Año: 1974 País: EE.UU. Género: Policial Puntaje: 10/10
Protagonistas: Jack Nicholson, Faye Dunaway, John Huston, Perry Lopez, Burt Young, John Hillerman y Roman Polanski
Considerada la obra mayor de Polanski y si que es una gran joya del cine negro, Los Angeles, 1937. El detective Jake Gittes (Jack Nicholson), especializado en divorcios, recibe la visita de una mujer llamada Evelyn Cross (Faye Dunaway) la esposa de un tal Mulwray, que es el jefe del Servicio de Aguas de la ciudad. Ella cree que él la engaña, al investigar este caso Gittes descubre que a Mulwray le acusan los agricultores del lugar de corrupción por negarse a construir un pantano que paliaría la sequía que sufren. Poco después, el escándalo salta a la prensa, pero la cosa se complica cuando una mujer misteriosa se presenta en el despacho de Gittes con una sorprendente revelación.
Muy lejos de sus primeros trabajos más intelectuales y enrevesados, afincado en Estados Unidos y en su cine más lineal, Roman Polanski, rodo uno de sus mayores éxitos de taquilla “Chinatown”. En su progresiva decantación hacia un cine en estado puro, sin pretensión de utilizarlo como portavoz de personales filosofías, aquí estamos quizás sencillamente ante un buen film policíaco, aderezado por las habituales provocaciones del director. El cine negro, vertiente de la novela policíaca y de gángsters ha dado grandes obras maestras al séptimo arte, obras que a mi parecer se encuentran en lugares inalcanzables incluso para un buen libro, obras que al llegar a cierta persona que comparta gustos por tales temáticas, se quedaran en su mente para siempre, y dejaran una huella imborrable también en su corazón, obras como esta.
Si hay un filme que reúna las temáticas que mas me interesan ese es Chinatown. una esplendida película facturada por la pareja Roman Polanski/Robert Evans (luego de trabajar en la también excelente "El Bebé de Rosemary") y con un sólido guión de Robert Towne, este clásico film-noir me engancho desde el primer encuadre, tanto por su argumento como por su inmejorable aspecto, Polanski es sin duda alguna un director elocuente, alguien capaz de llevar la batuta con gran maestría, sus usuales planos subjetivos se dan cita en este trabajo, así como su gran habilidad para crear los momentos mas perturbadores jamás imaginados, y propios del cine negro, como el del final de la cinta, cargado de pesimismo extremo e impotencia ante la podredumbre de la sociedad, a pesar de que su productor (Evans) quería un happy ending.
El tema del filme lo podemos tomar como una excusa, (McGuffin en términos hitchconianos), únicamente para rodar una película. En éste, se debate la especulación del suelo y la escasez de agua en el municipio de Los Ángeles, ante la prevaricación de los políticos y la falta de escrúpulos de los magnates del capital. A partir de aquí una serie de enrevesados acontecimientos hará entrar en escena a un detective privado (Jack Nicholson) que ignorante de todo el entramado, nos hará de lazarillo, descubriendo la compleja intriga a la vez que el propio espectador. Como todo gran héroe (o victima) del cine negro, Jack Nicholson personifica de manera magistral a ese detective cínico e irreverente que vera su vida tornarse un infierno a lo largo del metraje, al igual que una vulnerable Faye Dunaway y el magnifico John Huston en un memorable papel, descansando de la dirección, y que ha dado al genero varias obras maestras como "El halcón Maltes" o "La jungla de asfalto", esta ves interpretando con gran acierto a un villano odioso a los ojos de cualquier persona sensata.
Después de su tragedia personal (la muerte de su esposa Sharon Tate a manos de la familia criminal de Charles Manson) Roman Polanski regresó a América para lograr esta obra de notable pulidez, en especial para otorgar a una trama al parecer sin mucho peso (los problemas del acueducto angelino y de su chairman) a la que este director y su guionista supieron darle una profunda gradación psicológica y romántica a veces mal aprovechada en otras cintas del genero, pero que sin duda alguna alimentan esta obra y la llevan al lugar en que se encuentra. Un filme de género, en el que Polanski se pasea con maestría por los clásicos de Hollywood, para ofrecer un producto redondo, en el que, una vez más, nos demuestra su sorprendente capacidad de, simplemente, hacer cine.
Este hito del cine, no es recomendable únicamente por sus grandes actuaciones, su impecable diseño de producción (del asiduo colaborador de Polanski, Richard Sylbert) la nostálgica banda sonora del siempre excelente Jerry Goldsmith, y la ya mítica dirección del infravalorado (debido a sus escándalos privados) director franco-polaco. Esta película es especial, como todo buen film noir dejare un mal sabor de boca, es una de las cintas mas emotivas y crudas que he tenido la oportunidad de observar, y no me cansare jamás de elogiar al igual que de disfrutar cada minuto de esta obra que a mi parecer esta y siempre estará en la cúspide del séptimo arte.
"Homenaje al cine negro, filme sólido, de guión modélico y lleno de nervio"
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