martes, 22 de septiembre de 2009

Río Místico

Director: Clint Eastwood
Año: 2003 País: EE.UU Género: Drama Puntaje: 09/10
Interpretes: Sean Penn, Tim Robbins, Kevin Bacon, Laurence Fishburne, Marcia Gay Harden y Laura Linney

En este blog hemos analizado varias películas de Eastwood, pero nos faltaba una de sus películas más oscuras, “Río Místico”. Cuando Jimmy Markum (Sean Penn), Dave Boyle (Tim Robbins) y Sean Devine (Kevin Bacon) eran unos niños que crecían juntos en un peligroso distrito de Boston, los tres pasaban los días jugando al béisbol en la calle. No sucedía nada importante en su barrio. Hasta que Dave se vio obligado a tomar un rumbo que cambiaría las vidas de todos ellos para siempre. Veinticinco años más tarde, los tres se vuelven a encontrar por otro acontecimiento de gran trascendencia, el asesinato de Katie Markum, la hija de 19 años de Jimmy. A Sean, que se ha hecho policía, le asignan desenredar este crimen aparentemente sin sentido y junto a su compañero (Laurence Fishburne) también deberán estar atentos a las acciones que realice Jimmy, que busca justicia por sus propias manos.

Aunque a primera vista "Río Místico" podría parecer un drama criminal que trata de resolver un homicidio, en realidad se trata de un estudio de personalidades, que emplea los procedimientos policíacos como marco para retratar los vaivenes emocionales de los protagonistas. Cada uno de ellos carga con diversas presiones, preocupaciones y culpas, y la investigación funciona como catalizador para llevar las cosas a un explosivo punto, en el que la amistad tendrá que dejar paso a la lealtad familiar y al supuesto brazo de la ley. La película se centra en las emociones de los personajes. Tal vez algunos de ellos parecen superficiales o irrelevantes (como el policía interpretado por Laurence Fishburne) pero aunque no influyan mucho en la trama, sirven para dar mayor textura y profundidad a la historia.

Esta excelente película ofrece, como pocas veces en el cine de los últimos tiempos, una historia en la que el thriller y el drama su funden asombrosamente ante un espectador que queda atrapado tanto por la evolución de los personajes como por la intriga del relato. Escasas son las ocasiones en las que un thriller americano se acompaña de una compleja tragedia que escarba profundo en traumas, justicias y sentidos de la vida. "Río Místico" es, entre otras muchas cosas, una película que nos habla principalmente de la pérdida de la inocencia y de la imposibilidad de evitar al destino, de cómo un hecho violento acaecido veinte años atrás marca indeleblemente las vidas de tres personajes y de aquellos que les rodean hasta tal punto que pese al tiempo transcurrido y el deseo por parte de todos ellos de continuar con sus vidas, la fatalidad alcanza de nuevo con su larga mano las vidas de todos y, como en una tragedia griega contemporánea, vuelve a unir sus destinos en una cruel historia de violencia y sufrimiento.

Lo destacado de este film es su ritmo, sus actuaciones y sobre todo la magnífica dirección por parte del veterano Clint Eastwood, pero además la historia, aunque a veces pareciera muy común la verdad no lo es, el conflicto que se crea en los personajes principales le da fuerza y emotividad a la trama, aunque el ritmo que utiliza Eastwood en la mayoría de sus cintas pareciera lento aquí lo ayuda a crear la tensión y atrapa la atención del espectador gracias al desenvolvimiento. Eastwood, quien ya ha mostrado su capacidad como director en filmes como “Los Imperdonables” y “Un Mundo Perfecto”, nos demuestra que su criticado estilo, lento y apacible, puede tornarse doloroso y angustiante en una trama donde los silencios generan mucha más expectación que la música misma y donde las actuaciones se transforman en verdaderas sensaciones de personas vivas. El trabajo de Eastwood como director no sólo se aprecia en la excelente composición de la cinta, además de que también funge como el compositor de la partitura musical la cual es magnifica. Sólo queda confirmar que, en conjunto, Eastwood y su insuperable reparto dan una lección de cine oscuro, sórdido, apasionante.

El pesimismo que invade toda la película es tal que resulta inevitable no hacer una lectura de "Río Místico" como certera imagen de una sociedad que, como hacen los personajes de la película, esconde y entierra sus pecados donde nadie pueda verlos, con las terribles consecuencias que ello conlleva. Una sociedad carcomida por la violencia que sin duda ha ayudado a construirla, una violencia que no agota sus efectos en los hechos puntuales que suceden en su momento sino que ex-tiende sus ramificaciones a lo largo del espacio y el tiempo, atrapando por igual en su espesa e inevitable telaraña tanto a los que ejercen esa violencia como a los que son víctimas de ella. Esa metáfora cobra toda su fuerza en la secuencia final de la película, ambientada con certera precisión en las celebraciones del cuatro de julio, que conmemora los orígenes de la nación y que reúne a todos los protagonistas de la película en una contundente y escalofriante consecuencia que va desde el silencio cómplice que oculta que siempre quedan cosas pendientes de resolver y sacar a la luz, al aislamiento y soledad de uno de los personajes contrapuesto a la reafirmación del apoyo familiar como manera de encubrir los hechos y evitar que el cáncer salga a la luz y, sobre todo, el rostro de un niño tan perdido en medio de esas celebraciones y con un futuro tan incierto como el que se abría ante esos tres personajes veinte años atrás.

El buen desempeño que logran los actores son realmente aprobables Sean Penn, Kevin Bacon y Tim Robbins, por si esto fuera poco los actores de reparto también brillan con sus actuaciones, tal es el caso de Marcia Gay Harden y de Laura Linney. No hay que olvidar que por este filme Sean Penn y Tim Robbins también fueron ganadores del oscar a mejor actor y actor de reparto respectivamente, sus actuaciones son soberbias en ambos casos. En conclusión es una de las mejores producciones de esta década, que verdaderamente provocará la reflexión, la desesperación y ansiedad en los espectadores, mostrándonos que no todo es como aparenta y que aun quedan directores y actores que pueden hacer una película tan digna e inteligente como esta.

"Tan inquietante que hipnotiza"

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