sábado, 14 de noviembre de 2009

El Sustituto

Director: Clint Eastwood
Año: 2008 País: EE.UU. Género: Drama Puntaje: 09/10
Interpretes: Angelina Jolie, John Malkovich, Jeffrey Donovan, Colm Feore, Amy Ryan, Gattlin Griffith y Michael Kelly

Interesante y lograda película del maestro Clint Eastwood. Los Angeles, año 1928. Christine Collins (Angelina Jolie) es una madre soltera de los suburbios cuyo hijo desaparece sin dejar rastro. Meses después la policía dice haberlo encontrado, pero nada más verlo asegura que ese chico no es su hijo. A pesar de estar segura de ello, y en medio de la confusión, Christine se lleva a casa al niño, pero insiste en que se continúe la búsqueda de su verdadero hijo. Tachada de loca e incapacitada por la policía, por fin encuentra un aliado en el reverendo Briegleb (John Malkovich), que la ayudará en su lucha contra la mentira la sustitución.

“El Sustituto” no varía en absoluto las constantes que viene mostrando el cine de Clint Eastwood desde hace algunos años. Se trata de un cine sencillo, rodado desde el clasicismo, en el que la cámara no se entromete en la trama con la crudeza con que suele hacerlo en estos tiempos, usando las primeras tomas para que reluzca la credibilidad de los actores. Eastwood, heredero de Leone y Siegel, es el mejor hijo que nunca tuvo John Ford. Su cine dibuja una mirada dramática, repleta de significados, y en su particular distanciamiento, profundamente humana. El que fuera Harry el Sucio ha sabido unirse a esa poco concurrida lista de directores que han parido un cine humanista, cuyo primer miembro fuera Sir Charles Chaplin (quien es directamente mencionado al poco de comenzar “El Sustituto”.

Existe un prejuicio inicial con la protagonista de esta cinta del connotado director Clint Eastwood, que son los antecedentes actorales que preceden a Angelina Jolie que ha repartido balazos, sobreactuaciones y sensualidad al por mayor en sus últimos trabajos como en "Se busca" por dar un ejemplo. Pero nada más alejado de eso es este trabajo con el “viejo” Clint, que la puso a trabajar en serio y con mucho apoyo, donde no tiene cabida sus ya características miradas sensuales, apretones de labios que la han hecho famosas. En esta película vemos a una Jolie esforzada y logra convencer en todo el metraje. Paralelamente se teje una trama relacionada con un asesino en serie que descuartiza niños y entre ellos podría estar el pequeño hijo de la señora Collins. Eastwood filma sin caer en exageraciones, con un ritmo pausado con el cual pocos se atreven a utilizar, mostrando injusticias basadas en los miedos internos como lo son la pérdida de los hijos y sobre todo en una familia incompleta que tendrá que acudir a la buena voluntad de la gente para salir adelante.

El desamparo y la impotencia de no poder hacer nada contra los poderes establecidos están patentes en la cinta donde su protagonista lucho en tiempos donde nadie se atrevía a desafiar a la autoridad, menos una mujer. La cinta cuenta con destacada y delicada ambientación de época realizada con un gusto exquisito, sin sobresaltos, bien en todos los frentes no cayendo en exageraciones que eran tentaciones para cualquier otro director con menos oficio. La película insinúa mucho dejándole tarea para que el espectador resuelva ciertos asuntos involucrándolo en todo momento. Eastwood aparte de dirigir compuso la música que es exquisita. Otro acierto es el reparto sin estrellas como el policía, el abogado que defiende y las enfermeras del manicomio que logran una tremenda credibilidad con sus intervenciones en una película digna de ser escuela para muchos directores.

No podríamos olvidarnos de su ambientación. El intercambio (que no olvidemos, esta basada en hechos reales) transcurre en los años 20 en la ciudad de Los Ángeles. Para ello cada detalle esta cuidadosamente estudiado y planificado para que el público se sumerja en el argumento: vemos fielmente reflejado el vestuario y la moda de la época, la irrupción de la mujer en el plano laboral, los problemas de comunicación derivados por la por aquel entonces adolescente telefonía ya que la prensa escrita era casi el único medio de información. Clint Eastwood es una persona comprometida con sus ideas, crítico con el pasado, presente y futuro del país que le vio nacer. En esta ocasión escarba en la corrupción existente en la época en la que creció, donde el estado de California era fiel reflejo de la violencia que brotaba en los Estados Unidos de América. Vestido de Harry el sucio, apunta el revólver al poder establecido en la década de los años 20 y 30 en la que policía y Estado eran uno sólo, impregnando de corrupción las calles dejando un paisaje desolador. Valiéndose de dicha premisa tiñe “El Sustituto” con pinceladas oscuras como ya hizo en “Río Místico” dando cobijo a macabras coincidencias en este drama negro.

A pesar de todo ello, la película resulta sólida, magistral por momentos. Angelina Jolie convence y brilla como actriz seria, resultando su actuación dolorosamente humana. Además, Eastwood se rodea como siempre de un magnífico equipo técnico, destacando especialmente en este filme la brillante dirección artística. Una vez más, el director de “Los Imperdonables” se aprovecha de la solidez de las formas cinematográficas clásicas, dotándolas de la terrible, pesimista mirada del mundo posmoderno. Y una vez más demuestra que es uno de los más grandes directores de la historia.

"Emocionalmente poderosa y con un estilo realizado con mano firme"

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