filme. La carrera de Smith fue evolucionando lentamente, intentando permanecer alejado del circuito “mainstream” de Hollywood con producciones menores pero siempre interesantes. Gracias a Smith surgieron actores como Jason Lee y Ben Affleck (que de uno u otro modo, siempre participan en sus filmes), ha dado a luz a un par de personajes bastante populares Jay y Bob el Silencioso (que incluso tuvieron su serie animado, hecho bizarro considerando que son dos traficantes de droga), y su obra inicial ha conseguido un reconocido status de culto. “Clerks II” es el regreso a las fuentes de Smith, aplicando una mirada más adulta sobre el zoológico humano que ha desarrollado en Nueva Jersey, con esta cinta regresa a la fórmula tradicional de su cine: una trama sencilla y económica cuya única función es motivar la aparición de divertidos diálogos que combinan ingenio, vulgaridad y una acertada apreciación por la cultura popular moderna. De hecho, cuando Smith pretende innovar un poco y alejarse de ese esquema, la cinta sufre, particularmente en dos secuencias innecesarias y demasiado calculadas (una incluye a un burro y la otra se centra en un "espontáneo" número musical).
Es cierto que Kevin Smith con este filme vuelve a hacernos disfrutar con su maravilloso talento cómico, volviendo por sus fueros con su propio cine, el suyo de verdad, el auténtico, el que gusta, el divertido, el que tiene ritmo, en definitiva, el de lo transgresor mezclado con una historia bizarramente romántica, esto funcionó muy bien en “Mi Pareja Equivocada” (1997). En vista de que su anterior proyecto, en el que apostó por un cine más ¿serio?, ¿adulto?... Bueno, digamos que con “Padre Soltero” (2004) trató de cambiar de rumbo pero lo único que cambiaron fueron los ingresos obtenidos, a peor, y la consideración de su público, que se llevó la impresión de haberse quedado sin uno de los grandes talentos cómicos del cine americano actual. Si quería limpiar su reputación, tenía que hacerlo de una forma drástica. La más fácil era sin duda la que eligió: Realizar una secuela de su primera película, aquella que realizó en blanco y negro con cuatro centavos y que le lanzó inmediatamente al estrellato. La obra en cuestión se titulaba “Clerks” (1994) y narraba durante escasa hora y media las aventuras de Dante y Randal tras el mostrador de un videoclub. Apasionante, doy fe de ello, pero por or el lado positivo creo que, después de todo, "Clerks II" será mucho más accesible para quienes no conozcan la obra previa de Kevin Smith. A diferencia de "Jay y Bob el Silencioso Contraatacan" (2001), "Clerks II" hace mínima referencia a hechos y personajes pasados. O, mejor dicho, hace abundantes referencias, pero ninguna es esencial para seguir la simple trama, de modo que serán divertidos adornos para beneplácito de los aficionados, pero sin convertirse en obstáculos para quien no conozca la mitología de Smith. Y, claro, podemos esperar los acostumbrados cameos de algunos de sus más famosos amigos, como el de Ben Affleck.
“Clerks II”, como casi todas las segundas partes de las comedias americanas actuales, es el doble de divertida que su predecesora. Vamos, es que casi no puedo parar de reír al recordarla. Trato de escribir y se me escapan las carcajadas. Para empezar, a diferencia de la primera parte Randal y Dante trabajan en una especie de hamburguesería con lo que se pueden imaginar el juego que eso proporciona para la comedia, las escenas en este lugar nos hace recordar a “Playtime” (1967) de Jacques Tati cuando éste se adentraba en el restaurante o al Woody Allen de “Ladrones de Medio Pelo” (2000) en la tienda de galletas. Aquí los protagonistas, por ejemplo, pegan moscas en las hamburguesas y echan los hielos directamente sacados del urinario en los refrescos. Para partirse la caja torácica. Bueno, como no se me da demasiado bien la ironía, por poco sutil, y porque no tengo la facilidad humorística de Kevin Smith, que no sé si lo he dicho ya, pero es un tipo muy gracioso en su oficio, voy a hablar completamente en serio y con dureza a partir de ahora. “Clerks II” es un engendro aberrante del mismo calado que “Dogma” (1999) o “Mi Pareja Equivocada”, con lo que los muchos espectadores que disfrutaron de lo lindo con aquellas encontrarán muy de su agrado esta secuela, y que quede claro que cuando aparentemente (ya he dicho que no se me da bien) ironizaba y decía que era el doble de divertida lo decía completamente en serio, y si no basta con repasar la tabla del cero. Una vez más se mantiene como protagonistas en la sombra a los supuestamente graciosos Jay y Bob el Silencioso, personajes secundarios habituales en casi toda la filmografía de Smith, película presumiblemente realizada para satisfacer la demanda de multitud de fans de la pareja en todo el mundo.
Entiendo que las formas de Kevin Smith no gusten, entiendo que la gente considere sus diálogos como grotescos, entiendo que muchos no compartan esa afición por lo “friqui”... puedo entender muchas cosas; pero lo que no entiendo es por qué no se reconoce la extraordinaria habilidad que tiene este hombre para crear diálogos ácidos y inteligentes, no entiendo por qué la gente no es capaz de ver las mordaces críticas escondidas dentro de diálogos basados en culos, tetas y naves espaciales, y finalmente no entiendo como no se le reconoce su mejor habilidad: retratar la condición humana. No creo que haya habido alguien capaz de retratar la condición humana mejor que Kevin Smith. Después de ver esta película, mucha gente cree que se trata de unos chiflados salidos haciendo “fricadas”; pero no es así. La película habla del paso del tiempo, de la falsa necesidad de recuperar el tiempo perdido, del verdadero sentido del matrimonio y del amor, de lo que es la amistad. Pero claro, para ver eso hay que ser una persona inteligente libre de estúpidos prejuicios. La química de Dawson y O´Halloran es lo bastante buena como para mantener a flote el interés en esa relación. Además de que Smith provee un mensaje de manera bastante efectiva sobre el sentido de la vida. Uno puede ser considerado un perdedor por sus logros, pero si ha sido feliz como ha vivido, no puede reprochársele nada. Intentar alcanzar ciertos estándares como para entrar en la categoría de lo normal no van con uno, si siempre uno ha vivido de esta manera, además nos hacer pensar ¿Qué queremos hacer con nuestra vida? ¿Que tiene de malo no aspirar a más cuando lo poco que tenemos es exactamente lo que queremos? ¿Somos capaces de pasar de lo que piensen los demás o somos unos cuantos borregos?
Lo que sí trata es de incrustar una pequeña historia de amor, imagino que con el fin de que parezca que la película tiene argumento, y con la que de nuevo podría intentar reconducirse por un cauce distinto con algo de éxito si no fuese porque la historia está demasiado trillada, gracias a las comedias románticas de Julia Roberts o Sandra Bullock, por ejemplo, que tantas y tantas veces nos han mostrado cosas similares. Dante se va a casar con una novia guapa y decididamente estúpida para llevar una vida cómoda a la par que rancia y aburrida lejos de la hamburguesería en la que tanto se divierte con su amigo de toda la vida Randal, y en la que tanto se divirtió con su jefa, guapa, inteligente, simpática y de la que está enamorado, en una noche de borrachera en la que la dejó embarazada. Se le plantea un dilema, no ya sobre con quién quedarse, como sobre todo con qué quedarse, un dilema casi tan grande como el de Ilsa Lund en “Casablanca” (1942). Adivinen. Hasta cierto punto, "Clerks II" es un refrito de la primera película, pero trata de llegar más lejos promoviendo el desarrollo de sus personajes; y el modo como lo logra es, para el final de la película, genuinamente emotivo, consistente con sus personalidades y perfectamente circular. Brian O'Halloran y Jeff Anderson revisitan sus estimados personajes con iguales dosis de juvenil inmadurez y temor ante la vida adulta. Ambos han mejorado considerablemente su técnica histriónica y hasta se podrían considerar buenos actores... al menos en esos papeles. Rosario Dawson muestra buen desempeño en un papel irregular; aunque su única función sea mover ocasionalmente la trama, lo hace con suficiente simpatía y humor para volverse relevante. Trevor Fehrman es perfecto como Elías, el devoto cristiano y fanático de la trilogía de "El Señor de los Anillos". Su esperado debate con un fanático de "Star Wars" es un poco calculado y predecible, pero de cualquier forma hilarante y preciso.
Quizás pierde la frescura respecto a la primera parte, más independiente, mientras que ésta esta pueda tener un toque más comercial. Pero por supuesto, Smith hace un despliegue de lo que ha demostrado saber hacer mejor: situaciones disparatadas y grotescas; y diálogos ágiles, ingeniosos, transgresores y razonados, subidos de tono pero madurados, todo aderezado con humor gamberro e hilarante. Lo más importante de todo es que, independientemente de sus actores recurrentes, su universo compartido y sus locuaces comentarios sobre fenómenos culturales, "Clerks II" funciona por sí sola como una graciosa comedia con una pizca de melancolía por una amistad que termina y por un incierto futuro. La recomiendo para quienes aprecien el humor incisivo e irreverente que emplea la vulgaridad como escalpelo para diseccionar la cultura popular y las relaciones humanas. Después de todo, los temas que toca la película son universales, aunque los personajes y sus complejas relaciones no necesariamente lo sean. Todo ello aderezado con una selección musical destinada, imagino (porque aquí todo, y principalmente las risas, hay que imaginarlo o suponerlo), a provocar la vergüenza ajena en el espectador, que bascula entre los “Jackson Five” y “King Diamond” pasando por “Talking Heads”, insertándolos aleatoriamente sin el más mínimo pudor, siendo el culmen una secuencia completamente musical en la azotea, con todos los personajes bailando y cantando con el pequeño de los Jackson y sus hermanitos de soporte. Supongo que estaré perdiendo el sentido del humor, ya que no he sido capaz de reírme en toda la película, y, sin embargo, en la IMDb, la base de datos de cine más completa de internet, los usuarios le han otorgado una media de 8,1 sobre 10, situándola muy cerca de entrar en el top de las 250 mejores películas de la historia que esta misma página confecciona. Así pues, que nadie tome demasiado en serio mis comentarios y vayan a ver la película. Casi trece mil espectadores no pueden estar equivocados.
“La cinta tiene una mente sucia, pero su corazón es puro"
Hace tiempo que decidí darle una oportunidad a Kevin Smith (después de un tiempo de rechazo absoluto a este tipo de cine) y me he propuesto coleccionar algunas de sus cintas para verlas en una especie de ciclo. Cuando lo haga podré comentar con algo más de rigor.
ResponderEliminarSaludos!