Año: 2004 País: España Género: Drama Puntaje: 09/10
Interpretes: Javier Bardem, Belén Rueda, Lola Dueñas, Mabel Rivera, Clara Segura y Celso Bugallo
Hermosa y conmovedora película de Alejandro Amenábar, basado en hechos reales cuenta la historia de Ramón Sampedro (Javier Bardem) un hombre que lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, junto al mar por el que tanto viajó y donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es terminar con su vida dignamente. La llegada de dos mujeres alterará su mundo: Julia (Belén Rueda), la abogada que quiere apoyar su lucha y Rosa (Lola Dueñas), una vecina del pueblo que intentará convencerle de que vivir merece la pena. La luminosa personalidad de Ramón termina por cautivar a ambas, que tendrán que cuestionar como nunca antes los principios que rigen sus vidas. Él sabe que sólo la persona que de verdad le ame será la que le ayude a realizar ese último viaje.
Hablar de Mar Adentro es hablar de Ramón Sampedro en primer lugar, y de la actuación que nos regala Javier Bardem, un Bardem demacrado y transformado para caracterizar e interpretar perfectamente al protagonista de una de las historias con más polémica del país en torno a un tema estrella de debate televisivo: la eutanasia. Amenábar, y esto hay que dejarlo bien claro, se desmarca de una visión polémica, tendenciosa o generadora de debate en torno a la eutanasia y se centra en Sampedro, en la historia que subyace bajo los titulares sensacionalistas entre Economía y Deportes. Esto no es cine social, esto es cine de sentimientos puro y duro, desgarrador y que consigue llegar muy adentro para arrancarte lágrimas, sonrisas y sensibilidad. Además no hay trucos, no hay un desarrollo de menos a más para que nos desahoguemos con las últimas escenas, cual película pastelosa americana. Aquí la sensibilidad arranca en cada escena, en cada mirada, en cada frase.
De lo primero que uno se percata, es de la inmensa delicadez con que se mueven los habituales elementos de una película, es un trabajo artesanal, en donde se miden al milímetro los ingredientes de un melodrama contundente. Amenábar domina perfectamente el ritmo y conduce al espectador por donde el quiere. El film te mantiene al borde del lloro mientras deja que sueltes una sonrisa a base de pequeñas complicidades del guión; hasta que inevitablemente explotas donde tu sensibilidad no pueda más; personalmente la furgoneta y la cara de Manuela fueron mi debilidad. El éxito es fruto de un puzzle magistralmente elaborada de gente que sabe tocar muy bien el material con el que trabaja. "Mar Adentro" es una historia donde la muerte está en cada poro de la cinta pero extrañamente te da ganas de vivir parece una contradicción pero Amenábar es capaz de hacerlo posible; y todo sustentado con unas interpretaciones antológicas.
Técnicamente la película es perfecta, aunque todo esto sea secundario. La música es sublime y la manera de irla mezclando con las imágenes perfectas: el viaje volando de Sampedro te pega a la butaca e impresiona, merece la pena una entrada de cine sólo por ella. La fotografía y la dirección adecuadas y muy profesionales, En cuanto a las actuaciones, es tema aparte. En sus tres primeras películas Amenábar no se había destacado por una dirección de actores especialmente audaz, su principal reconocimiento se refería a su faceta como escritor y escenógrafo. Alejandro Amenábar un hombre que es pura sensibilidad y puro talento con su cuarta película ha querido demostrarnos que no solo sabe crear suspense sino que sabe crea poesía; no solo hace cine de terror sino cine con mayúsculas. ”Mar adentro” es un ejercicio de virtuosismo narrativo, un ejemplo de como desde una base estática desarrollar una puesta en escena tan dinámica, un paradigma de como deben ser dirigidos los actores.
El papel de Bardem es simplemente impecable y lo bueno del filme es que lo secundan unos actores fantásticos: Belen Rueda está que se sale, cabe citar el beso que le da a Sampedro en la playa verlos en esa situación me puso los pelos de punta; Lola Dueñas hace de un papel pequeño todo un mundo; y después está toda esa familia tan bien reconstruida, sobre todo cabe destacar desde mi punto de vista a Mabel Rivera, Manuela, sencilla sencillez que arrebata cada plano en el que está. Celso Bugallo también lo hace muy bien, al igual que Tamar Rivas, y ese padre Joan Dalmau, que no dice nada pero cuando habla rompe los esquemas. No hay que olvidarse de Clara Segura. Sin duda una de la mejores películas del director español, quien salió de los thrillers para sumergirse en un drama, con este cambio le servio para obtener el oscar a mejor filme extranjero, toda una hazaña para el cine ibérico.
Todo brilla de una manera plasmante en este film desde la dirección magistral de Alejandro Amenábar, los estupendos rubros técnicos y el prodigioso guión, el film es conmovedor hasta en el más mínimo detalle y nos hace chocar con nuestras emociones más profundas y nos obliga al debate, con el tema de la eutanasia. Pero el film no crea debate alguno en su argumento, solo se limita a contar la vida de Ramón y su muerte tan ansiada. Simplemente imperdible.
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