Año: 1969 País: EE.UU. Género: Drama/Road Movie Puntaje: 7.5/10
Interpretes: Shirley Knight, James Caan, Robert Duvall, Tom Aldredge, Marya Zimmet, Andrew Duncan y Laurie Crewes
Un día, Natalie Ravenna (Shirley Knight) decide romper con su marido y con su vida para emprender un viaje por Estados Unidos buscando la seguridad que había perdido.... Natalie se despierta una mañana lluviosa en su casa de Long Island. Prepara el desayuno de su marido, le deja un mensaje y conduce su coche hasta casa de sus padres para comunicarles que abandona su hogar. En su primera parada en una gasolinera de la autopista, llama a Vinny (Robert Duvall), su marido, y le dice que está embarazada pero que no piensa regresar. Tras haber descansado en un motel de carretera, recoge a un autoestopista, Jimmie Kilgannon (James Caan), un muchacho que acaba de ser despedido de la universidad por haber sufrido, durante un partido de fútbol, una grave lesión cerebral que ha reducido sus facultades mentales a las de un niño inocente y desprovisto de malicia. Ambos paran a dormir en un motel y mientras ella se maquilla ante el espejo, él abre la puerta de su habitación. Natalie le invita a despojarse de la camiseta y a bailar con ella, pero el juego aparentemente erótico deviene cada vez más humillante para Jimmie. Bajo la influencia de la nueva ola francesa, Francis Ford Coppola utilizó su propio relato “Echoes” para realizar este interesante filme, que lo descubriría como un director en potencia.
"Llueve Sobre Mi Corazón" es un buen drama de corte intimista, donde un Coppola primerizo nos sirve un plato agrio, donde se retratan situaciones que duelen, y unos personajes de los que es inevitable comparecerse. Pero para hablar de esta cinta debemos hablar antes de su trabajo anterior, el prometedor director norteamericano debuto con “Demencia 13” (1963) que fue producida por Roger Corman (Quien ayudo a destacables directores de la generación de Coppola), escrita por el mismo la cinta se sumergía en el terror de Serie B, fue rodada en blanco y negro por la cual siempre estuvo a la sombra de “Psicosis” (1960), en esta película el novel director hace un estudio sobre la familia y sus trampas. Después llegaría su segundo trabajo “Ya Eres Un Gran Chico” (1966) donde Coppola se encargo del guion sobre la novela del mismo nombre. Comedia fresca e intrascendente, con tintes autobiográficos y toques extravagantes es lo que nos ofrece esta cinta. Realizada un año antes que “El Graduado” (1967) y precursora de su posterior cinta “Golpe al Corazón” (1982), trata de un joven que se despega de sus terribles padres para después caer en una relación enfermiza con una actriz. Esta cinta fue su proyecto de fin de carrera; matrícula de honor. En 1971 Coppola abjura de ella.
Antes de rodar la película que nos ocupa realizo “El Valle del Arco Iris” (1968), un trabajo de encargo, con un Fred Astaire decadente en su último musical y un resultado fallido, entre la reivindicación antirracista y la mitología irlandesa. Previamente a la realización de la idolatrada “El Padrino” (1972), Coppola, un director que ha filmado varias de las mejores películas de la historia pero también varios truños, como hemos visto, se puso intimista y personal en una cinta como esta en la que aprovecha para practicar con varios de sus actores fetiche posteriormente, como fueron James Caan y Robert Duvall. Apoyándose principalmente en la magnífica interpretación de Shirley Knight, el filme es una Road Movie que al contrario de la alegría y fogosidad que emergía de producciones similares de la época, aquí se convierte en un viaje sin retorno, donde los personajes sumidos en un profundo clima de declive, buscarán, en vano, el sentido de su existencia y concavidad. Como todo cuento macabro, la explosión llega en el tercio final, donde un Robert Duvall que excepcionalmente crea un rastrero y bastardo personaje, logrará la explosión de la frialdad retratada en los anteriores tramos del filme, convirtiendo a "Llueve Sobre Mi Corazón" en una buena pero pesimista película, ideal para ver en una tarde lluviosa como hizo quien escribe estas lineas.
La intención de Coppola es positiva, la bella Shirley Knight (a la que la edad ha tratado muy mal) se escapa de casa con la intención de romper la monotonía de su hogar, y descubrir otro mundo sexual que revolucione su acomplejado espíritu. En lugar de eso se cruza con James Caan, un educado joven con claros problemas mentales. La trama se centra en la relación entre ambos, y en lo complicado que lo tiene el personaje de Caan para adaptarse a la sociedad de los 60 (algo que los europeos actuales ven de lejos, pues para algo hay seguridad social). El gran problema del filme es que intenta ser muy emotivo, excesivamente emotivo, está forzado, no llega a emocionar sino que más bien epata con la cursilería. Creo que Coppola analizó su falla, para no cometerlas en alguna función en obras futuras. Cabe decir que no se hace aburrida (entre otras cosas porque larga no es). A pesar de las fricciones de la cinta, el joven Coppola marca la película a través de los flashbacks y flashforwards, consiguiendo así un relato conmovedor, en el que el cineasta dio al género de la Road Movie un enfoque muy diferente al que despuntaba por aquel entonces. Lo más destacable de la cinta en mi humilde opinión son los personajes que emprenden un angustioso viaje a su mundo interior, buscando así el sentido de su propia existencia.
Después de esta película, Francis Ford Coppola decidió regresar con otro filme personal, donde demostró que además de ser un buen director de estudio, con la capacidad de aceptar proyectos ajenos, era al mismo tiempo un autor con muchas cosas que contar y un estilo propio, esta cinta fue la legendaria “El Padrino”, de la que se puede decir que sea su mejor obra. Pero no olvidemos sus inicios como esta cinta, aunque desconocida por el gran público sería su primer filme personal y el comienzo del buen rumbo de sus trabajos posteriores. Así comienzo con este especial a uno de los directores más influyentes de la cinematografía norteamericana actual y por no decir mundial, catalogado como un “director maldito”, Coppola ha demostrado tener talento y esto se puede notar en selecta filmografía, que ya muchos cineastas quisieran tener. “Llueve Sobre Mi Corazón” le haría ganar en 1969 la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. Ese mismo año funda su propia compañía productora, American Zoetrope, de la que era presidente ejecutivo y su gran amigo George Lucas vicepresidente y para acabar ese brillante año, Coppola ganaría su primer Oscar por el guión de “Patton”, todo esto hacia presagiar la fructífera década que venia para este genial director norteamericano.
“Una genial Road Movie y el verdadero comienzo de la carrera de Coppola”
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