miércoles, 31 de agosto de 2011

Jay y Bob el Silencioso Contraatacan

Director: Kevin Smith
Año: 2001 País: EE.UU. Género: Comedia Puntaje: 7.5/10
Interpretes: Jason Mewes, Kevin Smith, Ben Affleck, Shannon Elizabeth, Will Ferrell, Jason Lee, Chris Rock, Jeff Anderson, Matt Damon, Eliza Dushku, Ali Larter, Jennifer Schwalbach, Seann William Scott, Carrie Fisher, Gus Van Sant, Wes Craven y Mark Hamill



Jay (Jason Mewes) y Bob el Silencioso (Kevin Smith) descubren que su viejo amigo Banky Edwards (Jason Lee) los ha traicionado, ha ido a Hollywood a producir una película basada en un cómic sobre sus alter egos “Bluntman y Chronic” y protagonizada por dos populares actores. Atónitos ante la noticia y, desesperados, al comprobar que en Internet les llueven las críticas por haber vendido su historia, deciden salvar su reputación y van a Hollywood para sabotear el proyecto. Con sólo cuatro filmes en su carrera cinematográfica (hasta entonces), Kevin Smith ya había dejado patente que su talento como realizador estaba adscrito a una enorme capacidad para la autocrítica y el análisis del mundo en el que la insurrección, la originalidad, el atrevimiento y la grosería han sido elementos claves para el éxito del que es, sin lugar a dudas, fue uno de los directores más capacitados del cine moderno. Smith, siguiendo una coherente línea argumental y humorística basada en el “gag” de supeditación televisiva nostálgica y tendencia al cómic generacional, propuso con “Jay y Bob el Silencioso Contraatacan” una hermética intencionalidad sardónica y cruel hacia sus propios principios formales en la que, de forma corrosiva, pone su innegable talento para la comedia gamberra al servicio de la diatriba más desalmada que se ha hecho del Hollywood actual hasta la fecha. La Miramax y todos los cameos que aparecen en la cinta exponen una ejemplificación brutal de la autoironía más plausible del cine moderno, dejando ver, mediante una retahíla de monumentales parodias visuales, un sentido del humor pocas veces visto en una pantalla.



Los oscuros recodos del “star-system”, los rencores personales del director (sobre todo con Tim Burton), la era de incomunicación internauta y una ácida sátira de la falsedad que envuelve el universo del celuloide son el objetivo de esta nueva creación del genio de Nueva Jersey. Para ello Smith ha contado, como finalización de una etapa creativa, con los dos personajes más fascinantes de su filmografía: Jay y Bob el Silencioso. Auténticos mitos que, a pesar de su estulticia y descompostura, representan la síntesis del universo de un director que ha convertido a estos dos roles en auténticos héroes ontológicos. El director de “Clerks” (1994) ejerce de propagador y dinamitador de clichés contemporáneos, enfatizando el colorido, los decorados y el ritmo argumental, para manifestar una comedida intención de disturbar la realidad e invertirla hacia objetivos en los que el universo del cómic bizarro se imponen a cualquier lógica artística. El filme adopta la forma de un proyectil de sencillez cómica impecable, de una historieta para espíritus jóvenes y sediciosos, pero a su vez, subvirtiendo la propia comedia de “gags” y al concepto de diversión impuesto en su filme “Dogma” (1999), pero con el reemplazo de la concepción teórica de aquélla por la estricta diversión, condimentada con un sensacional humor. Esta nueva perversión vuelve a brindar un ácido retrato genealógico que exhibe las pequeñas miserias de unos personajes desorientados, que buscan respuestas a preguntas que les exceden, a retos que, en esta ocasión, se desarrollan en la línea del cómic más “underground”. Al igual que en sus anteriores películas, todas las situaciones se encaminan hacia la escatología y la mordacidad, sirviéndose de este particular reclamo para restar peso a temas de enorme solidez y de extrema sensatez.



Ahora bien, se supone que al público es necesario darle también una oportunidad de integración o algún otro motivo de interés, porque en definitiva es quien va a ver la película. En este sentido, reconozco que para los que son ajenos a la trayectoria del director norteamericano, este filme puede ofrecer más bien poco, o poco más que un rato de distracción a cargo de unos guiños, parodias y homenajes mayormente autorreferenciales cuyo sentido no acabarán de entender. En cambio, para los seguidores de Smith (entre cuyas filas me incluyo), “Jay y Bob El Silencioso Contraatacan” es un regalo con el que van a disfrutar muchísimo. Algo así como la edición especial de un cómic o cualquier otra pieza de coleccionista, que nos llega, precisamente, de la mano de uno de los mitómanos del “freak”, las películas de Serie B y el cine basura más convencidos sobre la faz de la tierra. Cabe destacar que el director estadounidense tiene, por suerte, un público fiel que le sigue desde su ya mítica opera prima, y que le perdona cualquier desliz o mediocridad confiando en que la próxima tal vez sea la muestra definitiva de que la flauta no sonó en aquella ocasión por casualidad. Cabe decir que lo que Smith ha perdido en espontaneidad y frescura desde aquel legendario largometraje independiente, a medida que las cifras de sus presupuestos han ido en aumento, parece que tampoco se ha visto compensado por una mayor capacidad creativa. Porque una vez superada su trilogía de New Jersey con bastante buena nota media, y después de la estimable “Dogma”, nos llega un trabajo que, como comentaba, para cualquier desconocedor de la idiosincrasia de Smith tiene escaso atractivo. Pero, ¿y qué? Si al fin y al cabo está hecha para nosotros y somos los únicos que pagaremos con gusto para ver esta cinta.


“Jay y Bob El Silencioso Contraatacan” es una historia distraída, gamberra, disparatada, políticamente incorrecta, que consigue arrancarte un buen puñado de carcajadas nada forzadas. Puro cine de entretenimiento, y a la vez de culto, para pasar un buen rato, y como dije, los fans de Smith la acogemos gratamente, aunque no sea tan brillante como algunos de sus trabajos anteriores. Llena de escenas memorables, rotundas, fantásticas, y de una crítica al mundo de Hollywood, Smith entrega a su público una especie de regalo de despedida, pues con esta cinta supuestamente termina el ciclo del universo de Nueva Jersey que inició con "Clerks". Y como fin de esa etapa triunfa estruendosamente, ya que además de incluir a virtualmente todos los personajes de sus cintas anteriores, Smith consigue lo que su segunda película, "Banda en Fuga" (1996), nunca logró ser, una comedia inteligente pero siguiendo los preceptos "inmaduros" del cine juvenil, logrando la balanceada coexistencia de sátira social con chistes escatológicos de la peor clase. Y por "peor", desde luego quiero decir "mejor". Jay y Bob el Silencioso conectaron con público de todo el mundo con su divertidísima y actual parodia del estilo de vida de la “Generación X”, y la pareja continúo dejando una indeleble y divertida marca en las películas de Kevin Smith. Su peculiar humor despreocupado convirtió a Smith en uno de los directores independientes de la “Generación X” más defendido y apoyado. Jay y Bob el Silencioso también se convirtieron en protagonistas de su propia serie de cómics, así como de figuras, logos de camisetas e incluso han sido tema del concurso de vestuario de la convención del cómic. Se convirtieron en héroes a pesar de todo.


Como siempre, Smith deja un poco que desear con su dirección, pero la inclusión de Jamie Anderson y Billy Clevenger como cinematógrafos ha hecho maravillas para superar el torpe y estático estilo de Smith, muy criticado incluso por él mismo. Las actuaciones varían en calidad, aunque Jason Mewes como el parlanchín y malhablado Jay es una revelación, sus rapidísimos diálogos tienen tal chispa y están tan perfectamente adecuados a su personalidad que se convierte en una presencia hipnótica. Si a eso agregamos su evidente carencia de vergüenza, tenemos uno de los protagonistas más interesantes en la filmografía de Smith. Shannon Elizabeth no tiene mucho que hacer además de verse hermosa, pero junto con Eliza Dushku como su amiga y rival logra buena química en escena. De hecho, quien peor actúa es innegablemente es el mismo Kevin Smith en el papel de Bob el Silencioso. Sus gesticulaciones a cámara recuerdan las de un niño en el vídeo de su cumpleaños. Afortunadamente el pilar que sostiene estas películas no son las actuaciones ni la dirección ni la fotografía...son los diálogos. Smith es un titán en este campo y aunque en esta película carecen de la ferocidad e incisión de, digamos, los diálogos de "Mi Pareja Equivocada" (1997), pero resultan mejores, por mucho, que los de cualquier comedia juvenil hecha en los últimos años. Smith decidió realizar una película al estilo de las antiguas súper comedias, del tipo que contaban con un enorme reparto y un flujo ininterrumpido de momentos divertidos. Él mismo explica, "En este filme, Jay y Bob se convierten en las estrellas de la película, pero hay un reparto tan extenso y divertido, que también puedes disfrutar con los otros personajes. Es lo mejor de los dos mundos."



Kevin Smith ha hecho de “Jay y Bob el Silencioso Contraatacan” una película a su justa medida donde por fin los protagonistas son esta peculiar pareja de marginados de barrio que matan el tiempo a las afueras de una pequeña tienda de autoservicio. Acato es normal que la cinta vista desde fuera aparenta un auténtico desperdicio, pero es una reivindicación del humor estúpido del propio Smith junto a toda la filmografía que le rodea. Adema es un pequeño homenaje a todo lo que rodea al mundillo del cine y lo más importante, una auténtica joya para los que le hayamos agarrado la onda a Smith. Todo es una locura en esta cinta desde el título y el logo imitando al de “El Imperio Contraataca”; Scooby-Doo, montando una fiesta dentro de su famosa furgoneta; Wes Craven dirigiendo una nueva secuela de “Scream” (1996) protagonizada por Shannon Doherty en la que “Ghostface” es un orangután; Carrie Fisher (Princesa Leia en “Star Wars”) como una amable monja que recoge a Jay y Bob cuando hacen autostop, con sus disparatadas consecuencias; la aparición estelar de Mark Hamill (Luke Skywalker en “Star Wars”) demostrando su sentido del humor al encarnar al malvado maestro Jedi, villano de la película de “Bluntman y Chronic”; y una divertidísima escena en la que aparecen Ben Affleck y Matt Damon (interpretándose a si mismos) rodando una hipotética secuela de “En Busca del Destino” (1997) mientras vemos como el mismísimo Gus Van Sant pasa de dirigir su película y se dedica a contar dinero. La conciencia analítica que Smith es utilizada magistralmente en esta su última obra de culto, no sólo sacude sin temor los pilares del cine moderno, sino que lleva su causticidad a extremos de paroxismo referencial sin autocensura. “Jay y Bob el Silencioso Contraatacan” es, por tanto, la cima de las aventuras de unos personajes creados para trascender a lo largo de los años.



"Esplendorosa y corrosiva obra de culto"

1 comentario:

  1. esta pelicula es muy divertida me encanta verla,extraño volver a verla por television,ojala la dieran

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