domingo, 13 de noviembre de 2011

Zack y Miri Hacen una Porno

Director: Kevin Smith
Año: 2008 País: EE.UU. Género: Comedia Puntaje: 7.5/10
Interpretes: Seth Rogen, Elizabeth Banks, Jason Mewes, Gerry Bednob, Traci Lords, Katie Morgan, Craig Robinson, Tom Savini, Jeff Anderson, Brandon Routh y Justin Long



Zack (Seth Rogen) y Miri (Elizabeth Banks) son dos amigos que se conocieron en el instituto y a los que les cuesta afrontar la edad adulta, pues a sus veintitantos años, se ven inmersos en deudas, para hacer dinero rápido deciden montar una empresa para grabar porno amateur con sus amigos, mientras rueden las películas, descubrirán que sentían algo más el uno hacia el otro que la platónica amistad que les había unido hasta ahora. Muchos catalogaron a esta cinta como “la resurrección de Kevin Smith”, a mi parecer esto no es así, solo se trata de una buena cinta de Smith, “Zack y Miri Hacen una Porno” es una película sorpresivamente previsible. Denota la vuelta de un director que en sus tiempos sabía jugar con los tópicos de una generación urbana dedicada al fanzine y al merchandising, y que se perdió irremisiblemente en productos sonrojantes como "Padre Soltero" (2004). Pero aun así con “Zack y Miri Hacen una Porno” Smith vuelve a rescatar ese espíritu de un estereotipo social relativamente reciente en nuestras sociedades, pero afincado de manera definitiva: el de aquel para el que la vida consiste en un espectáculo y se convierte en un chiste casero, que además es todo aquello de lo que aún no se ha hecho una película. Kevin Smith es un tipo listo, consciente del agotamiento de su fórmula personal, ha echado mano de la inagotable máquina de oro que es Judd Apatow para dar un necesario soplo de aire fresco a su cine, sin renegar por ello de sus obsesiones y discursos (a su vez muy parecidos a los de Apatow). Así esta cinta de Smith podría colar perfectamente como secuela de "Ligeramente Embarazada" (2007) no sólo por su reparto, si no por una similitud a veces excesiva en su argumento (o por lo menos, moraleja), humor, cameos, tratamiento según temáticas e incluso diálogos.


El principio de la cinta es duro pues recuerda, o al menos intenta remedar, el estilo Apatow. No hay diálogo que no gire en torno a los genitales, aficiones y ocupaciones sexuales, llegando a resultar cansino, como resulta en general cualquier diálogo repetitivo, sólo es aliviado por la extraordinaria química que desprenden Elizabeth Banks y Seth Rogen. Porque sí, queridos lectores: “Zack y Miri Hacen una Porno” es la prueba patente y descarnada de que un hombre no tiene que ser guapo para resultar atractivo. Que Rogen ejerza de galán de comedia y encima salga triunfante del aprieto es algo que debería hacer reflexionar a los metrosexuales de toda la vida. La gracia de su personaje, basada en el humor y la seguridad en sí mismo, le convierten en un activo romántico de primer orden aún e incluso cuando pronuncia frases como "se me han quemado los pelos de los huevos". Elizabeth Banks se ve disminuida en ocasiones por el tono que desarrolla Smith, obligándole a pronunciar unas frases que si bien ya quedan mal en el agreste físico de Rogen, a duras penas cuesta creerse que dos seres humanos puedan mantener ese tipo de conversación continuamente. Gracias a los benditos puntos de giro, pronto se entra en materia y cuando los protagonistas deciden realizar un porno amateur para saldar sus deudas, es en ese momento que Smith manda a tomar viento a la moda, utiliza la foto de Apatow y empieza a hacer lo que mejor se le da: recrear el estilo "geek". Aunque tal vez todo este discurso caiga en saco roto, y sea injusto decir que Smith bebe del productor de "Super Cool" (2007), cuando en verdad sea éste quien quizá le deba absolutamente todo a su actor fetiche, Seth Rogen. Y ya se sabe que si A es igual a B y B igual a C...vamos, que si una cosa queda clara de todo este batiburrillo es que hay un nombre que brilla con luz propia (como siempre) y ese no es otro que el del rollizo actor.



Evidentemente, los actores suponen un gran acierto para el correcto funcionamiento de “Zack y Miri Hacen una Porno”, pero sería injusto olvidarnos de la labor de Kevin Smith, guionista imparable cuando está en forma, como demuestran no sólo sus películas. Caracterizado por coquetear siempre con el mal gusto y evitándolo a última hora (aunque también cayendo en él, en algunas ocasiones), sus mejores películas se caracterizan por diálogos tan picantes como naturales o incluso “freaks”, en los que el cineasta aprovecha para dar rienda suelta a sus inquietudes sobre las relaciones, los jóvenes, las drogas, la cultura underground y el sexo. Recordemos el memorable discurso de Superman y Lois Lane y su imposibilidad de mantener relaciones íntimas. Haciendo gala de una madurez inaudita en él pero propia de su edad, en “Zack y Miri Hacen una Porno” Smith ha logrado un equilibrio muy cercano a la perfección entre la ordinariez y el buen gusto, entre el humor y el corazón, la gamberrada y la madurez. Porque otra de las grandes virtudes de su propuesta radica en que si bien se trate abiertamente de sexo, haya escenas de alto contenido erótico con desnudos integrales tanto femeninos como masculinos (esto último, otra apatowada más) y momentos de caca-pedo, nunca da la sensación de estar viendo un sucedáneo de "Road Trip" (2000) y otra gamberrada más a lo "Jay y Bob el Silencioso Contraatacan" (2001), sino más bien de una comedia romántica pensada y sentida como, qué curioso, "Ligeramente Embarazada". Claro que también está ahí, al acecho, la consabida dosis de comedia romántica al uso de nuestros días, disfrazando sus intenciones más almibaradas bajo la adecuada capa de acidez y burrada de trazo grueso…pero que no por eso deja de estar ahí (una patente, por cierto, que ha conseguido monopolizar Judd Apatow, hasta el punto de que uno le busca en los créditos sorprendido de que no ande por ahí.



No cabe duda que uno de los grandes atractivos de cine porno es su aspecto paródico del cine convencional. De hecho es posible que ese sea su único atractivo (aparte de lo evidente). La parafernalia que toda la troupe, integrada entre otros por la mismísima Traci Lords, monta para rodar "La Guarra de las Galaxias", con todas las líneas disparatadas haciendo juegos de palabras como "Ano Solo" hacen que la película despegue completamente. Es en ese momento cuando el humor deja de estar basado en sonrojar a las abuelitas de la audiencia con registros de tipo gamberros y se comienza a explorar situaciones cómicas de verdad. Comedia que no hace más que crecer hasta la conclusión del filme. Ahora bien, dejando a un lado las situaciones divertidas derivadas del rodaje del vídeo, como dijimos anteriormente el eje central de la trama es una comedia romántica como la copa de un pino. Y quizá esa es la parte más floja del guión ya que cuando la trama pasa su acto central, la historia va teledirigida y muchas veces parece de libro de recetas. Si algo tenia “Mi Pareja Equivocada” (1997) es que pese a ser una historia similar, la estructura no se dejaba encorsetar por la obligación de acabar con todo el mundo feliz y en su sitio, si no que dejaba el final abierto a varias interpretaciones. “Zack y Miri Hacen una Porno” es más bien convencional en ese sentido lo que en mi opinión le resta frescura al conjunto. Pero quizá lo más evidente es la evolución de Smith como director. Aquí se ha preocupado de mimar momentos concretos de la narración, y sorprende con movimientos de cámara muy expresivos que facilitan la comprensión de los sentimientos de los personajes. Que Kevin Smith no es Scorsese dirigiendo, es más que sabido. Que jamás nos deleitará con diálogos tarantinescos o con profundas metáforas a lo “Matrix” es también más que sabido. Que Kevin Smith es un maestro en hacer interesante lo cotidiano y divertido lo anodino es un hecho. No es una película pensada para cinéfilos, ni para sabiondos, ni para gente culta, es humor asurdo, te puede gustar o no.



Si hay un caso en el que un debut fulgurante termina pesando como un encasillamiento, ése debe de ser el de Kevin Smith. Su ópera prima, “Clerks” (1994), se convirtió en todo un símbolo de los noventa, y el santo y seña de una generación curtida a los sones del grunge y de los inicios de la desilusión por la incapacidad de acceder a una seguridad que parecía prolongar la adolescencia. Y claro, esa enorme sombra se ha cernido sobre prácticamente todo lo que ha hecho después. Y lo peor es que las comparaciones, en general, nunca han sido demasiado favorables a sus nuevas propuestas. Aún así, hay que reconocer que, cuando vuelve a lo que mejor sabe hacer, Kevin Smith gana. Y en “Zack y Miri Hacen una Porno” hay suficiente dosis de ese Smith como para que la película transcurra con una saludable mala leche y diálogos que podrían ser los firmados por un Woody Allen formado en la cultura de los cómics, la serie B y los largos atardeceres de centro comercial. El momento cúspide de la película es, sin lugar a dudas, la secuencia en la que Zack y Miri, hacen el amor, por primera vez, delante de las cámaras. Les digo de verdad que pocas veces se ve una situación tan bien llevada. Como es preparada la coyuntura creando las expectativas, cómo está rodada y montada, como incluso es aliviada con toques de humor porque de no ser así posiblemente algún que otro espectador estallara con tanta tensión romántica/sexual no resuelta que se resuelve...vaya, que sólo por esa escena y por ver lo que virtuosismo detrás de una cámara, merece la pena ver esta cinta. Aquí Smith parece estar mucho más cómodo, y pisar un terreno lo suficientemente conocido como para no tropezar… o para que lo más comercial, convencional y previsible no termine hundiendo el conjunto. Desde luego, no estamos ante un título inolvidable, pero sí uno que nos arrancará alguna que otra sonrisa. Además, veremos los perfiles de un mundo que marcó nuestra memoria cinéfila. Y ya saben: la nostalgia también juega su papel en esto de sentarse en una butaca y disfrutar de una película.



Y así, sin ser una gran película, “Zack y Miri Hacen una Porno” sí que termina funcionando como un buen entretenimiento, en gran parte por lo ajustado de las interpretaciones, empezando por un Seth Rogen que cada vez consolida más su estatus cómico, y una Elizabeth Banks que no le va a la zaga. Su química acaba haciendo que la historia (por otro lado de manual, por más que las referencias al sexo oral y anal se entrecrucen una y otra vez en los largos diálogos marca de la casa) se sostenga. Y es lo que explica que el rodaje de su escena de sexo, uno de los pilares de la cinta y que incluye uno de sus mejores gags verbales, acabe por reforzar el filme. No faltan las referencias cinéfilas y mitómanas de Smith (a “Star Wars”, al aluvión de lo que todavía hay gente que sigue denominando “subcultura”), con momentos tan jocosos como convertir a Brandon Routh (el protagonista de la fallida “Superman returns: El regreso”) en… ¡un actor porno gay! Y cómo no, el universo de los que ya son treintañeros y aún no han comenzado lo que se supone que es la vida, atrapados en empleos precarios y un consumismo infantil que nunca les deja levantar cabeza. Acompañando a la pareja protagonista, una pléyade de secundarios (fantástico Justin Long, como siempre) cuyos personajes les recordarán los mejores momentos de Kevin Smith. Y que quede claro, un desnudo frontal de Jason Mewes, también conocido como "Jay". Curioso que toda esta banda trabaje prácticamente en exclusividad con Smith. Una película divertida, que mejora claramente cuando se libra de la última tendencia repelente, cosa que pasa pronto, afortunadamente, es una comedia romántica en el sentido más ortodoxo de la expresión y que para ello se vale de un medio tan heterodoxo como "el cine porno". Una buena experiencia para aquellos que no tengan reticencias ante ciertas temáticas/posturas. Recomendada para gente que cree que el atractivo sexual se lleva por dentro.



"Divertida, romántica pero cruda a la vez”

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