Año: 1971 País: Inglaterra Género: Drama/Violencia Puntaje: 10/10
Interpretes: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates, Adrienne Corry, Warren Clarke, John Clive y Aubrey Morris
Sinceramente Stanley Kubrick es uno de los directores a los que más admiro, podría decirse que el director americano es mi favorito, de los pocos junto con Scorsese y Eastwood que me fascinan. Había visto casi toda la filmografía de Kubrick y todas me habían gustado bastante. Una de las que me quedaban por ver era “La Naranja Mecánica”, la primera vez que la vi, fue una sensación única. Una experiencia difícil de olvidar. La trama se centra en Inglaterra, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven hiperagresivo con dos pasiones: la ultraviolencia y Beethoven. Al frente de su banda, los “drugos”, los jóvenes descargan sus instintos más violentos pegando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el crimen, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de reeducación llamada "Ludovico", que pretende anular drásticamente cualquier atisbo de conducta antisocial. La cinta fue nominada a cuatro premios Oscar: película, director, guión y montaje, a pesar de los varios reconocimientos que recibía, la cinta fue prohibida, tanto en su exhibición como en su venta y alquiler durante 30 años en Inglaterra.
filme que con aciertos y errores, tiene el status de obra clásica, influencia de una generación entera de cineastas y cinéfilos. Desde varios puntos de vista como el estético, el moral, hasta por su nefasta historia de prohibiciones, todo teñido de un personal e innovador estilo. Adaptación inmejorable del libro de Anthony Burgess, que narra parte de su experiencia personal al estar desempleado y ser víctima de la violencia por el hecho poco conocido de ser su propia esposa víctima de una violación por tres soldados durante la guerra. También este filme lleva todas las características propias del realizador, sus defectos y sus virtudes. Grandilocuente y pretenciosa, sagaz, onírica, llena de signos. Vital y fuerte. En el debe se puede mencionar como su filme que mejor a envejeció, a causa de que compone la película con todos íconos futuristas (encargado a los mejores diseñadores del momento) que languidecería con el paso del tiempo convirtiéndose en una marca de los propios años setenta.
El título de la película resulta engañoso puesto que “orange” no se refiere a “naranja”, no es una palabra inglesa. Es original del libro de Burguess y significa: persona. Con lo cual el significado del título sería: “La persona mecánica”. El filme es una mezcla de humor y violencia con toques de sexo que fue alabada por la crítica y público y que desafortunadamente ocasionó diferentes incidentes. Decenas de noticias sobre violaciones, agresiones etc. que imitaban lo visto en el filme aparecieron pocas semanas después del estreno. Un comienzo poderoso, casi intimidatorio, uno de los mejores de Kubrick y de cualquier filme. La mirada fría y asesina de Alex (preanunciando su incipiente locura) que mediante un lento travelling se convierte en el Milkibar con sus drugos “amigos”, que nos acecha y se configura, en esos comienzos que prefería para enganchar al espectador y mantenerlo atento a lo que vendrá. Aún una excelente apreciación de los críticos, esta mirada de Alex es una continuación de la mirada del último plano de su film antecesor, el niño estrella de 2001. La esperanza y el optimismo de esa escena choca con la violencia de ésta, volviendo al presente el pesimismo típico de casi todos los filmes de Kubrick.
Una de las mayores virtudes de la película es su capacidad para hacer que el espectador se sienta identificado con el protagonista. Para ello Kubrick utiliza de manera inmejorable la voz en off, uno de sus recursos preferidos en la década de los setenta, donde quiso experimentar con la figura del Deus ex machina en “Barry Lyndon'” se aprecia mejor. Para potenciar este efecto quiso que la narración fuera una confidencia de Alex al espectador, en la que busca su apoyo y comprensión con una retórica zalamera que, en definitiva, constituye la única nota de alejamiento con respecto a tan singular personaje. Por lo demás, resulta sorprendente cómo, a medida que transcurre la historia, uno llega a sentir lástima por un ser tan abyecto. En cierto modo, esto es así porque sus congéneres no son mucho mejores que él. Al menos en el caso de Alex se observa una fidelidad a sus principios, una sinceridad hacia sí mismo que contrasta con la de sus drugos, que a la postre acaban encontrando un puesto en la policía; hecho que demuestra a las claras el nivel de corrupción inherente a la clase política. Las miradas que a menudo dirige el protagonista a cámara, como cuando se dispone a violar a la mujer del escritor Adrienne Corri, que también fue la diseñadora del vestuario cantando “Singing in the rain”, logran una mayor complicidad entre espectador y personaje, puesto que nos hace partícipes me atrevería incluso a decir cómplices de sus iniquidades.
La banda sonora juega un papel fundamental en “La Naranja Mecánica”. Kubrick fue un maestro a la hora de sugerir a través de la música. Para él era un elemento expresivo de primer orden, tal como la iluminación o la fotografía. A modo de ejemplo, conviene citar el excelente uso que hizo del Lacrymosa del Réquiem de Mozart en “Eyes Wide Shut” para dar a entender que se había producido una muerte antes de que el doctor Hardford (Tom Cruise) lo leyera en las páginas de un periódico. Esta película, menospreciada por muchos, tanto admiradores de la obra del que fuera fotógrafo de la revista Look como confesos detractores, es un manual de estilo sobre cómo expresar estados de ánimo mediante la iluminación: los tonos cromáticos azulados sugieren frialdad mientras que los tonos ocres transmiten la sensación de calidez. Kubrick seguía al dedillo las teorías de la Gestalt. No estamos ante una película complicada de comprender, el espectador pronto identifica sus reacciones con las de Alex, pasado el impulso inicial de rechazo. La perversa lógica del violento se dibuja a la perfección aquí, y la también perversa intervención del Estado nos lleva a apreciar otros aspectos de la relación entre el individuo y la masa.
¿Qué nos hace ser violentos, dónde está el límite de lo permisible? En la sociedad occidental, tan políticamente correcta, toda violencia es vista hoy en día como una manifestación de la irracionalidad, de los impulsos más básicos. Pero en todo mundo, un saludable grado de violencia, al menos verbal, se hace necesario para liberar nuestra mente de las tensiones diarias. Una discusión a tiempo, la práctica del deporte o una voz más alta que otra de vez en cuando ayuda a evitar explosiones incontroladas de violencia destructiva. Al fin y al cabo, el ser humano ha de encontrar el necesario equilibrio entre el respeto absoluto hacia otros y la cordura. Única, irrepetible y predecesora de muchas otras. Transgresora a más no poder, completa en todos los sentidos, y cargada de reflexión. “La Naranja Mecánica” es una obra maestra, dentro de la filmografía de un maestro singular, Kubrick consiguió contagiarnos su visión pesimista del futuro. En ninguna otra de sus obras, el director mostró una sociedad tan cínica y falsa; es pues, el futuro, de nosotros dependerá que cambie o no.
"Una demostración de fortaleza que hace de Kubrick un verdadero genio del cine"
creo que es la obra maestra de kubrick, una peli inolvidable y transgresora, muy bueno el blog.
ResponderEliminarJosé Quiñones
Hola Henry! Que buena critica, me he enterado un monton de cosas que desconocia, como aquello que la esposa de Burguess sufrio una situacion de violencia, y quizas fue eso lo que motivo el libro.
ResponderEliminarComo vos yo también creo que es el mejor film del fantastico Kubrick, "el que mejor ha envejecido", como bien decis.
Y además de tratar el tema de la violencia, hace una crítica implícita a una corriente de la psicología, el conductismo. Por ello lo de "hombre mecánico", critica el hecho de que los seres humanos actuamos debido a algo más que a condicionamientos externos, como plantea el conductismo. Un saludo grande!
Gracias Lara, siempre eres bienvenida a este humilde blog, sí coincido contigo esta es la obra absoluta de Kubrick y como dices es una crítica al comportamiento humano.
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